En mayo del año 2024, la Corte Penal Internacional (CPI), con sede en La Haya, sufrió un episodio llamativo. Su fiscal jefe, Karim Khan, perdió acceso a su correo electrónico de Microsoft Outlook justo después de que EE.UU. lo incluyera en una lista de sanciones. Durante varias horas/días se especuló con que Microsoft había cortado el servicio obedeciendo a presiones del gobierno estadounidense. Aunque la empresa luego aseguró que “en ningún momento cesó sus servicios” y que el incidente se debió a un “proceso administrativo”, el daño ya estaba hecho: se vio lo vulnerables que son incluso instituciones internacionales críticas cuando dependen de proveedores tecnológicos de EE.UU.
Una preocupación cada vez más debatida en el seno de Europa es, la dependencia tecnológica de Estados Unidos y los riesgos que ello implica en un contexto de tensiones políticas. Los puntos clave de dicha cuestión son los siguientes:
1. La hipótesis del “interruptor de muerte”
- Se plantea un escenario (hipotético pero debatido) en el que un presidente estadounidense, como Donald Trump, pudiera ordenar a gigantes tecnológicos estadounidenses —Google, Microsoft y Amazon— que corten sus servicios en Europa.
- Esto tendría efectos devastadores: caída de sitios web, interrupción de servicios críticos como hospitales, y pérdida de acceso a datos esenciales.
2. Dependencia tecnológica europea
- El 70% de la infraestructura en la nube en Europa proviene de empresas norteamericanas.
- Otros ámbitos también dominados por EE.UU.:
- Sistemas operativos móviles (iOS y Android).
- Redes de pago (Visa, Mastercard).
- Hardware, satélites de internet e inteligencia artificial.
3. Primeros casos que despiertan alarma
- Ejemplo: la Corte Penal Internacional (CPI) perdió acceso a su correo de Microsoft Outlook tras sanciones de EE.UU.
- Aunque Microsoft lo niega, el episodio mostró lo vulnerable que puede ser Europa.
4. Intentos europeos de soberanía digital
- Existen proveedores locales como OVHCloud (Francia) o T-Systems (Alemania), pero su escala es mucho menor.
- Gobiernos europeos están explorando alternativas:
- Schleswig-Holstein (Alemania) abandona Microsoft por LibreOffice y Linux.
- Dinamarca prueba proyectos similares.
- Iniciativas como Gaia-X (una nube europea) han tenido retrasos y críticas.
5. Obstáculos estructurales
- Europa está rezagada: solo 4 de las 50 principales tecnológicas del mundo son europeas.
- Problemas de fragmentación: idiomas, leyes fiscales y laborales, regulaciones sectoriales distintas.
6. Perspectivas y futuro
- Algunos expertos creen que Europa debería especializarse en nichos donde tiene ventaja:
- Inteligencia artificial aplicada a la industria.
- Fabricación de chips (fotolitografía, donde ASML es líder mundial).
- Otros defienden que se necesitan regulaciones más estrictas que obliguen a usar tecnología local.
- La predicción: en 5 a 10 años podría haber un cambio hacia soluciones soberanas, especialmente en administraciones públicas.
7. ¿Qué tan real es el riesgo?
- Escenario de un corte total: improbable salvo en caso de guerra.
- Pero los expertos coinciden en que el riesgo no debe ignorarse: la crisis actual aceleró el debate sobre independencia digital.
El resumen de esta cuestión es que Europa depende peligrosamente de la tecnología estadounidense, y aunque un “apagón digital ordenado por Trump” suene exagerado, la sola posibilidad ha puesto la soberanía digital en el centro de la agenda política y empresarial de la UE.
Mapa conceptual que demuestra las conexiones entre la soberanía digital de la UE, la dependencia de Estados Unidos, los riesgos, las alternativas, los obstáculos y las perspectivas futuras.
