El valor más clásico de una fotografía, de cualquier fotografía, el más aparentemente real y mayormente reconocido por una tradición que se remonta a los orígenes mismos del arte fotográfico, es, el valor documental. La ecuación fotografía=documento, no siempre extrapolable a la de film=documento, parece haberse impuesto con el paso del tiempo como un valor seguro por el que todo el mundo quiere apostar. Esto significa básicamente que se identifica la realidad que una fotografía expone a la vista de todos como una REALIDAD, con mayúsculas, tan verídica como la realidad misma. La excitación que acompañó a la invención de la fotografía fue la sensación de que el hombre por primera vez podía ver el mundo como realmente era (Collier 1986: 3). El ojo puede registrar solamente un número limitado de fenómenos, mientras que la cámara puede grabar con precisión una cantidad ilimitada de detalles. Además el ojo de la cámara no es subjetivo, no llega a confundirse ante el extraño, y no se cansa. El encuentro empírico debe ser únicamente con la memoria humana y la investigación debe detenerse en los límites de la memoria. La memoria fotográfica proporciona detalles que no siempre se perciben en un primer encuentro. Es una parte genuina de un acontecimiento concreto, y además ofrece una oportunidad de investigación más amplia. Esta posibilidad puede llegar a transformar una impresión empírica en un razonamiento lógico. Las fotografías aumentan inconmensurablemente los puntos fijos de la realidad verdadera y además aceleran y dan mayor proyección a las posibles conclusiones (Collier 1975: 224). La fotografía no es sólo objeto histórico sino también agente articulador de la historia. (...) la fotografía puede ser inscripción y escritura a la vez (...) hurgando en el pasado del medio descubrimos entre sus pasos iniciales más balbuceantes se encuentran no ya toscas tentativas sino obras bien logradas explicando historias (...) la imagen se hizo retrato (...) allanando el terreno a tantas tendencias contemporáneas de la creación visual, se sitúen en el ámbito de lo documental o en el de la ficción (Fontcubierta 2004: 36).
El 16 de enero se publicaba
en la prensa la siguiente noticia, “La iniciativa 'Equipo País'
selecciona a 130 líderes y gestores para ayudar al Gobierno a salir de la
crisis” http://bit.ly/2Kn9u9M
En la misma se afirma que es una iniciativa que tiene como fin proporcionar know
how (conocimiento) y talento a las administraciones públicas en la búsqueda de
soluciones a la crisis provocada por el Covid-19. Para realizar dicha acción se
han seleccionado 130 gestores del sector privado que han demostrado “su excelencia
en la gestión, su capacidad de liderazgo y sus valores, y que contribuirán a
construir el futuro del país". Para seleccionar a estos
profesionales se realizó una selección previa con más de 900 líderes destacados
propuestos por 26 organizaciones y listados que reconocen a los mejores líderes
de la sociedad civil. De ellos, más de 450 han votado de forma libre y anónima
a quienes, a su vez, han considerado los mejores líderes y gestores. En el listado
completo de dichos lideres escogidos están; Fernando Abril-Martorell
(Indra), Ana Botín (Santander), Antonio Brufau (Repsol), Antonio
Catalán (AC Hoteles), Fuencisla Clemares (Google España), María
Dolores Dancausa (Bankinter), Sol Daurella (Coca-Cola European
Partners), Rafael del Pino (Ferrovial), José María Entrecanales
(Acciona), Gabriel Escarrer (Meliá Hoteles), Isidro Fainé
(Fundación la Caixa). son Luis Gallego (Iberia), José Ignacio
Goirigolzarri (Bankia), Pablo Isla (Inditex), Pilar López
(Microsoft España), Marta Martínez (IBM España), Rafel Miranda
(Acerinox), Amancio Ortega (Inditex), Francisco Reynes (Naturgy),
Francisco Jose Riberas (Gestamp), Juan Roig (Mercadona), Juan
Ignacio Sánchez Galán (Iberdrola) y Carlos Torres (BBVA) http://bit.ly/2M2p0bq
La selección de líderes realiza por Equipo País se clasifica en seis áreas de gestión: Modelo Productivo; Innovación y Tecnología; Sostenibilidad, Energía y Recursos; Educación; Sanidad y Desarrollo Social. De cada una de dichas comisiones saldrán propuestas específicas con el fin de ayudar en la salida de la crisis del Covid-19 estableciendo las bases del desarrollo futuro del país. Serán propuestas "colaborativas y con visión de largo plazo" en áreas estratégicas para la reconstrucción de España. "Ante los grandes retos sanitarios, económicos, sociales y tecnológicos que tenemos ante nosotros, necesitamos el mejor talento para asegurar un desarrollo sostenible, inclusivo y competitivo. Equipo País quiere tender puentes y servir de nexo entre ese talento de la sociedad civil y el sector público, y este listado de líderes es el punto de partida para iniciar esa labor", ha remarcado Antonio Espinosa, uno de los promotores de “Equipo País”. “Equipo País” está impulsado por jóvenes de la sociedad civil de manera independiente y apartidista, basándose en los criterios y el apoyo de algunas de las organizaciones civiles más reconocidas y en la participación de cientos de líderes seleccionados.
