Lo que la sociedad actual está viviendo con el COVID-19, no es una excepción, las enfermedades son consustanciales a la evolución humana y las epidemias han tenido un papel crucial en su historia. Según el catedrático norteamericano de geografía de la Universidad de California (UCLA) además de fisiólogo y premio Pulitzer, Jared Mason Diamond, “la observación histórica nos lleva a la conclusión de que los gérmenes y las infecciones han dado forma a la humanidad”, como puso de manifiesto en su libro “Armas, gérmenes y acero” (Editorial Debate). En él, ahondaba en el peso de factores como las epidemias o las ventajas tecnológicas en el auge y desaparición de las civilizaciones. La influencia de las enfermedades en las sociedades ha sido históricamente muy diversa y en ocasiones se ha expresado de maneras insospechadas. Estos son algunos ejemplos. “Los gérmenes introducidos por los europeos durante la ocupación en el continente americano tuvieron un papel fundamental contra los nativos americanos, los habitantes de las islas del pacífico y los aborígenes australianos, matando muchas personas más que las armas de las conquistadores”, señala Diamond, que ha publicado recientemente el libro “Crisis”: cómo reaccionan los países en los momentos decisivos” (Editorial Debate). Este escritor cree posible que, mucho antes, una epidemia facilitara el camino para que “se precipitara la conquista de Europa por parte de los pueblos indoeuropeos hace 5.000 años”. “Debido a esa invasión los españoles y muchos otros europeos hoy hablan castellano u otros idiomas de origen indoeuropeo, en lugar de euskera y otras lenguas utilizadas por los predecesores de la llegada de estos pueblos a Europa”, agrega. En su último libro “Crisis. Cómo reaccionan los países en los momentos decisivos” (Editorial Debate), concluye su trilogía adentrándose en una dimensión psicológica que complementa el impresionante universo histórico, geográfico y económico recogido en su obra. En su última visita a España hace poco más de tres meses demostró que tenía la lección bien aprendida sobre lo que se cuece aquí -crisis es una palabra que llevamos grapada en estos tiempos, y algunas hemos superado ya a lo largo de la historia-. Su teoría de que los países pueden sobreponerse a estos trances siguiendo la psicología aplicada a las personas es, como mínimo, transgresora. Explica los casos de países como Finlandia, Japón, Chile, Indonesia, Alemania, Austria y Estados Unidos, donde Diamond ha tenido experiencia vital. En su opinión, son ejemplos paradigmáticos para los demás. El resultado es este revelador estudio comparativo de como seis países han sobrevivido en su historia reciente a crisis decisivas mediante un duro proceso de autoevaluación y transformación. Diamond identifica patrones en la superación de la adversidad y, dirigiendo su mirada hacia el futuro, plantea que quizás el mundo esté desperdiciando sus recursos y embarcándose en un viaje de conflicto político y declive. En la parte final del libro, Jared Diamond establece doce “consejos” extraídos de la Psicología como hoja de ruta para los países en situación delicada. Algunos de ellos son; “reconocimiento de encontrarse en una situación de crisis; asunción de la responsabilidad, evitando el victimismo y la autocompasión; construcción de un cercado para que los cambios sean selectivos, haciendo que políticas nacionales importantes queden fuera de la discusión; ayuda de otros países; adopción de modelos; identidad nacional; autoevaluación honesta, algo que no siempre es fácil por los intereses de los líderes; experiencia histórica de crisis nacionales anteriores; paciencia ante los fracasos; flexibilidad en las economías; valores fundamentales -el código moral de un país es igual al de una persona- y ausencia de condicionamientos geopolíticos que puedan limitar los cambios”. http://bit.ly/38VVbz3
Estos días la sociedad
española como el resto de países afectados por la pandemia del COVID-19,
según la OMS (Organización Mundial de la Salud) alcanza a más de 120 países,
empiezan a adoptar medidas con el fin de controlar la expansión del mismo. Dos
son las cuestiones que han demostrado ser claves en una situación como la actual,
son
la movilidad de las personas y la información. La primera en la transmisión de
la enfermedad y la segunda con (la sobreinformación) a la
que se ha sometido a la sociedad por los diferentes canales como, TV, radio,
Internet, prensa, redes sociales, etc., han generado una psicosis que ha
desembocado en acciones en algunos casos que rayan la histeria de la población,
como por ejemplo; las compras compulsivas en los supermercados con el
agotamiento de existencias de papel higiénico o productos de primera necesidad
como arroz, pasta, etc., la demanda de mascarillas (+8.000%), etc. Algo
ha quedado claro al respecto del devenir de dicha situación, es que las
costumbres e idiosincrasia de cada país pueden ayudar o agravar la propagación de
dicha enfermedad, los países del sur de Europa son más proclives a la socialización
y vida en la calle como por ejemplo, España, Italia, Grecia, etc. Sin embargo
dicho carácter es un hándicap ante una situación como la actual. En otros países
como por ejemplo los del norte de Europa, son sociedades más cerradas, menos
tendentes a ese contacto, lo cual ayuda en situaciones como la del Estado de
Alarma que hay impuesto actualmente en España.
