Muchos son los casos de
empresas que parecían indestructibles y que han acabado ocupando una posición
secundaria en sus mercados, absorbidas por sus competidores o desaparecidas: Nokia,
Olivetti, PanAm, Blockbuster, Arthur Andersen, Compaq, Rover,... De entre
todas ellas, el caso de Kodak parece el más sorprendente.
Desde su aparición, Kodak
lideró el desarrollo comercial de la fotografía. Gracias a innovaciones
tecnológicas que gozaron de ciclos de vida extensos, Kodak disfrutó durante 130
años de una posición envidiable en el mercado. Un líder con todas las de la
ley, casi un monopolio (70% de cuota de mercado en los años 90)
que le permitió emplear una estrategia orientada a la alta rentabilidad. Kodak
llegó a ocupar la posición nº18 en la lista Forbes de mayores empresas
norteamericanas. Esta situación cambió con la llegada del siglo
XXI. Para entender la dimensión del desastre, basta decir que la acción de
Kodak en el año 2004 cotizaba a 30 dólares y que en 2012 se desplomó hasta los
27 centavos. ¿Qué factores explican esta debacle? ¿Cómo
una empresa líder durante 130 años puede desmoronarse como un castillo de
naipes en menos de una década?, he aquí algunas explicaciones. La
misión de Kodak era y es "proveer a sus consumidores con las
soluciones necesarias para capturar, almacenar, procesar, generar y comunicar
imágenes donde sea y cuando sea". Resulta sorprendente: una
misión así debería haber impulsado a Kodak a sumarse, cuando no a
liderar, el desarrollo de la fotografía digital. Sin embargo, no actuó en
primera instancia de forma excesivamente conservadora ante la irrupción de las
nuevas tecnológicas. Y cuando las cosas se complicaron, en lugar de inspirarse
en su misión para reaccionar, buscaron refugio en subsectores en los que seguir
rentabilizando su antiguo know-how (imagen médica, impresión rápida, impresión de libros bajo demanda...) en lugar de afrontar las dificultades y
ser fieles a sí mismos. En 1996 ya contaba con un modelo de cámara
fotográfica digital, sin embargo, la dirección cuestionó que la fotografía
digital pudiese reemplazar a la fotografía tradicional. Kodak tuvo la oportunidad de
liderar la revolución digital en los 90, pero optó por seguir exprimiendo la
vaca lechera de la fotografía tradicional. El negocio de los carretes y
el revelado era altamente rentable, mientras que la fotografía digital implicaba
un concepto "do it yourself" que requería pensar en nuevos modelos de
negocio. Sin embargo, ¿Pero, acaso el hecho de que el nuevo mundo
digital no fuese tan rentable justificaba la decisión de aferrarse al negocio de
siempre? La respuesta es NO. Si Kodak no daba el salto, otros lo iban a dar.
Y siempre es mejor pasar de un negocio grande a uno mediano, que quedarse con
un negocio inexistente. Kodak
tuvo la oportunidad de liderar la revolución digital en los 90, pero
optó por seguir exprimiendo la vaca lechera de la fotografía tradicional.
El negocio de los carretes y el revelado era altamente rentable, mientras que
la fotografía digital implicaba un concepto "do it yourself"
que requería pensar en nuevos modelos de negocio. Sin embargo, ¿Acaso
el hecho de que el nuevo mundo digital no fuese tan rentable justificaba la
decisión de aferrarse al negocio de siempre? La respuesta es NO. Si Kodak
no daba el salto, otros lo iban a dar. Y siempre es mejor pasar de un negocio
grande a uno mediano, que quedarse con un negocio inexistente.
