miércoles, 20 de agosto de 2025

TELEFÓNICA Y SU PARALELISMO CON INTEL... A LA HORA DE DEFENDER UN ACTIVO ESTRATÉGICO

 

En el año (2009) el presidente Barack Obama nacionalizó parcialmente General Motors para evitar su quiebra. El Estado llegó a tener el 60 % de las acciones, inyectando más de 50.000 millones de dólares. Tras la reorganización, el gobierno de EE.UU. quedó con una participación de aproximadamente 60 % en GM, mientras que Canadá obtuvo el 12 %, como parte del plan de rescate. Obama marcó las condiciones para la reorganización bajo el capítulo 11 de la ley de quiebras, asegurando una reestructuración profunda de la empresa. Este capital estatal fue utilizado para reestructurar GM, mantenerla operativa y asegurar empleos en plena recesión. En total, el gobierno gastó cerca de 49.500 millones de dólares en el rescate. Al vender sus acciones entre 2010 y 2013, recuperó alrededor de 39.000 millones, lo que implicó una pérdida neta de unos 10.300 millones. A pesar de esto, se estima que el rescate protegió 1,2 millones de puestos de trabajo y evitó una pérdida superior a 130.000 millones de dólares en ingresos personales durante 2009–2010. Según análisis bipartidistas, la intervención ayudó a hacer la industria del automóvil más eficiente y competitiva, lo que contribuyó a la recuperación económica TIME. Obama incluso asumió medidas políticas como destituir al CEO de GM, Rick Wagoner, señalando la necesidad de un nuevo liderazgo. Esta acción fue vista como parte de su enfoque firme: “You’re fired” (“Estás despedido”) WIRED

Intel se ha convertido en unos pocos días en la empresa tecnológica de moda del verano. Su declive viene de mucho más lejos, pero los acontecimientos se precipitaron de la peor manera la semana pasada, cuando el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, reclamó la destitución del consejero delegado de Intel, Lip-Bu Tan, a quien acusó de encontrarse en una situación “muy conflictiva” debido a las preocupaciones sobre sus presuntos lazos con China. Después se reunieron y se limaron asperezas y el jueves pasado se filtró el posible interés del Gobierno de EE UU de entrar en el accionariado de Intel. El 19 de agosto se publicó en la prensa que el Gobierno de Donald Trump está en conversaciones para adquirir una participación de aproximadamente el 10% de la compañía Intel, según un funcionario de la Casa Blanca y otras personas familiarizadas con el asunto recogidas por Bloomberg. Esta medida podría convertir a Estados Unidos en el mayor accionista del atribulado fabricante de chips. Casi en paralelo, se ha conocido que el banco japonés Softbank pretende comprar 2.000 millones de dólares en acciones de la tecnológica.  El movimiento del Gobierno estadounidense implicaría convertir parte o la totalidad de las subvenciones que la empresa ha recibido. En concreto, Intel ha sido seleccionada para recibir un total combinado de 10.900 millones de dólares en subvenciones de la Ley especial relacionada con los chips para producción comercial y militar. La compañía también puede acceder a préstamos por hasta 11.000 millones de dólares según otra ley de 2022.

El dinero de las subvenciones, que originalmente estaba diseñado para distribuirse gradualmente a medida que Intel cumpliera hitos del proyecto, es aproximadamente suficiente para cubrir la participación marcada como objetivo. El tamaño exacto de la participación, así como si la Casa Blanca decide seguir adelante con el plan, todavía están en discusión, dijeron las fuentes. El portavoz de la Casa Blanca, Kush Desai, declinó comentar sobre los detalles específicos de las conversaciones, y se limitó a decir que ningún acuerdo es oficial hasta que sea anunciado por la administración. El Departamento de Comercio, que supervisa la nueva normativa, también se negó a comentar. Intel no respondió a una solicitud de comentarios. Lo que sí está más concretado es que Intel también ha atraído al grupo japonés SoftBank a su accionariado con 2.000 millones de $ en acciones. Esa transacción representa una muestra de confianza por parte del gigante tecnológico japonés, que está expandiendo sus inversiones en EE UU.

Los inversores inicialmente recibieron con agrado en la sesión del lunes de Wall Street la noticia de que el Gobierno podría invertir en Intel, lo que provocó el mayor repunte semanal en las acciones de la empresa desde febrero. Sin embargo, las acciones de Intel cayeron un 3,7% sobre el tamaño potencial de la participación del Gobierno, antes de recuperarse con el anuncio del acuerdo con SoftBank.

