Warren Buffet, el
“Oráculo
de Omaha” fue un niño precoz en el mundo de los negocios, empezó a los cinco o seis años vendiendo latas de Coca-Cola casa
por casa obteniendo una rentabilidad del 20%. El niño empresario pasó a ser
niño inversor y con 11 años hizo su primera compra de acciones. Compró acciones
a 35 dólares, pero cayeron a 27, Buffett se puso nervioso y esperó a que
subieran. Cuando alcanzaron los 40 dólares las vendió por miedo. Aquellas
acciones alcanzaron los 200 dólares y Buffett aprendió su primera lección:
"No dejarse guiar por las emociones". Buffett descubrió el “value
investing” de la mano de Benjamin Graham y
David Dodd y su obra “El inversor inteligente”, y montó
lo que hoy es su buque insignia, Berkshire Hathaway. En el origen de
esta compañía se esconde el que Buffett considera la peor inversión de su
historia. De nuevo, por dejarse llevar por sus emociones, pagó un coste de
oportunidad que calcula en 200.000 millones de dólares. La fórmula de Buffett
para convertirse en uno de los hombres más ricos del mundo se fundamenta en dos
claves: "Asignar valor e identificar ventajas competitivas duraderas para
que las empresas conserven su cuota de mercado. Mejor comprar un buen negocio a
precio justo que uno malo a precio barato". Otro de los aspectos
que destaca en Buffet es su "férrea ética tanto en la vida en
general como en el mundo de los negocios". Célebre es la frase
suya que dice, "no es posible hacer negocios con malas personas".
El éxito de Berkshire es tan descomunal que aquel que hubiese invertido en
los años 60 unos 10.000 dólares, hoy tendría más de 100 millones. Otro de los
secretos de Buffett ha sido su compañero y socio, Charlie Munger,
fundamental a la hora de seleccionar compañías de calidad. Suya fue la idea
para comprar una de las compañías insignia del holding, See’s Candies (una empresa de bombones), donde
invirtieron 25 millones y generaron una plusvalía de más de 1.600 millones de dólares
desde 1972.
Recordar la historia del
gigante de las telecomunicaciones AT&T nos permite observar como
el mercado norteamericano ha evolucionado hasta ser hoy uno de los más dinámicos
del mundo. La AT&T (American
Telephone and Telegraph) se funda en 1876, por el mismísimo Graham
Bell, el inventor del teléfono. Sus 143 años de historia están documentados
en su web y en multitud de entradas en Internet para aquellos que tengan
curiosidad sobre dicha compañía. El proceso de segregación de dicho operador
comienza en 1974 cuando el Departamento de Justicia
estadounidense llevó a la compañía a los tribunales por comportamiento
anticompetitivo. Dicho proceso se prolongó hasta 1982, aunque no
fue hasta dos años más tarde cuando se dividió en siete operadores, bautizados
como Regional
Bell Operating Companies o “Baby Bells”: Bell South, Bell Atlantic, Nynex,
American Information Technologies, Southwestern Bell, US West, y Pacific
Telesis. AT&T acordó con los tribunales de justicia la segregación
estructural de la empresa a cambio de poder entrar en el sector de la
informática, (compró más tarde NCR), con el fin de explotar la electrónica (Bell Labs) y mantener el negocio de las
llamadas de larga distancia. Pese al acuerdo judicial, la ruptura fue
traumática por parte de AT&T, ya que supuso un puñetazo
en la mesa de los poderes antimonopolio del estado, y provocó reacciones en
contra que abarcaban todo el espectro político del momento. Tras la decisión
del juez Harold Herman Greene los empleados lloraban por los pasillos,
señalaba Robert E. Allen, por aquel entonces directivo del Bell
System y más tarde presidente de AT&T, en unas declaraciones
recogidas por la revista Business Week.
En el ejército hubo quien insinuó que la división de la compañía atentaba
contra la seguridad nacional porque Estados Unidos requería de una red de
comunicaciones integrada (corta y larga distancia). Sin las llamadas locales, AT&T
no lo tuvo una vida sencilla, ya que en el negocio de larga distancia pronto
entraron competidores fuertes como por ejemplo MCI (hoy del grupo Verizon) o Sprint. A todo esto, su apuesta por
la informática (NCR) terminó segregándose
en 1996. A estos hechos, hay que añadir que la parte de innovación, los Bell
Labs, se convirtieron en compañía independiente, (Lucent Technologies). La compañía entró a principios de los años
90 en el negocio del móvil y el cable, el primero lo segregó en 2001 y el
segundo fue adquirido por Comcast tras una opa hostil iniciada
ese mismo ejercicio. Finalmente, en el año 2005 acordó la
fusión con SBC Communications, una compañía que ya integraba a tres de las
antiguas Baby Bells (Ameritech, Southwestern y Pacific Telesys), y un añó más
tarde la nueva AT&T adquiría a Bell South. Por otro lado, en el
Noreste de Estados Unidos otras dos Baby Bells, Bell Atlantic y
Nynex, se fusionaron en 1996 para comprar después GTE, la mayor teleco
independiente (no Baby Bell) del
momento en Estados Unidos. El resultado de este proceso de concentración es la
actual Verizon.