El mercado español
mantiene una tendencia a la baja en los ingresos totales y los crecimientos de
algunos actores se logran a costa de los recortes de otros, pero el
mercado total no crece, como se ha evidencia en España desde la crisis
del 2008, donde el mercado total ha perdido una cuarta parte del valor. Los
44.136 millones que facturó el sector de las telecos en España, han decrecido a
tener unos ingresos por la comercialización de servicios finales en el año 2017
de 25.372 millones de euros, según el organismo regulador, (CNMC)
la Comisión Nacional de las Telecomunicaciones. La caída de dicho mercado ha
sido del 42,52%, todo un cataclismo que se ha proyectado sobre la cotización de
dichas compañías. Eso ha provocado que los operadores se hayan visto
obligados a replantear sus estrategias en el ecosistema, provocando una reducción de
los márgenes en toda la cadena de valor que está alejando o expulsando a
algunos actores fuera de sectores de la industria y atrayendo a otros nuevos. Esta
situación todavía se podría empeorar si como parece el mercado aumenta a un
quinto operador, Euskatel, el cual se añadirá a los cuatro actuales, Movistar,
Orange, Vodafone y Masmóvil. Esto provocará un nuevo ajuste de las
mismas con la entrada del nuevo oferente, que bien puede ser, la concentración
de dichos operadores. Dicha situación, vendrá motivada por de una importante
campaña de marketing, promociones y precios muy ajustados. Esta
situación de presión en los márgenes y en la rentabilidad para los operadores,
ha tenido un ejemplo práctico, es Vodafone, el operador ha tenido que ejecutar
un ERE y reformular su presencia estratégica en España. Pero es que
Movistar,
por ejemplo, sufrió un fuerte varapalo hace unos meses con la pérdida de
clientes, según el registro oficial de la Comisión Nacional de los Mercados y la
Competencia (CNMC).
Según fuentes del sector,
afirman que la irrupción de Euskaltel en el ámbito nacional no
sería una buena noticia, sobre todo para los operadores que ya están operando
en el mercado. Para los consumidores, quizás dicha irrupción serviría para
encontrar precios más atractivos y ajustados, pero esto esconde que quizás la
gran sacrificada sea la inversión de los mismos, la cual se vería muy
presionada con el fin de ajustar los gastos para poder competir en dicho mercado.
Esto impactará en último término en los clientes ya que no podrán disfrutar de
servicios novedosos precisamente por esa contención de los gastos. Esta
situación de ajuste y pérdida de valor ya se está notando actualmente en las
grandes compañías. Los fondos de inversión se están posicionando en contra una gestión con
la cual están perdiendo parte del capital invertido con la dinámica que en
dicho mercado han emprendido algunas grandes compañías. Un ejemplo de
lo que digo lo recoge la siguiente noticia https://bit.ly/2URJ96U
; “La preocupación en presidencia es la posible reacción que tengan los
inversores institucionales por la evolución bursátil de la compañía, que por
segundo año consecutivo estará por debajo del precio al que cotizaba cuando se
celebró la anterior junta. Aunque la compañía exhibe
que ha reducido la deuda en 13.000 millones de euros desde que
el presidente actual se hizo cargo de la gestión hace ahora tres años, y que
por primera vez el apalancamiento ha bajado de los 40.000 millones de euros,
el
mercado no termina de apoyar la estrategia. La acción sube este año cerca
del 1%, algo más que el índice MSCI Europe Telecom (+0,13%), pero mucho que el
10% de revalorización que registra el Ibex 35 hasta este martes.”
Si esta situación anterior
ya es por si lo suficientemente grave,
hoy un diario recogen una noticia que tiene un grave trasfondo, https://bit.ly/2uX6aGX. En la misma nos
informa, que Vodafone se reposiciona en el mercado de datos ofertando al
mercado de telefonía móvil siete tarifas planas de datos al mercado.
Esta nueva situación rompe dicho mercado actual, al “abrir un melón” que tiene graves consecuencias para el resto de
compañías. Esta situación obliga a las mismas a migrar a un escenario en el
cual algunas de ellas no van a tener una vida fácil para poder competir, si
tenemos en cuenta sus compromisos económicos adquiridos en contenidos, por
ejemplo el fútbol, 4.000 millones de euros. En este nuevo
escenario, Vodafone abre el mercado a una competencia en precio,
el precio fijado en dichas tarifas se verá presionado e irá reduciéndose a
medida que el resto de operadores vayan transitando a dicho escenario. Con lo
cual dicho precio ira reduciéndose paulatinamente y empeorando la posición de
aquellos operadores que tengan asumidos compromisos de pago importantes como
por ejemplo, Movistar. Existe una amplia capa de consumidores
españoles que tienen un interés manifiesto por el ahorro y la relación
calidad-precio como factores en la decisión de compra. Según el estudio Consumer
Insights Survey 2018, destaca la gran importancia de las redes sociales
como fuente de inspiración de compra de los consumidores y resalta el desafío
que tienen ante sí las compañías con sus marcas y los distribuidores, para
que sus contenidos sean vistos como auténticos y de confianza. Uno
de cada tres consumidores españoles asegura que la confianza en la marca es una
de las tres principales razones que influyen su decisión de compra,
a parte del precio.