Una gran incógnita es si una participación gubernamental en el capital ayudaría a revitalizar el negocio de Intel. La empresa sufre de ventas estancadas y pérdidas continuas, y ha tenido dificultades para recuperar su liderazgo tecnológico. El nuevo director ejecutivo, Lip-Bu Tan, busca una recuperación, pero sus esfuerzos se han centrado principalmente en reducir costes y eliminar empleos. Intel solo añadirá capacidad de fabricación a gran escala una vez que los clientes se comprometan a utilizar sus técnicas de producción más avanzadas, dijo Tan el mes pasado, lo que generó preocupación entre los inversores de que la empresa esté renunciando a la carrera por el liderazgo en semiconductores. La administración Trump está especialmente enfocada en respaldar el amplio proyecto de Intel en Ohio, estado natal del vicepresidente JD Vance. Intel ha retrasado repetidamente la apertura prevista de ese sitio, que originalmente imaginó como la mayor instalación de semiconductores del mundo.

Más allá de Intel, el funcionario de la Casa Blanca también planteó la posibilidad de que la administración convierta otros premios de la ley sobre los chips en participaciones accionariales. La ley asignó 39.000 millones de dólares en subvenciones para fabricación, además de préstamos y créditos fiscales, para revitalizar la industria estadounidense de semiconductores tras décadas de producción trasladada a Asia. Usar dinero de esta ley para adquirir participación en Intel no significaría necesariamente una mayor inyección gubernamental de lo previsto, sino una más rápida. Como ocurre con todos los beneficiarios de la ley, el premio de Intel fue diseñado como un reembolso, con el dinero de la subvención dividido en tramos vinculados a hitos específicos del proyecto. Intel había recibido 2.200 millones de dólares de su subvención hasta enero. No está claro si esos 2.200 millones de dólares se incluirían en la posible participación accionaria, si la empresa ha recibido más desembolsos desde que el presidente Donald Trump asumió el cargo, ni en qué cronograma recibiría Intel el dinero bajo una posible inversión accionaria.

Tan se reunió con Trump en la Casa Blanca la semana pasada, ayudando a sentar las bases para las conversaciones más recientes con Intel. El presidente estadounidense previamente había criticado al ejecutivo, pidiendo su destitución por vínculos pasados con China. Tras la reunión, Trump elogió al director de Intel, diciendo que tenía “una historia increíble”. Según personas familiarizadas con el asunto, se espera que Tan permanezca en el cargo a pesar de las críticas anteriores de Trump. El futuro de Intel ha desconcertado a los funcionarios de Trump desde que asumieron el poder. La empresa pionera ha quedado rezagada frente al líder mundial Taiwan Semiconductor Manufacturing Co. (TSMC)  en la producción de diminutos componentes electrónicos que impulsan desde teléfonos inteligentes hasta inteligencia artificial. Aunque TSMC y la surcoreana Samsung Electronics están expandiendo sus operaciones en EE.UU. —con apoyo de la nueva ley—, contar con una empresa estadounidense como Intel fabricando chips de vanguardia en territorio nacional ha sido una prioridad tanto para las administraciones de Trump como de Biden.

Los funcionarios de Biden, por ejemplo, intentaron que empresas como Nvidia y Advanced Micro Devices consideraran a Intel como socio de fabricación, y también exploraron ideas remotas como una fusión entre Intel y GlobalFoundries. A principios de este año, el equipo de Trump mantuvo conversaciones preliminares con TSMC sobre la posibilidad de operar las fábricas de Intel, una idea de la que TSMC se ha retirado. Los funcionarios de Trump también propusieron internamente la posibilidad de buscar una inversión en Intel por parte de los Emiratos Árabes Unidos. No está claro si alguna de esas propuestas ha pasado de ser un simple ejercicio teórico. Si la administración Trump sigue adelante con una participación en el capital de Intel, eso encajaría en un patrón reciente en el que Washington ha asumido un papel más agresivo en sectores estratégicos. El equipo de Trump logró un acuerdo para recibir un 15% de ciertas ventas de semiconductores a China y tomó una participación dorada (“golden share”) en United States Steel Corp. como parte del acuerdo para aprobar su venta a una empresa japonesa. La idea con Intel también recuerda al anuncio sin precedentes del Departamento de Defensa el mes pasado de que tomará una participación preferente de 400 millones de dólares en MP Materials Corp., un productor poco conocido de tierras raras en EE.UU. Ese acuerdo convertiría al Pentágono en el mayor accionista de la empresa, con una participación de aproximadamente el 15% https://tinyurl.com/2jv2tp2n

