lunes, 22 de junio de 2020

PRESIDENTE... "EL CORONEL NO TIENE QUIEN LE ESCRIBA"


El título “El coronel no tiene quien le escriba”, resume prácticamente el argumento de esta novela del premio nobel Gabriel García Márquez, publicada en el año 1961. El coronel (su nombre y apellidos nos son desconocidos, pues el autor siempre lo llama “el coronel”, hombre de buena fe y bastante ingenuo, vive en su pueblo esperando recibir el aviso de que le han concedido la pensión a la que tiene derecho por haber servido en su juventud a las ordenes de Aureliano Buendía (que será uno de los personajes más recordados de la obra “Cien años de soledad”).

La espera dura desde hace quince años, durante los cuales el coronel no ha dejado de ir a contemplar todos los viernes la llegada de la lancha que trae el correo y la distribución del mismo, llevándose cada vez una decepción.

En el transcurso del último año, desde que su hijo Agustín murió acribillado a balazos mientras repartía propaganda clandestina, el coronel y su esposa, enferma de asma, se han visto obligados a vender los pocos objetos de valor que tenían para poder subsistir. Subsistir ellos y el gallo, animal de pelea, herencia de su hijo, por cuya culpa éste murió, según afirma la madre, pues fue en la gallera donde lo mataron.

Pero para las peleas, en las que esperan poder ganar mucho dinero, aún falta tiempo, y la situación es cada día más angustiosa. Enterado el coronel de que por la venta del animal puede obtener hasta novecientos pesos, decide venderlo. Pero cuando lo ve actuar en los entrenamientos siente que no puede desprenderse de él y renuncia a su venta. Ante las protestas de su mujer, que alega la posibilidad de que el gallo sea vencido y no ganen un peso, y ante la pregunta de ella: "Dime, qué comemos", el coronel responde: "Mierda", palabra con la que termina el relato.

Hoy varias cabeceras de prensa recogen una entrevista con el presidente de la principal operadora incumbente de telecomunicaciones este país, https://bit.ly/3fMqLTN , https://bit.ly/2YVANvf En las mismas, dicho directivo hace su exposición con respecto a la situación por la que está atravesando la compañía y la sociedad con el reto que esta suponiendo el COVID-19. La primera reflexión que surge a dichas entrevistas, es que todo lo que recogen dichas cabeceras de prensa son cuestiones que los diferentes presidentes de las principales compañías de este país, están manifestando en la cumbre “Empresas españolas: liderando el futuro”, que se está desarrollando en la Moncloa auspiciada por el presidente de la CEOE, Antonio Garamendi. Sin embargo, el presidente de la principal compañía de telecomunicaciones de este país no ha sido invitado a manifestar dichas opiniones en dicho foro, que quizás sería el más indicado para recoger dichas opiniones. Como ya manifesté en un post que escribí el 17 de junio en el blog, https://bit.ly/2YnKjbr , hay hechos que son significativos a ojos vista de aquel que contempla lo que sucede. En el post de referencia decía lo siguiente, “La situación de promesa permanente de los directivos a los diferentes grupos de interés (stakeholders) de la compañía, ha tenido este año una contestación clara en la Junta de Accionistas celebrada el día 12 de junio. Factores como las retribuciones de los directivos pese a la perdida bursátil de la compañía, la renovación de algunos consejeros o la propuesta de ampliar capital han recibido un rechazo superior a lo que venía cosechando en anteriores citas. Entonces, cabe preguntarse, ¿cómo debe interpretarse la ausencia del presidente de la operadora en dicho evento? En esencia, no existen muchas explicaciones para dicha ausencia, básicamente se concentra en una… El Gobierno tiene en mente otra persona para impulsar su plan de reconstrucción al frente de la operadora, ya que la participación de Telefónica es crítica y estratégica para el desarrollo de este”.

