Hubo una vez un pueblo en el que cada año se celebraba un concurso
entre los dos leñadores más fuertes del lugar. Los vecinos se concentraban en
una zona muy poblada del bosque y repartían sus simpatías entre uno y otro e
incluso, hacían sus apuestas. Ese día no sólo se dirimía el vencedor que
durante el año siguiente sería continuamente agasajado por todos sino que,
además, se conseguiría acumular la leña necesaria para que todo el pueblo
soportara el duro y frío invierno que estaba por llegar. Jonás, cuya
fortaleza y corpulencia había conseguido amedrentar a cualquier otro
contrincante, hacía ya dos años que asumía el papel de ganador sin tener que
competir. El resto de leñadores se sentían incapaces ante la destreza y rapidez
con la que abordaba su tarea. Rodrigo, por su parte, había
llegado al pueblo hacía escasamente un mes y por su estructura corporal fibrosa
pero nada musculada, nadie podía imaginar que algún día pudiera retar a Jonás.
La noticia de un nuevo concurso, tras
dos años de sequía, había llegado hasta los pueblos vecinos de modo que se
convirtió en el evento más importante del lugar. Lucía el sol y el calor
imprevisto para un día de mediados del mes de octubre, hacía prever un
espectáculo apasionante.
Ambos debían permanecer durante ocho largas horas y el vencedor sería
aquel que consiguiera talar un mayor número de árboles. Se pusieron manos
a la obra a las diez de la mañana. Desde el
primer momento, Jonás empleó su destreza y su fuerza de tal manera que los apostantes
enseguida se decantaron por él. Rodrigo, por su parte, mantenía un ritmo mucho
más pausado. Éste, además, sorprendió a todos cuando, transcurrida la primera
hora de competición, dejó de talar, extrajo de una pequeña mochila que portaba
un afilador y, mientras Jonás incrementaba el ritmo de hachazos al ver la pausa
de su contrincante, él se dedicaba a afilar la sierra.
Curiosamente, esa misma operación se repitió en la segunda hora y así
sucesivamente cada hora que transcurría. A las dos de la tarde, el sol y
el calor se habían convertido en compañeros incómodos y Jonás empezó a mostrar
signos de agotamiento. Jamás, en ocasiones anteriores, había tenido la
oportunidad de incrementar el ritmo ante lo que consideraba dejadez de su
oponente. Rodrigo, sin embargo, mantenía el mismo desde el inicio de la jornada
y en ningún momento dejó de realizar sus pequeños descansos que le permitían
afilar la sierra. Todos los allí presentes contemplaban como,
poco a poco, el montón de leña cortada por Rodrigo iba alcanzando el tamaño de
la de Jonás y éste, al percatarse igualmente de tal circunstancia, realizó un
esfuerzo aún mayor con el afán de no perder la delantera. Las últimas dos horas de competición
mostraban a un Rodrigo que, a pesar del calor y del tiempo transcurrido,
parecía encontrarse en las mismas condiciones que al inicio. Jonás, sin
embargo, sentía flaquear sus piernas, empezaba a ver borroso y, su respiración
agitada hizo temer a todos lo peor. Por su parte, el montón de leña cortada por Rodrigo ya sobrepasaba al
de Jonás y cuando llegó el momento final y el vencedor levantaba su trofeo,
todos pudieron comprobar que no sólo el aspirante había conseguido un mayor
número de troncos de leña sino que, además, el tamaño y el corte de los mismos
era mucho más uniforme.
A partir de ese día, todos
aprendieron que el trabajo de calidad realmente se conseguía "afilando la
sierra".
La era industrial ha terminado, y nos encontramos
en un cambio de época dónde se invita al individuo a innovar, crear y a
desafiar lo imposible. Aquellos días en que los dueños de lo tangible,
como el suelo o capital atesoraban el poder y todo giraba a su alrededor, han
acabado. En la actualidad estamos en un mundo globalizado, donde la información
se consigue a un golpe de “click” con nuestro ratón. El concepto de “puesto de
trabajo” ha cambiado porque la mayor parte de los puestos de trabajo ofrecidos
no aseguran una estabilidad o un lugar donde jubilarse la persona. La grave
crisis económica y laboral ha presionado a muchas personas hasta límites
extremos, pero también ha provocado que surjan los individuos “Funky”.