FUENTE: NYSE
En resumen, del proceso de segregación
abordado en el año 1982 por decisión judicial termino reuniendo a las compañías
en tres grandes grupos: AT&T, Verizon y
Qwest (antigua US West);
cinco grandes operadores de móvil (los dos primeros pertenecientes a Verizon
y AT&T, y el resto: Sprint Nextel Corporation, T-Mobile USA y
TracFone Wireless) y ocho proveedores de cable (encabezados por Comcast
y Time Warner). Con la segregación del monopolio de AT&T,
los precios de los servicios telefónicos bajaron drásticamente. Lo que nos ha
enseñado dicha división 35 años después de la aparición de las Baby
Bells, es que dichas compañías tienen el musculo suficiente para abordar
esta nueva era digital con la innovación constante como arma competitiva que
permita su supervivencia.
Europa parte de un
modelo completamente diferente, tanto por situación como por realidad a
la que está sometida actualmente el mercado europeo. Las principales
compañías europeas de telecomunicaciones eran monopolios públicos que sufrieron
la privatización, en algunos casos total, y en otros parcialmente mayoritaria
quedando el estado con un porcentaje importante, como es el caso de France
Telecom y Deutsche Telekom. En algunos países importantes como
España, Italia o Gran Bretaña, el monopolio publico ha sido privatizado completamente,
no teniendo el estado ninguna participación en el accionariado. Así
durante un tiempo por ejemplo Italia y España implementaron lo que se conocía el
mecanismo de “la acción de oro” (Golden Share), sin embargo, actualmente
ya no está en vigor. En Europa existen actualmente unos 450 operadores de
telecomunicaciones, lo cual hace que exista una competencia feroz, que no
permite a los mismos tener una escala suficiente para amortizar las inversiones
que requiere una industria que requiere capital intensivo para su desarrollo,
debido a que esta marcada por una constante evolución. A esto se une otro
problema importante, que en el mercado estadounidense o chino no se producido,
es el nacionalismo que se ejerce sobre dichas compañías, ya que ningún país
importante de Europa está dispuesto a perder el control sobre el operador de
bandera, el ejemplo de Francia y Alemania es representativo.
FUENTE: BOLSAS EUROPEAS
FUENTE:BOLSA DE HONG KONG
La
política implantada por la Comisaria de la Competencia desde el
año 2014-2019 y que ha sido renovada otros cinco años, Margrethe Vestager, de impulsar
cuatro operadores por mercado ha sido completamente perniciosa, ya que ha
impedido el desarrollo que si se ha generado en Estados Unidos o China.
Esto
ha dificultado e impedido cualquier posible consolidación europea en dicho
mercado, reduciendo la capitalización de dichas compañías, las cuales arrastran
un endeudamiento importante debido en parte al escaso retorno que obtienen en
el desarrollo de las infraestructuras de telecomunicaciones y a una política en
la gestión completamente equivocada en cuanto a las inversiones, primando
por ejemplo la inversión en el sector audiovisual y obviando la inversión en la
I+D. Esta situación ha llevado a dichas compañías a una penalización
excesiva en la capitalización, que ha hecho que las mismas sean presa fácil del
quinteto de gigantes de Internet Google, Apple, Facebook, Microsoft y Amazon.
Esta situación ha llevado a que 21 CEOs de operadores de telecomunicaciones
europeas hayan firmado una carta para Ursula Von Der Leyen, Presidenta
de la Comisión Europea nombrada recientemente, pidiendo “Dar
a Europa una política industrial para el liderazgo digital, asegurando que los
negocios europeos puedan colaborar en construir a escala global y competir en
la cadena de valor digital global. Esto requiere un ambiente regulatorio
estable y sostenible en el territorio, pero también reglas justas y
equilibradas para competir con los jugadores globales".
Por último, en el otro externo
de este rompecabezas que es el mundo digital están los famosos OTTs. Los mismos
llevan una ventaja sideral con respecto a las telecos, si bien últimamente han
aparecido acusaciones de que gozan de una posición de dominio que dificulta la
competencia. Microsoft por ejemplo se enfrentó a parecidas acusaciones de
abuso de posición de dominio en el año 2009 con la Comisión Europea, Bill Gates
testificó ante los estamentos que ahora investigan a Facebook, Apple, Google y Amazon.