Lo primero que quiero manifestar en este post, es que algunos políticos como Donald Trump que tiene una ideología; ultraconservadora, populista de derechas y de corte nacionalista económico, con inclinaciones hacia el paleoconservadurismo, el nativismo y el proteccionismo, parece que todo el sentido común no lo ha perdido. Su estilo ha sido calificado como anti intelectual en algunos análisis. Esa ideología se caracteriza por posiciones como oposición a la inmigración, desregulación económica, recortes fiscales, políticas de seguridad estrictas y defensa de la autosuficiencia energética. En lo económico, ha impulsado reducciones de impuestos, eliminación de regulaciones y promoción de la elección escolar (school choice), además de una fuerte postura "ley y orden"… Pero que casualidad, que cuando alguien viene a llevarse una de las joyas de la corona empresarial norteamericana como Intel, Trump sale en su defensa como no puede ser de otra forma… Cuestión que en España ha hecho el gobierno español con Telefónica, pero que no sucede con políticos hermanos de ideología de Trump, como sucede con Núñez Feijóo y Santiago Abascal.

Las consecuencias potenciales de que el gobierno de Trump adquiera una participación en Intel fueron las siguientes:

1. Revalorización bursátil y volatilidad

  • El anuncio generó un fuerte aumento en el precio de las acciones de Intel, llegando a incrementarse más de 30 % en agosto, impulsado por especulaciones sobre respaldo financiero estatal y la inversión de SoftBank por 2.000 millones de $ Barron's+15Investopedia+15AP News+15Barron's.
  • Sin embargo, justas expectativas de dilución accionarial y preocupación por la entrada del gobierno provocaron caídas posteriores, con descensos de hasta 6,8 % en determinados momentos Barron's.

2. Refuerzo financiero estratégico para Intel

  • El respaldo gubernamental podría darle a Intel mayor margen de maniobra para revitalizar su división de fabricación (foundry), actualmente deficitario, y continuar con sus planes de expansión en EE. UU. PBS+9Reuters+9Reuters+9.
  • Esta medida busca asegurar la producción nacional de chips y reducir la dependencia tecnológica extranjera, especialmente en el contexto de tensiones globales AP News+2The Wall Street Journal+2.

3. Aumento de la influencia política en decisiones empresariales

  • Aunque el gobierno tendría acciones sin derecho a voto, diversos analistas advierten que el vínculo financiero podría condicionar decisiones estratégicas de Intel, presionando hacia alineamientos políticos o preferencias en licitaciones y contratos The Guardian+1.
  • En sectores estratégicos como la fabricación de semiconductores, puede surgir un precedente para una mayor intervención estatal en empresas privadas consideradas clave para la seguridad nacional Barron's.
  • El 13 de marzo del año 2018 el presidente Donald Trump bloqueo por "razones de seguridad nacional" la adquisición del fabricante estadounidense de microprocesadores Qualcomm por su rival Broadcom, domiciliada en Singapur, en una operación valorada en 117.000 millones de dólares (94.970 millones de euros) que hubiera representado la mayor fusión del sector tecnológico https://tinyurl.com/5n7dhx7e

4. Riesgo de debilitamiento de la eficiencia y competitividad

  • Diversos analistas subrayan que, si bien la intervención pública puede estabilizar a corto plazo, sin una recuperación tecnológica real (especialmente en tecnologías avanzadas como los procesos de fabricación de chips), el esfuerzo económico podría no fructificar MarketWatchThe Wall Street Journal.
  • También se advierte que forzar el uso de infraestructuras de Intel, menos avanzadas, por parte de empresas nacionales podría perjudicar la calidad del producto y la competitividad global The Wall Street Journal.

