miércoles, 12 de febrero de 2025

TELEFÓNICA, FECHA PARA CRUZAR EL RUBICÓN DEL PRESIDENTE MURTRA... 27 DE FEBRERO

Las noticias de la hostilidad de Pompeyo le llegaron pronto a César, que, por consiguiente, se esforzó más que nunca en mantener el favor de los romanos, y pidió ser nombrado cónsul. César llevaba siendo gobernador de la Galia casi nueve años. En ese tiempo había logrado someter ochocientas ciudades y trescientas tribus, y había luchado contra más de tres millones de soldados. Sus servicios habían sido tan grandes que Pompeyo no se atrevió a oponérsele abiertamente, no fuera que la gente se le enfrentara.

Sin embargo, Pompeyo tenía especial interés en que su rival volviera a Roma como un simple ciudadano particular. Por tanto, sobornó a un hombre para influir contra la elección de César como cónsul, sobre la base de que iba contra la ley elegir a un hombre que no estuviera presente en la ciudad.

Entonces, como César estaba en la Galia, Pompeyo aconsejó al senado que hiciera llamar a dos de las legiones de César, pero, incluso al marchar estas de su lado, no olvidaron quién era el general al que admiraban y permanecieron leales a él.

Como todos los intentos de estorbar a César y disminuir su gloria habían sido en vano, Pompeyo pensó que sería un buen plan hacerle volver a Roma, donde no tendría disponible a su formidable ejército. Así pues, el senado dio la orden que quería Pompeyo, pero, en lugar de ir a Italia solo, César cruzó los Alpes a la cabeza de su ejército. El gran general estaba determinado a conseguir su propósito, incluso por las armas, si no podía hacerlo de forma más pacífica.

Las noticias de que César había cruzado los Alpes a la cabeza de su ejército llenaron a los senadores de terror. Temían la furia del hombre que había obtenido tantas victorias. Recordando que Pompeyo había salvado tantas veces el Estado, le imploraron que tomara un ejército y se dirigiera al norte a detener los avances de César.

A César no le gustaba el derramamiento de sangre, y no quería pelear contra otros romanos si podía conseguir lo que quería sin hacerlo. Por tanto, se detuvo varias veces y trató de acordar la paz con Pompeyo. Pero, como rechazaban todas sus propuestas, dejó de dudar y cruzó el Rubicón con osadía, gritando «Alea iacta est!», que suele traducirse como «La suerte está echada», pero que realmente hace referencia a tirar los dados en un juego de apuestas.

El Rubicón era un riachuelo que fluía entre la provincia de la Galia y el territorio de Roma. Por esta razón, iba contra la ley que el gobernador de la Galia lo cruzara sin deponer sus armas. Como César no obedeció esta ley, mostró a las claras que ya no estaba dispuesto a obedecer al senado, y que estaba listo para la guerra civil.

El cruce del Rubicón por parte de César fue un acontecimiento muy señalado. Desde entonces, cuando alguien ha tomado una decisión atrevida o se ha hecho algo y ya no puede irse atrás, se habla de que “la suerte está echada” o de que “se ha cruzado el Rubicón”.


Decía Séneca, “cada nuevo comienzo viene del final de algún otro comienzo”, en Telefónica estamos asistiendo desde el 18 de enero de una forma bastante curiosa a la afirmación del filósofo estoico. De momento hay dos cuestiones que llaman poderosamente la atención al cambio al que estamos asistiendo dentro de la operadora. El primero es la baja exposición mediática que tiene el actual presidente Murtra, esta situación contrasta con la excesiva exposición mediática que tenía el destituido presidente, Álvarez-Pallete. Hasta hace unos años, al CEO o presidente de una gran compañía se le pedía que no se expresara sobre temas políticos, sociales o culturales. Si lo hacía se temía que los consumidores dejasen de comprar el producto o servicio de la compañía. Ahora, en cambio esta creencia se ha revertido. El cambio es profundo: los consumidores quieren saber qué es lo que defiende la empresa y su CEO o presidente. Los empleados, accionistas y demás grupos de interés (stakeholders) también comienzan a valorar aspectos que van más allá de los meros resultados financieros. Un ejemplo similar a este cambio de exposición mediática que viven las compañías lo vemos con el valor de los tangibles e intangibles de las mismas. Hace cincuenta años, menos de una quinta parte de los activos de las compañías que integran el índice S&P 500 eran intangibles. Hoy son más del 80%, y muchas empresas de alto rendimiento como Microsoft son de "activos ligeros" (conocimientos y capacidades especializados que pueden no estar disponibles internamente, este acceso a diversas perspectivas y habilidades puede fomentar la innovación e impulsar la ventaja competitiva de una compañía). La exposición mediática del presidente o CEO de una gran compañía generalmente tiene un fin determinado: desde convencer a inversores y analistas de la nueva estrategia que se llevará a cabo bajo el nuevo mandato que acaba de comenzar a conseguir que los diferentes grupos de interés de la compañía (stakeholders) conozcan lo que la compañía está haciendo, qué logros están consiguiendo, qué valores representa, todo ello con el fin de mejorar la reputación de la misma. Para esta cuestión se requiere de una estrategia de comunicación interna, la cual debe estar bien definida y alineada, debe ser capaz de generar compromiso y cohesión en los diferentes niveles de la compañía. De momento podemos decir a tenor de lo visto, que en esta cuestión el nuevo presidente Murtra no ha tomado ninguna decisión al respecto.

