Hay un dicho que dice, "nunca menosprecies al
público con tus hechos", ya que siempre habrá alguien que todo lo sabe y dispuesto
a señalarte con el dedo. Sino lee la siguiente anécdota que le sucedió a la
compañía norteamericana Nike. Estando grabado un spot
publicitario de unas zapatillas en Kenia, se apoyaron en miembros de
la tribu samburu. Para dar pie al slogan, “Just do it”, la cámara filma un primer plano de uno de
ellos hablando en su lengua local, y se pretende “engañar” al espectador
haciéndole creer que, en realidad, el figurante está pronunciando la frase
promocional.
El anuncio se edita, se da
por bueno y se emite. Pero al poco tiempo, sale la persona con conocimiento de turno, un
antropólogo de la Universidad de Cincinatti que apunta a que el “actor”, en
realidad, está diciendo que estas zapatillas no le valen, que necesita “unas
más grandes”. Respuesta de Nike: “Jamás pensamos que nadie en Estados
Unidos se fuese a dar cuenta”.
Nike Air Sumburu
Una
de las cosas que estamos viendo estos días en alguna compañía (Telefónica), es
un declive acelerado que se manifiesta nítidamente en su valoración bursátil.
Según el profesor de la Universidad de Oxford, Colin Mayer, las
políticas de gobernanza de las grandes multinacionales y su servilismo al poder
de los accionistas y altos directivos son uno de los peores problemas que
tienen actualmente las mismas. Una mala praxis que, en su opinión,
ha llevado inexorablemente al declive de la economía, algo de lo que el
consumidor culpa directamente a la empresa privada. En
su opinión, los negocios, además de rentables, han de ser “responsables y
sostenibles”. Por ello afirma que es necesaria una vuelta a los
orígenes, cuando los que se dedicaban a ganar dinero “contribuían a resolver
necesidades de su sociedad”. Anima a las mismas a recuperar o
redefinir el propósito perdido y les recuerda que tienen la responsabilidad de
ser transparentes y contribuir con una parte de sus beneficios con el fin de
luchar contra la pobreza, la desigualdad, la conservación del medio ambiente,
etc. Sin embargo, es la falta de transparencia para generar confianza y atraer
la inversión que estimule la rentabilidad, lo que dificulta a las mismas para
tener el poder con el que contribuir al crecimiento de las sociedades donde
operan. Esta obligación que tienen con las generaciones futuras, está siendo
socavada por gobernanzas empresariales que dejan mucho que desear, lo cual impacta
gravemente en las sociedades donde están establecidas. En
la Antigua Roma había un sentido de servicio público arraigado en la sociedad
de la época. Una perspectiva que ha cambiado radicalmente en la actualidad,
pervirtiendo el gobierno de las compañías. Los accionistas son una
figura a veces poco o nada involucrada en el desarrollo de una compañía, que no dudan en
romper su participación cuando las cosas no les agradan. Por eso, el mayor error que están
cometiendo las corporaciones actualmente es alinear sus intereses con los de los
accionistas y altos directivos, que se muestran indiferentes y más preocupados
por sus bonus que por las mejores decisiones para la compañía. Un
ejemplo lo hemos visto estos días con el presidente de Boeing, Dennis
A. Muilenburg, el cual después de dejar una compañía al borde del
colapso, se va para su casa con una indemnización de 62,2 millones de
dólares.
Uno de los mayores
problemas a los que se enfrentan actualmente las compañías con problemas son
los silencios de sus colaboradores. A menudo los colaboradores de una empresa
no transmiten lo que piensan, lo cual generan problemas muy serios dentro de su
compañía. Existe un dicho que dice que lo que más se desperdicia en una compañía
es el conocimiento colectivo, ya que todos sus integrantes tienen en
mente en alguna medida, una visión y un conocimiento que compartir para mejorar
las diversas situaciones que se pueden presentar en la compañía pero,
frecuentemente, se percibe que es el superior jerárquico quien piensa y decide,
por lo que los colaboradores optan por no comunicarse y guardan silencio, lo
cual impacta en la productividad de la compañía. El silencio, es un
conjunto de síntomas y hechos que se presentan en una compañía, cuando
falta la proactividad en los quehaceres diarios de los miembros que integran la
misma. En este sentido, el silencio implica no ser proactivo, como por
ejemplo, desde no compartir opiniones, ideas, retroalimentación y
reconocimiento, hasta no alertar a la gente sobre un problema.
Todos estos aspectos son diferentes síntomas del silencio, y a la combinación o
conjunto de síntomas se le conoce como síndrome. Este síndrome
se puede presentar en todos los niveles de una compañía, pero cuando ocurre en los
altos niveles de la misma resulta enormemente perjudicial y grave, ya que impregna,
contamina e impacta a todas las áreas de la misma, de arriba abajo.