5. Paralelismos con rescates económicos pasados

  • Algunos analistas comparan esta acción con ayuda estatal en casos como AIG durante la crisis de Lehman Brothers en el año 2008, señalando que puede ser una "reflotación" para evitar el declive de un actor estratégico (esencial) Barron'sFinancial Times.
  • También se recuerda que rescates similares (como los de GM o Amtrak) tuvieron resultados mixtos, con pérdidas significativas para los contribuyentes Barron's.

          Foto: Donald Trump y el consejero delegado de Intel, Lip-Bu Tan 

Resumen de impactos esperados:

Efecto

Consecuencia destacada

Financiero

Subida de la acción y acceso a fondos estatales para reconstrucción industrial.

Político/Estratégico

Potencial influencia política sobre decisiones corporativas clave.

Competitividad tecnológica

Posible obstáculo si no se superan deficiencias en tecnologías de producción.

Precedente institucional

Reapertura al debate sobre intervención estatal en empresas estratégicas.

Riesgo económico

Riesgo de inversión costosa si los resultados tecnológicos no responden.

Resumen de los detalles relevantes de la operación:

  • La Administración Trump está en negociaciones para adquirir una participación del 10 % en Intel. Esta se financiaría convirtiendo subvenciones otorgadas bajo la ley CHIPS and Science Act en participación accionaria The Guardian+15AP News+15El País+15.
  • El secretario de Comercio, Howard Lutnick, confirmó que se trata de acciones sin derecho a voto, por lo que el gobierno no tendría control sobre la gestión de la empresa The Guardian+6Financial Times+6Reuters+6.
  • Varias fuentes como Reuters sugieren que estas acciones se obtendrían a cambio de subvenciones federales no totalmente desembolsadas, estando en conversaciones tanto con Intel como con otras empresas del sector El País+1.
  • La noticia ha generado reacciones del mercado: las acciones de Intel subieron significativamente (entre un 7 % y más) impulsadas por informes sobre esta posible participación del Gobierno de EE.UU. Cinco Días+2The Guardian+2.
  • Expertos como el senador Bernie Sanders han expresado su apoyo a la idea, argumentando que si las empresas obtienen financiamiento público, los contribuyentes también deberían obtener un retorno The Guardian+4Reuters+4El País+4.

Políticas clave del gobierno Trump para proteger sus activos estratégicos de Estados Unidos:

1. Política de inversión "America First"

  • En febrero de 2025, Trump firmó el memorando presidencial “America First Investment Policy”, que:
    • Fomenta la inversión extranjera pasiva (sin control ni derechos de voto), manteniendo la apertura al capital extranjero mientras protege la seguridad nacional.
    • Establece revisiones más estrictas para inversiones de países adversarios, con especial énfasis en China.
    • Utiliza herramientas como el Comité de Inversiones Extranjeras en EE.UU. (CFIUS) para bloquear o limitar inversiones en sectores estratégicos como tecnología, agricultura, energía, infraestructuras críticas, entre otros.
      (turn0search0, turn0search1, turn0search8)

2. Restricción de inversiones chinas en sectores estratégicos

  • Un memorando presidencial impulsó el uso de CFIUS para restringir la inversión china en tecnología sensible como semiconductores, inteligencia artificial y aeroespacial.
  • Estas medidas buscan bloquear el acceso de adversarios extranjeros a tecnologías críticas y salvaguardar la seguridad económica y militar estadounidense.
    (turn0news30, turn0search37)

3. Fortalecimiento del escrutinio financiero y corporativo

  • Se han implementado auditorías a empresas extranjeras que cotizan en bolsa en EE.UU. para revisar su estructura legal, posibles fraudes y evitar que entidades de adversarios acumulen poder económico mediante fondos de pensiones o inversiones institucionales. (turn0search3)

4. Ejemplos claros de intervención estatal

  • La administración ha usado medidas como años atrás con la empresa AIG o el "golden share" en U.S. Steel, mostrando disposición a intervenir en sectores económicos estratégicos.
  • Un caso actual es la posible participación del gobierno en Intel, aunque sin derechos de voto, para proteger la industria de semiconductores y su independencia. (turn0news23)

Síntesis de consecuencias

Área

Medida adoptada

Inversión extranjera

Fomentar inversiones aliadas, restringir inversiones de países adversarios mediante CFIUS

Seguridad nacional

Bloqueo de inversiones en sectores críticos (tecnología, energía, infraestructura)

Protección corporativa

Auditoría y revisión de empresas extranjeras en EE.UU.

