John Pierpont Morgan, es
el primer banquero de la era moderna -o el "disciplinador del
mercado", como se le ha llamado-, se aseguró de que
ninguna empresa que fuera demasiado grande como para fracasar lo hiciera.
En 1885, Morgan usó su poder de intermediación con una fuerza característica: para
evitar una guerra de precios entre los dos ferrocarriles más grandes de la
costa este de Estados Unidos. Carnegie financiaba al Ferrocarril
Central de Nueva York para construir una nueva línea que rompiera el monopolio
que tenía el Ferrocarril de Pensilvania sobre el transporte de su acero. El
magnate de origen escocés buscaba reducir sus costes de flete. Pero Morgan
temía que, si los dos grandes ferrocarriles participaban en una guerra de
precios destructiva, que ninguno de los dos podía afrontar, la economía se
desestabilizaría. A espaldas de Carnegie, Morgan organizó una
reunión secreta con los presidentes de ambas empresas ferroviarias en su opulento
yate, "El Corsario". Fue el lugar perfecto para ese encuentro: nadie podía
bajarse antes de haber aceptado los términos de Morgan, a menos que les
apeteciera nadar. Y así, Morgan obtuvo lo que quería. No a través de
mucho diálogo, sino principalmente clavándole la mirada a los dos hombres desde
una silla en la esquina, con el ceño fruncido como un director de escuela
decepcionado, hasta que los ferroviarios prometieron no competir. Para Morgan, sofocar la competencia no era
solo una forma de ganar dinero, sino también una forma de poner orden en la
economía. En esta ocasión, por una vez, Carnegie salió perdiendo. "Morgan
logró llevar un alto grado de orden al sistema financiero y a la economía
estadounidense", señala el historiador Steve Fraser.
El Corsario, el yate que J.P. Morgan utilizaba para hacer negocios... y ostentar su fortuna. FOTO: GETTY IMAGES
El 22 de abril la prensa recogía la siguiente noticia, “JP Morgan contra Pallete: Telefónica "debería recortar su dividendo" por la crisis” https://bit.ly/2S1ajps. En la misma se decía, “Telefónica "debería recortar su dividendo" por la crisis. Así de claros son los analistas de JPMorgan en su último informe sobre las operadoras europeas de telecomunicaciones. Estos expertos no solo aconsejan a Telefónica recortar su dividendo, sino que también consideran que las operadoras británicas BT y Vodafone deberían rebajar los suyos por el actual escenario económico. JPMorgan ya anticipó que los dividendos del sector de las telecomunicaciones, pese a que no están tan vinculados a la crisis actual como el de los bancos, no eran seguros e inmunes al actual escenario económico. Para JPMorgan, los grupos de telecomunicaciones tienen un problema general por su alto apalancamiento, que representa en conjunto el 63% de su valor. Algo que consideran problemático en el actual escenario recesivo que afronta la economía mundial. No entendemos que las empresas de telecomunicaciones paguen dividendos tan altos cuando está claro que no son sostenibles y que los altos rendimientos no han respaldado los precios de las acciones", afirma JPMorgan. "Por el contrario", añade, "impulsan un bajo rendimiento, tensionan los balances y fomentan una cultura defensiva de la industria inadecuada para tener éxito en un panorama tan disruptivo.” El día 4 de abril escribí el siguiente post en el blog, “TELEFÓNICA CAÍDA DE INGRESOS...REDUCIR O ELIMINAR EL DIVIDENDO” https://bit.ly/3dT970H En el mismo venía a decir lo que el banco de negocios norteamericano le viene a decir ahora al equipo directivo de Telefónica. Por otro lado, el banco de negocios ya lanzó un aviso al equipo directivo el 13 de enero según recogía la prensa, “JPMorgan apuesta por Cellnex y aconseja evitar Telefónica en 2020” https://bit.ly/3bzd0q6 , https://bit.ly/2VBA0iF Sin embargo, todo siguió su curso hasta el 19 de febrero que es cuando empezó el tsunami bursátil que arrasó las cotizaciones bursátiles en todo el mundo. Conviene recordar que el banco de negocios estadounidense no es nada sospechoso de ser hostil a la compañía, ya que fue contratado por la operadora como asesor para realizar la adquisición de la división de móviles de la filial brasileña de Oi, operador que está atravesando graves dificultades económicas según recogía la prensa el 25 de septiembre del año 2019 https://bit.ly/3bwrVBj
