sábado, 16 de marzo de 2019

CENSURA EN REDES SOCIALES... EL RECONOCIMIENTO DEL FRACASO


Estamos gobernados por demagogos que son como el perro del hortelano, que ni duerme ni deja dormir… Demagogos como los griegos, no interesados en diagnosticar certeramente, ni solucionar. Sólo en mantenerse en la cresta de la ola del poder: en marear con palabras huecas que hacen decir lo que no dije y juzgan mal sin decirlo… No quieren foros de discusión, porque en el fondo el argumento les importa un rábano. Se atrincheran en sus consignas e insultan a cualquiera que se les oponga ideológicamente. Son censores de la verdad, lo “políticamente correcto” no es otra cosa que demagogia: tergiversación, uso inapropiado de palabras en relación con conceptos. Veamos un ejemplo de cómo funciona la censura en la vida real. 

Una investigación de la revista Rolling Stones y la censura de un capítulo de la serie televisiva de dibujos animados South Park han reavivado la polémica sobre la cienciología, un culto religioso extendido entre artistas y famosos. La semana pasada, los creadores del satírico programa South Park, Matt Stone y Trey Parker, declararon la guerra a la cienciología, luego de que se prohibiera la salida al aire de un episodio en el que se burla de sus más célebres practicantes, los actores de Hollywood Tom Cruise y John Travolta. “Está bien, cienciología, habrás ganado esta batalla, pero la batalla de un millón de años por la Tierra acaba de comenzar”, señalan Stone y Parker en un comunicado. El episodio, que se había estrenado en noviembre pasado sin mayor controversia, iba a ser retransmitido el pasado miércoles por el canal por cable, Comedy Central, pero fue inmediatamente bloqueado “por el propio Tom Cruise”, según informa la prensa local. El sitio web www.hollywoodinterrupted.com dice que el actor amenazó con rechazar la promoción de su último filme, Misión Imposible 3, si el capítulo era sacado de nuevo al aire, una versión que ha sido negada por un representante del actor. Tom Cruise y John Travolta son las celebridades más visibles de la cienciología, que también practican Chick Corea, Mimi Rogers, Kristie Alley, Priscilla Presley o Lisa Marie Presley. 

Fue el filósofo Nietzsche quien decía que: “el hombre encuentra en las cosas solamente lo que él mismo ha incorporado en ellas”. ¿Qué es por ejemplo un martillo? Una herramienta que sirve para abrir un agujero en la pared, es también una herramienta para construir una ventana, es también una herramienta para clavar clavos en una tabla, que terminará cerrando el agujero en la pared. Esta situación propicia que el debate ronde sobre la postura del individuo frente a la realidad que lo rodea. El martillo por si solo no sería nada, sería sí, un elemento en un contexto, un contexto que le atribuya un poder a tal elemento. Y del "poder" se trata el tema. Michel Foucault se refirió a este tópico, como buen contemporáneo del postestructuralismo, al referirse a la relación entre el discurso y el poder. Cuando personajes como Kennedy o Perón generaban un discurso, era absurdo interpretarlo como un simple texto, el texto implicaba un cambio de la realidad, la proyección en la historia, la tensión entre destino y poder. En este contexto es donde podemos encarar la relación entre poder y discurso.
Dentro de este concepto de la censura, Michael Foucault incluirá la división entre locura y razón. Aquél que se ubica en el espacio del "coherente", proyecta socialmente la herramienta de la censura para con el "loco", el que amenaza esta coherencia subjetiva. La censura de esta locura vendrá también perfeccionada por lo sobrenatural del discurso del loco y por el miedo que el discurso del loco genera. Es así que si el censor produce miedo al censurado, reprimiendo y amenazándolo, lo que refleja es un intento de equilibrio con en el miedo que él mismo retroalimenta. El poder contra el equilibrio del estado, es un miedo íntimo, un miedo de pérdida del control de una realidad preestablecida. En el acto de la censura no hay en si una simple producción de miedo, hay un intento de alivio del miedo del censor. 