El sistema operativo de Microsoft tenía una cuota de mercado
del 90% en dicha época, además de llevar agregado su buscador de internet, Explorer,
el cual estaba indisolublemente unido a Windows y era gratuito, por lo que eliminaba
uno de los argumentos de los legisladores que investigaron a Microsoft:
los monopolios suben precios y dañan a los consumidores. Sin embargo, sin precio las
autoridades buscaron otro argumento: con cuota del 90%, Microsoft no dejaba
espacio a otros buscadores, como por ejemplo Netscape, entonces famoso y hoy
olvidado. A Microsoft le llovieron multas, en Estados Unidos y Europa, pero
no la segregaron. Hoy, Google, Facebook, Apple, Amazon
también pagan multas milmillonarias a ambos lados del Atlántico, aunque por
motivos distintos a la competencia: el presunto asalto a otro derecho
jurídico de los ciudadanos, su privacidad. Las OTTs investigadas
obtienen una inmensa cantidad de información de los millones de personas que interactúan
con sus servicios. Datos que, con el tratamiento de big data e inteligencia artificial,
sirven para hacer ofertas personalizadas a los consumidores, cuando no para vender dichos datos a
terceros como quedó demostrado con el escándalo de Cambridge Analítica,
vinculada a Facebook. Esta situación
de dominio se ha incrementado, ya que ha permitido a dichos OTTs invertir en I+D
una cantidad de dinero estratosférica si se compara con las compañías de
telecomunicaciones. La diferencia oscila entre 15 y 30 veces más que las
operadoras europeas más representativas. Por ejemplo, Alphabet (Google) en el año
2018 invirtió 21 veces más que Telefónica, la operadora invirtió unos 1.000
millones de $. A esto hay que añadir que el mercado
norteamericano de las tecnologías digitales es mucho más dinámico que el europeo,
sirva como ejemplo, entre el año 2014 y 2018 fueron invertidos 360.000 millones
de dólares de capital de riesgo para financiar nuevos proyectos TIC. En el año
2018 surgieron 40.000 start-ups tecnológicas, en un sector que da empleo a 12
millones de personas dentro del país. Apple, Amazon, Google y
Facebook emplean juntos un millón de trabajadores en todo el mundo.
Un factor que juega a favor de los OTTs es que dichas compañías, Apple,
Google, Facebook, Amazon y Microsoft emplean más lobistas en el capitolio, que
el resto de las empresas americanas. Si el litigio sobre dicha segregación llega
a los tribunales, pasarán años antes que haya una sentencia; tiempo que
aprovecharán para reinventarse, lo mismo que hizo Microsoft: la cuota de
mercado de Windows ha pasado del 90% (1998) al 30% (2018), pero Microsoft es
una de las cinco empresas que más vale del Nasdaq, porque se ha reinventado
con nuevos servicios como el iCloud, big data, inteligencia artificial y
servicios (digitalización).
FUENTE: NASDAQ
La Comisión Europea tiene
ante sí un reto formidable si quiere no perder el tren digital, tanto en cuanto
que la amenaza que se cierne sobre diversos sectores como, la banca, las
telecos, etc., pueden hacer peligrar el lugar que Europa tiene que ocupar en
esta cuarta revolución industrial. La canciller Angela Merkel hace unos días declaró, "que la
relación comercial entre las empresas y gobiernos europeos con las
multinacionales norteamericanas trae consigo una peligrosa dependencia que
podría tener efectos contraproducentes en el futuro". En clara referencia a
algunas de las multinacionales más importantes como Google, Amazon, Microsoft o
Apple, la canciller considera que es primordial "recuperar la soberanía
digital" y que para ello hace falta que la Unión Europea desarrolle sus
propias plataformas para administrar los datos. Así pues, urge un giro estratégico
en la I+D europea que haga disminuir la brecha digital que existe entre Europa y
Estados Unidos. La puesta en marcha del proyecto Gaia-X con 20.000 millones de
euros es una primera piedra para evitar que los datos que se generen en Europa
terminen en manos de Estados Unidos o China. Sin embargo, esto no es suficiente
ya que Europa debe avanzar hacia una consolidación que permita a los mercados tener
una escala suficiente para que las inversiones requeridas tengan un ROCE (retorno al capital empleado) suficiente para los players que queden el
mismo.
Para terminar, decir como Warren
Buffet, “Urge asignar valor e identificar aquellas ventajas competitivas
duraderas para que las compañías conserven su cuota de mercado. Mejor comprar
un buen negocio a precio justo que uno malo a precio barato”.
Ya lo dijo José Luís Sampedro: “Europa es como un jefe que nunca se pone al teléfono.”
No hay comentarios:
Publicar un comentario