domingo, 14 de marzo de 2021

FUSIÓN MASMÓVIL-VODAFONE... EL NACIMIENTO DE UN COMPETIDOR "DURO DE PELAR" PARA TELEFÓNICA

 

Durante todo el tiempo que dura la historia del hombre se ha hablado del día del juicio final, del Apocalipsis, del fin de la humanidad… Profecías y teorías han inundado libros y misas sin llegar a una evidencia certera del por qué, del cómo y del cuándo. Sabíamos o intuíamos que teníamos fecha de caducidad… pero poco se ha hablado de cómo iban a afrontar ese destino los que hubiesen sobrevivido al fin del mundo. Ahora, ya lo sabemos.

No hacía falta irse fuera para buscar hipótesis lejanas con meteoritos o invasiones alienígenas. El motivo lo teníamos aquí al lado. Junto a nosotros: nuestra condición humana. Ese factor detonaría nuestra propia extinción, porque nos creímos dioses antes de ser humanos.

Tengan cuidado de que nadie los engañe. Vendrán muchos que, usando mi nombre, dirán: “Yo soy el Cristo”, y engañarán a muchos. Ustedes oirán de guerras y de rumores de guerras, pero procuren no alarmarse. Es necesario que eso suceda, pero no será todavía el fin. Se levantará nación contra nación, y reino contra reino. Habrá hambres y terremotos por todas partes. Todo esto será apenas el comienzo de los dolores.  —Mateo 24:4-8—.

El 11 de marzo el portal Telecom.com publicaba una noticia donde avanzaba las conversaciones para una fusión de dos de los principales operadores del mercado español de telecomunicaciones, Vodafone y Masmóvil  http://bit.ly/2PMczT6 En la noticia se informa que la última noticia provenía del diario Expansión, el cual dijo que ambas operadores apuntan a que llegarán a un acuerdo para la próxima subasta de espectro de 700 MHz para desarrollar el 5G en nuestro país, que se llevará a cabo de forma inminente. Si bien no esta claro quien compraría a quien, en este escenario, según el portal Xakata, Masmóvil ha valorado a Vodafone España en 7.500 millones de euros. Eso es más alto que los 6.000 millones de euros en los que valoraba el negocio antes, y posiblemente sea la fuerza impulsora que está detrás de la reapertura de las discusiones entre ambos operadores. La cuestión de la subasta de espectro es un factor importante, si tenemos en cuenta que firmar un acuerdo de fusión antes de la subasta posicionaría a ambas compañías en una mejor posición para encarar dicha subasta de espectro. Si bien la subasta se llevará a cabo antes de que finalice este trimestre, lo que esencialmente significa en las próximas semanas, habiéndose retrasado debido a la pandemia de Covid-19. Sin embargo, ahora existen rumores de que se retrasará de nuevo, esta vez hasta junio, lo que daría a Vodafone y MasMovil un poco más de tiempo para llegar a un acuerdo, si es que su objetivo es hacerlo antes de la venta. Ninguna de las compañías ha comentado los rumores de fusión, sin embargo, se pueden producir dos cosas, la primera es que anuncien un acuerdo de fusión y la segunda es que se produzca un breve silencio antes de que la prensa española vuelva a publicar rumores sobre la próxima consolidación móvil.

