Era un renombrado maestro;
uno de esos maestros que corren tras la fama y gustan de acumular más y más
discípulos. En una descomunal carpa, reunió a varios cientos de discípulos y
seguidores. Se irguió sobre sí mismo, impostó la voz y dijo:
–Amados míos, escuchen la voz del
que sabe.
Se hizo un gran silencio.
Hubiera podido escucharse el vuelo precipitado de un mosquito.
–Nunca deben relacionarse con la
mujer de otro; nunca. Tampoco deben jamás beber alcohol, ni alimentarse con
carne.
Uno de los asistentes se
atrevió a preguntar:
–El otro día, ¿no eras tú el que
estabas abrazado a la esposa de Jai?
–Sí, yo era –repuso el
maestro.
Entonces, otro oyente
preguntó:
-¿No te vi a ti el otro
anochecer bebiendo en la taberna?
–Ése era yo –contestó el
maestro.
Un tercer hombre interrogó
al maestro:
– ¿No eras tú el que el otro día
comías carne en el mercado?
–Efectivamente –afirmó el
maestro. En ese momento todos los asistentes se sintieron indignados y
comenzaron a protestar.
–Entonces, ¿por qué nos
pides a nosotros que no hagamos lo que tú haces?
Y el falso maestro repuso:
–Porque yo enseño, pero no
practico.
Se
acaban de publicar los datos de crecimiento económico de las principales economías
de Europa y los Estados Unidos, y de los mismos se refleja una foto de una contracción
histórica sufrida por dichas naciones. El paisaje de compañías desprovistas de
empleados, grúas paradas en las obras, personas confinadas en sus hogares
gastando una fracción de lo que solían gastar antes del coronavirus, arroja dichas métricas económicas. El miércoles pasado, Alemania y
Francia, las dos economías más grandes de la Unión Europea, mostraron que los malos
datos de dichas economías están a punto de empeorar, advirtiendo que se dirigían
hacia sus mayores recesiones desde la Segunda Guerra Mundial. Francia cayó
oficialmente en una recesión después de sufrir una de las peores contracciones
trimestrales en más de 50 años. El crecimiento cayó un 5,8% en el primer
trimestre del año 2020. En el cuarto trimestre del 2019 dicha economía se
contrajo ligeramente debido a las huelgas en todo el país según el Banco
Central. Por cada dos semanas de confinamiento que sufre la población francesa,
la economía se contrae al menos un 1,5% de su PIB.
Es
la peor caída desde que se inició el registro trimestral en el año 1949, según
la agencia nacional de estadísticas."El peor crecimiento
que ha visto Francia desde 1945 fue después de la gran crisis financiera de
2008", dijo el ministro de finanzas francés, Bruno
Le Maire, al Senado a principios de esta semana. "Probablemente iremos más
allá de eso". Se esperaba que el presidente Emmanuel Macron anunciara
que Francia permanecerá bloqueada más allá de la fecha límite del 15 de abril. Mientras tanto, el PIB
de Italia cayó un 4,7% en el primer trimestre. En
Italia, donde se ha implementado un bloqueo durante más de un mes a medida que
el país registra uno de los peajes de mortalidad más altos del virus en Europa,
la
economía se reducirá un 9,6% en el segundo trimestre, según las previsiones de
los economistas del banco holandés ING . Por otro lado se
espera que la caída se acentúe en el segundo trimestre, dado que gran parte de
la región europea, ya que ha estado cerrada durante todo el mes de abril. Los indicadores del
primer trimestre recogen 15 días de confinamiento aproximadamente, lo que en el
segundo trimestre dicha caída se acentuará debido a que el mes de abril fue
todo de confinamiento. Los datos preliminares
publicados el jueves pasado mostraron que el PIB de la UE se redujo un 3,5% en
el primer trimestre de 2020 en comparación con el último trimestre del año
pasado, cuando la economía de la región todavía se estaba expandiendo. En
comparación con el primer trimestre de 2019, la caída fue del 2.7%. La
producción económica en los 19 países de la UE que utilizan el euro se redujo
un 3,8% en el período de enero a marzo. "Estas
fueron las caídas más pronunciadas observadas desde que (la) serie temporal
comenzó en el año 1995", dijo
la oficina de estadísticas de la UE
en un comunicado. El
colapso de la actividad económica fue más agudo en los países más afectados por
la pandemia. El Fondo Monetario Internacional (FMI) espera que el PIB de la UE
caiga un 7% este año, y los datos recientes sugieren que la actividad económica
en marzo y abril podría haberse colapsado entre un 20% y un 30%.