El cuadro resumen de dicha dependencia sería el siguiente:
1. Dependencia de EE.UU.
- Nube: 70% (Google, Microsoft, Amazon)
- Sistemas operativos: iOS, Android
- Pagos: Visa, Mastercard
- Otros: IA, hardware, satélites
2. Riesgos de dicha dependencia.
- Escenario “interruptor de muerte” (Trump → apagón digital)
- Servicios críticos inaccesibles (hospitales, datos, webs)
- Caso CPI: bloqueo temporal de Outlook
3. Alternativas Europeas para la soberanía.
- Proveedores: OVHCloud (Francia), T-Systems (Alemania)
- Software libre: Linux, LibreOffice
- Proyecto Gaia-X (nube europea, retrasado)
4. Obstáculos para alcanzar dicha soberanía.
- Escala reducida frente a Big Tech
- Fragmentación: leyes, idiomas, regulaciones
- Déficit competitivo: sólo 4/50 grandes tecnológicas son europeas
5. Perspectivas Futuras para alcanzar dicha soberanía.
- IA industrial → ventaja europea
- Chips → ASML y fotolitografía
- Regulaciones pro-tecnología local
- Cambio esperado: 5–10 años
El gasto anual de Europa en los servicios de la nube norteamericana (infraestructura) fue de unos 43.000 M de € en el año 2024. El mercado europeo de cloud de infraestructura (IaaS/PaaS/hosted private) alcanzó 61.000 M € en el año 2024. Las tres grandes empresas norteamericanas con servicios en la nube. (AWS, Microsoft Azure y Google Cloud) concentran ~70 % del mercado europeo ⇒ ≈€42.700 M de € de pagos desde Europa a esos proveedores https://tinyurl.com/5yubbav8
Nota: es un piso (mínimo); solo cubre infraestructura cloud. No incluye SaaS (Microsoft 365, Salesforce, etc.), ni sistemas operativos, ni pagos, ni satélite/IA.
El gasto total en servicios de cloud público en Europa
(IaaS+PaaS+SaaS) será de 221.000 M de $ en el año 2025 (≈203.000 M € al
tipo de cambio), con fuerte crecimiento hasta 2028. A escala mundial, SaaS
suele representar >40 % del gasto cloud; IaaS y PaaS rondan cada uno ~20
%. (Es orientación global, no específica de la UE.). Solo si— extrapolamos el dominio de EE.
UU. en infraestructura (≈70 %) a gran parte del SaaS/PaaS (donde también
lideran Microsoft, Salesforce, Google, Adobe, etc.), un rango razonable
de pagos anuales desde Europa a estos proveedores cloud de EE.UU. podría
situarse en torno a ~110.000 M de € –160.000 M de € dentro de esos ~€203.000
M de € totales del año 2025.
Subrayo: es aproximación para tener orden de magnitud; el porcentaje
exacto por modelo/país no está publicado.
Otros costes/exposiciones (difíciles de cuantificar, pero relevantes) para Europa son los siguientes:
- Comisiones y tarifas de “switching/egress”: están siendo limitadas y eliminadas por el Data Act (egress gratis al cambiar de proveedor; prohibición total de “switching charges” desde 12-ene-2027). Impacto a la baja en el coste de dependencia/lock-in.
- Riesgo de paradas: los grandes cortes tecnológicos costaron decenas de miles de millones a escala global en 2024; el coste medio anual de “downtime” por empresa grande en Europa ronda $198 M (referencia de Splunk a Global 2000). Esto ilustra la exposición si un hiperescalador falla, pero no es un pago “a EE. UU.”.
- Balanza de servicios UE-EE. UU.: la UE tuvo en 2023 un déficit de €109.000 M en comercio de servicios con EE. UU. (incluye muchos servicios digitales, aunque no solo TIC). Útil como indicador macro de flujos netos hacia EE. UU.
El resumen es que Europa paga ≈€43.000 M/año a los “Big Three” de EE. UU. solo por infraestructura cloud. Si añadimos SaaS/PaaS, el outflow anual hacia proveedores cloud de EE. UU. podría estar en el orden de 110.000–160.000 M de €, pero no hay desglose oficial; es una cuantificación aproximada.
