Un médico caminaba por la
orilla de un ancho río. De repente empezó a oír unos gritos procedentes del
agua. Alguien que se estaba ahogando pedía socorro.
Aquel médico sin pensárselo dos veces se lanzó al agua y después de hacer un esfuerzo ímprobo, consiguió acercar a esa persona hasta la orilla. Mientras le prestaba asistencia comenzó a oír nuevos gritos de auxilio. Otro más, ¿cómo era posible?
De nuevo se lanzó al río y salvó a aquella segunda persona. A pesar del cansancio y de los frenéticos latidos de su corazón, el médico estaba satisfecho porque había salvado dos vidas. De pronto, nuevos chillidos lo sacaron de su estado de complacencia. Un tercer individuo imploraba su ayuda desde el río.
El médico que estaba exhausto no se planteó nada, simplemente se lanzó al agua y rescató a aquel hombre. Lo que en ningún momento el médico se imaginó fue la posibilidad de que hubiese alguien tirando a la gente al río.
La causa del agotamiento del aquel médico era que se pasaba el día apagando fuegos, solucionando problemas, rescatando gente. El origen el problema era que había alguien en la parte alta del río que se estaba encargando de tirar a la gente al agua.
Hasta que ese médico no se las ingenie para encontrar el origen del problema, las causas de su agotamiento no desaparecerán.
A muchas personas les pasa lo que le sucede al protagonista de la historia. Sin embargo, qué pocos se paran y van más allá e intentan comprender el origen de los problemas... Con el fin de poner solución a a dichos problemas.
Aquel médico sin pensárselo dos veces se lanzó al agua y después de hacer un esfuerzo ímprobo, consiguió acercar a esa persona hasta la orilla. Mientras le prestaba asistencia comenzó a oír nuevos gritos de auxilio. Otro más, ¿cómo era posible?
De nuevo se lanzó al río y salvó a aquella segunda persona. A pesar del cansancio y de los frenéticos latidos de su corazón, el médico estaba satisfecho porque había salvado dos vidas. De pronto, nuevos chillidos lo sacaron de su estado de complacencia. Un tercer individuo imploraba su ayuda desde el río.
El médico que estaba exhausto no se planteó nada, simplemente se lanzó al agua y rescató a aquel hombre. Lo que en ningún momento el médico se imaginó fue la posibilidad de que hubiese alguien tirando a la gente al río.
La causa del agotamiento del aquel médico era que se pasaba el día apagando fuegos, solucionando problemas, rescatando gente. El origen el problema era que había alguien en la parte alta del río que se estaba encargando de tirar a la gente al agua.
Hasta que ese médico no se las ingenie para encontrar el origen del problema, las causas de su agotamiento no desaparecerán.
A muchas personas les pasa lo que le sucede al protagonista de la historia. Sin embargo, qué pocos se paran y van más allá e intentan comprender el origen de los problemas... Con el fin de poner solución a a dichos problemas.
Se cumplen prácticamente cinco
meses de este 2018 y quería que este post, que hace el número 100 de este año
fuese una sinopsis de lo sucedido hasta ahora y de los retos que quedan
pendientes por parte de los responsables de las compañías en el sector de las
telecomunicaciones. En primer lugar, he de decir que en estos 100 primeros post
he hablado sobre la marcha del negocio y sus resultados económicos, así como
cuestiones básicas que inciden en el mismo, tales como; Clima Laboral, compromiso o “milla
extra”, estrategia de negocio, fracasos en la gestión directiva, gestión del
talento, innovación, comunicación y redes sociales , televisión de pago, externalización
y salidas masivas de empleados, servilismo y obediencia debida, endogamia
corporativa o desigualdades salariales. Una de las cuestiones que más
he recalcado no solo en estos cinco meses de este año, sino en los prácticamente cinco
años que tiene el blog, es la puesta en valor de los intangibles que
atesoran los empleados. Para ello como vengo recalcando hay que poner en práctica
acciones que estimulen la pasión, iniciativa y creatividad de las personas, con
el fin de maximizar el principal recurso del que dispone cualquier compañía.
