La Ley de Goodhart
enuncia, aunque puede expresarse con diversas formulaciones, que
cuando un indicador socioeconómico u otra medida sustituta se convierte en el
objetivo de políticas socioeconómicas, pierde el contenido informativo que
podía cualificarla para jugar ese papel. Su promotor, Charles
Goodhart, que fuera asesor del Banco de Inglaterra y profesor emérito de la London
School of Economics, dio nombre a la ley. Goodhart enunció en un
artículo la ley por primera vez en 1975, ganando popularidad con el intento por
parte del gobierno del Reino Unido de Margaret Thatcher de dirigir la política
monetaria sobre la base de los objetivos de la masa monetaria en sentido amplio
y estrecho, aunque tal idea fuese mucho más antigua. Ideas muy similares se
conocen con otros nombres de la Ley de Campbell (1976) y la Crítica
de Lucas (1976). La ley está implícita en la idea económica de las
expectativas racionales. A pesar de que se originó en el contexto de las
respuestas del mercado, la ley tiene implicaciones profundas para la selección
de los objetivos de alto nivel en las organizaciones. Se ha enunciado que la
estabilidad de la recuperación económica que tuvo lugar en el Reino Unido bajo
el gobierno de John Major a finales de 1992 y en adelante fue el resultado de
la Ley
de Goodhart a la inversa: si la credibilidad económica de un
gobierno está suficientemente dañada, entonces sus objetivos se ven como
irrelevantes y los indicadores económicos recuperan su fiabilidad como guía
para las políticas económicas.
Se acaba de publicar el
avance de la portabilidad del mes de septiembre y el mismo no puede ser más
desolador para aquellas operadoras (Telefónica y Orange) que llevan gastando cientos de
millones de euros en contenidos, que al final por lo que se ve el cliente no
está dispuesto a pagar por los mismos. MasMóvil vuelve a
encabezar otro mes más…y ya son muchos, la captación de accesos al ganar 31.000
líneas móviles. Por otro lado, Vodafone sigue con su recuperación al capturar durante dicho mes 15.400 altas. La
operadora británica comienza a ver la luz al final del túnel después de cambiar
de estrategia y abandonar la compra de los derechos del fútbol, lleva casi un
año en números rojos. Por su parte en el segmento móvil, Orange pierde 19.000
accesos y Telefónica se deja 18.000 accesos. Parece que las tarifas
convergentes no están salvando a dichos operadores de la debacle en cuanto a la
captura de accesos. Por último en dicho segmento resaltar los números del
operador rumano Digi, el cual consigue capturar 13.000 accesos, todo lo
contrario que Euskatel, que pierde 1.500.
En cuanto a la telefonía
fija, Masmóvil vuelve a liderar dicho segmento comercial sin tener el futbol
como oferta. El operador amarillo ha ganado 23.000 líneas en dicho
mes, junto con Orange que también ha sumado 7.300 accesos. En la parte
negativa se encuentra Vodafone con una pérdida de 11.000
accesos y Telefónica con una pérdida de 29.000 accesos. El contenido del
fútbol no ha evitado que las métricas hayan salido negativas. Los datos que
manejan las propias operadoras deben ser ratificados por la Comisión
Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) posteriormente.
En cuanto a los nueve primeros meses del año 2019 las cifras de captación son demoledoras, la
diferencia entre el que más ha captado (Masmóvil)
y el que más ha perdido (Telefónica) está
en 927.200 accesos. Por otro lado, Vodafone
es el que menos ha perdido en el cómputo global (telefonía fija+ telefonía
móvil), al perder 213.900 accesos, por los 266.800 de Orange. Está visto y demostrado por métrica que los contenidos no garantizan nada... Bueno si solo una cosa, que se pierde dinero a espuertas por aquellos que los adquieren. http://bit.ly/2poVcuw
Lo que parece claro es
que a Vodafone le está saliendo la estrategia de dejar el fútbol mejor de lo que
algunos vaticinaban, tal es el fenómeno, que es el operador de los
grandes que menos accesos pierde desde que decidió abandonar la compra de
derechos. Es difícil prever las consecuencias
del mercado, si como vaticinan los distintos institutos económicos vamos hacia
un enfriamiento de la economía. Lo que está claro es que quien hizo la adquisición
de dichos derechos lo va a tener todavía más difícil para comercializar los
mismos, ya que en las prioridades de las personas la TV no es de las primeras
cuando la economía aprieta. Por otro lado, en algunas compañías sus equipos
directivos siguen ciegos y sordos a la necesidad del cliente. Por muchos saraos que celebren
(congresos, ponencias, PSI y demás ruido), la Ley de Goodhart a la inversa, es completamente aplicable
a sus directivos si carecen de credibilidad económica. Sus retos económicos son irrelevantes y solamente las métricas que van apareciendo
son de fiabilidad para juzgar la calidad de su gestión.
Ya lo dijo Heráclito: “Los ojos son testigos más
exactos que los oídos”.
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