El papel que juega Telefónica en la soberanía digital europea pasa por una serie de contribuciones que realiza que son clave para alcanzar la misma:
1. Miembro activo de Gaia-X y expansión en cloud y edge
- Telefónica forma parte del proyecto Gaia‑X, la federación europea de infraestructuras de datos y servicios en la nube que busca garantizar transparencia, control y valores europeos en los ecosistemas digitales.
- Además, participa activamente en el despliegue de nodos de nube de borde (edge cloud) en España, mediante un proyecto cofinanciado por la UE que suma 1.200 millones de €. Esto apunta a construir infraestructura compartida y soberana para la nube.
2. Apoyo a la infraestructura digital soberana y AI
- Telefónica respalda directamente políticas clave de la UE que promueven el fortalecimiento de la capacidad digital europea, como la creación de AI Factories, AI Gigafactories, aumentos en la capacidad de centros de datos y entornos de datos soberanos. Su línea de negocio Telefónica Tech, con herramientas como KERNEL (asistente digital de IA) y UNICA Next (gestión de redes con IA), está alineada con esta visión.
3. Fomento del liderazgo europeo en ciberseguridad, 5G/6G y tecnologías cuánticas
- Telefónica apoya un enfoque multilateral en el desarrollo normativo y tecnológico de la UE, contribuyendo en estándares y regulación especialmente en áreas estratégicas como 5G, 6G, computación cuántica, e impulsando la cooperación público-privada para fortalecer la soberanía digital.
4. Innovación a través de Telefónica Innovación Digital
- Esta filial, creada en el año 2023 tras fusionar las divisiones de I+D y digital de la empresa, trabaja en desarrollo de IA, ciberseguridad, cloud, IoT y Big Data. Proyectos destacados incluyen:
- Aura, un asistente digital conversacional,
- LUCA, plataforma de análisis de datos,
- Open Gateway, APIs abiertas para interoperabilidad,
- Herramientas como Latch, Metashield y TU Wallet para gestión digital segura.
- Estas iniciativas refuerzan la competitividad tecnológica europea al ofrecer alternativas dentro del continente a proveedores globales.
Resumen en tabla:
Área |
Contribución de Telefónica |
Gaia-X y nube soberana |
Miembro de Gaia-X; despliega edge cloud con financiación de la UE (€1.200 M). |
Infraestructura e IA |
Apoya AI Factories/Gigafactories; impulsa IA aplicada en redes (KERNEL, UNICA Next). |
Tecnologías estratégicas |
Participa en la armonización regulatoria para 5G/6G, ciberseguridad, IA y computación cuántica. |
Innovación interna |
Telefónica Innovación Digital desarrolla IA, ciberseguridad, cloud e interoperabilidad. |
Telefónica desempeña un papel activo y relevante en la soberanía digital europea, mediante:
- Participación directa en infraestructura clave (Gaia-X, edge cloud).
- Compromiso con el fortalecimiento de capacidades digitales soberanas (IA, centros de datos).
- Promoción de estándares europeos en tecnologías estratégicas.
- Desarrollo de soluciones propias que fortalecen el ecosistema digital europeo.
Termino el post volviendo al comienzo del mismo con el problema que sufrió Karim Khan con el gigante Microsoft. No fue un apagón masivo ni un ataque: bastó un detalle administrativo en una multinacional para dejar a una institución global sin acceso a una herramienta esencial. El incidente encendió las alarmas en Bruselas y reactivó el debate sobre soberanía digital: ¿Qué pasaría si una decisión política en Washington bloquea servicios en Europa? Es una anécdota pequeña en lo técnico, pero gigantesca en lo simbólico, porque mostró que el “interruptor de la muerte” existe y puede afectar incluso a organismos de justicia internacional… ¡Que no podrá suceder al resto de instituciones europeas!
Esperemos que la lección haya sido aprendida y Europa pueda sortear el yugo al que hoy está expuesta tras largos años de desidia y abandono de algunos responsables de compañías de telecomunicaciones… Veían la Telefónica de dentro de 100 años, pero no eran capaces de comprender lo que estaba sucediendo con el mercado digital con las dependencias que se generaban.
Ya lo dijo Paul Verlaine: “La independencia siempre fue mi deseo; la dependencia siempre fue mi destino”.
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