En marzo de 1989, hace ya 25 años, el británico Tim Berners-Lee sentaba las bases de la World Wide Web, la web, el servicio de Internet que permitía a todos los particulares, y no sólo a las instituciones y universidades, acceder de forma muy lógica y sencilla a la Red de redes. La web ha cambiado nuestra forma de vivir y ha supuesto una revolución comparable, o incluso superior, a la imprenta en su momento. La radio tardó 38 años en conseguir 50 millones de usuarios y la televisión, 13 años... pero la web alcanzó dicha cifra en 4 años. De hecho, se suele confundir Internet y la web pero no son sinónimos. Internet es un sistema que permite la comunicación entre ordenadores. La web es un servicio a través de Internet para publicar y compartir documentos conectados entre sí. Sobre esta gran autopista de la comunicación viajan varios servicios. El más conocido es el correo electrónico creado en 1971 por Ray Tomlinson, la descarga de archivos o los juegos ''online'' y, por supuesto, la web.
Internet en estos 30 años
de historia que tiene, ha cambiado la forma de comunicarnos, entretenernos,
trabajar y sobre todo de… vivir.
Palihapitiya exempleado de Facebook, durante una comparecencia
en la escuela de negocios Stanford Graduate School of Business
en diciembre del año 2017, y rescatada posteriormente a través de varios medios
especializados como, “The Verge”, Palihapitiya incidió en
las posibles adicciones y peligros que provienen del uso masivo y excesivo de
las plataformas sociales. Los temores de diversos exempleados de la
multinacional norteamericana, que se pueden asociar a una pataleta, se han
producido sin embargo en un momento en el que la preocupación sobre el poder
acumulado por Facebook y otras redes sociales ha empezado a preocupar a los
gobiernos https://bit.ly/2GUyIsJ. Palihapitiya
criticó no solo Facebook, sino al sistema de capital de riesgo de Silicon
Valley. Donde los inversores inyectan dinero en “empresas estúpidas, inútiles” en lugar de abordar problemas reales como por ejemplo el cambio climático y las enfermedades. Palihapitiya
coherente con sus pensamientos, actualmente dirige su propia compañía de
capital de riesgo, Social Capital, que se focaliza en financiar compañías en
sectores como la salud y la educación.
Las redes sociales cada
vez cuentan con un mayor uso, según el informe “Social Media Trends” 2019 de
Kantar Media, el 40% la población mundial utiliza redes sociales. Se ha
demostrado que los consumidores invierten en ellas una media de dos horas diarias.
Combinar
los formatos de las redes sociales se traducirá en un mayor éxito dentro de la
sociedad. El vídeo seguirá siendo el formato estrella, pero el sector
evoluciona y quiere más. Será primordial que al video se una la interacción con
el usuario. La potencia de las redes es tal que las marcas están creando sus
propias plataformas. Esta tendencia se está desarrollando con la intención de
reunir a sus consumidores en una misma red. Así, se facilita que se aborden
temas que les interese y que pueda fortalecer la relación entre ellos. Existe
un cierto miedo sobre el mundo de los algoritmos. No cuentan con una regulación
pues el impacto de los sesgos introducidos no es muy conocido. El CEO de
Telefónica “cree que los mecanismos de viralización de las redes deben tener "por
lo menos una ética de la verdad, no una ética de la viralización".
https://bit.ly/2EqtJwh
La pregunta que surge ante esta situación a cualquier ciudadano es ¿Y
aquellos directivos que mienten como se ha podido observar estos días en la presentación
de resultados, quien les mira su ética? Los usuarios muestran su deseo de querer
controlar la información que reciben porque conocen su capacidad de influencia.
Les preocupa la privacidad y la entrada en vigor del Reglamento General de
Protección de Datos (RGPD). Los usuarios generan cada vez más
contenido rápido (stories de Instagram, de Facebook...) y menos contenido
permanente. Esto además se ve incentivado por las nuevas herramientas que se
desarrollan para las stories, como las encuestas, hashtags, filtros de imagen,
máscaras de realidad aumentada...El uso por parte de las marcas de las
redes sociales pagadas y ganadas es una actividad próspera en China; por ejemplo Tik Tok, una plataforma para
compartir vídeos cortos, llega a más de 100.000 usuarios con sus social ads. Mientras
tanto, en la plataforma social Red aparecen más de 500.000 posts sobre productos
cada minuto [Fuente: Kantar Media CIC].
Dada
la inmensidad de las redes sociales en China, con más de 700 millones de
usuarios frecuentes, la importancia de los influencers no deja de crecer.
Una de las cosas que ha
quedado clara, es que las redes sociales tienen vida propia y pueden ser mortíferas
si se ignoran y no se contrarresta con hechos reales lo que se publica en las
mismas por parte de las personas afectadas por el contenido que se inserta en
ellas. Una de las cosas buenas que tienen es que son democráticas, en
cuanto al acceso y divulgación del contenido, permitiendo a cualquier persona
replicar al contenido que se publica. Para aquellos directivos que viven
instalados en la precariedad de sus resultados de gestión,
las redes sociales son una clara amenaza, ya que ni palmeros, aduladores o
sicarios pueden evitar el serio estropicio que puede realizar la comunicación
que se realiza a través de ellas. Esto motiva que algunos de ellos
(directivos), vivan obsesionados y traten de controlar las mismas con mentiras
o medias verdades con un ejército de palmeros, ocultando la realidad, no
facilitando aquellas informaciones que le son adversas y pueden permitir a las
personas percibir la realidad más fiablemente. Otra cuestión importante
de dichas herramientas es que su difusión permite que sea leída por cualquier
persona con diferente rango o estatus social, es decir por un empleado,
un Secretario de Estado o un Ministro. El peligro de las mismas se multiplica
por el alcance de las mismas, con lo cual la mentira no es una opción para salir
del apuro.
Para terminar el post
decir que aquellos directivos que viven obsesionados por “anclarse” al puesto
que tienen e ignoran los resultados de su gestión, son carne de cañón frente a
dichas redes sociales. Ya que la verdad termina saliendo a la
opinión pública, y la misma no es otra que el seguir cobrando el “parné” que lleva
asociado dicho puesto y no la gestión de la compañía…Triste realidad la que
azota la sociedad actual.
Ya lo dijo Daniel Estulin:
“Lo
que poca gente sabe es que Twitter se almacena actualmente en la Biblioteca del
Congreso de Estados Unidos. Repito, cada tuit se transfiere a la Biblioteca del
Congreso. ¿Creíamos que nuestros tuits ya no existían? ¡No! Todos los tuits que
hemos hecho se conservan para siempre en la Biblioteca del Congreso.”
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