martes, 19 de mayo de 2020

INFORME COTEC 2020 DE LA I+D EN ESPAÑA...INTANGIBLES ANSIADOS, PERO NO BUSCADOS

Se acaba de publicar por parte la Fundación COTEC https://bit.ly/3e1V6Ny, (organización privada sin ánimo de lucro cuya misión es promover la innovación como motor de desarrollo económico y social), el informe anual correspondiente al año 2020. En el mismo se hace un repaso a las magnitudes de dicha I+D+i en nuestro país, un año más la foto que sale de dicho informe impacta de lleno con una realidad que año tras año presenta mas sombras que luces. La primera de las cuestiones que refleja el informe es precisamente esa realidad de lo que representa la inversión económica de dicho activo, como es la I+D+i en el tejido productivo. España en el año 2018, la inversión en I+D aumentó por cuarto año consecutivo, incrementando también su peso en la estructura productiva hasta el 1,24% del PIB. Así, según los últimos datos publicados por el Instituto Nacional de Estadística (INE) España invirtió en I+D+i un total de 14.946 millones de euros en 2018, una cifra similar a la de 2008 (14.701 M€). Produciéndose un incremento de 883 millones de euros respecto a 2017, lo que supone una tasa de crecimiento de la inversión en I+D+i del 6,3% interanual, por encima del 6,1% observado un año antes. Aunque la tendencia es positiva, los niveles de inversión en I+D+i están muy alejados de lo que nos correspondería por nuestro potencial económico y que nos sitúan lejos de la media europea. Tómese como ejemplo la pírrica inversión que realiza España, con la que por ejemplo realizó Alphabet (Google) en el año 2019, 18.270 millones de euros. Una sola compañía invierte más que un país del tamaño de España.  Este dato es representativo del valor real que se da a dicho activo y la creencia que se tiene en el mismo, tanto por los responsables de las administraciones públicas como por los directivos de las instituciones empresariales. Por cierto, uno de los ponentes de dicha presentación del informe COTEC en Distrito Telefónica, era el presidente de la operadora, la cual invirtió el año pasado en I+D+i según la Comisión Europea, 947 millones de euros, 19,29 veces menos que Alphabet http://bit.ly/2EODh53 

El crecimiento de la inversión en España, combinado con la desaceleración del PIB nominal, que bajó del 4,3% en 2017 al 3,5% en 2018, ha conducido a un mayor peso de la I+D+i en la estructura productiva, hasta situarse en el 1,24% del PIB, 3 centésimas más de lo registrado en 2017. Sin embargo, pese a la positiva evolución de la inversión de los últimos años, España sigue estando muy lejos del nivel máximo de inversión respecto al PIB previo a la crisis, que alcanzó el 1,4% en 2010, así como también del objetivo del 2% que el Plan Estatal de Investigación Científica, Técnica y de Innovación mantiene para 2020, y que ya no es posible cumplir.

La contribución del sector público a la recuperación de la I+D es testimonial. Los tímidos incrementos en inversión en dicho parámetro durante los últimos dos años, siempre por debajo del PIB, llevan a la investigación pública a una paulatina y continua pérdida de peso en la estructura productiva.  Pérdida paralela a la severa reducción de los recursos públicos destinados a esta actividad, debido tanto a la reducción de las partidas presupuestarias destinadas a I+D+i como al bajo grado de ejecución conseguido. En la última década la ejecución de los presupuestos de I+D+i del sector público estatal español se ha venido desplomado de manera progresiva, hasta consolidarse en una tasa inferior al 50%. Este pésimo dato ha coincidido con una apuesta creciente de los sucesivos gobiernos por el gasto financiero en detrimento del gasto no financiero, como viene advirtiendo COTEC hace años. Esta situación ha propiciado que haya una amplia parte del mercado de trabajo, deficitario en la demanda de personas con altas cualificaciones, que ha encontrado un equilibrio de salarios bajos, baja inversión en capital físico y cualificaciones reducidas. Al mismo tiempo, sin embargo, España tiene unas altas tasas de graduados con educación superior que padecen un nivel de infrautilización de sus competencias muy fuerte y que perciben bajas retribuciones. Esta situación propicia que muchos de estas personas con alta formación terminen trabajando en países ajenos a España, un drama que en provincias como Asturias es sangrante  https://bit.ly/2z3EJRM

                                                     
FUENTE: "Research and development"  Eurostat, 2020

En el año e 2018 crece por primera vez con fuerza el número de empresas con I+D+i interna, que ya son 10.843 (664 más que el año anterior). Pero todavía son poco más del 70 % de las que había en el año 2008. Esta reducción afecta sobre todo a las empresas pequeñas, ya que las grandes son solo un 8 % menos que ese año. La reducción del número de pymes con actividad de I+D+i ha reducido también su contribución a la inversión empresarial total, que ha bajado del 54% de 2008 al 47 % en 2018. Aun así, este reparto entre empresas grandes y pequeñas no es la pauta habitual en la UE. Según datos de Eurostat, en 2017, en España, la inversión era casi del 46% realizada por las pymes y 54% por las grandes, mientras en Alemania las empresas grandes realizaron el 92% del esfuerzo; en el Reino Unido (2016) el 79%; en Francia el 73% y en Italia el 63%.

