miércoles, 29 de abril de 2020

RESERVA FEDERAL (FED) EN EE.UU...COLONIZANDO LA ECONOMÍA


El dirigente y primer presidente de Kenia Jomo Kenyatta (c. 1891-1978) afirmó en cierta ocasión al respecto del proceso de colonización occidental de África:
  • Cuando los blancos vinieron a África, nosotros teníamos la tierra y ellos tenían la Biblia. Nos enseñaron a rezar con los ojos cerrados: cuando los abrimos, los blancos tenían la tierra y nosotros la Biblia.


El 23 de diciembre de 1913, el entonces presidente de Estados Unidos Woodrow Wilson promulgó la Ley de la Reserva Federal, creando el banco central que este año cumplirá los 107 años de historia. Creado en medio de las zozobras financieras de inicios del siglo XX y con una profunda desconfianza del poder central, la Reserva Federal (FED) es hoy una de las instituciones financieras más poderosas del planeta. Actualmente dicha institución vive ahora un gran desafío con la inyección de dinero para reactivar la economía. Es en ese edificio solemne donde un grupo de economistas designados, no electos, se reúne para tomar decisiones que impactan tanto en los habitantes de este país como en millones de personas en el mundo, se están tomando decisiones que marcaran el futuro devenir de dicho país y por ende del resto del mundo al ser el centro de poder económico más relevante del planeta. La crisis financiera de 2008 contribuyó más que ninguna otra a mostrar públicamente el rol de la institución y de su presidente Ben Bernanke, pero fue sólo el último de los muchos desafíos enfrentados por la FED en sus 100 años de historia. Sin embargo, la actual crisis es mucho más relevante y su actual presidente Jerome Powell se encuentra muy condicionado políticamente por un presidente de los Estados Unidos que tiene en su mano la reelección si gana las elecciones de noviembre.
Al prestar dinero ampliamente a compañías, Estados y Ayuntamientos en su lucha por aislar a la economía norteamericana  del COVID-19, la Reserva Federal (FED) está rompiendo tabúes centenarios sobre quién obtiene dinero del banco central durante una crisis, en qué términos y qué riesgos correrá el mismo para recuperar ese dinero. Y con las compras a gran escala de valores del Tesoro de los Estados Unidos, la FED está ampliando los límites de lo que un banco central haría para financiar el aumento de la deuda federal, acciones por otra parte que tienen motivaciones más profundas de corte político que de ortodoxia monetaria. Esta situación es algo que anteriores presidentes de dicha institución trataron por todos los medios de evitar, la política a su ámbito legislativo y la FED a ocuparse de controlar la política monetaria del país y a ejercer la supervisión del resto de instituciones bancarias con el objetivo de alcanzar la estabilidad. Además, puede a veces proveer de depósitos a entidades financieras o al gobierno estadounidense. Sin embargo, la proximidad de las elecciones y un presidente norteamericano que ve peligrar su relección, ha hecho que el actual inquilino de la FED haya sufrido ataques iracundos con el fin de que estimulara la economía bajando los tipos de interés. A su vez, su proximidad a tener que ser reelegido para otros cuatro años, ha hecho el resto para que la política se adueñe de la ortodoxia monetaria. Dicho cargo es elegido por el presidente de los Estados Unidos de entre los miembros de la Junta de Gobernadores que tiene dicho órgano. Puede ser reelegido por mandatos consecutivos renovables cada cuatro años sin límite de tiempo. A los gobernadores de la FED no les gusta hacer nada de esto, sin embargo, creen  que no tienen otra alternativa mejor. “Ninguno de nosotros tiene el lujo de elegir nuestros desafíos; el destino y la historia nos los proporcionan ", dijo el presidente de la FED, Jerome Powell, en un discurso este mes. "Nuestro trabajo es cumplir con las pruebas que se nos presentan". Los economistas proyectan que la cartera de bonos, préstamos y nuevos programas del banco central aumentará a entre 8 billones de dólares y 11 billones de dólares, el año pasado dicha cartera estaba menos de 4 billones de dólares. En ese rango, la cartera sería el doble del tamaño alcanzado después de la crisis financiera de 2007-09 y casi la mitad del valor del Producto Interior Bruto (PIB) de Estados Unidos. Su programa de deuda, haría que su papel en la economía fuera mucho mayor que durante la Gran Depresión o la Segunda Guerra Mundial, según los cálculos del diario Wall Street Journal. La cartera había alcanzado los 6,57 billones de dólares el 22 de abril.