Pues bien, estos cinco meses han sido perdidos, si tenemos en cuenta que los
relevos directivos que en algunas compañías se han producido podían dar pie a
que dicho cambio se produjese, sin embargo, no han servido para estimular ni
proporcionar las acciones que requieren este tipo de culturas empresariales y
de gestión que tan buenos resultados
genera en otras compañías como por ejemplo, Zappos https://bit.ly/2IvbcDP
Existe
una ley no escrita de conceder 100 días de gracia a cualquier persona cuando asume un nuevo cargo,
con la esperanza de que tome contacto con su nueva realidad a fin de que pueda
emprender las acciones oportunas. Sin embargo, no siempre ese periodo de gracia
es aprovechado por directivos, políticos u otras personas cuando asumen dicha
responsabilidad. En el sector de las telecos español ha habido cambios pero los
mismos no han servido nada más que para presentarse y decir, “estoy
aquí”. Se sigue rehuyendo de forma activa explicar de forma clara las
acciones que se llevaran a cabo en la nueva singladura que emprenden dichas
compañías. Una prueba de ello es la transparencia en la comunicación que se
tiene en cuestiones fundamentales para
el buen funcionamiento de una compañía, como es el Clima Laboral. Este
tipo de comportamientos lo único que genera es desafección y alejamiento de los
empleados con los compromisos que fijan el Consejo de Administración y sus
directivos. Este hecho a la larga conducirá inexorablemente a que año
tras año la distancia entre empleados y directivos se agrande, y los
stakeholders de la compañía, tales como inversores y accionistas sean
los principales “pagadores” de dicho absurdo. Este "absurdo",
lo define estupendamente el escritor Albert Camus como, “una
desarmonía fundamental, una trágica incompatibilidad, en nuestra existencia. El
absurdo es el producto de una colisión o confrontación entre nuestro deseo
humano de orden, significado y propósito en la vida y el silencio
indiferente del universo. El
absurdo no está en el hombre, ni el hombre está en el mundo, pero en su
presencia, es el único vínculo que los une”.
Otro aspecto fundamental
es el tema de la comunicación que se ha puesto en práctica dentro de las
compañías. Cada cierto tiempo asistimos en los medios de comunicación a feroces críticas hacia algún
político o personaje público que se parapeta sobre el “plasma” o la comunicación
diferida o controlada con intermediarios o con los buzones de correo electrónico para
para dejar las preguntas. Esta situación es
una más de las que genera ese “absurdo” de realidad impuesta, donde
todo lo que no se controla puede generar problemas de opinión pública,
precisamente por esa debilidad en la gestión. En una
compañía con estándares de gestión optima, no se elude el cara a cara de
directivos con sus diferentes stakeholders, es más, con alguno de
ellos como por ejemplo los empleados se fomenta ante la seguridad que ofrece
que la
visión, misión y resultados que se están obteniendo están alineados.
Cuando esto no sucede, desde las direcciones de la compañía se tiende a “construir
mantras” sobre los cuales edificar un realidad virtual que sirva para
proyectar una imagen hacia la sociedad que obviamente no refleja lo que está
sucediendo dentro de la compañía. A la larga esta situación se cae por su
propio peso, si tenemos en cuenta que cada tres meses una compañía tiene que
presentar resultados. No existe ningún hecho tan fedatario de lo
que sucede dentro de una compañía como las métricas económicas, con ellas se verificará que todo lo que se ha
estado diciendo no se ajusta a la realidad. Así pues, el tema de la comunicación
corporativa es una cuestión que sigue siendo manifiestamente mejorable, sin
embargo, soy realista cuando pienso que mientras existan carencias de gestión dentro
de las compañías, dicha comunicación tanto internamente como hacia el exterior no
mejorará por el temor que existe a perder el control de la opinión pública dentro
de ellas y hacia la sociedad. Por suerte para la sociedad en general, la digitalización
ha traído espacios abiertos donde se pueden compartir opiniones, información u
otras cuestiones relativas a la comunicación que escapan al control de dichos
directivos, un ejemplo de ello son las redes sociales, los blogs, la
wikis, etc. Quizás el hecho de que este sea el último reducto donde no
se puede intervenir y controlar, haya hecho de dicho canal de comunicación
un referente para miles de personas que visitan dichos medios digitales.
Herbert
Marshall McLuhan, fue el creador de la” Teoría de la Aldea Global”, el que desde de su posición de determinismo
tecnológico afirmo que las grandes innovaciones tecnológicas marcan las épocas
de la historia. Así mismo afirmó que, “todo cambio social está determinado por
un cambio en la tecnología de la comunicación, de donde es posible inferir que
las sociedades y el hombre han sido moldeados, más por los medios a través de
los cuales se comunica, que por el contenido que intenta comunicar”.
Para Marshall,
la llegada de la “constelación Marconi”, es decir, de los nuevos medios y la
electrónica, nos enfrenta a una era de la convergencia, y con ella, más allá de
la fragmentación cultural, se anuncia una nueva sociedad tribal planetaria.