La trayectoria reciente de España en I+D contrasta con la de la Unión Europea, que en 2018 ya invertía un 27% más que antes de la crisis. O, todavía más, con la de China, que en este periodo ha más que duplicado sus niveles de inversión en I+D+i, y desde 2015 invierte ya al mismo nivel que la Unión Europea (ambas economías invierten un 2,1% de su PIB). En el periodo 2009-2018, España acumula un aumento del 2,5%, claramente inferior a los crecimientos observados en las otras cuatro grandes economías europeas: Alemania (38%), Reino Unido (21%), Italia (17%) y Francia (12%). El esfuerzo de España en I+D+i no solo está lejos del promedio comunitario, sino que la brecha aumenta cada año. La figura 5 muestra cómo el proceso de convergencia que tuvo lugar hasta 2008, cuando se redujo la distancia a medio punto porcentual, se ha convertido en una clara divergencia, de modo que en 2018 la distancia es ya casi de nueve décimas, aproximadamente la misma que en 2000 (0,88). La explicación de esta distancia entre España y la media de la UE en términos de I+D no hay que buscarla en el potencial económico. Si tomamos los valores medios de la UE-28 como un índice 100, la renta per cápita española alcanzaría los 91 puntos, mientras que la inversión en I+D+i por habitante se quedaría en 49 (figura 6). En 2018 había 5 países en Europa con menor renta por habitante que España, pero con una mayor apuesta por la I+D+i (Eslovenia, Estonia, Hungría, Portugal y República Checa).



Una de las cuestiones más relevantes que se trataron en la presentación de dicho acto, fue el hecho de reconocer el valor de los activos intangibles en el mundo empresarial, dicha situación fue puesta en común por el ponente Jordi Gual, presidente de La Caixa. El total de los activos intangibles en las empresas de todo el mundo, es decir, aquellos no cuantificables que influyen de forma directa en la percepción y la imagen de la compañía, disminuyó de un 51% en 2018 a un 48% en 2019. Estados Unidos lidera el ranking de valores intangibles, seguido de Dinamarca, Irlanda, Suiza y Finlandia. España, sin embargo, está relegada al puesto 24, muy por debajo de los países de referencia europeos. Las compañías se enfrentan actualmente a un importante desafío, y es que, los activos tangibles son, a priori, fáciles de valorar ya que suelen ser activos físicos con valores monetarios medibles. Sin embargo, los intangibles, que con el paso de los años han pasado a representar la mayor parte del valor de las grandes compañías, no cuentan con esa característica de ser medibles. A medida que el desarrollo tecnológico se incrementa, el valor de las organizaciones depende cada vez más de los progresos que realizan sus empleados en desarrollos tecnológicos, de sus relaciones corporativas, del uso de sus datos y de su marca. Los activos intangibles al no ser activos físicos ni existir la capacidad de convertirlos fácilmente en dinero, calcular su valor real se convierte en un desafío, sin embargo, esa situación no oculta su potencial creador de riqueza y valor que tienen para cualquier compañía que quiera triunfar en el mundo corporativo. Cuando hablamos de activos intangibles nos estamos refiriendo según Aon y Ponemon Institute a ocho categorías https://aon.io/2LDid4O:

1. Propiedad Intelectual, los activos creados por el intelecto humano, tales como patentes, derechos de autor, marcas, conocimiento de un negocio y secretos comerciales.

2. Derechos contractuales, derechos de valor generado entre empresas, tales como los royalties y los acuerdos por licencias.

3. Marca, el valor asociado a la percepción del consumidor, tal el valor de la marca.

4. Intangibles duros (hard intangibles), activos que tienden a figurar en los balances como un elemento específico, como el fondo de comercio o las licencias de software. Se trata de un intangible marcado por vía legal, contractual o de otro tipo de protección (local o en todo el mundo)

5. Datos, La información almacenada en los sistemas informáticos, como la lista de clientes.

6. Derechos no económicos, activos que no suelen afectar a la generación de ingresos, como los acuerdos de no competencia.

7. Relaciones, valor asociado a las redes de personas/corporaciones de una compañía.

8. Derechos o contratos públicos, derechos de valor de carácter público o a través del Gobierno, como el permiso de planificación o los derechos de perforación.

El valor de los activos intangibles se ha disparado exponencialmente en las compañías, en el año 1975, el valor de los intangibles era de 110.000 millones de euros. Y el valor de los activos tangibles de las empresas del índice S&P 500 estaba en 540.000 millones de euros. Sin embargo, en la actualidad el valor de los activos intangibles es de 19 billones de euros. Y el valor de los activos tangibles es de 3,64 billones de euros. En la siguiente infografía elaborada por Raconteur, se pone de manifiesto el peso que los intangibles han alcanzado en las grandes compañías.