¿Y a qué es un “Funky”? Pues una persona que dispone de capacidad para
reinventarse, para ello dispone de iniciativa,
compromiso, y pasión por acceder a las nuevas tendencias profesionales
que surgen, así como por fijarse sus propios retos profesionales obrando como
un “freelance”. Los límites en las compañías se desdibujan, las
viejas reglas ya no existen, todo está a disposición de cualquiera, los trabajadores y
los consumidores son los verdaderos protagonistas de este nuevo
tiempo, la rivalidad es feroz entre las empresas por dominar el mercado. Ante
una situación como esta no se puede responder y actuar como se hacía antaño,
hacen falta negocios diferentes, creativos, insólitos. Hacen falta negocios “Funky”. Ha llegado el
momento de pensar en global y actuar en local, de lo veloz, de la rápida
adaptación al mundo, de la información y el conocimiento compartido con el
"clik" de nuestro ratón. El paradigma ha cambiado, ahora
viene lo insolente, lo retador. Las profesiones jamás inventadas,
las ideas que recorren el mundo en veinticuatro horas. Son nuevos tiempos para
los soñadores, esto es "Funky", y es
apasionante.
La competencia en nuestros días se ha
vuelto más genérica, es decir, antes se sabía quién eran los competidores, se
sabía sus nombres y ubicaciones, en la actualidad la competencia es contra todo
el mundo. Hoy los individuos pueden elegir entre una vasta opción de
posibilidades, por ejemplo; los
4 millones y medio de habitantes de Noruega pueden elegir entre periódicos
distintos, 100 publicaciones semanales y unos 20 canales de televisión. Los 9
millones de habitantes de Suecia han pasado de poder escoger entre 50 tipos de
cerveza a unos 350 en menos de diez años. En 1996 se publicaron 1.778 libros de
negocios en el mercado americano. En 1998 las principales compañías
discográficas sacaron al mercado cerca de 30.000 discos en los Estados Unidos.
El principal motor de este cambio, la tecnología, ha impactado sobre las
instituciones y los valores, dando lugar a un cambio en la sociedad, donde
todos comparten con todos. La libertad retorna de nuevo a
manos del individuo, antiguamente las personas permanecían sujetas a una compañía
de por vida, ahora la lealtad desaparece al desaparecer la certidumbre, las
personas buscan y comparan permanentemente que es lo que hay en la sociedad en
todos los ámbitos de la vida. Se están cambiando las reglas empresariales en
sectores como la banca, las telecomunicaciones, etc. En la actualidad la
competencia estimula la necesidad de ser creativos, cualquier empresa en algún momento
puede tener una idea distinta, única, que le permita despuntar allí donde
compite. Con ello conseguirá poseer un monopolio o dominio durante un tiempo que asegure su
supremacía.
Las fuerzas que mueven lo “Funk”
son tres principalmente:
- Los cambios tecnológicos: total transparencia, la tecnología es la base de los negocios, disminuye el tiempo y el espacio, cambio en las redes de poder, la información “vuela” en el tiempo, la competitividad dependerá de factores como la digitalización y el conocimiento de las personas.
- Cambio en las instituciones políticas (los estados), económicas (las empresas) y sociales (la familia): los problemas traspasan las fronteras establecidas, la idea de empresa para siempre ha desaparecido, las compañías necesitan reinventarse permanentemente. El concepto de familia tradicional está en crisis, (se establecen nuevos conceptos de familia).
- Cambio en el sistema de valores (que condicionan la vida y acciones del individuo): los valores se mezclan para generar una “hibridación” de unos nuevos, todos compiten contra todos, el individuo tiene el “poder” de elegir.
