viernes, 23 de agosto de 2019

MUJERES DIRECTIVAS...CUANDO EL GÉNERO SE CONVIERTE EN UNA PERVERSIÓN


Fue a mediados del siglo XIX, en una sociedad de moral burguesa dominante que relegaba a la mujer al ámbito familiar, cuando Laura Herford decidió acortar su nombre e inscribirse como hombre para poder ingresar en la Royal Academy de Londres.
Firmó su solicitud como L. Herford y la acompañó de unos dibujos de su autoría.
La inscripción fue admitida por la calidad de los dibujos que la acompañaban y cuando descubrieron que su autora era una mujer ya no pudieron rectificar su decisión.
Así fue como Laura Herford abrió el camino a otras mujeres para poder recibir formación académica.
Esta decisión que se tomó en su momento y que puede parecer una simple anécdota pone en evidencia la discriminación que sufrían, ya que se las juzgaba por el simple hecho de ser mujeres y no por su capacidad artística y la calidad de sus trabajos.
Entraron en la academia, pero no se les consideró nunca en igualdad a los hombres y las ningunearon permanentemente no tomándolas en serio y limitando su formación, ya que, por ejemplo, no podían trabajar con modelos al natural.

Hoy la prensa recoge la noticia “Telefónica: más mujeres, más bonus” http://bit.ly/33Ocnp7, la cual pretende “vender” a la sociedad la importancia de la medida acometida por los directivos de la misma, según la cual se fija parte del bonus que perciben a que la mujer desempeñe tareas ejecutivas en dicha multinacional, equiparándose su rol con el del hombre a la hora de asumir responsabilidades. Para ello la noticia menciona la Regla Rooney, la misma fue inventada por un dueño de un equipo de la NFL (Dan Rooney, de los Pittsburgh Steelers) y más tarde implantada por la Liga, la cual obliga a los equipos a entrevistar, al menos, a un entrenador perteneciente a una minoría étnica para cubrir el puesto de entrenador. En la Premier League inglesa se está pensando muy seriamente si implantar esta ley en Inglaterra en lo que sería un importante paso para la integración social, lo que supondría además un cambio importante a la hora de seleccionar los técnicos que dirijan equipos tan importantes como el Chelsea, Arsenal, Liverpool, Manchester United, etc. El origen de dicha regla se remonta al año 2002, cuando se dio a conocer un informe que criticó la NFL por no contratar a más minorías. Una estadística clave fue que el 70% de los jugadores y menos del 6% de los entrenadores eran negros. La ley iba en serio, ya que los Leones de Detroit fueron el primer equipo en intentar burlarla y fueron sancionados con el pago de 200.000 dólares. La idea surge del intento de imitar a la norma originaria estadounidense, en la que apenas había entrenadores de raza negra cuando se implantó en relación con el gran número existente de esta etnia entre los jugadores de los equipos. En la Premier League apenas hay un preparador negro entre los 20 equipos -Chris Hughton, del Brighton-, mientras que en la segunda inglesa no hay ninguno.



El género se ha convertido en el aporte como una herramienta analítica y de categoría sociocultural, la cual nos ayuda a descubrir áreas olvidadas como las relaciones entre seres y grupos humanos. Esta herramienta analítica establece que las relaciones entre los sexos no están determinadas por lo biológico, sino por lo social y, por tanto, son históricas. La relación construida en la historia entre los hombres y las mujeres no podía limitarse ni a la sexualidad ni al reduccionismo biológico que la palabra sexo sugiere. Superado este límite biológico, el género hace visibles las formas concretas, múltiples y variables de la experiencia, valores, costumbres y tradiciones, de las actividades y representaciones sociales de los hombres y de las mujeres. El entramado fundamental para entender al género tiene que ver con la simbolización que se hace a partir de lo anatómico y lo reproductivo. Se trata de quitar el estigma de la sexualidad del individuo, mostrando que el sexo está sujeto a la construcción social. Bajo esta definición, el género se convierte en un instrumento muy útil, ya que habla de las relaciones-procesos entre los sexos y las construcciones que se establecen alrededor de los roles masculino y femenino (roles de género) −después se desarrollan las múltiples identidades de género− como un conjunto de patrones de comportamiento, normas y prescripciones, pero también de signos y símbolos contradictorios, emociones y costumbres que se construyen, imponen y transforman o reproducen con el paso del tiempo. Como señala Gisela Bock: “Las relaciones de género son tan importantes como el resto de las relaciones humanas, están en el origen de todas ellas y las influyen, y a la inversa, todas las demás relaciones humanas contribuyen y actúan en las relaciones de género”.

Sin embargo, la noticia focaliza el problema equivocadamente de desempeño de los directivos sobre el género de los mismos, siendo perverso para la mujer, ya que se supedita la capacidad de la misma al “decreto o cuota” que se instaura con el fin de que la misma desempeñe funciones ejecutivas. Esto no hay que olvidar, lleva parejo que dichos directivos actuales cobren el correspondiente bonus por dicho nombramiento aunque su desempeño sea deficiente. La pregunta que quizás se hay que hacer es la siguiente, ¿Importa algo que el ejecutivo de una compañía sea hombre o mujer, siempre y cuando se cree valor para los diferentes stakeholders (accionistas, empleados, inversores, clientes, etc.)? El sentido común nos dice que no, sean todos los directivos hombres o mujeres indistintamente, lo que los diferentes grupos de interés de una compañía quieren es que su dinero no se vea reducido por una gestión deficiente como ha ocurrido desgraciadamente este mes de agosto en el IBEX 35.

En Estados Unidos existen unas cuantas mujeres que dirigen compañías icónicas como por ejemplo General Motors con Mary Barra segunda compañía de automoción del mundo, Lockheed Martin con Marillyn Hewson uno de los mayores contratistas de armas,  General Dynamics con Phebe Novakovic contratista de armas, IBM con Ginni Rometty fabricante de software, hardware y servicios,  Hewlett-Packard con Meg Whitman, PepsiCo con Indra Nooyi fabricante de refrescos y Oracle con Safra A. Catz, fabricante de software. Y qué casualidad, su salario está ligado a la creación de valor en el valor en la acción y el dividendo para sus diferentes stakeholders de la compañía. Sirva como ejemplo Safra Catz, en el año 2018 percibió unos ingresos 108,3 millones de dólares, de los cuales solamente 950.000 dólares eran de sueldo base. El 5 de enero del 2018 el valor de la acción de Oracle era de 48,47$, el 2 de enero del 2019 el valor de la acción era de 48,22 $, y hoy el valor de la acción es de 53,20 $. El dividendo ofrecido por la compañía desde el 1 de enero del 2018 ha sido de 1,43 $ (1,29€).



                                 Dividendos desde el 1/01/2018 hasta hoy

Hace poco más de un mes que el ejercito español nombró a la primera general del ejercito español http://bit.ly/2ZneaOp Y la misma en una entrevista pone el dedo en la llaga al afirmar lo siguiente, “dentro de poco habrá tantas mujeres dentro del Ejército que se normalizará totalmente” y se mostró en contra de los cupos, porque “se nos pueden volver en contra”. Creo que sus afirmaciones son una sabia reflexión, al tratar de normalizar una situación que la obligación no hace más que agravar y tensionar. Los nombramientos por el genero ligados al bonus de los directivos, son un ardid en aquellas compañías con problemas, ya que al igual que al principio de dicho post con Laura Herford, lo que vale para una persona o compañía son las capacidades que atesora en la gestión y el conocimiento…No el genero.

Ya lo dijo Luis García Montero: “La corrupción de una sociedad empieza por la corrupción del lenguaje”
 



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