Según el profesor de Historia de la Universidad de Columbia Adam Tooze, "La FED está siendo enviada en una misión en lugares donde nunca ha estado antes". Debido a los shocks financieros y económicos causados ​​por el virus, dice, los funcionarios del banco central "están siendo absorbidos por una serie de enredos que no pueden controlar y que normalmente no tocarán en la distancia, sin embargo, esta vez sintieron que tenían entrar y entrar duro en él problema". Muchos prescriptores de políticas gubernamentales, incluidos críticos anteriores de la FED, apoyan las acciones que está llevando a cabo esta vez, aunque los cálculos políticos podrían cambiar rápidamente, si como parece dentro de seis meses el inquilino de la Casa Blanca no es el actual. "Esto debería considerarse un evento muy extraño, un cisne negro, no algo que suceda en condiciones normales", dice el senador Pat Toomey, quien criticó a la FED después de la última crisis por permitir grandes déficits presupuestarios federales. El mes pasado dicho senador, ayudó a avanzar el proyecto legislativo de rescate económico de 2,2 billones de dólares en el Congreso, lo que coloca a la FED en el centro de los esfuerzos de rescate económico del Gobierno. Entre los riesgos que está asumiendo la FED están, que algunos programas fracasarán, que los funcionarios no podrán deshacerse de dichos programas, que los políticos se acostumbrarán a dirigirse a la FED para solucionar problemas que sus herramientas legislativas no resuelven y que el descontento público sobre las elecciones de la FED erosionará su autoridad con el tiempo. Este último riesgo es importante porque las herramientas de la FED son más adecuadas para ayudar a las grandes empresas que solicitan préstamos en los mercados de capitales que las pequeñas que no lo hacen.
Paradójicamente, se está produciendo una situación curiosa, es un capitalismo sin bancarrota, es como mentar la fe del catolicismo sin infierno. Sin embargo, el presidente de la FED Jerome Powell, define la tarea del gobierno desde una perspectiva moral diferente. "La gente está haciendo estos sacrificios por el bien común", dijo en su discurso. "Necesitamos hacerlos completos en la medida en que tengamos la capacidad". El banco central después de reducir las tasas de interés a casi cero a mediados de marzo, comenzó una cascada de programas de compra de bonos para dar estabilidad a los mercados. Entre el 16 de marzo y el 16 de abril, compró valores del Tesoro y de hipotecas a un ritmo de casi 79.000 millones de dólares al día. Haciendo una comparación de dicha magnitud, entre los meses del año 2012 y 2014 estuvo comprando alrededor de 85.000 millones de dólares al mes. Estas compras de la FED ayudan al gobierno a financiar su deuda con un coste reducido, que se dispara a medida que el Tesoro envía cheques directamente a los hogares y gasta más en el seguro de desempleo. La FED, por otro lado, está preparando una segunda ola de programas en asociación con el Tesoro para conceder préstamos directamente a compañías y gobiernos estatales y locales. El Congreso ha otorgado al Tesoro 454.000 millones de dólares para en asociación con la FED realicen dicha tarea. Sin embargo, la FED prestará hasta 10 veces la cantidad que el Congreso destino a dichos programas, y el Tesoro tendrá que asumir las primeras pérdidas en préstamos que han sido otorgados sin las garantías mínimas para que no resulten fallidos. Hasta ahora, el Tesoro ha comprometido alrededor del 40% de esos fondos a algunos de nueve programas diferentes, dejando espacio para extenderlos o desplegar otros.




La respuesta comedida del señor Powell a los implacables ataques del presidente Trump contra él en los últimos dos años, han disipado dudas en los legisladores de que dicho cargo se esté comportando como un lacayo para conseguir el presidente norteamericano su relección en noviembre. La FED tiene un poder único, esto es, la capacidad de crear dinero al acreditar a los bancos con fondos que pueden prestar, eso lo ayuda a guiar el coste del dinero, que es la tasa de interés. Las bajas tasas de interés y la impresión de dinero impulsaron la inflación de los precios al consumidor después de la Segunda Guerra Mundial y durante la década de 1970. Los funcionarios de la FED no ven eso como un riesgo ahora porque la economía se está hundiendo, lo que significa menos demanda del consumidor y menos inflación. Además, la inflación ha estado latente durante años en los Estados Unidos y otros países como Japón, donde los bancos centrales han tenido un comportamiento agresivo. Unos tipos de interés eventualmente altos, hará que el coste al Tesoro de dichos programas se encarezca. "Si la economía se recupera y la inflación es un problema, esa será la prueba", dice la ex presidenta de la FED, Janet Yellen. Eso no es un problema ahora, si alguna vez lo es, dice ella: "Creo que la FED va a ganar con eso". El Congreso hizo una llamada a la FED en parte porque desarrolló capacidades para intervenir durante la crisis bancaria del año 2008 y tiene la capacidad de posicionarse como pocas instituciones para moverse rápido. El hecho de que la economía se estabilice depende de causas ajenas al control de la FED, incluido si la propagación del coronavirus se desacelera, si existen otras autoridades implementando programas de prueba y monitoreo para reducirlo o si se descubren tratamientos y vacunas para acabar con el mismo. La FED afirmó el lunes que lanzará un próximo programa para proporcionar financiación a los gobiernos estatales y locales presionados por la disminución de los ingresos fiscales. Comprará deudas  con hasta tres años de vencimiento emitidas por hasta 261 prestatarios municipales, incluidos los 50 estados, el Distrito de Columbia, condados de al menos 500.000 habitantes y ciudades de al menos 250.000 habitantes. Inicialmente había dicho que limitaría tales compras a condados de al menos 2 millones y ciudades de al menos 1 millón, además de los estados