Pero
para lograr el cambio hacia lo "Funk" en las compañías, ¿Dónde está el quid? El quid está en los empleados, el
talento mueve el capital, la clave está en estimular las capacidades de los
empleados, para ello cualquier ambiente es importante, desde actividades
lúdicas hasta entornos laborales. Lograr que las personas se comprometan e
impliquen su actitud decidida en el trabajo que desarrollan será determinante
para lograr las metas fijadas. Entre los empleados motivados, y con los
estímulos suficientes, eventualmente surgirá una idea brillante, la cual será
llevada a efecto por los equipos de trabajo. Esta idea diferenciadora, es la
que toda empresa necesita para sobrevivir en un entorno tan competitivo.
En
este mundo “Funky” la diferenciación jugará un papel determinante, con ello se
podrá seleccionar a los colectivos a los cuales llegar. Los nichos de negocio jugaran un papel
crucial para entender a los clientes, encontrar qué los emociona, qué los
motiva, qué los asusta, qué los mueve, solo entonces a partir de ese
conocimiento las compañías podrán enfocar sus acciones hacia ese nicho de
mercado. En la actualidad existen nichos de mercado que no terminan por
conformarse pero que posiblemente cuando exista ese conocimiento, el producto
de una compañía provoque esa cohesión. Así pues las compañías tienen que crear
y desarrollar los mismos para resultar ganadoras.
Las compañías “Funky” son organizaciones que poseen tres características:
- Enfocadas
- Innovadoras
- Influyentes e heterojerárquicas
1º. Las compañías tiene puesto
su foco en uno o pocos negocios, donde el el enfoque principal está puesto en grupos
de consumidores que tienen los mismos
principios, valores y actitudes que la compañía.
2º. La innovación es una
forma de pensar que afecta a todos y a todo en todas partes. Es un elemento
dinámico que nunca se detiene, sino que se hace constantemente. Para ello se
realizan las siguientes acciones:
- Innovar reinventando las estrategias
- Innovar mediante la velocidad
- Innovar con la inteligencia y conocimiento
3º. Son organizaciones
heterojarárquicas, esto es, se rompe el molde de la jerarquía. No hay poder, todos los componentes son
independientes. Se cambia el concepto de ordenar, por el de influir: nadie es
amo, todos pueden influir en quien quieran, pero hay libertad de pensamiento.
En vez de mando se habla de relación (pues no existe el poder) y esta es
bidireccional (porque es interacción) y horizontal (porque todos son iguales,
no hay nadie arriba ni abajo). En la jerarquía todo debe cumplirse como lo ordena
“el más poderoso”, a veces dicha persona se convierte en un grave problema, ya
que puede no tener la capacidad de resolver un problema, pero por su condición
de ostentar el poder, esta le sirve para aplicar soluciones que no son las más convenientes para la
compañía. Algunas características que posee una compañía “Funky” son : organizaciones más
planas u horizontales, abiertas, no existen límites, el caos forma parte de su
esencia para ser disruptivos.
Pero para que las empresas
triunfen en la aldea “Funky” necesitan:
- Liderazgo con significado: líderes que impulsen a las personas a andar caminos recorridos, buscar lo nuevo es la nueva orientación.
- Mostrarse y ser único: enfocarse y hacerse global.
- Hacer empresa: las personas tienen que empoderarse y apropiarse de la marca.
- Estar conectado: Nadie ha logrado nada aislado, la comunicación es vital para influir e intercambiar. La competitividad individual es =producto de, lo que uno sabe X a quien conoce.
- Proporcionar sueños a la gente: los sueños proporcionan emociones que inspiran y mueven a realizar aquello que se añora.
La era del “Funky
Business” proporciona infinitas oportunidades en el mundo empresarial,
el triunfo estará al alcance de aquellos que atesoren el conocimiento o información y
actúen más rápido. La innovación hará que una empresa triunfe durante
un breve
espacio de tiempo hasta que la misma sea asimilada por su competencia. La
innovación tendrá que ser algo continuo, es decir, habrá que afilar el hacha
como el leñador del principio de este post para volver a colocarse como líder
en el mercado donde compite. Unos 3000 millones de personas quieren tener el
nivel económico y social de occidente, son 3000 millones de clientes
potenciales, el mercado es muy grande pero la competencia será feroz, quien
interiorice esta nueva época será el ganador.
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