Pero lo más interesante de todo esto es que el mismo acto de censura, hace del discurso, el máximo discurso, el centro de la realidad misma. El mismo acto de censura valida y legitima al producto censurado, haciéndolo centro de la realidad social. Es como decir que la insistencia de la negación o represión de una cosa la hace a ésta más deseable. Entender en tal caso, y no simple reprimir sería la idea. Pero el intento de entender nos quita el control y el poder. El estar dispuesto a entender nos mueve a un espacio en el cual podemos encontrar algo que no nos guste; y será muy bueno esto para las ciencias o la filosofía, pero no para la política y las artes del gobernar.

El intento de control nos lleva irremediablemente al terreno del miedo, el miedo a lo no previsible, al discurso del loco que propone una lógica desconocida. En el siglo XIX se ve mucho esta situación en los espacios de la mujer dentro de la sociedad de dicha época. La mujer, era el centro de creación de la patria al ser ella la que engendraba los hijos. Este acto de dar a luz un nuevo individuo en la sociedad representa un acto de gran poder, ya que es ella la que controla muchos factores directamente relacionados con el acto de traer un nuevo individuo a la sociedad. Esta situación era vista como una amenaza que horrorizaba a los teóricos de la época. Una mujer que duerma con el "otro" generaba la posibilidad de corromper linajes y espacios sociales de poder. Dirá Malcolm X, el activista musulmán afroamericano, que el verdadero horror del hombre blanco, era ver en la cama a su mujer con un hombre negro. Malcolm X manejaba un discurso que generaba enormes temores sociales que le condujeron a la muerte en febrero de 1965. El control por el miedo no es algo nuevo, nos acompaña desde los orígenes de la civilización. Pero entenderlo en su contexto nos muestra realidades interesantes, como la imagen del represor reprimiéndose a sí mismo, intentando generar un poder que alivie su propio pánico. 

Este blog en el que escribo se publica en diversas redes sociales, unas públicas y alguna corporativa. Pues bien, estos días vengo observando que el mismo está siendo censurado quitando todas las publicaciones que realizo. He de decir que donde se censura dicho blog, lo que existen son alabanzas y noticias para edulcorar y hacer culto al “ego” de quien lo tiene por lema en su forma de convivir y relacionarse socialmente con el resto de personas. Esta situación es anómala porque lo que está sucediendo todo el mundo lo observa y lo ve. La acción de publicar vengo haciéndola desde hace unos cinco años, sin que ninguno de los cerca  700 post publicados hayan sido cuestionados por las métricas que se publican, ni por los hechos que se relatan. Sin embargo el responsable que gestiona dicha red está obrando como un verdadero inútil, ya que cualquier red social es un espacio abierto donde cualquier persona puede combatir dicha publicación con argumentos con lo que no se está de acuerdo, sin embargo no se ha hecho, ni se está haciendo. Su pobre inteligencia les ha llevado a la conclusión, de que para poder combatir lo que se publica lo mejor es retirar los post de dicha red social para que el resto de personas no los puedan leer. Cuando se ha llegado a esta situación, es la constatación de su fracaso estrepitoso, nadie censura nada salvo que lo que se publique sea nada favorable a lo que se está profetizando y no pueda ser rebatido.

Recientemente estamos observando una cierta proliferación de este tipo de actividades, las cuales tienen un claro objetivo en su fin. Nuestra sociedad está repleta de actos censurables, sin embargo nos centramos en aquellos que afectan a una supuesta “moral”. Estamos viviendo una crisis de valores la cual es constatable, pero limitar el derecho de los demás parece ser el nuevo “deporte”. Un deporte peligroso y con el cual atentamos a los derechos de otras personas como reconoce nuestra constitución. Por otro lado, existe un fin más importante en dicha comunicación, es la defensa de la organización a la que representa cada individuo, esta no puede quedar solamente al albedrío e interés un unos pocos como sucede actualmente, y que el resto se les excluya en la toma de decisiones y conocimiento de lo que sucede

Esperemos que el responsable de dicha situación, corrija las acciones de dicho responsable de redes sociales, más que nada, por el bien de todas las personas que les gusta leer e informarse sin que ello sirva para que sus derechos se vean vulnerados como se hace ahora actualmente. Si tengo que ser sincero… No soy muy optimista, el tiempo nos dirá.


Ya lo dijo Johann Nestroy: “La censura es la menor de dos hermanas despreciables: la otra se llama inquisición.”

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