En
diciembre de 1990, H. Norman Schwarzkopf era general de cuatro
estrellas del Ejército de Estados Unidos, siendo muy competente pero un gran desconocido. Entonces se presentó la Guerra del Golfo Pérsico y su famosa (Operación
Tormenta del Desierto) y Schwarzkopf en cerca de 100 horas condujo a todo el
conglomerado de tropas aliadas a una victoria debastadora sobre las fuerzas de
Irak lideradas por Sadam Hussein. El victorioso General fue aclamado y admirado
por civiles y militares. Llamó la atención su estilo atrevido y carismático que
transmitía confianza en sus tropas, que lo respetaban y querían, y al mismo
tiempo tenía la capacidad de hipnotizar a los periodistas de los medios de
comunicación de todo el mundo, con su sentido de humor y su inclinación a dar
respuestas directas. Sin embargo, ¿tenía la apariencia y la postura que
tradicionalmente se le atribuye al líder militar? Al decir de la opinión
pública, no. ¿Quiere decir entonces que sus atributos de liderazgo no se
diferenciaban en nada al liderazgo que hubiese podido ejercer el CEO de
una gran compañía automovilística norteamericana o una gran compañía
tecnológica de haber sido designado para liderar dicha guerra? Se cree que sí
se diferencian; es más, no se imagina uno al CEO de General Motors aceptando
asumir tal desafío. Sin embargo, sí nos imaginamos al general Schwarzkopf como
CEO de una gran empresa norteamericana, no olvidemos que el general Eisenhower
pasó del Ejército a rector de la Universidad de Columbia y posteriormente a la
Casa Blanca.
¿Bastará
entonces con profundizar en los rasgos de liderazgo del general Schwarzkopf o
Eisenhower para definir el "estilo de liderazgo militar tradicional"?
Se estima que no, y nada mejor que analizar escuetamente lo que nos señala la
doctrina de liderazgo del Ejército de los Estados Unidos para comprender las
bases del liderazgo que ejercen. Al comienzo de la década de los 80, el
Ejército de los EE.UU desarrolló y llevó a efecto la doctrina denominada la
Batalla Aeroterrestre, que caracterizaba la época pos Vietnam. Tal
doctrina, en su formulación, tomó en cuenta la guerra del futuro, con alto
grado de descentralización de las grandes unidades y mayor iniciativa de los
comandantes de todos los escalones. A partir de ese concepto, fue verificado
que la Batalla Aeroterrestre era claramente una doctrina de liderazgo
intensivo y que, como establece el Manual de Campaña del Ejército de los EE.UU.
FM 100-5 Operations, "el elemento más esencial del poder de
combate es un liderazgo capaz, que proporciona objetividad, orientación y
motivación en el combate".
Para
satisfacer la necesidad de preparar y entrenar a líderes, la Escuela de Comando
y Estado Mayor del Ejército de EE.UU. en el Fuerte Leavenworth, reunió a
centenares de investigadores de alto nivel, en las más diversas áreas de
conocimiento humano y a Oficiales con experiencia de combate en las guerras de
Corea y de Vietnam, para desarrollar la doctrina de liderazgo del Ejército de
los Estados Unidos. El resultado de estos estudios intensivos en octubre de
1983 fue el nuevo Manual de Campaña FM 22-100, Military Leadership una
verdadera "Biblia" sobre el liderazgo militar, que a pesar de estar
imbuida de la cultura norteamericana, de su idiosincrasia y del pensar del
pueblo estadounidense, contiene preceptos universalmente aplicables. El Manual
sintetiza de modo perfecto lo que el buen líder debe "Conocer,
Ser y Hacer"; es más, señala que el líder militar
primero debe aprender antes de mandar, por lo tanto, se necesita conocer
(entender y comprender) la doctrina; conocerse a sí mismo, la naturaleza
humana, el propio trabajo y su unidad. Según el manual, el Conocer dará las
bases para lo que se debe Ser y lo que se debe Hacer.
Conocer:
- A sí mismo (cualidades positivas y negativas de su carácter, conocimientos y habilidades).
- La naturaleza humana (necesidades y emociones, cómo las personas reaccionan ante situaciones de tensión, las cualidades de carácter de los subordinados).
- Su profesión es ser (proficiente, táctico y técnico).
- Su organización militar (cómo desarrollar las habilidades individuales y el adiestramiento colectivo, cómo desarrollar la cohesión y la disciplina).
El
"CONOCER" y el "SER" son entes subjetivos que
sólo pueden ser juzgados en los momentos del "HACER",
oportunidad en que el mando militar demuestra efectivamente su capacidad de
liderazgo. Así, cabe al comandante conjuntamente con el uso de su
autoridad y de su capacidad administrativa para planificar, tomar decisiones,
emitir órdenes, hacer coordinaciones, evaluar y resolver problemas, ejercitar
el liderazgo a través de la motivación y del ejemplo y conducir a sus
subordinados en el cumplimiento de las misiones.
Fueron editados también ese mismo año y en años posteriores, otros manuales afines que hoy constituyen la base de la doctrina de liderazgo para la perfecta ejecución de la Batalla Aeroterrestre del presente y del futuro de los Estados Unidos.