                                                         Fuente: CNMC, datos diciembre 2020

En la actualidad, la Unión Europea se encuentra en una encrucijada puesto que actualmente en el sector de telecomunicaciones hay unos 400 operadores, casi todos de pequeño tamaño, que ofrecen un servicio alquilando las redes de grandes compañías, principalmente incumbentes. Lo que Europa había fijado como estrategia para gestionar un sector donde el precio de dichos servicios era la piedra angular de dicho desarrollo, ha terminado siendo un hándicap, que lleva años siendo deflacionario para las grandes compañías y que ha puesto a los mismos a tiro de piedra de otros oferentes con más musculo financiero como son operadores chinos o estadounidenses. Este sector estratégico, por donde circula el sistema nervioso de nuestra sociedad, necesita un reajuste de operadores que operen en el mercado con el fin de que su participación contribuya a su desarrollo de forma proactiva, cuestión esta que brilló por su ausencia estos últimos años. Un ejemplo de lo que digo es lo que ha sucedido en otros mercados.  En China, hablamos de un país con 1.400 millones de habitantes y tres operadores móviles en posesión de la mayor parte del mercado: China Mobile, China Unicom y China Telecom. En Estados Unidos la población alcanza los 328 millones de personas, a las que dan servicio mayoritariamente tres grandes operadores: Verizon, AT&T y T-Mobile. El comportamiento de las grandes compañías europeas de telecomunicaciones durante los últimos años no deja lugar a dudas sobre la crisis que atraviesa el sector, si uno observa su evolución bursátil. Bruselas que es conocedor de dicha situación ha propuesto a través del Comisario de Mercado Interior, Thierry Breton, impulsar la estrategia que permita consolidar dicho mercado, facilitando las absorciones del sector. La consolidación será larga, puesto que hay 80 grandes operadores para un mercado de 446 millones de habitantes, Breton impulsa al menos desde principios de este año esta propuesta en "círculos internos". El objetivo de este proyecto, abanderado por el comisario de Mercado Interior, pasa porque grandes operadores de telecomunicaciones europeos absorban a los Operadores Móviles Virtuales (OMV) y compañías de menor tamaño para consolidar el mercado. "Breton considera que el sector está muy fragmentado, lo que genera deficiencias y grandes costes para las compañías. Su apuesta pasa por crear un Mercado Único de las Telecomunicaciones", según ha explicado fuentes cercanas a Bruselas. Breton propone que los grandes operadores que surjan de dicha consolidación sean Telefónica, Deutsche Telekom, Orange, Vodafone y Telia Sonera, a los que se podría sumar Telecom Italia y quizá alguna otra gran compañía más. Los planes de la Comisión Europea pasan porque cualquier ciudadano de la Unión Europea puedan contratar servicios con cualquiera de estas marcas, independientemente del lugar en que resida. http://bit.ly/3laMzfW Si nos fijamos en el valor de la acción de las más representativas, en el último lustro todas han recortado su capitalización de forma notable, menos la alemana Deutsche Telekom. Si bien inicialmente contó con la oposición de la Comisaria de Competencia, Margrethe Vestager, sin embargo, su postura ha cambiado alineándose con Breton según fuentes de la propia Comisión. Se trata de formar operadores con mayor tamaño que supondrán en cierta medida, un mayor coste para los servicios que prestan al usuario final, pero que permitirá una mayor contribución en Europa al facilitar el desarrollo de este sector. Las pequeñas compañías, con menores costes operativos y mayores posibilidades de competir en precio, han forzado a las grandes corporaciones a reducir el coste de las tarifas, con la consiguiente reducción de los ingresos por usuario. Los mercados chino y estadounidense son, por tamaño y relevancia estratégica, los más importantes a escala mundial junto al europeo.  

Que la excesiva competencia ha sido uno de los grandes lastres para el negocio de las operadoras en España es un diagnóstico en el que parecen coincidir todas las voces conocedoras del sector. Que, dentro de ese complejo escenario, Masmóvil se ha revelado a lo largo de los últimos años como el caballo ganador, es algo que refrendan las cifras de portabilidad que ilustran su crecimiento, del mismo modo que las cifras evidencian que el mercado español es una de las principales vías de agua que han hecho zozobrar el negocio de Vodafone. Sobre esa situación, se han puesto de relieve continuas especulaciones sobre una operación que ha sido estudiada en todas sus posibilidades. Tanto a través de una compra por parte de Masmóvil del negocio de Vodafone en España como, a la inversa, a través de la compra de Masmóvil por parte de Vodafone, un grupo, no en vano, con un valor de mercado 13 veces mayor que el precio que pagaron los fondos por Masmóvil. Y más recientemente, ha sido planteada la posibilidad de una alianza —quedando por definir cómo se repartiría el poder— semejante a la que Vodafone mantiene desde hace años en el mercado holandés con Ziggo. Esta opción es la que está cobrando más fuerza, no solo por la insistencia del grupo de origen británico en mantenerse en España, al que define como uno de sus mercados clave, pese a su persistente debilidad. También, porque ni uno ni otro se muestran actualmente, en una posición financiera suficientemente holgada para acometer la compra de su rival (los analistas calculan un EV próximo a los 8.000 millones para Vodafone España y de más de 5.200 millones para el negocio español de Masmóvil) sin llevar sus niveles de apalancamiento a cotas difícilmente asumibles. No debe olvidarse que la sociedad Lorca, el vehículo a través del que los fondos controlan Masmóvil, tiene asignado un “rating” de grado especulativo por parte de las agencias Moody's y Fitch, mientras que el margen de Vodafone para evitar caer en ese terreno es de apenas dos escalones. La fusión de ambas compañías, tendría que resolver cuestiones importantes como, la superposición de redes, que probablemente obligaría a la toma de decisiones difíciles, como una posible venta de la red de cable de ONO, propiedad de Vodafone. Pero a juzgar por los análisis de los expertos, es fácil que a ambos grupos les salgan los números. Si hace unos meses, el Banco Santander calculaba que la operación (entonces planteada como la compra de Vodafone España por parte de Masmóvil) podría arrojar unas sinergias de hasta 4.000 millones de euros, un informe reciente de Bank of America (que asumía una fusión a partes iguales) estima unas sinergias superiores a los 5.600 millones de euros, a los que se podrían sumar más de 2.000 millones de euros a través de la venta de activos. La firma estadounidense calcula que el ebitda conjunto de ambos negocios se situaría en 2021 en los 1.254 millones de euros —asumiendo un coste de integración superior a los 400 millones— y se elevaría progresivamente hasta rozar los 2.400 millones de euros en 2024, cuando ya se habría alcanzado el 100% de las sinergias. Con todo, el mayor riesgo que siempre ha envuelto una fusión de este tipo no es su lógica financiera ni las dificultades técnicas, sino las posibles trabas de los reguladores con las medidas cautelares que imponga a la misma. La (CNMC) podría forzar la venta de algunos activos concretos para evitar una excesiva concentración en segmentos muy determinados, la reciente apuesta nacional de Euskaltel —a través de la marca Virgin Telco— parece suficiente garantía de que el mercado seguirá dominado por un alta competencia, sin necesidad de poner a prueba la disposición de Europa a validar escenarios de mercado estructurados en torno a la existencia de únicamente tres grandes operadoras. El camino parece, por lo tanto, expedito para la creación del mayor grupo de telecomunicaciones del mercado español.