Caída del PIB español en el 1º Trimestre 2020
El
Gobierno alemán anticipa una contracción de la economía del 6,3% en el año 2020,
la mayor caída del PIB desde la II Guerra Mundial, para recuperar parcialmente
la actividad perdida en 2021, cuando la economía crecerá un 5,2%. La tasa de
desempleo repuntará hasta el 5,8%, con la destrucción de 370.000 puestos de
trabajo. Así mismo, se espera una bajada de las exportaciones del 11,6% en
2020, para crecer un año después un 7,6%, mientras que las importaciones caerán
un 8,2% en 2020 y rebotarán un 6,5% en 2021. La facturación minorista
alemana cayó en su mayor caída mensual desde enero de 2007. Alemania se está
deslizando hacia su recesión más profunda registrada, y se espera que el
crecimiento caiga casi un 10% de abril a junio, dijeron el martes cinco
institutos económicos (IFO de Munich, DIW
de Berlín, IfW de Kiel, IWH de Halle y RWI de Essen). La
economía española se contrajo un 5,2% en el primer trimestre de 2020,
la tasa es 5,6 puntos inferior a la registrada en el cuarto trimestre, según explica
el Instituto
Nacional de Estadística (INE) en los datos de Contabilidad Nacional
Trimestral. España es uno de los países
más afectados por dicha pandemia, verá como su economía disminuye en un 8,9% en el segundo semestre de este año según las estimaciones del banco ING. Si se compara con la crisis más reciente del año 2008, los números
registrados en la llamada gran recesión palidecen ante los que arroja esta crisis. Los gobiernos de la UE han respondido
anunciando programas de protección laboral para tratar de prevenir un aumento
desastroso del desempleo. Los datos publicados el jueves mostraron solo un
ligero aumento en la tasa de desempleo del bloque de la Unión Europea en el mes
de marzo, al 6.6% desde 6.5% del mes de febrero. Sin embargo los datos
terribles del primer trimestre, y la perspectiva de que empeoren en el segundo
trimestre (período de abril a junio), presionarán a los gobiernos de la UE para
que finalicen los planes para un fondo de recuperación de un billón de euros para
reconstruir sus economías. El Banco Central Europeo (BCE),
también ha intensificado su esfuerzo con el compromiso de comprar más de 1 billón
de euros (1,1 billones de dólares) en bonos y otros activos este año, también
puede necesitar hacer más para aliviar las tensiones del mercado financiero y
apuntalar la economía. La presidenta del BCE afirmó el jueves que el PIB de la
zona del euro podría caer entre un 5% y un 12% este año, dependiendo de
la duración del confinamiento y del éxito de los programas de estímulo que se
pondrán en marcha. Advirtió no obstante que los datos económicos difíciles
están "comenzando a llegar". "La zona del euro se enfrenta
a una contracción económica de una magnitud y velocidad sin precedentes en
tiempos de paz", dijo. El BCE bajó las tasas de
interés de los préstamos a largo plazo a los bancos, pero no realizó cambios
con el fin de aumentar aún más la compra de bonos. Sin embargo, la presidenta
de dicha institución dijo que el banco central estaba listo para hacerlo en el
futuro "tanto como sea necesario y durante el tiempo que sea
necesario". En la eurozona, el grupo
de 19 naciones de la Unión Europea que comparten la misma moneda, los analistas
esperan una recesión y una contracción de alrededor del 13% este año.