La mayoría de las empresas sufre de exceso de gerencia y falta de
liderazgo. El reto para los líderes del
siglo XXI será diferente al que se enfrentaron los del siglo XX. Para éstos se
trataba de un mundo muy lineal (sin sobresaltos), en el cual las
organizaciones eran jerárquicas y burocráticas. Básicamente se trataba
de: controlar,
ordenar y predecir, un sistema perfecto en entornos estables. La
situación actual es diametralmente opuesta, lo impredecible es lo normal, se
busca un liderazgo basado en la delegación, que inspire, basado en principios y
en el servicio hacia las personas que lidera y por último que sea transparente
y honesto en sus comportamientos hacia los demás que están bajo su mando.
Los mejores líderes poseen cuatro características simples:
- La única definición válida de líder es, que se trata de alguien que tiene seguidores.
- Un buen líder, no es alguien a quien se “ama” o se “admira”. Liderazgo no es popularidad, liderazgo es obtención de resultados.
- Los líderes son muy visibles, siempre dan ejemplo, liderar no es ni rango, ni privilegios, ni dinero. Liderar es responsabilidad en lo que se hace y servicio a los demás.
- Los verdaderos líderes son hacedores, no predicadores, delegan tareas, pero nunca delegan lo que saben realizar con excelencia ni la responsabilidad de las metas, es lo que Jobs afirmaba en el post anterior que se publicó en este blog como : "Cuando uno se convierte en Vicepresidente no hay excusas válidas para sus problemas y las razones dejan de importar en el momento en el que eres ascendido", lo que importa es el logro de las metas. http://bit.ly/1WEJK5h
Para transitar el
camino hacia el liderazgo efectivo, es necesario:
- Conocerse profundamente, se logra escuchando la voz interior, aceptando cómo somos, intentando aprender y reflexionando sobre las experiencias vividas.
- Conocer el entorno tan bien como a uno mismo. Esto se logra a partir de las propias experiencias vividas, viajes, educación continua y relaciones con mentores y diversos grupos.
- Aprender a trabajar con el cambio: el cambio es la única constante en la vida. Aprender a trabajar en un contexto en constante evolución y adaptación es fundamental.
- Ganarse la confianza de sus seguidores: los líderes son tan exitosos como sus subordinados. En consecuencia, es necesario demostrar constancia en sus propósitos, ser confiable y transmitir integridad.
- Conocerse profundamente, se logra escuchando la voz interior, aceptando cómo somos, intentando aprender y reflexionando sobre las experiencias vividas.
- Conocer el entorno tan bien como a uno mismo. Esto se logra a partir de las propias experiencias vividas, viajes, educación continua y relaciones con mentores y diversos grupos.
- Aprender a trabajar con el cambio: el cambio es la única constante en la vida. Aprender a trabajar en un contexto en constante evolución y adaptación es fundamental.
- Ganarse la confianza de sus seguidores: los líderes son tan exitosos como sus subordinados. En consecuencia, es necesario demostrar constancia en sus propósitos, ser confiable y transmitir integridad.
El liderazgo ha existido,
existe y existirá y sus principios básicos ya han sido establecidos por
teóricos tan importantes como por ejemplo Peter Drucker o Warren Bennis, sin
embargo, uno siempre aspira a que dicho liderazgo este respaldado por hechos de
gestión que avalen la profesionalidad y capacidad de las personas que envían dicho
mensaje. Cuando alguien tiene que evaluar las capacidades de un líder al frente
de una organización, existen pocos argumentos tan consistentes como sus cifras
de gestión; clientes, ingresos, Clima Laboral, cuota de
mercado, etc… Si un líder por ejemplo; ha perdido 1,5 millones de clientes, sus
ingresos se han reducido desde su llegada en un 27%, tiene unos indicadores de
Clima Laboral malos y encima su cuota de mercado se ha reducido
significativamente, obviamente por mucho que edulcore su mensaje el orador, los
principios de mala gestión del mismo no cambian.
Los líderes informales nos
rodean por todos los sitios, sin ir más lejos por ejemplo asistimos estos días
a un liderazgo de libro en la persona de Diego Pablo Simeone, una persona que
inspira a un grupo de personas a dejarse la piel en un campo de futbol por la
visión que el propio “Cholo” les ha inculcado.
La
pasión, el servicio, el conocimiento, y la realidad que transmite son palancas
esenciales para mover la cabeza y el corazón de dichos profesionales, en este
ambiente la palabra “Equipo” cobra una nueva dimensión.
En las compañías hoy en día
se necesitan líderes que promuevan y transmitan confianza, cercanos, que estén impregnados
de realidad, que sean discretos en sus apariciones pero a la vez que cuando hacen acto de presencia sea para
transmitir realidad y confianza, con ello las compañías serán lugares
apacibles y confortables donde las personas se volcarán con las metas y objetivos fijados por
sus directivos.
Ya lo dijo Warren Bennis: “El liderazgo es capacidad de transformar una visión en realidad”.
No hay comentarios:
Publicar un comentario