Existen
otro par de cuestiones fundamentales que en algunas compañías se han vuelto problemas
endémicos, son; la politización (sindicalización) que afecta a la estructura de
mando y la formación deficiente que se imparte a los empleados. En
el primero de los problemas, la larga historia de dicha práctica ha
atrofiado y lastrado el desarrollo de dichas compañías, al relegar el
conocimiento por la obediencia y el servilismo. El
resultado de dicha acción ha sido una espiral de ineficiencia que ha han
llevado a dichas compañías a la irrelevancia por la pérdida de ingresos,
clientes y cuota de mercado.
En el segundo de los problemas, la formación, el abandono de la misma de forma presencial
en habilidades tales como; la creatividad e innovación, el liderazgo,
la comunicación y otras, han hecho más débiles a las estructuras de mando, al carecer dichas personas de habilidades esenciales para comprometer y ser referencia de los equipos que deben liderar, más allá de lo que hacen... Que es mandar y
obligar a que se hagan las cosas.
Por lo que respecta a la gestión de
las compañías, el sector telco está envuelto en un escenario complejo, donde
hasta hace poco tiempo las principales compañías estaban llevando una
estrategia del “más por más”, más servicios por más dinero sin que el
cliente lo reclamase, esto ha tenido unas consecuencias muy
negativas al aumentar las portabilidades hasta cifras record como quedó
demostrado el pasado mes de enero, donde se superaron las 910.000
portabilidades. El cuarto operador MasMóvil lleva demasiados trimestres
erosionando las carteras de clientes de los principales operadores al ajustar
su cartera de servicios en función de las necesidades del cliente y no al revés
como hacían hasta hace poco tiempo los principales operadores. Sin
ir más lejos, MasMóvil en el primer trimestre del 2018 ha logrado capturar 400.000
portabilidades tanto de servicios de telefónica fija como móvil. En
otro ámbito de cosas, Orange y Telefónica se encuentran inmersas en la subasta
de los derechos audiovisuales del fútbol para las próximas tres temporadas,
tanto de la Champions League como las de La Liga española que se harán en las
próximas semanas. Si una cuestión ha quedado clara es que los precios que
quiere fijar el oferente, Mediapro, están fuera de toda realidad que permita
ser comercializados con éxito sin agujerar las cuentas de las operadoras como sucedió
con la anterior subasta. Habrá que esperar y ver si en las próximas semanas el
sentido común se impone en los directivos de dichas compañías y eluden entrar
en dicha “hoguera de vanidades” https://bit.ly/2BFdaK7
de tal forma que no comprometan la viabilidad económica de las mismas. No hay
que perder de vista tampoco el escenario económico en el que se encuentran las compañías,
en algunos casos con elevadas deudas y en un escenario económico donde los
precios del crudo están impactando en la economía y obligaran a los Bancos
Centrales, tanto a la Reserva Federal como al Banco Central Europeo, a subir
tipos de interés con el fin de controlar el nuevo escenario inflacionario. De
hecho, la rentabilidad del bono americano supera el 3%, lo cual es un claro
indicador de dicha subida de tipos de interés. Esta situación afectará al
empleo y por lo tanto también al consumo con lo que los ingresos de los
operadores se pueden ver afectados. Además se están viviendo
problemas en ciertas divisas de países emergentes como el peso argentino, el
real brasileño o la lira turca que obligará a aquellas grandes compañías con intereses
en dichos países a ser muy cautos ante un escenario que puede ser de contagio
para más países y divisas, ya que el precio del bono americano está incentivando el movimiento
de divisas hacia el dólar como moneda refugio, lo cual dificulta la financiación de los países emergentes
salvo que paguen un mayor tipo de interés por sus bonos. Así pues, en
los próximos trimestres se pueden vivir situaciones económicas difíciles para
alcanzar los objetivos fijados en dichas telecos, por lo que los directivos
tienen que ser prudentes en cuanto a las decisiones estratégicas que tengan un
alto impacto sobre sus cuentas.
Para
terminar este post, decir que los próximos trimestres serán una piedra de toque
para ver y comprobar que directivos y compañías toman las decisiones estratégicas
correctas para eludir los momentos económicos difíciles que se avecinan. Habrá directivos
que se muevan con decisiones sobre las
consecuencias de dichas dificultades económicas y directivos que se muevan atacando los problemas raíz. Al
final, el que lo haga sobre las consecuencias como hizo el médico del principio
de este post… Terminará agotado y
claudicando.
Ya lo dijo J. K. Rowling: “Se necesita una gran cantidad de valentía para enfrentarse a nuestros
enemigos, pero tanta como para hacer frente a nuestros amigos”.
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