Por el contrario, en el año 2009, el peor año de crisis financiera para el bloque europeo, la
economía se contrajo un 4,5%.
El daño económico del
coronavirus ha sido más rápido, más profundo y se ha extendido a casi todos los
sectores económicos. Con los empleados confinados
y obligados a permanecer en sus casas, la actividad por ejemplo de la
construcción en Francia se desplomó un 75%, mientras que la actividad
industrial se redujo a la mitad durante el primer trimestre. Los restaurantes,
hoteles, transporte y mayoristas franceses experimentaron una caída de dos
tercios en los negocios, exacerbada por una fuerte caída en el turismo. Con las
personas confinadas en sus hogares, el gasto de los consumidores se redujo en
un tercio en el primer trimestre, mientras que el uso de tarjetas de crédito y
débito, una medida de la actividad del consumidor, se redujo a la mitad después
de la cuarentena de Francia hace un mes. En Alemania el desempleo
aumentará, dijeron los cinco institutos alemanes que hicieron predicciones
sobre la economía, pero el aumento será relativamente modesto debido al llamado
programa de trabajo corto que permite a las empresas despedir a los
trabajadores o reducir sus horas en lugar de dejarlos ir. El gobierno paga
alrededor de dos tercios de los salarios perdidos. Alemania tenía un
superávit presupuestario antes de que comenzara la pandemia y puede permitirse
apoyar a las empresas con préstamos baratos y otra ayuda durante las
restricciones nacionales que han obligado a cerrar la mayoría de las empresas
no esenciales. El gobierno alemán subvenciona siete veces más a las compañías de su tejido económico que el gobierno español a las suyas.
Mientras
la situación económica en Europa se agrava por momentos, al otro lado del
Atlántico, en los Estados Unidos, la cosa no es mejor. El miércoles pasado el
gobierno federal anunció que su PIB se redujo a una tasa anualizada de 4,8% en
el primer trimestre. Una métrica que mejor refleja la gravedad de
la situación es el seguro de desempleo. Las solicitudes de seguro de desempleo
por primera vez llegaron a 3,84 millones la semana pasada, mientras continúa la
ola de dolor económico, aunque parece que lo peor ha pasado, según cifras del
Departamento de Trabajo. Las solicitudes de desempleo para la
semana que finalizó el 25 de abril llegaron al nivel más bajo desde el 21 de
marzo, pero elevaron la cifra total en seis semanas a un total de 30,3 millones
de desempleados. Es la peor crisis de empleo en la historia de los Estados
Unidos. Las reclamaciones alcanzaron un récord de 6,87 millones
para la semana del 28 de marzo y han disminuido cada semana desde entonces. La
cifra reportada inicialmente la semana pasada fue revisada en 15.000 hasta
los 4,4 millones de solicitudes. El
aumento del desempleo se produjo en medio de los esfuerzos para contener la
propagación del coronavirus del gobierno del presiente Trump. Si bien algunos
estados y municipios han comenzado a volver a poner en marcha sus respectivas
economías, gran parte de la infraestructura clave de los Estados Unidos permanece
bloqueada. Las solicitudes continúan aumentando a un ritmo acelerado a medida
que el gobierno ha ampliado la lista de personas que pueden solicitar los
beneficios económicos del subsidio, a pesar de las continuas dificultades en
las oficinas estatales para los que presentan la reclamación.
Los economistas no solo
esperan que el primer trimestre del año 2020 termine abruptamente más bajo,
sino que predicen una disminución en el segundo trimestre peor que cualquier
cosa que los Estados Unidos hayan visto. El presidente de la Reserva Federal,
Jerome Powell, dijo el miércoles que es probable que la tasa de desempleo
aumente por encima del 10% desde el nivel de marzo del 4,4%,
que contó un período antes de que entraran en vigencia las intensas políticas
de distanciamiento social. Se espera que las nóminas no agrícolas
para abril muestren una disminución de 2,25 millones, con una tasa de desempleo
del 15,1%, según estimaciones preliminares de FactSet. El gasto de los consumidores, que en
Estados Unidos representa casi dos tercios de la actividad económica, se ha
reducido en las últimas semanas en un 7.6%, el mayor descenso desde 1980.