En el ámbito
empresarial la situación sobrevenida ha cogido a amplios sectores económicos de
la sociedad y les fracturado el mercado que tienen en su actividad diaria como
por ejemplo; agencias de viajes, hostelería, restauración, turismo, líneas aéreas,
transporte público, etc. http://bit.ly/2Qfunn0 Otros sin embargo, son
inmunes hasta cierto punto debido al negocio que tienen como por ejemplo las
utilities, telecos, eléctricas, compañías que prestan servicios de suministro
de agua, etc., más allá de que dichas compañías puedan ver reflejado en su
balance estos últimos 15 días del mes de marzo una cierta ralentización en el
consumo por la posible menor actividad económica que sufrirá la economía. Esta
situación, no puede ser excusa ni óbice para que en la presentación de resultados
del primer trimestre del año 2020 que
realizaran próximamente sus directivos, se parapeten sobre el COVID-19 para
justificar malos resultados, otras cosa es si dicho problema se prolonga y afecta durante más tiempo a la situacion económica. Los gobiernos y los organismos
supranacionales como el Banco Central Europeo y la Reserva
Federal norteamericana, ya han reaccionado en mayor o menor medida con el lanzamiento
de planes de estímulo financiero a fin de que la economía no sufra una recesión
en base a dicho problema http://bit.ly/38QHPEt
La directora del FMI (Fondo Monetario Internacional), Kristalina Georgieva, consideró
que el coronavirus COVID-19 es la mayor incertidumbre que acecha a la economía
mundial, sin embargo, dicho organismo espera una fuerte caída
del crecimiento en China en el primer trimestre de 2020, pero una pequeña reducción
para el conjunto del año. Habrá países que sufran en mayor medida dicha
situación debido principalmente por la estructura de su economía, en el caso de
España, la economía profundizará su prevista ralentización en 2020, con un
crecimiento menor al 1,6 % previsto en enero, por el impacto del brote del coronavirus,
especialmente por la caída de la demanda en el turismo. Dicho sector supone el
12% de la economía española. http://bit.ly/2IMpEF8
A nivel interno dentro de
algunas compañías el COVID-19 está siendo una
cuestión que quizás se utiliza en
exceso, tanto en cuanto que los empleados tienen una información pública abundante a través de los
distintos canales informativos, sin embargo, no hay día que no reciban correos
de distintas fuentes dentro de la compañía, bien sea de sindicatos, dirección,
redes sociales internas, etc. Además, en algunas de estas compañías que
vienen atravesando serios problemas como recoge su cotización bursátil, esta
situación sobrevenida ha servido para desviar el foco sobre cuestiones que
preocupaban a los diferentes grupos de interés que la conforman. Sin embargo,
se está intentando volcar la atención por parte de sus directivos sobre el
COVID-19 en exceso. En estas compañías con esta situación, se
producen situaciones que son un contrasentido, hasta que llegó esta coronavirus
muchos empleados habían pedido a su compañía realizar teletrabajo, sin embargo,
en muchos casos se denegaba dicha petición. Ahora es la compañía la que lo
ofrece de forma generalizada, sin embargo, algunos de estos empleados los que
lo pedían y no lo recibían, rechazan dicho ofrecimiento. Con estas
divergencias entre grupos de interés (stakeholders),
se generan situaciones que dada la gravedad sanitaria que existe en este
momento, no se deberían producir.
La
palabra “crisis” en chino tradicional
significa “riesgo” y “oportunidad” en la representación de los dos caracteres
que la conforman. Toda crisis obliga a hacer cambios profundos que de hacerlos bien
pueden servir de enorme beneficio, algo así como un volver a renacer más
fuerte. Las crisis en la sociedad tienen que ser vistas como una
catarsis que obliga a los países enmendar sus errores, porque según explica Jared
Diamond “En el pasado hubo sociedades
que se destruyeron a sí mismas. Es un hecho histórico. El riesgo actual no es
que las sociedades vayan colapsando una tras otra. Por causa de la
globalización, el riesgo que corremos es asistir al hundimiento del mundo
entero”. La gripe A (AH1N1) en el año 2009 mostró
al mundo el significativo riesgo al que está expuesto en caso de una pandemia.
Sea cual fuere el nivel de alerta, el número de contagios en la actualidad con
el COVID-19
muestra el peligro potencial que una enfermedad de mayor mortalidad representa
para toda la población, pues no existen medidas para el control
eficaz suficientes cuando la población sobrepasa la capacidad de respuesta de
las diferentes instituciones de salud, nacionales e internacionales. La opinión
pública no es opinión, es público, pues las personas desconocemos
las causas, consecuencias y alternativas del impacto humano sobre el medio
ambiente en el que vivimos, de modo que es precisamente esa falta de “opinión
pública” lo que ha permitido que los gobernantes y los explotadores de los
recursos naturales puedan actuar sin rendir cuentas, aun cuando los efectos de
sus actos impacten a la sociedad global y repercutan en el ecosistema mundial
(pues cada micro ecosistema es interdependiente). Así pues, conviene
por el bien de la población no exponer a la misma con una sobreinformación de
la situación a la que está expuesta actualmente, ya que en muchos casos el
interés de quien carga dicha sobreinformación…Va en contra de la sociedad y
sus intereses.
Ya
lo dijo Peter Ustinov: “La
valentía es a menudo falta de información, mientras que la cobardía en muchos
casos se fundamenta en buena información.”
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