Una cuestión importante por lo que representa es, ¿Dicha exhibición mediática cambia en algo lo que todo el mundo percibió con dicha exclusión del foro empresarial? Lamentablemente no, las personas escogen aquellos colaboradores de confianza con las que quieren emprender los retos a los que se ven expuestos en su responsabilidad. Sucede tanto en el mundo de la política como en el de la empresa como en la vida misma, no existe nada nuevo en relación con la confianza. La confianza como concepto moderno parece condicionar en la sociedad toda posibilidad de construir una supuesta relación armoniosa en un mundo complejo, colocándose algunas veces como una especie de garantía existencial que les permite a los hombres o a las instituciones involucrarse en contextos de incertidumbre por un futuro que no se conoce cuando uno se relaciona con otra parte. Pero también, la emergencia del fenómeno de la confianza en la sociedad contemporánea, se transforma a veces en un problema cuando oímos que persisten situaciones decepcionantes reflejadas en una supuesta decepción ética. Por lo tanto, la confianza es un bien escaso en la sociedad actual y cuando uno la pierde, no es recuperable si los hechos que trae en su mochila han reflejado comportamientos poco dignos de confianza. Por lo tanto, intentar reconstruir una relación sobre la base de una pérdida de confianza es un esfuerzo baldío para aquel que lo intenta. Es como el siguiente ejemplo, si uno coge un folio y hace con él una bola de papel estrujándolo, volver al estado inicial dicho folio sin arrugas, es imposible. Así es la confianza, después de una decepción volver a intentar reconstruir dicha relación se torna imposible, como mucho se obtendrá una pseudoconfianzaUn sucedáneo. https://bit.ly/3hT14mD  

Si unimos al hecho de la confianza el de la gestión de la compañía durante estos últimos cuatro años en relación con el balance bursátil desde el 8 de abril del 2016, el resultado final no puede ser más decepcionante. En dicha fecha el valor de la acción estaba en 9,31 euros, hoy el valor de la acción cerró 4,27 euros (-54,13%) sin contar los dividendos. Por lo tanto, no existe confianza en lo personal, pero en lo empresarial y de gestión el resultado habla por si solo, no hacen falta comentarios. Una compañía estratégica como es el operador de telecomunicaciones, necesita un profundo cambio tanto en la gestión como en la estrategia con respecto al devenir de estos últimos años. La carrera que se ha emprendido con el fin de enajenar ciertos negocios o divisiones del grupo ha sido un enorme hándicap de cara al desarrollo de su potencial crecimiento, si tenemos en cuenta que el mercado latinoamericano es nuestro mercado natural de desarrollo después de 528 años de historia que nos unen a dichas comunidades. Si a ello unimos un endeudamiento elevado y el pago de un dividendo muy necesario para reducir la deuda, la situación ha sido de una continua decadencia bursátil.

La situación de reconstrucción que se tiene que abordar en nuestro país, se tomará por los órganos de Gobierno tanto de España como por las indicaciones que la Unión Europea dará como moneda de cambio para recibir los 140.000 millones de euros comprometidos del fondo para la reconstrucción de 750.000 millones de euros. La previsión del Gobierno español para este año 2020 es que el país caerá un 9,2% del PIB en 2020, el déficit ascenderá al 10,34% del PIB –2,8 en 2019–, el mayor desde 2012, cuando se alcanzó el 10,7%; la deuda pasará del 95,5% del PIB al 115,5%; y el paro, alcanzará el 19%.  Para Bruselas las previsiones son, la caída del PIB en 2020 será del 9,4%; el déficit llegará al 10,1%; la deuda, al 115,6% y un 18,9% de paro. En 2021, el Ejecutivo comunitario espera que España crezca el 7%, una décima más que el Gobierno, y supone, en todo caso, que en 2021 no se recuperará la caída de 2020. https://bit.ly/3fOtFrq  Una de las variables que más ponderará para recibir dicha ayuda por lo que se ha publicado, es que se desarrolle lo más rápido posible el 5G según la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen https://bit.ly/2Ymqsta Y Telefónica jugará un papel esencial en el desarrollo de dicha tecnología en nuestro país, de eso no cabe ninguna duda, otra cosa es quien será el director de orquesta para tocar dicha sinfonía… Por lo que nos dicen las imágenes y hechos acaecidos es que no será el actual.

La obra del comienzo del post de Gabriel Garcia Márquez, tiene un argumento muy sencillo, lo que le confiere una gran calidad a la obra es la descripción de sus personajes: el coronel, su esposa, el médico, don Sabas (el hombre más rico del pueblo). También el ambiente, mitad real, mitad fantástico, que impregna toda la obra le confiere una atmósfera de sutil poesía. Desgraciadamente en los dramas, la mayoría de las veces no existen palabras que corroboren los hechos que se producen… Si no que los mismos, se nos muestran por sutiles detalles e imágenes que nos anticipan los mismos, uno de ellos es que no tengas quien te llame como el "coronel".

Ya lo dijo Stephen R. Covey: “Cuando la confianza es alta, la comunicación es fácil, instantánea y efectiva”.




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