Política industrial

Intervención directa para salvaguardar industrias estratégicas (ej. semiconductores)

La administración Trump claramente está impulsando un enfoque protector y estratégico sobre activos nacionales, equilibrando la apertura a capital extranjero con la defensa de la soberanía tecnológica y económica ante adversarios globales.

Alberto Núñez Feijóo se ha opuesto públicamente a la entrada del gobierno español —a través de la SEPI— en el accionariado de Telefónica en la compra del 10%. Las declaraciones de Feijóo sobre dicha entrada fueron las siguientes:

  • En diciembre del año 2023, Feijóo expresó que no comparte la decisión del Gobierno de permitir que la SEPI vuelva al accionariado de Telefónica para contrarrestar la inversión de un fondo soberano saudí. La calificó como una reversión innecesaria y alertó sobre las consecuencias institucionales de que el Estado regrese a una compañía privatizada hace décadas CES+15elDiario.es+15Cinco Días+15.
  • Durante esa reunión, Feijóo señaló que no había sido informado formalmente de la operación y cuestionó el uso de fondos públicos para comprar una participación en una empresa estratégica: “Supone la intervención y ocupación del sector privado” elconfidencial.com+1.
  • En enero de 2025, criticó que el gobierno estuviera sustituyendo al presidente de Telefónica desde la Moncloa, afirmando con rotundidad: “Ningún Gobierno puede cesar al presidente de una compañía en el palacio de la Moncloa” y advirtió sobre una “alerta antidemocrática” huffingtonpost.es+2YouTube+2.

Resumen de la postura de Feijóo

Fecha

Manifestación clave

Dic 2023

Se opone a la entrada del Estado en Telefónica mediante SEPI; no fue informado.

Ene 2025

Critica que el gobierno cese al presidente de Telefónica desde Moncloa; alerta democrática.

Feijóo ha manifestado repetidamente su rechazo a la intervención del Estado en Telefónica, tanto en términos de participación accionarial como en control corporativo. Considera que estas acciones vulneran principios como la separación de poderes, generan inseguridad jurídica y representan una indebida ocupación del sector privado… Parece que hermanos políticos suyos como Donald Trump no piensa igual, tiene más vergüenza que los hoy dicen representar los intereses patrios de los españoles.

Santiago Abascal, líder de Vox, también criticó firmemente la entrada del Gobierno español en Telefónica. Sus declaraciones fueron las siguientes:

Desconfianza frente a la participación del Estado

En diciembre de 2023, Abascal expresó su desconfianza total ante la decisión del Gobierno de permitir que la SEPI (Sociedad Estatal de Participaciones Industriales) adquiriera hasta un 10 % del capital de Telefónica. Señaló que el Ejecutivo no está protegiendo sectores estratégicos, sino ejerciendo poder político, y consideró que el Gobierno ya está “colonizado por partidos que son enemigos de los intereses nacionales” The Objective+13Europa Press+13Bolsamania+13.

Denuncia de un “asalto” institucional y empresarial

En enero de 2025, tras el relevo en la presidencia de Telefónica tras la entrada de la SEPI, Abascal denunció que el Gobierno estaba “asaltando” empresas estratégicas en lugar de limitarse a intervenir en instituciones del Estado. Lo calificó como parte de una deriva autoritaria y comparó la situación con regímenes autoritarios como el de Maduro infobae+3Europa Press+3infobae+3.

Resumen de la postura de Abascal;

Tema

Posición de Abascal

Participación del Estado

Desconfianza total y rechazo a justificarla como protección estatal

Cambio en Telefónica

Considera que es un “asalto” gubernamental sobre una empresa estratégica

Tono político

Alerta sobre un modelo autoritario y personalista de intervención

Esta derecha española es como él capitán de barco que, viendo que se abren grietas en el casco, prefiere discutir con la tripulación sobre el color de las velas en lugar de tapar las vías de agua. Mientras tanto, los pasajeros se hunden con la nave. La derecha y ultraderecha española son una opción política desnortada, sin brújula para guiarse en un mundo incierto y cambiante como es el actual. Todo lo contrario de sus hermanos políticos de Europa, por ejemplo Francia y Alemania. Se puede verificar que tanto gobiernos de derecha como de izquierda en países europeos de nuestro entorno como, Francia y Alemania, han defendido, de manera firme a sus empresas estratégicas, independientemente de las ideologías. Algunos ejemplos concretos fueron:

