La necesidad de crecer para
ser más competitivos es un mantra que hoy en día está instalado en el mundo de
la empresa. En un contexto como el actual de hiperglobalización, las fusiones y
adquisiciones se presentan muchas veces como una garantía de supervivencia ante
la feroz competencia mundial. Sin embargo, a veces el crecimiento empresarial
se topa en ocasiones con límites externos como son por ejemplo los vetos de los
reguladores o Gobiernos de turno. En parte por cuestiones de competencia o
interés nacional al ser sectores estratégicos que no pueden ni deben caer en
manos foráneas. En el año 2001 la Comisión Europea vetó por primera vez la fusión
de General Electric y Honeywell, Bruselas prohibió la concentración de dos
compañías norteamericanas que habían recibido el visto bueno del regulador
estadounidense. No se recuerda un caso tan espectacular de discrepancia sobre
los efectos de una fusión internacional entre las autoridades de Estados Unidos
y la Unión Europea. Para el Ejecutivo de la UE, la compra de
Honeywell por GE, valorada en 43.000 millones de dólares, habría “reducido
gravemente la competencia en la industria aeroespacial y acarreado mayores
precios para los clientes, en especial las líneas aéreas”. Según
la Comisión Europea, GE disfrutaba ya en solitario de una posición dominante en los
mercados de motores a reacción para grandes aviones comerciales y regionales. Honeywell,
por su parte, es el principal suministrador de productos de aviónica y no
aviónica y de motores a reacción para aviones corporativos y de motores de
arranque (es decir, un componente fundamental en la fabricación de motores). La
combinación de ambas habría creado nuevas posiciones dominantes y consolidado
las ya existentes. La unión de ambas compañías, “habría
dado lugar a un coloso que podría utilizar la fuerza de mercado de cada empresa
en beneficio de los productos de la otra”, con el efecto de “excluir
a los competidores”, según explicó un comunicado difundido en Bruselas la Comisión.
El 25 de enero se publicaba en la prensa la siguiente noticia, “La oportunidad perdida de Isidro Fainé para crear un gigante de las telecomunicaciones” http://bit.ly/36bq1Fk En la misma se dicen cosas como las siguientes, “La estrategia de Cellnex, el mayor operador de infraestructuras de telecomunicaciones en Europa, ha repercutido notablemente en las acciones de la compañía, llegando a desbancar a Telefónica como empresa del sector más valiosa en España en dicho sector. En concreto, el valor de los títulos ha crecido un 184% ya que el precio de cada una se sitúa en los 49,38 euros. La cotizada del Ibex 35 tiene una capitalización de 24.000 millones de euros, 4.000 más que la teleco dirigida por Álvarez-Pallete”. Por otro lado, “El brazo inversor de La Caixa es uno de los principales accionistas de Cellnex. En la actualidad, la sociedad posee el 4,74% de la compañía con un total de 23.237.635 acciones, según datos de la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV). Cabe recordar que la participación de Criteria disminuyó ligeramente el pasado año, tras la decisión de la entidad de no suscribir el total de la participación que le correspondía en la última ampliación de capital de la cotizada española para acometer la compra de las torres de Hutchison. Todo lo contrario de lo que sucede en Telefónica. Isidro Fainé, que ocupa la vicepresidencia de la teleco española, ha ido aumentando posiciones con Criteria Caixa progresivamente”. Años después de aquellos movimientos, la situación ha cambiado de forma radical, Cellnex vuela en Bolsa y Telefónica se ha convertido en un lastre bursátil para los accionistas dominicales después de años de gestión con el actual equipo directivo http://bit.ly/2MKD5aD “Mientras la empresa dirigida por Tobías Martínez apostaba por la adquisición de torres, Telefónica ha desinvertido progresivamente en activos de infraestructuras para centrarse en el plan estratégico presentado el 27 de noviembre del 2019. Todos estos factores, según narran fuentes del sector, han despertado cierto recelo en la compañía dirigida por Álvarez-Pallete”.
