lunes, 16 de marzo de 2020

CRISIS ECONÓMICA DEL 2020...EL COVID-19 ROMPE TODAS LAS PREVISIONES


En septiembre del año 2018 justo diez años después de la quiebra del banco norteamericano Lehman Brothers, el prestigioso economista que predijo dicha crisis en el año 2008 Nouriel Roubini, predijo para el año 2020 una nueva crisis financiera seguida de una nueva recesión económica. También conocido como “Doctor Catástrofe”, fue uno de los pocos que atisbó la crisis en el 2008. Para dicho economista, la crisis económica que se generará en el año 2020 se producirá por las siguientes causas,  la primera causa que desatará esta situación está en la política fiscal aplicada por Donald Trump. Gracias a ella, “la economía de Estados Unidos crece por encima de su nivel potencial", indica el economista. "En 2020 el estímulo se agotará", y el crecimiento económico sufrirá un frenazo. En segundo lugar, para Roubini, la economía de Estados Unidos se está "sobrecalentando" y la inflación se situará por encima del objetivo de la Reserva Federal (FED). "La Reserva Federal de los Estados Unidos seguirá subiendo la tasa de referencia desde el 1,75%- 2% actual a por lo menos 3,5% en 2020", provocando tensiones en los intereses a corto y largo plazo en la deuda y también en el dólar. Esto implica que los otros grandes bancos centrales seguirán a la Reserva Federal en la normalización de la política monetaria, lo que reducirá la liquidez global y generará presión alcista sobre los tipos de interés", indica.
 
En tercer lugar, es casi seguro que las disputas comerciales del gobierno de Trump con China, Europa, México, Canadá y otros países se agravarán, lo que llevará a menos crecimiento y más inflación.
En cuarto lugar, hay otras políticas de Estados Unidos que seguirán añadiendo presión estanflacionaria y obligarán a la Reserva Federal a subir todavía más los tipos de interés como la restricción de los flujos de tecnología e inversiones desde y hacia Estados Unidos, los límites a la inmigración que se necesita para mantener el crecimiento conforme la población estadounidense envejece; el desaliento de inversiones en economía verde; y la falta de una política de infraestructura que permita resolver restricciones de la oferta.
En quinto lugar, es probable que el crecimiento en el resto del mundo se desacelere, sobre todo cuando otros países consideren adecuado tomar represalias contra el proteccionismo estadounidense. "China debe frenar el crecimiento para hacer frente a su exceso de capacidad y de apalancamiento, o se producirá un aterrizaje forzoso; además, los mercados emergentes, que ya están en situación frágil, seguirán padeciendo el proteccionismo y el endurecimiento monetario en Estados Unidos", comenta.
En sexto lugar, el crecimiento en Europa también será más lento, debido al ajuste de la política monetaria y a fricciones comerciales. Además, políticas populistas en países como Italia pueden llevar a una dinámica de deuda insostenible en la eurozona.
En séptimo lugar, en las bolsas de Estados Unidos y del mundo siguen la efervescencia. "Los ratios precio/ganancias en Estados Unidos están un 50% por encima de la media histórica, el capital privado está excesivamente sobrevaluado, y los bonos públicos también están demasiado caros en vista de sus bajos rendimientos y primas a plazo negativas", señala. Y el crédito de alto rendimiento también se está volviendo cada vez más caro ahora que la tasa de apalancamiento corporativo en Estados Unidos alcanzó máximos históricos.
En octavo lugar, "una vez producida una corrección, habrá más riesgo de iliquidez y ventas a precio de derribo", y por tanto, de colapso de los mercados financieros.
En noveno lugar, "hace poco Trump atacó a la Reserva Federal con una tasa de crecimiento del 4%, ¿qué no hará en el año electoral 2020, cuando es probable que el crecimiento haya caído por debajo de 1% y aparezcan las pérdidas de empleo?”, se pregunta Roubini. El economista cree que Trump puede terminar llevando a Estados Unidos a un enfrentamiento militar con Irán.
La décima razón es la "tormenta perfecta" desatada y la escasez de herramientas para pararla. "Los abultados balances de los bancos centrales y la falta de espacio para bajar los tipos de interés reducirán la posibilidad de seguir aplicando políticas monetarias no convencionales", señala.
Según Roubini, "a diferencia de 2008, cuando los gobiernos tenían las herramientas necesarias para evitar un derrumbe descontrolado, a la hora de enfrentar la próxima desaceleración las autoridades tendrán las manos atadas, con un endeudamiento general superior al de la crisis anterior, cuando se produzca, la siguiente crisis y recesión puede ser incluso más grave y prolongada que la anterior".
Ayer de madrugada, la Reserva Federal, el Banco Central Europeo, el Banco de Inglaterra, el Banco de Canadá, el Banco de Japón y el Banco de Suecia anunciaron la puesta en marcha de líneas de liquidez en dólares, a través de “swaps”, para que ningún país pierda el acceso a la moneda más importante del mundo en este momento en que los inversores huyen hacia la economía norteamericana como valor refugio. La finalidad de un “swap” es convertir un esquema de pagos en otro de una naturaleza diferente, más adecuada a las necesidades u objetivos de los participantes, que pueden ser tanto clientes minoristas como inversores y grandes empresas. La última vez que el mundo vivió una acción coordinada de los mayores bancos centrales fue en el año 2008, tras la quiebra de Lehman Brothers, cuando los mercados financieros globales sucumbían ante la quiebra de dicha institución. la Reserva Federal además anunció una rebaja de los tipos de interés hasta el 0%, nivel que antes solo se había alcanzado durante la crisis de 2008, y amplió su programa de compra de activos a 700.000 millones de dólares para adquirir bonos del tesoro y activos hipotecarios. Además, la entidad volvió a habilitar la ventana de descuento de liquidez para garantizar a los bancos todo el flujo de dólares que precisen. Por último, redujo el coeficiente de reserva de depósitos al 0%, lo que significa que los bancos pueden utilizar todo su pasivo para conceder créditos durante este periodo. Con esta batería de medidas de forma proactiva, el banco emisor norteamericano espera ser capaz de evitar la recesión que se cierne cuando el coronavirus empieza a golpear de lleno las economías de Europa y Estados Unidos. La tasa del IPC en Estados Unidos en febrero de 2020 ha sido del 2,3%, 2 décimas inferior a la del mes anterior. La variación mensual del IPC (Índice de Precios al Consumo) ha sido del 0,3%, de forma que la inflación acumulada en 2020 es del 0,7%.
Hay que decir que el banco emisor norteamericano con la implantación de dicho arsenal de medidas financieras, quema una gran cantidad de munición disponible a fin de limitar o esquivar la posible recesión, téngase en cuenta que en 12 días ha bajado los tipos de interés del 1,5% al 0%, un recorte de 150 puntos básicos. A pesar de todos sus esfuerzos, el verdadero problema como es la paralización de la economía por la expansión del COVID-19 no está resuelto, por lo que si se produjese una expansión del problema con una parálisis de la economía como sucede por ejemplo ya en España o Italia, el banco emisor tendría muy pocas herramientas para evitar la misma.
Y mientras esto sucede al otro lado del Atlántico, en Europa la Comisión Europea ha sido el primer organismo internacional en reconocer la recesión en ciernes. El viernes, pasado reconoció que la magnitud de la parálisis podría llevar a una caída del PIB próxima al 1% en el conjunto del año. La recesión en la eurozona podría dar comenzar ya en el segundo trimestre de este año si los datos de actividad de marzo se hunden y los efectos de la pandemia llegan al verano. El Estado de Alarma en España e Italia paralizará la actividad económica y producirá un parón en el consumo y la actividad económica dependiendo del sector económico. Es importante resaltar, que la magnitud de la recesión dependerá de la expansión del virus y de la intensidad de las medidas requeridas para frenar su contagio, cuanto más largo sea el periodo mayor será la profundidad de la misma. La pérdida de la temporada turística para España es quizás uno de los peores escenarios que se puede encontrar, si tenemos en cuenta que representa el 12% del PIB (1,244757 billones de euros), es decir, unos casi 150.000 millones de euros. Existen ya datos que anticipan el enfriamiento económico de la economía española, tales como por ejemplo el consumo eléctrico (-5%). Una menor actividad económica por el parón económico disparara los ERTEs y por ende la salida masiva de empleados de las compañías, si a esto se añade que los datos macro de la economía española no permiten muchas alegrías, ya que la deuda pública es superior al 95% del PIB y la deuda externa es superior al 170% del PIB, el margen de maniobra para el gobierno de turno es muy limitado.