Una de las cuestiones que ha
traído el COVID-19, es que las expectativas con respecto a cómo
evolucionará la economía se han difuminado, se ha entrado un escenario
con múltiples incógnitas, donde factores como la caída del precio del petróleo hacen
de acelerante hacia la recesión económica. Ante este escenario,
sectores como por ejemplo la banca, se les ha obligado a no pagar el
dividendo por parte del Banco Central Europeo, https://bit.ly/3cCH5Fh
, sus créditos concedidos a múltiples negocios y compañías pueden terminar en
impagos con lo que tendrán que provisionar multitud de créditos fallidos. En
Estados Unidos existe otro escenario similar, se está viendo con la industria
petrolera del fracking https://bit.ly/3czQGfU, las cuatro
mayores entidades norteamericanas, JP Morgan, Bank of America, Citigroup
y Wells Fargo, han invertido cada una de ellas más de 10.000
millones de dólares sólo en el 2019 en el sector del fracking petrolero,
según Statista. Y ahora estas empresas petroleras corren el serio riesgo de
declararse insolventes, con lo que los bancos pueden quedarse con
papel mojado en sus balances. Antes de que surgiera el brote
vírico, Goldman Sachs esperaba que la economía española creciera
un 1,8% en el año 2020. Sin embargo, con un escenario completamente opuesto la
economista jefa del Fondo Monetario Internacional, Gita Gopinath, prevé
una caída de la economía global del 3% en 2021. La economía española se
desplomará un 8% este año y el paro se disparará hasta el 20,8%, según dicho
organismo. De cumplirse la proyección, España sufriría la mayor caída
anual desde la Guerra Civil de 1936. La recuperación llegará en el año
2021, cuando el PIB crecerá un 4,3% y el desempleo bajará hasta el 17,5%.
El 20 de abril, la publicación
norteamericana Barron´s publicó un artículo https://bit.ly/3bIpHit en el que abordaba el
pago de dividendo de las principales telecos europeas. En el mismo decía lo
siguiente;
“Las telecomunicaciones se
han promocionado como un sector defensivo con sus altos flujos de efectivo y
ganancias estables, lo que deja a las acciones bien posicionadas para resistir los
choques financieros de la pandemia del COVID-19. Sin embargo, tres de los
11 principales operadores europeos han reducido sus pagos a los accionistas, Proximus
de Bélgica, Telia de Suecia y más recientemente, Orange de Francia.
"También creemos
que Telefónica debería reducir sus dividendos, pero
en este momento la compañía se mantiene firme en que no habrá recortes",
dijo Waller.
Tanto BT, que cotiza
en el Reino Unido, como la compañía española Telefónica, también podrían verse
expuestas a una reducción de los ingresos por suscripción de la TV deportiva
inferiores a los esperados. Esta situación
debería significar menos
pago de derechos esta temporada ya que la Liga de Fútbol Profesional no
ha cumplido con su obligación de
jugar un número
determinado de partidos, sin embargo, la ley nunca suele ser tan sencilla”. "Si BT no
puede recuperar ninguna de sus tarifas de derechos, entonces estimamos que
podrían ver un recorte del 4% del Free Cash Flow (flujo de caja) este
año", dijo Waller. "Teóricamente,
los dividendos no tienen impacto en la valoración de una acción", dijo
Waller, "pero claramente son muy importantes para los inversores y pueden
analizarse como una señal de intenciones del equipo directivo". Por
lo general, se espera que las empresas que reducen sus dividendos tengan un
rendimiento inferior, pero curiosamente, Telia, Orange y Proximus han
superado al sector de telecomunicaciones en el año hasta la fecha. Eso
sugiere que los recortes no son tan malos como el mercado temía que pudieran
ser. Waller advirtió que, si bien los inversores aún deben tener cuidado
con la intervención del Gobierno, deben estar relativamente tranquilos ya que
los fundamentos permanecen intactos con el fin de garantizar un rendimiento continuo
superior. Aun así, cree que la compañía holandesa de telecomunicaciones
KPN, la noruega Telenor, Swisscom y Deutsche Telekom podrían ser candidatos
para posibles recortes de dividendos.”