La FED ha visto durante mucho tiempo los préstamos a estados y ciudades como un campo de minas político. Su restricción inicial para prestar a los gobiernos locales ya ha provocado un retroceso. En una carta al presidente de la FED  este mes, la diputada de la Cámara de Representantes por el estado de California, Maxine Waters, presidenta del Comité de Servicios Financieros de la Cámara de Representantes, dijo que el programa habría excluido a 35 ciudades más pobladas por afroamericanos. "Este enfoque corre el riesgo de exacerbar las disparidades raciales en la respuesta del gobierno federal", escribió. El senador por Idaho Mike Crapo, presidente del Comité Bancario del Senado, le envió una carta al presidente de la FED el mismo día señalando que ninguno de los municipios de su estado sería elegible y expresando su descontento con las comunidades rurales. Otros legisladores han expresado quejas similares. Varios analistas han dicho que si los legisladores quieren más ayuda para los gobiernos locales, están mejor posicionados para otorgar subvenciones a los estados en lugar de depender de la Reserva Federal para otorgar préstamos. Los funcionarios de la FED temen que puedan terminar teniendo deudas municipales que los prestatarios no puedan pagar. Si esto sucede, quedan sin respuesta preguntas como qué papel desempeñaría en una quiebra y si apoyaría al prestatario o se alinearía con otros acreedores para recuperar su dinero. Esta situación está llevando a que la FED sea cuestionada por amplios sectores, sin embargo, razones para dicho argumento existen al ser tan selectivos en las ayudas que conceden. Mientras tanto dicho organismo no quiere estar en condiciones de decir: “Hay que aumentar los impuestos o reducir los salarios a los policías o bomberos”, dice Scott Álvarez, asesor general de la Reserva Federal entre el año 2004 y 2017. "Esa es una de las razones por las que en el año 2008 no otorgamos préstamos directamente a los municipios". La FED experimentó momentos difíciles en la anterior crisis financiera del 2008, ya que manejaba los activos que tenía debido al rescate del banco de inversión Bear Stearns Cos.incluyendo la ejecución hipotecaria en un centro comercial en la ciudad de Oklahoma, préstamos de propiedad de hoteles Hilton en Hawai y Puerto Rico, y vendió una cartera de deuda en hoteles Red Roof Inn después de su quiebra. Sin embargo, Alvarez afirma que la FED puede tener paciencia con los activos que van mal ya que no tiene que responder ante los accionistas.

                                     Gráfica de evolución de los tipos de interés

Los respaldos de la deuda corporativa de la FED se han ampliado para incluir a los llamados ángeles caídos, compañías recientemente rebajadas en el rating a el bono basura. También comprará fondos negociados en bolsa que invierten en bonos basura y proporcionará financiación a los inversores en fondos de préstamos comerciales conocidos como obligaciones de préstamos garantizados, o CLO. Muchos fondos de capital privado agregaron deuda a sus compañías de cartera antes de la crisis en los mercados de bonos basura y CLO. Al apoyar los bonos basura y las CLO, la FED podría estar ayudando a los fondos de capital privado que hicieron vulnerables a sus compañías de cartera antes de la crisis con grandes cargas de deuda. "Se necesita pensar en todos los incentivos que nuestras instituciones están creando", dice el presidente de la FED de Boston, Eric Rosengren. Los funcionarios de la FED concluyeron que necesitan ofrecer un amplio apoyo a los mercados de deuda corporativa para evitar que el crédito se agote y produzca aún más quiebras a gran escala y pérdida de empleos. "Estaría dispuesto a asumir más riesgo de crédito de lo que hubiera tenido antes de esta situación", dice la presidenta de la FED de Cleveland, Loretta Mester, "porque este es un shock negativo enorme, sin precedentes". El programa de préstamos directos que hará a pequeñas y medianas empresas por valor de  600.000 millones de dólares, será quizás la tarea más complicada que abordará, según lo que opinan funcionarios actuales y anteriores de dicho organismo. Por primera vez desde la Gran Depresión, la FED prestará directamente a pequeñas y medianas empresas, ofreciendo préstamos de hasta cuatro años a través de bancos. Con esta acción, está tratando de llegar a pequeñas empresas que están limitadas para emitir deuda en Wall Street. "La Fed se vio afectada en su reputación cuando se vio que había facilitado el rescate financiero de Wall Street en el año 2008 y había dejado a la calle sin ayuda", dice Vincent Reinhart, ex economista de la FED y ahora economista jefe de la firma de gestión de activos Mellon. "No van a hacer eso otra vez".
Expresidente de la FED, Ben Bernanke (el helicoptero) en la crisis del 2008

