domingo, 16 de junio de 2019

TOKENIZACIÓN...LA DESAPARICIÓN DEL DINERO FÍSICO



John McAfee, fundador del popular antivirus al que le prestó su apellido, ha doblado su apuesta. El empresario es firme defensor del bitcoin y no tiene duda de que el sorprendente incremento de valor que está cosechando no cesará. El verano del año 2016 desafió a los “brokers” al asegurar que la criptomoneda alcanzaría los 500.000 dólares en 2020. De no tener razón dijo que se comería su propio pene en televisión. Ahora ha doblado la apuesta y dice que se lo comerá si no alcanza el millón de dólares. Este informático estadounidense de 72 años está acostumbrado a este tipo de salidas de tono. Incluso sobre él llego a pesar una orden de búsqueda y captura por asesinato. Actualmente ha encontrado su tirón mediático en la criptomoneda de moda y se dedica a hacer un seguimiento del bitcoin en las redes sociales. El hecho de doblar su apuesta se debe a que cuando lanzó sus primeras previsiones el bitcoin sólo iba a valer 5.000 dólares a finales de 2017. La realidad ha sido otra y hoy el valor del mismo está en 9.264 dólares. Esta subida le ha obligó a rehacer sus cálculos y elevar hasta el millón de dólares su pronóstico mínimo para 2020.



Un token no es más que una representación de un activo digital o físico, que es transferible y normalmente, fungible (una vez usado no se puede volver a utilizar). La tokenización es un concepto  sencillo pero muy operativo. Consiste en el remplazo de un dato confidencial por otro que no lo es, pero que garantiza la misma operatividad. Para explicar este concepto se puede ir por al siguiente ejemplo. Para jugar en un casino, se debe cambiar dinero real por fichas del casino, las cuales son válidas únicamente en ese casino en particular. Si alguien las roba, su campo de acción estará limitado ya que no las podrá utilizar en otros casinos, restringiendo al atacante y desmotivando su delito, ya que la ganancia será menos efectiva que si fuera dinero real. La tokenización posibilita que los consumidores puedan vincular, de forma rápida y sencilla, su tarjeta de pago con los servicios de pago digitales, administrando y manteniendo sus datos seguros cuando paguen en tiendas físicas o en Internet. Además, este servicio nos permite que operen más entidades en el ecosistema de pagos, desde entidades financieras a socios tecnológicos, todos a través de una única plataforma de tokenización proporcionada por Visa.



El sistema de tokenización funciona de la siguiente forma:
El sistema de tokenización recibe el dato confidencial (D): En función de las interfaces del aplicativo, el dato confidencial es obtenido desde un formulario, importado en un proceso batch, ingresado por un usuario o cargado desde otro aplicativo.
El dato confidencial (D) es almacenado de forma centralizada: En este paso, el dato confidencial es almacenado en una ubicación centralizada (una base de datos, por ejemplo) y protegido empleando  un cifrado. Esta ubicación recibe el nombre de “Data Vault”.
El sistema de tokenización genera un token único (T) y lo asocia al dato confidencial almacenado previamente: La siguiente acción consiste en la generación de un token (o “testigo” en español) que no es más que un dato no confidencial que servirá de “alias” del dato confidencial (C) en procesos subsiguientes. Este token almacenado en el “Data Vault” y asociado de forma inequívoca al dato confidencial al cual representa, manteniendo siempre una tabla referencial dual (C)->(T).
     El token es puesto en el flujo operativo del aplicativo, remplazando en todas las operaciones al dato confidencial (C) al cual representa.
En la siguiente imagen se presenta un ejemplo de tokenización empleando como dato confidencial (C) un número de tarjeta de pago (PAN):
El núcleo de todo este proceso radica en el token (T). Este es un dato no confidencial (es decir, no representa mayor riesgo a la organización en caso que sea filtrado o comprometido ya que su campo de acción está restringido) y se genera bajo la premisa de que desde él no se puede obtener ni inferir el dato confidencial con el que se relaciona. Otra característica del token  es que debe ser igual de operativo a su par confidencial (C), impactando lo menos posible en las aplicaciones que lo procesan o bases de datos que lo almacenan. En el caso de que por alguna razón operativa se requiera obtener el dato confidencial (C) relacionado con el token (T), el sistema de tokenización debe permitir un proceso de translación (T)->(C) con base en la tabla dual referencial citada anteriormente usando una interfaz segura. Este proceso se denomina des-tokenización (“de-tokenization” en inglés). Esta técnica puede ser empleada en multitud de entornos donde se requiera proteger datos confidenciales, por ejemplo: números de cuenta bancarios, información de carácter médico, información de historial judicial, números de licencias de conducción o cualquier otro dato personal confidencial.

Hay tokens sin blockchain, pero el blockchain será el medio ideal para que la potencialidad de los mismos cobre su máxima utilidad.  Las  características de la cadena de bloques permiten que las transacciones de tokens jueguen en otra liga frente a lo que ofrecen otras tecnologías. Con blockchain, esos intercambios de bienes y servicios son trazables, inmutables, transparentes y descentralizados. Y tienen una liquidez inmediata: los tokens pueden cambiarse con toda facilidad por las criptomonedas, que tienen su hábitat natural en blockchain. Ahora, cualquier grupo de personas o compañías puede crear su propio ecosistema económico, con los tokens como moneda. El token servirá para lo que la organización quiera que sirva: desde intercambiar horas de trabajo en el barrio por un menú del día hasta acceder a la sala VIP de un aeropuerto o disfrutar durante unas horas de un coche de un tercero.