Si como parece, por las
noticias y argumentos que se afirman en las mismas por diferentes actores,
el dividendo en este momento es recomendable anularlo o reducirlo sustancialmente https://bit.ly/3cIE5XM, en Telefónica hay un problema añadido, es la situación de
interinidad por la que está atravesando el equipo directivo. Con un equipo gestor que ya no decide y dos
dominicales (BBVA y La Caixa) que están moviendo ficha para cuando acabe el
confinamiento, la decisión de salvaguardar a la misma ante un escenario
incierto por el COVID-19 corresponde a dichos accionistas. Hay que
tener en cuenta otro factor muy importante a la hora de decidir al respecto, el
21 de abril escribí un post en el blog https://bit.ly/3ezV3cV donde describía el escenario post COVID-19
que dibujaba Europa con respecto a los sectores estratégicos de su economía. Se entendería
muy mal en cualquier país de la Unión Europea la ayuda del Estado entrando en
el capital de una compañía con problemas, con el pago de dividendo de esta https://bit.ly/2xJDZk9. En
el caso de Telefónica, su dividendo supone la salida de
caja de 2.000 millones de euros, en un momento que son más
necesarios que nunca, máxime si tiene que atender a los concursos de licencias 5G y sus
correspondientes despliegues que están en ciernes como son los de Brasil y
España, los cuales se han retrasado por el problema de la pandemia. A
todo esto, hay que añadir una deuda neta financiera que en el último trimestre del
año 2019 alcanzó los 37.744 millones de euros, y un valor bursátil de 20.800
millones de euros.
Dicen que no hay mejor
ejemplo que predicar haciendo lo que se dice, la crisis económica
derivada de la pandemia está obligando a multitud de compañías cotizadas a
hacer acopio de liquidez y JP Morgan no es una excepción. El banco norteamericano
estudia suspender su dividendo, algo no conocido en toda su historia, iniciada
en 1895 (125 años) https://bit.ly/3eLLBmA El presidente de JPMorgan
Chase & Co, Jamie Dimon, dijo que anticipa
una "recesión mala" en 2020 y que el banco más grande de Estados
Unidos podría suspender su dividendo si la crisis del coronavirus se agrava.
Dimon, considerado como la voz del sector bancario de Estados
Unidos, es el agente de Wall Street más importante hasta ahora que ha
proyectado que el coste económico de la epidemia no desaparecerá rápidamente.
JPMorgan podría
considerar suspender los dividendos si el producto interior bruto (PIB) cayera hasta
un 35% en el segundo trimestre y la tasa de desempleo aumentara a más del 14%
en el cuarto trimestre del año, escribió el presidente ejecutivo en
una carta a los accionistas. Todo un ejemplo de prudencia y cautela ante
la que está cayendo. Sin embargo, aquellos que se resisten a aceptar la realidad y viven en un mundo imaginario quizás tendrían que pasar por el barco “El Corsario”
del comienzo del post, entonces ante la disyuntiva de aceptar la realidad o
salir nadando a tierra… Probablemente verían la realidad.
Ya lo dijo John Pierpont
Morgan: “Un hombre siempre tiene dos razones para lo que hace, una
buena y la verdadera.”
ResponderEliminarUn punto de vista bastante respetable a tenor de lo que se publica en la prensa, no obstante, llama enormemente la atención que con la desautorización que está sufriendo el equipo directivo en cuanto a hechos que pregona que va hacer y luego no hace, no se haya ido ya. Si como parece el estado va a entrar en la compañía, es necesario que se investigue y audite la misma antes de inyectar capital. Espero que los diferentes grupos de interés de la misma tengan mejor suerte con las personas que tomen el timón para dar el relevo a los actuales gestores.