El desafío para dicha institución, no es solo decidir quién recibe dinero, también es cuánto cobrar y en qué términos. Los banqueros centrales viven de la doctrina "Bagehot’s Dictum", llamado así por el escritor británico del siglo XIX que editó la revista “Economist”. Para detener el pánico, dijo Walter Bagehot, un banco central debería prestar libremente contra buenas garantías a una tasa de interés un poco más alta de lo normal. La FED no quiere prestar a empresas que no son viables, dice la gobernadora Mester, presidenta de la FED de Cleveland. Tampoco quiere dejar que los negocios viables fallen porque el flujo de efectivo se corte temporalmente. Distinguir entre los dos es el gran desafío que hay actualmente. Dado que los estadounidenses no pueden o no quieren participar en el comercio a través del consumo, puede ser nada más cuestión de tiempo que la iliquidez se convierta en insolvencia. La FED limitó la cantidad de deuda que pueden tener las pequeñas empresas antes de calificar para los préstamos del programa de la calle. Se requiere que los bancos mantengan el 5% de cada préstamo para aislarse de convertirse en un sumidero de deudas incobrables. Los prestatarios enfrentarán restricciones sobre los sueldos de los ejecutivos y el pago de dividendos. El Tesoro tomará los primeros 75.000 dólares de cualquier pérdidaUn peligro es que la FED reviva Wall Street, donde se han probado sus herramientas, mientras que el programa de la calle para las pequeñas empresas se queda corto, dice Glenn Hubbard, profesor de economía de la Universidad de Columbia. "Estoy realmente preocupado de que no vaya a funcionar", dice, y señala que eso sería un golpe de reputación para el banco central. 
Un gran peligro que corre actualmente la FED es que el Congreso se acostumbre a pedirle que intervenga cuando existan problemas, cuando dicha institución ha velado con sumo celo por guardar su independencia, especialmente después de sucumbir a la presión del presidente Nixon para que la economía apoyase su candidatura antes de las elecciones presidenciales de 1972. Ni que decir tiene que las elecciones el señor Nixon las ganó, pero poco después tuvo que coger la maleta e irse para su casa por el escándalo Watergate. La peregrinación de legisladores a la FED para que rescate determinados sectores de su territorio no para de crecer, el último el senador Ted Cruz por Texas, el cual envió una carta a Powell pidiéndole al banco central que buscase formas de prestar dinero a las compañías de petróleo y gas que tienen demasiada deuda para calificarse en los distintos programas existentes de la FED. Sin embargo, Powell dijo recientemente que las autoridades de la Reserva Federal no permitirían tales rescates. El mes pasado, los abogados de la FED ayudaron a rechazar el texto legislativo que habría hecho que el Congreso ordenara explícitamente a la FED que lanzara programas de préstamos, según personas familiarizadas con las negociaciones. En cambio, el Congreso proporcionó dinero al Tesoro que podría usar en colaboración con la FED a discreción de ambos. Las acciones de la Reserva Federal representan un nivel de cooperación con el Congreso y el Tesoro nunca visto desde la Segunda Guerra Mundial. En aquel entonces, el banco central mantenía bajas las tasas de interés a largo plazo para ayudar a financiar el gasto de la guerra y la recuperación. La FED presionó exitosamente a la administración Truman para que aceptara en 1951 poner fin a esa política… Sin embargo, en la actualidad parece que ahora el señor Trump pretende colonizar como al principio del post su economía, en una fiesta que hace sonrojar a aquellos que levantan la voz en Europa (como el primer ministro de Holanda), lo cual, por desgracia no garantiza al señor Trump que gane las elecciones de noviembre.

Ya lo dijo Alan Greenspan: “El papel de la Reserva Federal de Estados Unidos es llevarse la fuente de ponche cuando la fiesta está empezando”.

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