También el comercio exterior se vio afectado, con una caída del 8.7% en las
exportaciones y un 15% de las importaciones. Con gran parte de la economía
paralizada, se espera que entre abril y junio haya un redoble de quiebras
empresariales y despidos con consecuencias devastadoras. Según la Oficina de
Presupuesto del Congreso, el PIB podría caer en un 11.8% desde el primer
trimestre, lo que representaría una caída del 39.6% con respecto al segundo
trimestre de 2019. De ser así será, el segundo trimestre
del año llegaría a ser cuatro veces peor que el de la peor contracción
trimestral, registrada desde 1958. La mayoría de los
economistas apuntan a reducir las expectativas con respecto a la recuperación. Cuanto
más tiempo están los consumidores atrapados en sus hogares y los trabajadores
no puedan acceder a sus trabajos, mayor será el daño estructural a la economía:
pérdida permanente de ingresos, cierres comerciales, pérdidas laborales
permanentes, inversión empresarial reducida, etc. Si bien Reserva
Federal de Estados Unidos (FED), está haciendo un esfuerzo ímprobo en
cuanto a programas de estímulo con el fin de amortiguar dicha crisis, como
escribí en un post recientemente https://bit.ly/2KI9jlV
A todo esto se une un factor que acentúa dicho problema, la caída del precio
del crudo y la quiebra de gran parte de la industria del “fraking” norteamericana. El sector nunca había vivido una situación
igual. Los tanques de reserva se han quedado sin espacio para almacenar más
crudo tras la caída de la demanda por la pandemia. E incluso se han llegado a
utilizar barcos como depósitos. El precio de barril de referencia al otro lado
del Atlántico, el West Texas Intermediate
(WTI), cayó a terreno negativo por primera vez en su historia tras llegar a
desplomarse un 305%. Los inversores llegaron a cobrar 37,63 dólares por comprar un barril en
Estados Unidos. La decisión del mercado de Chicago, principal plaza de
negociación de futuros de WTI, de
autorizar las ventas en negativo desató el pánico en el mercado. Con los
precios actuales, el umbral de rentabilidad se ve amenazado en muchos países productores
y las compañías ya están empezando a sentir dicha situación. Tener
un barril por debajo de los 50 dólares es muy perjudicial para la industria
petrolera americana, sin embargo, no parece que vaya a ver más recortes en la OPEP+. Ya que la tregua de
Rusia con Arabia Saudí para reducir 10 millones de barriles recientemente, tuvo
un alto precio con la inundación del mercado de petróleo por los saudís, la extracción
del crudo de dicho país tiene un umbral de 10 dólares barril. Por lo tanto
pasará mucho tiempo antes de que el “franking”
alcance un precio con rentabilidad. A esto hay que unir que la gran banca
americana tiene miles de millones de dólares invertidos en el “fraking”, por ejemplo JP
Morgan en el último año colocó entre dichas empresas petroleras unos
10.000 millones de dólares. Tal es la situación del sector que JP
Morgan se está pensando no pagar dividendo debido a las altas coberturas que tendrá
que realizar para cubrir créditos fallidos, un banco que nunca en la historia
dejo de pagar dividendo.
Para
terminar, decir que la sociedad necesita actualmente personas que al contrario
del principio del post, que enseñen y practiquen, ya que la difícil situación
que se avecina debería hacer recapacitar algún que otro presidente de compañía
que sigue pensando en pagar dividendo, ya que el dividendo
en este caso no mejorará en nada el mal desempeño bursátil que viene teniendo
dicha compañía…Sin embargo, si será un serio
hándicap de cara al futuro ante lo incierto de la situación económica.
Ya lo dijo John Maynard Keynes: “En los momentos de crisis, sólo la imaginación es más importante que el conocimiento”.
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