La iniciativa se apoya en una veintena de organizaciones colaboradoras, entre las que se encuentran; Acumen Academy & Open Value Foundation, Ashoka, B Lab, Bridge for Billions, Celera, Club CEO, ComBoca Comunicación, Colegio Oficial de Ingenieros Industriales de Madrid (COIIM), Corporate Excellence - Center for Reputation Leadership, EJE&CON, Endeavor, Foro de Foros, Global Shapers, Nova Talent, One Young World, Opinno o Qvixote Leaders. Asimismo, también forman parte de la misma; Revista Emprendedores, Ship2B, Soulsight, Top 100 Mujeres Líderes, Trivu y UNLTD Spain; además de listados como Forbes 30 under 30, Top 100 Economic Leaders del Instituto Choiseul, MIT Innovators Under 35, Ranking Merco Top 100 líderes en España o Top 21 Millenial Entrepreneurs de Business Insider.
La pandemia del Covid-19 ha acelerado el proceso de cambio estructural en la Unión Europea. El pasado mes de julio, el Consejo Europeo aprobó el programa de recuperación “Next Generation EU” (NGEU).El mismo está dotado con un fondo financiero de 750.000 millones de euros, dividido en dos partidas. La primera está dotada de 390.000 millones en ayudas no reembolsables y la segunda en 360.000 millones en préstamos disponibles a través del Mecanismo de Recuperación y Resiliencia (MRR). La importancia de este programa de recuperación radica en facilitar recursos a diferentes sectores público y privado que impulsen el reto de transformar las economías europeas en dos direcciones: la transición ecológica y la digitalización. El programa NGEU es una palanca para impulsar y mejorar la capacidad de los diferentes países de la UE, con el fin de resistir, adaptarse y crear nuevas trayectorias de crecimiento económico. Los fondos serán recaudados mediante el programa NGEU y el nuevo presupuesto plurianual de la UE para 2021-2027, y se canalizará a través de diversos programas hacia cuatro objetivos: (1º) un Pacto Verde como estrategia de crecimiento, (2º) un mercado único más profundo y digital, (3º) una recuperación justa e integradora, y (4º) una UE más resiliente. Dos de las principales iniciativas de impulso económico que contempla dicho plan como son el Pacto Verde y la Digitalización, contemplan una serie de acciones y estrategias. El Pacto Verde como estrategia de crecimiento, implica que toda acción de política económica tiene que estar guiada por la ambición de alcanzar la neutralidad ambiental y el principio de no generar contaminación en el amplio sentido del término. Para ello son necesarias infraestructuras inteligentes, nuevas cadenas de valor de economía circular y de bioeconomía en todos los sectores, incluyendo un cambio en la Política Agraria Común (PAC). Por otro lado, la Digitalización será una palanca transversal que incidirá en múltiples sectores económicos de la actividad económica y social. La Comisión Europea define los planes de digitalización a partir de las siguientes actuaciones: mejorar la conectividad, comercio electrónico (especialmente PYMEs), uso eficiente y responsable de los datos como motor de la innovación, emplear la digitalización en el medio ambiente, en el sector agroalimentario, salud y cuidado digitales, lanzar un plan de educación digital y por último desarrollar una nueva estrategia de ciberseguridad.