Francia – Defensa estratégica de sus empresas clave

  • En noviembre de 2024, el gobierno francés nacionalizó Alcatel Submarine Networks (ASN), empresa clave en la fabricación de cables submarinos de telecomunicaciones. La decisión fue justificada por la importancia estratégica de estos cables para la soberanía digital francesa y europea, ya que el 99 % del tráfico global de Internet depende de ellos. El Estado compró el 80 % de la empresa, asumiendo además su deuda de 250 millones de euros carnegieendowment.org+3ip-quarterly.com+3Chatham House+3Le Monde.fr.
  • Francia también cuenta con la Agence des participations de l’État (APE), una agencia estatal que gestiona participaciones del Estado en alrededor de 70 empresas estratégicas de sectores como defensa, transporte, energía y comunicaciones. Esto ocurre sin importar el matiz político del gobierno en el poder Wikipedia+1.
  • Además, ejemplos como la nacionalización de EDF (Électricité de France) por mandato del gobierno en 2022, evidencian una protección pragmática y no ideológica de sectores estratégicos energéticos sgdsn.gouv.fr+15Wikipedia+15Tandfonline+15.

Alemania – Defensa estatal de sus industrias críticas

  • En 2022, el gobierno alemán nacionalizó SEFE (Securing Energy for Europe), la antigua Gazprom Germania, tras considerar que sus activos energéticos eran estratégicos para la seguridad del aprovisionamiento nacional. Esta medida fue aprobada por la Comisión Europea y refleja un enfoque pragmático para proteger intereses vitales Wikipedia.
  • Alemania mantiene participaciones estatales en numerosas empresas clave, como Deutsche Bahn, Deutsche Telekom, y Uniper, entre otras. Estas tomas de control o influencia estatal han sido mantenidas tanto por gobiernos de centro-derecha como de centro-izquierda Wikipedia.
  • Recientemente, el nuevo gobierno de coalición (CDU/CSU junto al SPD) ha defendido públicamente la necesidad de subvencionar la industria pesada (como el acero y los productos químicos), argumentando que su supervivencia es crucial para la soberanía económica europea Financial Times+1.

Resumen comparativo

País

Ideologías gobernantes

Política frente a empresas estratégicas

Francia

Izquierda / Derecha / Centro

Nacionalizaciones y gestión estatal por motivos estratégicos (e.g., ASN, EDF)

Alemania

Derecha / Centro-izquierda

Nacionalización y defensa de activos críticos (e.g., SEFE, Uniper, Deutsche Bahn)

No existe una disparidad ideológica en la defensa de empresas estratégicas en Francia o Alemania, en España vemos que sí, con estas, derecha extrema (PP) y ultraderecha (VOX), rebeldes que con tal de sacar un ojo a sus adversarios políticos pierde ella los dos. Ambos países, independientemente del signo político de sus gobiernos, han procedido a intervenir, nacionalizar o proteger industrias clave cuando lo han considerado necesario para preservar la soberanía energética, tecnológica o económica nacional. Todo esto me lleva a pensar, que los españoles tenemos un problema con esta oposición política, de castigo y derribo de todo lo que signifique los intereses de los españoles.

Termino el post volviendo al principio del mismo, Obama solía bromear diciendo que era “el nuevo CEO de GM”. Obama defendió dicha industria por los siguientes motivos:

·   Su quiebra habría desencadenado una crisis económica de gran escala.

·       Su supervivencia era esencial para preservar millones de empleos y comunidades.

·      La intervención se realizó con condiciones estructurales orientadas a un resurgimiento sostenible.

·      El rescate logró revertir la tendencia negativa, devolver rentabilidad y reactivar la producción.

·  Además, se enfocó en rescatar no solo empresas, sino ciudades enteras como Detroit.

En España si se hubiese dado la circunstancia de GM con un gobierno del PP y Vox, el resultado de dicha crisis hubiese sido cerrar el quiosco y dejar a su suerte a ciudadanos y la economía española… Esta es la realidad que hoy tenemos en España con algunas opciones políticas que dicen ser patriotas, pero que a la hora de gobernar son enormemente tóxicas para los intereses españoles.

Ya lo dijo Voltaire: “El sentido común no es nada común”.

 

 

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