Los principales tipos de tokens que existen son los siguientes:
  • Monedas token. Como el nombre dice, estos tokens se utilizan como una forma de pago y reserva de valor que puede ser recuperada en un momento posterior. Posiblemente, esto los hace idénticos a "monedas" como Bitcoin y otras criptomonedas.
  • Tokens de utilidad. La aparición del Ethereum creó lo que se conoce como "tokens" de utilidad. A diferencia de los tokens de moneda, este tipo de token le da acceso a los tenedores a productos o servicios dentro de una determinada plataforma o red. Los tokens de utilidad son multi-funcionales; típicamente "residen" en la parte superior de una Blockchain determinada, como el Ethereum, y la mayoría de las veces pueden utilizarse dentro de su red respectiva.
  • Los tokens de valores. Además de permitirles a los titulares la compra de bienes y servicios, los tokens de valores suelen prometer la rentabilidad de la inversión y su valoración. Esta calidad era un motivo, por parte de algunos participantes y reguladores en el mercado, especialmente la Securities and Exchange Commission (SEC), para clasificarlos como valores. Como tales, constituyen un contrato de inversión y tienen el potencial de ganancias, ingresos pasivos y dividendos.
  • Tokens de activos. Los tokens de activos sirven como una representación digital de un activo en una organización o plataforma.
  • Tokens de equidad. Más un concepto teórico que práctico actualmente, estos tokens confieren a sus propietarios una parte de propiedad del capital del emisor, casi como las acciones.
  • Tokens de recompensa. Comúnmente, estos son los equivalentes de Blockchain a los puntos de fidelidad u otros programas de recompensa.
  • Por último también existen los dividendos en “token”. Un buen ejemplo es Nexo.io, una compañía que proporciona préstamos respaldados con criptomonedas instantáneos. Según la compañía, su token es "el primer token de valores de paga de dividendos respaldados por activos conforme a la SEC".


La regulación de los token, y los dividendos tokens, en particular, sigue siendo en gran medida una zona gris difusa. Aparte de ser una novedad jurídica, diseñar un marco normativo uniforme para la economía de tokens es una tarea desalentadora para los reguladores de todo el mundo. Parte de la dificultad radica en el hecho de que, por comprar un token, los titulares adquieren diferentes bienes tangibles e intangibles, que van desde productos para una compra de derechos a activos o valores. Los diversos aspectos de la inversión token están cubiertos por diferentes leyes y reglamentos y, en muchos casos, no caen en ninguna categoría. En los últimos meses, las diferentes jurisdicciones han intensificado sus esfuerzos para establecer un marco básico alrededor de los tokens. La SEC es un ejemplo de un vigilante que ve a los tokens como prometedores de cualquier tipo de beneficio futuro (ya sea de utilidad, dividendos u otros tipos) como valores. Los dividendos tokens, en la medida en que ofrecen a los inversionistas la posibilidad de generar un ingreso pasivo, caen bajo la misma clasificación de valores, al menos en lo que respecta a la legislación estadounidense en cuestión. 

Sin embargo, los dividendos token no siempre son predecibles. Como muchos otros proyectos relacionados con la blockchain, están sujetos a cambios a la discreción del emisor. En algunos casos, las organizaciones distribuyen dividendos a cada uno de los montos de pago que alcanzan un determinado nivel. Esto puede ser un intento de maximizar los pagos y evitar ciertos costes de transacción, o un resultado de otras decisiones estratégicas. Ciertas organizaciones priorizan los titulares de token basados en la cantidad de tokens de su propiedad, que puede ser desventajoso para los inversores pequeños. Además, en algunos casos, los pagos pueden depender de que las organizaciones alcancen ciertos indicadores de rendimiento, ajeno al control del inversor individual.


Para terminar decir que la tokenización de la economía va a tener un impacto en todas las industrias. Lo tendrá por su capacidad de digitalizar y titularizar derechos, y a su vez hacerlos líquidos en las transacciones, lo cual afectará a la economía en general. El uso de tokens como unidad de valor e intercambio comenzó con la introducción de Bitcoin y sus clones y se aceleró en con la introducción de Ethereum, la primera gran red de propósito general para apoyar la emisión de tokens. Múltiples industrias están explorando cómo esta tecnología puede habilitar nuevas oportunidades de monetización y modelos comerciales incluyendo tokens. El uso de tokens reduce las barreras de pago y reduce la complejidad de los sistemas actuales que se basan en capas de tecnología “legacy” o tradicional. Debido a que los tokens ofrecen una solución instantánea, casi todas las industrias están evaluando nuevos usos con el fin de maximizar las enormes oportunidades para nuevos modelos de negocio que pueden surgir. Los tokens se pueden usar para realizar transacciones de diferentes maneras dentro de un ecosistema, al combinar varios tipos de tokens con diferentes tipos de transacciones, se hacen posibles innumerables opciones nuevas y modelos comerciales. Permitir transacciones en tiempo real es parte de esta nueva economía digital, para ello los tokens serán un habilitador clave. Los tokens de pago, utilitarios o de valor tienen un futuro creciente…Y pronto formarán parte de nuestra vida diaria.

Ya lo dijo Jon Matonis: "El bitcoin es el disruptor por excelencia, puesto que no sólo vuelve obsoletos a los grandes jugadores en el campo del procesamiento de pagos, como Visa, MasterCard y PayPal, sino que impugna la existencia misma de una autoridad monetaria."






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