RANKING MUNDIAL DE LOS MEJORES CEO´s 2018... ESPAÑA VUELVE A ENCABEZAR EL RANKING

Fundada en 1922, Harvard Business Review (HBR) es una de las revistas más influyentes en el mundo sobre, entre otros,  temas relacionados con el management, la dirección de empresas, la innovación y la globalización. Pensada para servir de puente entre el mundo académico y el empresarial, (HBR) reúne en sus páginas a reconocidos pensadores así como responsables empresariales. Su objetivo es dotar a sus lectores de las claves, ideas, recursos y herramientas necesarias para desenvolverse en el entorno volátil y en continua transformación en que se han convertido los negocios hoy en día. Todos los años publica el ranking de los 100 mejores CEO´s del mundo. La lista se elabora atendiendo a tres variables financieras: el cambio en la capitalización bursátil desde que el CEO asumió el cargo, el rendimiento total para el accionista ajustado por país y el rendimiento total para el accionista ajustado por sector. (HBR) también ha valorado lo que llama (ESG), o el rendimiento ambiental, social y de gobierno. Algunos ejemplos de lo que se tiene en cuenta en (ESG) incluyen la cantidad de residuos peligrosos que produce una empresa (ambiental) y la diversidad de la empresa (social). Estas cuatro variables se combinan posteriormente para obtener una puntuación que ayuda a identificar cómo de bueno es del rendimiento de una empresa y, como resultado, cómo lo está haciendo el CEO.

Este año afirma la publicación, “en tiempos turbulentos, la firmeza y la estabilidad pueden ser virtudes significativas”. Estas cualidades son evidentes en los 100 hombres y mujeres que han logrado un puesto en el ranking de (HBR) en 2018. Los mismos se enfrentan a una gran variedad de fuerzas externas: competidores inteligentes, clientes exigentes, inversores que buscan obtener ganancias, vientos en contra de políticos y factores económicos. No obstante, sus compañías han demostrado una notable capacidad para mantener el impulso: 70 de los 100 líderes en el ranking del año pasado se desempeñaron lo suficientemente bien como para volver a lograr la distinción este año, incluido Pablo Isla, del gigante español textil Inditex, que repite como el Ejecutivo número uno. El ranking del 2018 es el siguiente:

El presidente del Grupo Inditex (Zara), Pablo Isla, encabeza, por segundo año consecutivo, el ranking que anualmente elabora Harvard Bussiness Review con los mejores máximos ejecutivos del mundo. Sí Pablo Isla fuera medido sólo por sus rendimientos financieros ocuparía el puesto número 29 (frente al 18 de hace un año), según la publicación, que explica que se alza en la primera posición por el fuerte desempeño de Inditex en factores ambientales, sociales y de buen gobierno corporativo, que dan el 2% de la puntuación total. Si la clasificación midiera a los ejecutivos sólo por resultados económicos, como ocurría hasta 2015, la lista estaría liderada por el fundador de Amazon, Jeff Bezos, que en la clasificación global ocupa el puesto 68 porque, aunque sube 3 escalones, su calificación en términos de responsabilidad social sigue siendo baja. Por detrás de Isla se sitúan los máximos ejecutivos de Nvidia, Jensen Huang; LVMH, Bernard Arnault; Kering, François-Henri Pinault; Continental, Elmar Degenhart; Salesforce.com, Marc Binioff; Valeo, Jacques Aschenbroich; KBC, Johan Thijs; Sysmex, Hisashi Ietsugu; y Bouygues, Martin Bouygues.

 