El impacto generado por la pandemia del Covid-19 ha acelerado los procesos de cambio estructural que ya estaban presentes en la agenda europea. Manifestado en términos de PIB, la intensidad del coma inducido a las diferentes economías de los países que componen la UE para frenar la expansión del virus, las mismas muestran la profunda huella que ha generado el frenazo y caída en la producción de bienes y servicios en los últimos trimestres del año y justifica un plan para la recuperación y la resiliencia. A finales de mayo, la Comisión Europea presentó el proyecto de recuperación “Next Generation EU” (NGEU) para paliar dicha situación, posteriormente en el mes de julio el Consejo Europeo alcanzó un importante acuerdo político, aprobando los fondos necesarios para dicho programa (390.000 millones de euros en ayudas no reembolsables y 360.000 en préstamos). El acuerdo significa una oportunidad para transformar las economías de los Estados y las regiones de la Unión Europea haciéndola sostenible desde el punto de vista energético y medioambiental, más inclusiva y más resiliente ante futuros shocks económicos. La prioridad deben ser la inversión contra el cambio climático y la digitalización, esta se canalizada a través del Mecanismo de Recuperación y Resiliencia (MRR) dotado con 672.500 millones de euros (el 89,67% del total presupuestado en el programa Next Generation EU. La capacidad de las regiones para resistir, adaptarse y crear nuevas oportunidades de crecimiento económico va a estar condicionada, entre otros factores clave, por el papel de las instituciones y de actores diversos (individuos, organizaciones, industrias y/o clústeres, redes y centros de investigación avanzada). Vamos a asistir a un cambio en las políticas regionales de innovación y especialización inteligente tanto por el volumen y naturaleza de los fondos de recuperación y resiliencia como, más aún, por lo exigente del contexto post Covid-19. Es hora de abogar por promover la diversificación regional, rompiendo con algunas inercias del pasado y aprovechar la experiencia acumulada en diferentes ámbitos económicos de algunos países y territorios, con el fin de aprovechar los recursos del fondo NGEU. Se trata de aprovechar tanto las capacidades que como región singulariza dichos territorios como la necesidad de explorar nuevas trayectorias que alineen los objetivos globales de la estrategia NGEU, renovando la base de recursos y capacidades como la estructura económica de dichos territorios. Esta situación ya se ha producido en el pasado en diversos proyectos europeos, donde las coaliciones de diferentes agentes que se unieron en torno a un objetivo común; definiendo una estrategia y estableciendo una agenda para la acción, han resultado un completo éxito como por ejemplo el consorcio AIRBUS. Ello permitió generar cambios en el desarrollo económico y social en diferentes regiones europeas y en sus políticas industriales, energéticas y de bienestar. El año 2020 toca renovar ese compromiso del bien común y diseñar medidas proactivas que den lugar a los cambios necesarios para la Unión Europea y sus ciudadanos.
El listado de las 130 personas seleccionadas con el fin de asesorar al Gobierno en la aplicación y destino de los 140.000 millones de euros que vendrán del fondo NGEU, existen cuatro tipos de empresarios. En el primer grupo estarían directivos de probada solvencia empresarial como por ejemplo; Pablo Isla, José Ignacio Goirigolzarri, María Dolores Dancausa, Amancio Ortega o Juan Roig. En el segundo grupo estarían directivos sobre los que pesa la sombra de los tribunales, concretamente el caso Tándem, Ignacio Sánchez Galán o Carlos Torres. En un tercer grupo estarían aquellos directivos que presentan una gestión muy deficitaria si observamos el desarrollo bursátil de la compañía que presiden como Ana Patricia Botín. La compañía ha perdido en el mercado bursátil un (-63%) de su valor bursátil desde que llegó al banco el 10 de septiembre del año 2014, tras el fallecimiento del anterior presidente, la acción cotizaba a 7,6 euros por título y la entidad tenía una capitalización bursátil de 91.000 millones de euros, ayer el título cerró ayer en bolsa a 2,77 euros con un valor bursátil de 47.190 millones de euros. Por último en cuarto lugar, están aquellos directivos que no aparecen en dicha lista, como por ejemplo el que dirige actualmente al operador incumbente, Telefónica. Toda una constatación con respecto a lo que está sucediendo actualmente dentro de la misma si tenemos en cuenta, que han sido los propios empresarios, entre otros, los que han elegido dicha lista.
Para terminar el post, decir que el valor que nos ofrece la foto de dicha asociación es la clara documentación de una realidad que en algunos casos el ruido mediático viene apantallando y ocultando. La imagen tiene sus códigos lingüísticos, diferentes a los textos escritos y, por consiguiente, confiere al documento sus propios valores. Bien es cierto, que algunas personas que aparecen en dicha lista presentan un bagaje cuando menos cuestionable si se valora algunos hechos conocidos por la sociedad. Más allá de estas observaciones, bienvenida sea toda la ayuda que se pueda aportar con el fin de salir de la profunda crisis económica en la que se encuentra nuestro país. La fotografía tiene la virtud de presentar un hecho a la objetividad, no de una máquina, sino a la del ser humano sensible con su misterioso y personal criterio... Con ello se proporciona el contexto visual y el marco intelectual, que permite al mismo juzgar y extraer sus conclusiones.
Ya lo dijo Robert Capa: “No hace falta recurrir a trucos para hacer fotos. No tienes que hacer posar a nadie ante la cámara. Las fotos están ahí, esperando que las hagas. La verdad es la mejor fotografía, la mejor propaganda”.
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