Ante esta situación se
impone un nuevo modelo de competencia en dicho sector, donde la creación de
valor no puede venir de compromisos de pago a los cuales no se les encuentra ROI (retorno a la inversión). El presidente
del regulador, (CNMC), destacó en el acto de presentación de un informe que realizó
en diciembre del 2018, que se portaron 2,1 millones de líneas fijas y 6,5 millones
de líneas móviles, así como que en agosto de 2018 se alcanzó
en móvil la cifra récord de 700.000. "Parece que el consumidor tiene cada
vez más claro lo que quiere y si no lo obtiene en términos de servicios y
precios, actúa racionalmente y se cambia", ha agregado. Así
pues parece que lo que se avecina no va a ser nada positivo para
las compañías establecidas en dicho mercado. Otros factores que también que
tendrán un claro impacto en las mismas, serán la compra de las licencias del 5G
que se están subastando en los diferentes mercados en los que están dichas
compañías así como el endeudamiento (pasivo) que arrastran las mismas, al
que hay que sumar la deflación de dichos mercados.
Las telecos se quejan de
que desarrollan tecnológicamente al país mientras los gobiernos les endosan una
pesada carga fiscal -para Vodafone, España es el país más
exigente de toda Europa si se excluye Reino Unido-. "Europa está haciendo que sus
telecos, si no cambia el modelo de regulación, difícilmente se puedan
sostener", afirmaba recientemente el presidente de Telefónica
en España https://bit.ly/2CfGokv Además a esta situación hay que sumar las
quejas que cada vez son más recurrentes, las reticencias de Bruselas a cualquier fusión. En Estados Unidos, la integración
de Sprint
y T-Mobile dejaría tres operadores. La unión de China
Telecom y China Unicom podría dejar sólo dos competidores en dicho mercado
asiático. Por contra, en la Unión Europea se calcula que existen unos 450
operadores.
Para terminar este post decir que, éste es un error recurrente
en los grandes fallos empresariales: la resistencia al cambio y la argumentación
sesgada de directivos que lleva a las empresas a rechazar la realidad que se
avecina. La historia está plagada de frases lapidarias que muestran la
incapacidad de una gran mayoría de directivos de dimensionar correctamente la
magnitud de un cambio social: "el
cine con sonido es una moda pasajera", "la gente no necesita ir todo
el día con un teléfono en el bolsillo", "los coches eléctricos no
tienen futuro",... Las compañías que dan la espalda al mercado ya saben lo que sucede, el caso de Kodak es suficientemente elocuente.
Ya lo dijo el Dalai Lama: “El enojo, el orgullo y la competencia son nuestros verdaderos enemigos”.
Hola,
ResponderEliminarMuchas gracias por hacernos participar de tu sapiencia con las diferentes entradas de este blog...
He visto que en un texto de esta pagina repites dos parrafos, son estos:
"Kodak tuvo la oportunidad de liderar la revolución digital en los 90, pero optó por seguir exprimiendo la vaca lechera de la fotografía tradicional. El negocio de los carretes y el revelado era altamente rentable, mientras que la fotografía digital implicaba un concepto "do it yourself" que requería pensar en nuevos modelos de negocio. Sin embargo, ¿Pero, acaso el hecho de que el nuevo mundo digital no fuese tan rentable justificaba la decisión de aferrarse al negocio de siempre? La respuesta es NO. Si Kodak no daba el salto, otros lo iban a dar. Y siempre es mejor pasar de un negocio grande a uno mediano, que quedarse con un negocio inexistente. Kodak tuvo la oportunidad de liderar la revolución digital en los 90, pero optó por seguir exprimiendo la vaca lechera de la fotografía tradicional. El negocio de los carretes y el revelado era altamente rentable, mientras que la fotografía digital implicaba un concepto "do it yourself" que requería pensar en nuevos modelos de negocio. Sin embargo, ¿Acaso el hecho de que el nuevo mundo digital no fuese tan rentable justificaba la decisión de aferrarse al negocio de siempre? La respuesta es NO. Si Kodak no daba el salto, otros lo iban a dar. Y siempre es mejor pasar de un negocio grande a uno mediano, que quedarse con un negocio inexistente."
Un saludo. Olano.