Hace un tres de años, reunión de encargados en la tienda de una enseña de Inditex en Madrid. Se abre la puerta y entra Pablo Isla. La sorpresa fue mayúscula y nadie sabía muy bien cómo reaccionar. Pero el presidente de la compañía saluda a cada una de las personas presentes en la sala, les hace preguntas sobre el negocio y asombra a todos por su conocimiento de hasta los más mínimos detalles del mismo. Pasado un rato, se despide con amabilidad y se marcha. Esta anécdota relata la imagen y la personalidad de dicho CEO. Discreto y sencillo, "en ocasiones hasta austero" -en palabras de una persona que le conoce bien-, al presidente de Inditex les gusta escuchar antes de hablar, pero a la vez es exigente y un gran conocedor del negocio. "Lo que se ve es lo que hay", señala una persona cercana a él. Y lo que se ve es una de las mejores gestiones empresariales de la historia de este país. Isla comenzó a trabajar en Inditex en 2005, cuando llegó a la empresa como vicepresidente, para seis años después, en 2011, sustituir a Amancio Ortega en la presidencia del grupo textil. Desde entonces, Inditex ha multiplicado por siete su valor en Bolsa, hasta alcanzar casi los 105.000 millones de capitalización, actualmente vale en bolsa 79.500 millones de euros. También ha triplicado su tamaño, hasta las 7.200 tiendas en 93 mercados y más de 160.000 empleados. La compañía ganó 3.368 millones de euros en 2017, un 7% más que en 2016, tras alcanzar unas ventas de 25.336 millones, un 9% más.

 

En su haber, está el éxito de haber sabido gestionar el crecimiento internacional de Inditex durante los últimos años, en los que el grupo ha logrado tener presencia en los cinco continentes. El aumento del negocio se ha conjugado con el de la rentabilidad y, hoy, el líder mundial del comercio textil aventaja a todos sus rivales en ambos parámetros. Además, su situación financiera -no tiene deuda, sino una posición financiera neta de 5.700 millones de euros en 2016- le permite tener una gran estabilidad de futuro. También ha sido el responsable de lanzar la venta por internet y de establecer un modelo de negocio basado en la integración de las tiendas físicas y online. En este periodo, la red de tiendas se ha digitalizado, introduciendo un sistema de radiofrecuencia que permite identificar cada prenda y agilizar los inventarios, además de incorporar algoritmos en los procesos logísticos para hacerlos más eficientes. Entre sus desafíos para el futuro están no caer en la autocomplacencia y saber gestionar el crecimiento potencial, que aún tiene la firma en muchos mercados, haciendo el proceso compatible sin reducir los márgenes y avanzar más en la integración del negocio físico y online, algo que es casi una obsesión para Inditex.

Pablo Isla ha subrayado en varias ocasiones la importancia de que la empresa tenga un crecimiento sostenible y una estrategia a largo plazo. "A la hora de gestionar, es casi obligado ser racional en la toma de decisiones, pero cada vez aprecio más los aspectos emocionales. Motivar a las personas y generar un ambiente positivo son partes esenciales del trabajo de un presidente", dijo Isla en un artículo de Harvard Business Review sobre su persona, en el que comentaba que "Inditex intenta gestionar cada línea de negocio como si fueran pequeñas start up. Intentamos no ahogarnos en reuniones, aunque hay mucha actividad y crítica", añadía. La descripción se asimila a la que algunos empleados hacen del propio Isla. Cuando el directivo no está viajando (una de las tareas que más tiempo le roba), se encuentra en la sede de Inditex en Arteixo, y no suele encerrarse en su despacho o en reuniones, sino que visita los diferentes departamentos para hablar con su equipo. Pablo Isla es un hombre de muchas palabras de puertas para dentro y pocas hacia fuera, donde deja que sus resultados hablen por él. Esta última acción es quizás la más enriquecedora y buena que puede tener dicho CEO, ser cercano, hablar cara a cara con sus empleados, ser poco mediático pero muy visible por sus resultados económicos y sobre todo no gestionar pensando en dentro de 20 años como algún CEO español recientemente, sino día a día, semana a semana, mes a mes, sin huir de la realidad a la que se ve sometida la compañía que dirige.

Para España es una buena noticia, ya que su ejemplo debería ser inspirador para el resto de CEO´s del mundo corporativo español, más allá de que el propio Isla haya agradecido y hecho suyo el reconocimiento extensivo a todos los empleados de Inditex. El tiempo dirá si el año que viene cuando se publique dicho ranking, aparecen nuevos CEO´s españoles… Será que su ejemplo ha prendido en dicha clase directiva.

Ya lo dijo Peter Drucker: “Nadie debería ser nombrado para una posición directiva si su visión se enfoca sobre las debilidades, en vez de sobre las fortalezas de las personas”.