El segundo aspecto curioso lo estamos asistiendo se produce en los mercados bursátiles. Desde la toma de posesión de Murtra y tras un comienzo dubitativo en los mercados del precio de la acción por la destitución del anterior presidente, los mercados parecen volver a tomar el pulso a la compañía con una subida de un 6% del valor de la acción. Es curiosa esta situación si tenemos en cuenta varias cuestiones importantes. La primera, es que todavía no ha empezado a realizar los cambios necesarios de personas dentro de la estructura de Telefónica para llevar a cabo el plan estratégico con el que viene debajo del brazo, hemos conocido por algún medio de comunicación multitud de cambios a nivel ejecutivo y que vendrán de cuadros de Indra y Ebro Foods, donde Murtra era consejero independiente. Estas personas ocuparán posiciones en el staff directivo de Telefónica. La segunda cuestión que Murtra todavía no ha aclarado son las líneas estratégicas con respecto a los mercados donde está presente Telefónica, como es por ejemplo el de Latinoamérica (tan cuestionado erróneamente bajo mi punto de vista, ahora que la Comisión Europea ha firmado un acuerdo comercial con Mercosur para crear la mayor área comercial del mundo con 750 millones de clientes potenciales https://tinyurl.com/mr7unka7). La tercera cuestión no menor y fundamental para el devenir futuro de la compañía es que pasará con el pago del dividendo, hay que tener en cuenta que los más de 1.700 millones de euros que se pagaron el año pasado con una rentabilidad superior al 7% es un lujo que hoy la compañía no se puede permitir. Básicamente porque ese dinero se necesita para inversiones que garanticen el devenir futuro y para reducir un pasivo no corriente (deudas a largo plazo reconocido por la empresa para pagar a más de un año) a 30 de septiembre del año 2024 eran de 50.934 millones de euros). Y el pasivo corriente (obligaciones y deudas que la empresa debe liquidar en un plazo no mayor a un año) a 30 de septiembre del 2024 eran de 25.410 millones de euros. La suma de ambos pasivos ofrece una deuda de 76.344 millones de euros https://tinyurl.com/2s35w22d Conviene reducir el endeudamiento a la vez que se reorienta la estrategia en los mercados donde se esta presente hacia los negocios de la digitalización que son los que hoy garantizan el incremento de ingresos y beneficios como vemos en los OTTs (Alphabet, Apple, Facebook, etc.), estos tienen crecimientos sostenidos en ingresos y beneficios frente a los raquíticos crecimientos de las compañías de telecomunicaciones. Aquí como ya manifesté en un post que escribí el 25 de enero, hay un aspecto donde se puede meter la “cuchara” para reducir el endeudamiento como es la reducción de la externalización, mientras se esta pagando a miles de trabajadores acogidos a planes de salida (EREs y PSI) de la compañía. Es lo que llamé en su momento pagar dos veces por hacer lo mismo. A la vez se corregiría un problema que es importante en la división española como es la falta de personal, que sirve de justificación para dicha externalización https://tinyurl.com/5a9tx629 El 9 de enero del año 2024 se publicaba en la prensa que Telefónica acumulaba provisiones por valor de 10.000 millones de euros en sus ERE en España desde el año 2011. Estas provisiones de pasivo son para pagar a más de 18.000 empleados que habrán salido mediante de ajustes de plantilla https://tinyurl.com/ypc76sya

 Evolución del precio de la acción con Murtra desde que accedió a la presidencia

Ante esta realidad y falta de pronunciamiento de quien hoy preside Telefónica, todos los días podemos leer en prensa noticias de posibles desinversiones en Latinoamérica como es en los mercados de Colombia, Argentina o Perú, o compras como es la división de Indra, Minsait (combina capacidades de consultoría de negocio, tecnologías avanzadas y un amplio catálogo de soluciones digitales para abordar de forma integral, desde la estrategia hasta la ejecución, los retos que la transformación digital plantea a sus clientes, aprovechando el liderazgo y la experiencia de Indra), etc. El día 27 de febrero se presentarán los resultados del año 2024 y entonces el presidente Murtra tendrá que poner las cartas encima de la mesa contestando a todas las cuestiones que hoy son de primera necesidad conocer para definir el nuevo rumbo que emprenderá Telefónica. Si como parece se avecina un cambio estructural en Telefónica donde se sustituirán: personas, estrategia, objetivos y negocios, todo lo que percibimos hasta este momento dentro de la compañía, son acciones inerciales de la presidencia pasada que no tienen porque estar alineados con lo que se avecina, sino que están propiciados por la ausencia de los directivos que vendrán a implantar las líneas estratégicas que sabremos el 27 de febrero.

Para terminar el post, quiero  decir que próximo 27 de febrero Murtra cruzará el Rubicón en Telefónica como lo hizo Cesar con Pompeyo al comienzo del post. Es de suponer que dicho hecho traerá consigo cambios profundos y decisiones arriesgadas con hechos que hasta pocos días eran impensables para los grupos de interés de Telefónica. Todo sea para que la centenaria Telefónica adapte su paso al devenir futuro de la cuarta revolución industrial que vivimos actualmente, la digitalización... El tiempo apremia y las decisiones no se pueden demorar por más tiempo.  

Ya lo dijo Eric Hoffer: “Solíamos pensar que las revoluciones eran la musa del cambio, en realidad es al revés: el cambio prepara el camino para la revolución.

 

 

 


 

 

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