El devenir de la compañía Cellnex estos últimos años, es un claro éxito de estrategia empresarial, todo ello pese a la pérdida momentánea como oferente el día 13 de enero de los activos que el equipo directivo de Telefónica intenta enajenar con la venta de 30.722 torres de telefonía, de las cuales el 80% se encuentran en la Unión Europea. Dicha venta, conviene recordar está sujeta a la validación del Gobierno actual por el Real Decreto-ley 34/2020 http://bit.ly/2LZKCp2 que se promulgo con el fin de proteger aquellas infraestructuras estratégicas de nuestro país con motivo de la pandemia del Covid-19. La estrategia de venta o enajenación de un activo esencial para el despliegue del 5G en nuestro país por Telefónica, choca frontalmente con lo que afirma la Comisión Europea. El despliegue del 5G podría aportar cerca de 14.600 millones de euros al PIB español, según previsiones de la Unión Europea. El despliegue de las redes 5G, uno de los pilares del plan de ruta marcado por España Digital 2025 del Gobierno de Pedro Sanchez, se considera uno de los grandes estímulos para la recuperación económica. Según las previsiones de la Comisión Europea, las actividades relacionadas con los servicios 5G estimularán la economía, generando unos 329.400 puestos de trabajo en España. El retraso en el despliegue de dichas redes 5G, ralentizaría la innovación tecnológica, reduciría los ingresos para los hogares y retrasaría la recuperación económica. Según un informe de Oxford Economics, la pérdida sobre el PIB del conjunto de los países europeos sería de entre 12.000 y 85.000 millones de euros hasta 2035, en función del escenario. En España este efecto sobre el PIB durante los próximos 15 años se situaría entre 1.200 y 8.100 millones de euros https://bit.ly/3sVCDdJ
Sin embargo, el equipo directivo de Telefónica ha optado por una estrategia errática como es vender los mismos para posteriormente ser arrendados, con el fin de utilizar los mismos para realizar su actividad económica (leasing-back). Esta situación impacta de forma directa en los ingresos y beneficio de explotación de la compañía que realiza dicha acción. Este tipo de operaciones, se realizan principalmente con el único fin de obtener financiación de forma inmediata por aquel que la efectúa. Por contra, en Francia Orange estaría ultimando la separación de su actividad de torres de telefonía móvil para convertirlas en una compañía independiente, según ha publicado el periódico ‘Financial Times’. Esta decisión tendría el potencial de incrementar el valor de Orange en más de 10.000 millones de euros, al concentrar el interés por parte de los inversores en las infraestructuras dedicadas a las telecomunicaciones. Este hecho, sí que se puede llamar sin lugar a dudas una acción de creación de valor para los accionistas de Orange. Sin embargo, el rotativo señala que una escisión del negocio podría suscitar la oposición de los sindicatos, para los que las torres son “la joya de la corona entre los activos de Orange” y que, en algunos casos, prefieren que la compañía recorte sus dividendos en lugar de vender activos para financiar inversiones en la red. Los operadores incumbentes de Alemania y Francia, Deutsche Telekom y Orange, quieren poner en valor dichos activos, sin vender los mismos http://bit.ly/3sniahx En España, se desconoce cuál es la postura de los dos sindicatos mayoritarios al respecto (CC.OO y UGT) de la acción de venta de dichos activos, su silencio es muy clarificador con respecto a la acción que se pretende llevar a cabo. Por otro lado, que dichos activos sean tan apetecibles por los fondos de inversión tiene su razón de ser en la rentabilidad que ofrecen está muy por encima de los tipos de interés del Banco Central Europeo, los cuales se encuentran en tasas negativas.