Asimismo, existen, otras
muchas razones que hacen que el síndrome del silencio se instale
como práctica generalizada dentro de una compañía. Por ejemplo, un
mal líder o equipo directivo gestionando desata el resentimiento, lo cual
conduce a la indiferencia… “Yo
antes opinaba pero no sirve de nada, por lo que ya perdí el interés… si a la
compañía le va mal, no me importa”. Todo ello provoca un Clima laboral tóxico
y hace que los empleados opten por el silencio y se interesen únicamente en el
salario que perciben, es lo que se conoce como el despido interior. A
menudo los empleados lo primero que temen si dan su opinión es la reacción del
que la recibe. Los empleados de la compañía hablan de lo
que les inquieta y preocupa pero en los foros no adecuados y de forma
distorsionada; es lo que se conoce en las empresas como “radio pasillo”, lo cual
genera pánico organizacional, es la “comunicación del rumor”. Así
ante este escenario de problemas en las compañías, los empleados actúan en base a lo
que creen, lo cual genera un alto nivel de estrés no sustentado, generando un
sentimiento de miedo frente a algo que ni siquiera a lo mejor va a pasar.
En
esta situación, la compañía está obligada a crear mecanismos y prácticas
organizacionales que estimulen el diálogo; se trata de una “medicina” que se debe de prescribir sin diagnóstico. Es decir, la compañía
debe fomentar, de manera continua y desde un inicio, prácticas y procesos que
fomenten el dialogo, de manera estimulada entre sus empleados. En resumen, se puede
decir que el silencio en las compañías es un problema real y una práctica común
que debe atajarse, ya que en muchas de ellas es un padecimiento que se afronta
sin diagnóstico.
Estos días con la constitución de nuevo gobierno, estamos conociendo a las personas que llevaran las riendas en el tablero del poder (ministerios y organismos del estado). Los mismos, serán quienes impulsen el esclarecimiento de causas y hechos que sucedieron hace unos años y que serán juzgados en los próximos meses. Estos hechos o cuestiones tienen un nexo en común, la utilización de los recursos que proporciona el poder fuera de los cauces legales, tales como (dinero, información, influencias, etc.), para cuestiones distintas a las que fueron nombrados en los puestos que desempeñaron en diferentes compañías de primer nivel, como son las del IBEX35. La jurisprudencia española tipifica nítidamente el derecho a la privacidad y el honor de las personas en el artículo 18 de la Constitución Española, “Se garantiza el derecho al honor, a la intimidad personal y familiar y a la propia imagen”, algo que por lo que hemos visto y leído en los diferentes medios de comunicación se ha vulnerado reiterativamente por determinados CEO de algunas compañías. Si la constitución del nuevo gobierno fue compleja por la amalgama de partidos que componen el mismo, no es menos cierto que los nombres que empiezan a aflorar muestran en el horizonte cercano algunas pistas de lo que pasara con algunos casos como por ejemplo el “Caso Tandem”. El nombramiento de Dolores Delgado, antigua Ministra de Justicia, como Fiscal General del Estado, abre un abanico de consecuencias impredecibles para las de momento 25 piezas abiertas y las próximas que abrirá el magistrado de la sala sexta de la Audiencia Nacional en dicho caso. http://bit.ly/2TrDK5t Según el artículo 124 de la Constitución Española, son funciones del Ministerio Fiscal, sin perjuicio de las funciones encomendadas a otros órganos, tiene por misión promover la acción de la justicia en defensa de la legalidad, de los derechos de los ciudadanos y del interés público tutelado por la ley, de oficio o a petición de los interesados, así como velar por la independencia de los Tribunales y procurar ante éstos la satisfacción del interés social.
Otra
derivada interesante del nuevo gobierno, es la que se abre con la posible
fusión del BBVA-Bankia http://bit.ly/37YPjoS
, de la misma se pueden derivan una serie de consecuencias como por ejemplo, el
relevo en determinadas compañías participadas por el BBVA; Telefónica,
Iberdrola, etc. Actualmente el sector bancario atraviesa una situación
enormemente compleja, con márgenes muy estrechos, tipos de interés negativos,
lo cual propicia que la rentabilidad de sus cuentas sea cada vez más difícil de
sostener. Alemania ha dado el banderazo de salida dentro de la Unión Europea
con la posible fusión del Deutsche
Bank y Commerzbank, creando un campeón nacional. Las fusiones son una
salida obvia en un sector con múltiples desafíos por delante. El
largo período de tipos de interés cero ha minado la rentabilidad del negocio
bancario, a lo que se suman las exigencias regulatorias de más capital y la
necesidad de realizar importantes inversiones en tecnología con las que abordar
el inevitable reto de la transformación digital, bajo el riesgo de perder una
valiosa cuota de mercado frente a las pujantes “fintech” y los gigantes de Internet.
Para terminar el post
decir, que la situación bursátil por la que atraviesa alguna compañía, no hay
silencio que la calle, más allá del hecho constatable de que la misma tiene
que abordar cambios estructurales que empiezan por el propio equipo directivo.
Difícilmente dicho cambio puede venir de aquel que condujo a la misma al
lugar en que se encuentra. Ya que el mismo se encontrará más pronto que tarde, como
Nike al comienzo de este post…Con la persona que le recuerde porque la
compañía ha llegado a la situación en que se encuentra.
Ya lo dijo Robert H. Schuller: Los
momentos duros nunca duran mucho, pero la gente dura sí lo hace”.
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