Las compañías españolas son meramente tangibles en comparación con sus homologas a nivel internacional. Entre las cinco principales empresas españolas, donde se sitúan Inditex, Telefónica, Iberdrola, Amadeus y Naturgy, carecen de “un valor que las una” y sea común. A diferencia por ejemplo de Estados Unidos, donde saben que su fuerte es la tecnología de mano de empresas como Microsoft, Amazon y Apple (que lideran el ranking de empresas con mayor valor intangible), las compañías españolas no tienen identificado dónde está su fuerte, hay un poco de todo y cada una con una razón completamente diferente. Hay que resaltar el “caso único” de Inditex, ya que el 85% de su valor empresarial reside en activos intangibles. Actualmente alrededor de 53 empresas en España tienen un valor en libros superior al 100% del valor de la empresa frente a las 40 compañías en 2018. Para Brand Finance, este dato revela que el mercado cree que valen menos o que no son capaces de generar demanda suficiente.


TABLA-1

Un ejemplo del valor de los intangibles lo encontramos en las compañías estadounidenses, es decir, antes la relación entre activos intangibles y tangibles era aproximadamente de 1/5 y ahora es de 5/1. Lo mismo se observa al ver qué tipo de empresas formaba el TOP5 por capitalización de dicho índice hace 43 años y ahora. En 1975 eran empresas con un elevado perfil industrial (IBM, Exxon Mobil, Procter & Gamble, General Electric y 3M) y ahora está liderado totalmente por empresas tecnológicas (Apple, Alphabet, Microsoft, Amazon y Facebook). En estas últimas compañías, los activos intangibles y que incluyen factores como la propiedad intelectual o los datos, han aumentado rápidamente su importancia en comparación con los activos tangibles. Los primeros puestos del ranking están ocupados por compañías centradas en Internet, software y sectores de tecnología, lo que significa que dependen fuertemente de activos intangibles. También ocupan un lugar destacado las compañías farmacéuticas y de salud. En este sentido, por ejemplo, el 90% del valor de Microsoft, el 93% de Amazon y el 98% de Pfizer procede de sus activos intangibles, tal y como se muestra en la TABLA-1.

Decir, que tanto los ponentes de dicho acto como la presidenta de la Fundación COTEC, no pueden ni deben olvidar, que todo lo que sucede en la vida económica actual no es casual. La crisis económica actual en la que estamos instalados, ha revelado una gran falacia en la que se creía como “dogma de fe”, es que el mercado se auto regula cuando sufre shocks como él actual. Fue el economista Milton Friedman el instigador de dicha teoría, sin embargo, lo que nos ha enseñado entre otras cosas la crisis, es que las cadenas de suministro deslocalizadas atendiendo a factores como son es el menor coste, no han servido para socorrer y evitar que las sociedades occidentales sufrieran las consecuencias de un desabastecimiento de material sanitario. En España dicha situación ocasionó que más de 50.000 sanitarios se contagiasen con el coronavirus. En otro orden de cosas, lo estamos percibiendo con las medidas que se adoptan algunos directivos dentro de las compañías en esta crisis económica, donde muchos CEOs tanto de Europa como de Estados Unidos, han puesto la prudencia por delante de otras cuestiones con el fin de salvaguardar el interés de la compañía a la que representan. El pago de dividendo es una cuestión que nos sirve como ejemplo para ilustrar, una inmensa mayoría ha cancelado o reducido el mismo, con el fin de salvaguardar la liquidez y solvencia de las compañías. La I+d+i sigue siendo una asignatura pendiente que se suspende año tras año por parte de gobiernos y corporaciones de nuestro país, sin embargo, un factor que se observa año tras año es que se sigue comunicando a la sociedad un problema de forma minimizada, cuando lo que nos dice el informe de COTEC de este año 2020 y anteriores, es que existen graves carencias que adolece el sistema productivo español con respecto a la I+D+i. Por otro lado, el “New Green Deal” o la “Economía Azul” son campos donde la innovación es la piedra angular sobre la que giran, obviamente en sociedades como la española será muy difícil encabezar desarrollos si se sigue obviando lo que sucede con respecto a la innovación. Necesitamos directivos, políticos y otros actores que tomen conciencia de lo que sucede actualmente en nuestro país, más allá de la propaganda y la imagen con la que se pretende permanentemente salir bien en la foto algunos directivos que nunca asumen responsabilidades. Necesitamos líderes que rompan con todo lo establecido hasta la fecha en cuanto a contar realidades, personas que pongan por delante de sus acciones una comunicación fiable que genere confianza, que estimule los intangibles…Más allá de cómplices silencios y servicios que lo único que pueden traer es penuria a la sociedad.

Ya lo dijo Albert Einstein: “El cerebro no es un vaso por llenar, sino una lámpara por encender”.



 


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