Posicionamiento de Cellnex en Europa
Cellnex es un gigante en Europa en cuanto a despliegue de emplazamientos, el único lunar importante que todavía presenta es Alemania, país en el cual Telefónica tiene presencia, con el intento de dicha venta de los emplazamientos de Telefónica a una torrera norteamericana se dificulta la entrada en un mercado como el teutón donde Cellnex podría consolidar una posición de liderazgo en la Unión Europea, al sumar los emplazamientos de dicho país más los que se enajenan de España, dificultando dicha posición al meter a uno de sus mayores enemigos en el continente europeo, todo ello si el Gobierno español autoriza dicha operación. Hoy hemos conocido el lanzamiento de una opa del grupo IFM Investors sobre Naturgy por el 22,689% de su capital. Una postura que resultará crítica en dicho movimiento empresarial es la postura que pueda adoptar el Gobierno español, capacitado para vetar la operación con base en el decreto de blindajes anti opa aprobado el año pasado y que encaja con la postura más estricta defendida por Bruselas tras la crisis del coronavirus. El reciente veto de Francia a la opa sobre Carrefour de un grupo canadiense es un claro indicio de cómo las posturas proteccionistas han ganado fuerza en los últimos tiempos en la región y obliga a cuestionarse si el Ejecutivo de Pedro Sánchez estaría dispuesto a permitir que un grupo esencial en el negocio energético español como Naturgy cuente con una parte significativa de su capital —adicional al que ya está en manos extranjeras— en manos de un fondo internacional. Porque, además, IFM cuenta con una estructura societaria que puede resultar comprometida para el discurso del Gobierno español, por su dependencia de jurisdicciones con sistemas tributarios laxos, como es el caso de Luxemburgo o Islas Caimán. En otro orden de cosas, los emplazamientos de Latinoamérica (Brasil, Perú, Chile y Argentina) permitirían a Cellnex poner un pie al otro lado del Atlántico, donde carece de presencia. Ante el intento de venta de Telefónica a American Tower, Cellnex ha mostrado un camino muy interesante para tratar de sortear las dificultades de la posible venta de Telefónica, es la de la “joint venture” que ha firmado con Deutsche Telekom en Holanda.
Un hecho importantísimo que recoge la noticia del principio del post es el siguiente; “La figura de Fainé en las dos compañías más importantes del sector es, por tanto, muy relevante. Y el banquero tuvo en su mano la oportunidad de haber creado uno de los mayores conglomerados de telecomunicaciones. Fuentes del sector confirman a este medio que Cellnex tanteó a la cúpula directiva de Telefónica para crear un gigante de las telecomunicaciones, algo que terminaron por rechazar tanto Álvarez-Pallete como Isidro Fainé. El presidente de Telefónica no veía, tal y como revelan las mismas voces, potencial a la empresa de infraestructuras mientras que Isidro Fainé tampoco se decidió a apostar por aumentar la participación de Criteria Caixa en Cellnex, justo cuando Tobías Martínez pedía a los inversores españoles ayuda para españolizar la compañía de infraestructuras y hacer frente a la familia Benetton”.
Actualmente el Gobierno español tiene en su mano corregir lo que recoge la noticia, encauzar a ambas compañías a cooperar en la creación de una “joint venture” de infraestructuras con el fin de acelerar el despliegue de una infraestructura que sea la palanca que permita acelerar la salida de la crisis económica por la que atravesamos actualmente. Nunca como ahora la sociedad española estuvo tan necesitada de actores que remen en la misma dirección, máxime si tenemos en cuenta que ambos actores aspiran a parte de los recursos del fondo Next Generation EU (140.000 millones de euros, 20% de los mismos a la digitalización) http://bit.ly/36h9AHJ que el Gobierno español tiene que adjudicar. Los egos e intereses particulares no tienen cabida en la situación actual por la que atraviesa la sociedad española como recoge la noticia, por lo que si lo que se afirma es cierto no cabe más que una solución, el relevo de aquellos que impiden alinearse a los actores que tienen que jugar un papel crítico en el desarrollo de la digitalización. El ejemplo de la Comisión Europea en la fusión de Honeywell y GE es ejemplarizante de lo que es defender el interés económico europeo… Esperemos que el mismo haya sido bien aprendido por aquellos que tienen que decidir sobre los activos estratégicos de la sociedad española, si es así, la salida de la crisis será menos dolorosa para muchas personas de nuestro país.
Ya lo dijo Michael E. Porter: “La esencia de la estrategia consiste en la elección de lo que no debe hacer”.
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