Como vengo diciendo hace unos días, la sobreinformación a la que se somete al ciudadano por distintos canales está generando una ansiedad que provoca un comportamiento fuera de lo normal, donde el miedo es el elemento conductor de decisiones difíciles de entender en la ciudadanía. Ha pasado el fin de semana con él Estado de Alarma en vigor y he podido comprobar que existen negocios, en concreto supermercados, que no reponen las estanterías de productos básicos, generando en el ciudadano un comportamiento de acaparamiento ante el temor de que se acaben las existencias. Si como negocio puede tener sentido, ya que permite que se venda más de lo que podría hacer en condiciones normales, con el problema del coronavirus en vigor es un elemento que enerva y dispara reacciones sin sentido en la ciudadanía que no contribuyen para nada a normalizar dentro de lo que cabe una situación que es completamente excepcional. Otra de las cuestiones que se han empezado a ver son las multas de las fuerzas de seguridad a los ciudadanos que andan por las calles y no respetan el Estado de Alarma http://bit.ly/3cWv3Ya Una cuestión que se está generando en algunas compañías, es que no facilitan los pertinentes permisos a aquellos empleados que tienen que salir a la calle para ir a trabajar, con el consiguiente riesgo al que se exponen los mismos sin ninguna necesidad. La única explicación que uno puede encontrar a dichos hechos es que es una forma de forzar a que dichos empleados vayan hacia el teletrabajo, sin embargo, la situación es tan sencilla como cubrir el siguiente impreso que hoy aparecía en la prensa con el fin de que los empleados no sufran ninguna sanción http://bit.ly/2vpqLHU  Estas situaciones como otras muchas que se están generando y no se ven, pueden agravar la crisis, ya que son esas pequeñas cosas que no se solucionan de forma acumulada las que pueden generar una explosión de ira en la ciudadanía motivada por el hartazgo que sé genera.

Para terminar, hay que decir que, Nouriel Roubini acertó en cuanto a la crisis económica del año 2020, no así a los tipos de interés ya que en vez de subir han caído hasta el 0%, sin embargo, la crisis como bien dijo es mucho mas virulenta que cuando cayó el banco de negocios Lehman Brothers. En los próximos días veremos si la misma se agrava más de lo que está actualmente o si es en forma V, facilitando la recuperación de la economía más pronto que tarde… Con lo que eso puede significar para la sociedad y su tejido empresarial en cuanto a salir de la anormalidad en la que vive.

Ya lo dijo Pablo Neruda: “Evitemos la muerte en suaves cuotas, recordando siempre que estar vivo exige un esfuerzo mucho mayor que el simple hecho de respirar”.
 




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