La posibilidad de una nueva ronda de integraciones en el sector ha sido planteada de forma recurrente ante las evidencias de que la fuerte competencia existente se ha convertido en un oneroso lastre para la rentabilidad de las grandes operadoras del mercado español, incapaces de poner coto a sus costes de captación y retención de clientes, debido a una feroz lucha que se plasma trimestre tras trimestre en las cifras récord de portabilidades. Y la percepción de que Bruselas se aproxima hoy al sector con una visión mucho menos severa que antaño, más abierta a la hora de permitir fusionessi antes un entorno de solo tres grandes operadoras parecía indeseable, ahora es visto como un escenario aceptable—, abre un amplio abanico de posibilidades, que van más allá de la tantas veces estudiada unión entre Vodafone y Masmóvil que ha vuelto a reactivarse en los últimos días. Aunque la operación es planteada como una posible alternativa a la fusión con Masmóvil, lo cierto es que el movimiento no tiene por qué resultar excluyente. Al fin y al cabo, la alianza parece un paso destinado a maximizar el precio de una venta posterior (ya sea total o parcial) de la infraestructura, lo que supondría una nada desdeñable entrada de liquidez para la operadora británica, pero haría poco por mejorar las perspectivas de negocio en el mercado español de un grupo que parece destinado a seguir registrando unos niveles de ROCE (retorno sobre el capital empleado) por debajo del coste de capital durante, al menos, los próximos cinco años. De hecho, la venta de sus torres es vista como una palanca crítica para facilitar una unión entre Vodafone y Masmóvil que no nazca lastrada por unos niveles excesivos de endeudamiento. Con estos condicionantes, los expertos también ven probable que una operación entre Vodafone y MásMóvil obligue a Orange a reevaluar sus opciones, del mismo modo en que, en 2014, la compra de ONO por parte de Vodafone motivó meses después que la operadora gala se lanzara a por Jazztel. Para Orange, la fusión de dos de sus rivales en el mercado español no supondría únicamente quedar descolgada en términos de tamaño, sino que, más importante, le supondría una importante merma de ingresos por la lógica ruptura de los acuerdos por los que Masmóvil utiliza sus redes, por los que los analistas de Sabadell calculan que obtiene más del 15% de su ebitda. En estas circunstancias, y salvo que el grupo francés decidiera competir con Vodafone por la integración con Masmóvil —con el consiguiente riesgo de encarecer la compra del cuarto operador-, a Orange le quedarían dos vías: seguir en solitario, con la esperanza de poder captar clientes a través de los reajustes del mercado (ya sean forzados por los reguladores o por el movimiento natural de la clientela), o fijar su mirada en Euskaltel como un posible objetivo de compra. La opinión de los analistas es que la adquisición de Euskaltel sería el paso más lógico. No debe olvidarse, que la estrategia de Euskaltel, con su actual plan de expansión nacional, parece dirigida a su futura venta. Zegona (sociedad que controla un 21% del grupo) no es un accionista con vocación de permanencia a largo plazo, sino que tiene en su horizonte el objetivo de desinvertir en la compañía. Así, la posibilidad de traspasar el negocio a Orange podría representar una oportunidad inmejorable para saldar su apuesta en la operadora de origen vasco. Según se ha publicado en la prensa, Telefónica respalda la consolidación entre operadores en Europa y cree que será "buena" para el sector, "si se producen consolidaciones, nosotros las apoyaremos", ha afirmado Álvarez-Pallete Pallete en la rueda de prensa de presentación de los resultados de 2020, en la que ha indicado que cree que esta oleada de consolidación "viene y será buena" y que Telefónica hará su parte  http://bit.ly/3qLPfSf Nada debe hacer pensar, que dicha consolidación del sector resultará favorable a sus perspectivas de negocio, por la mera reducción de competencia. Sin embargo, después de tantos años de esperanzas baldías con una gestión manifiestamente mejorable en Telefónica, parece claro que antes de una revolución en los precios dentro del sector español, es necesario ver que las fusiones se hacen efectivas y, sobre todo, que se traducen en una mejora de los rendimientos. Al fin y al cabo, las operaciones de consolidación del año 2014 no fueron más que la antesala del hundimiento posterior

El mercado español de las telecomunicaciones se encuentra "más polarizado y con una mayor segmentación", ya que la actividad en los clientes más premium es "más predecible" con Telefónica y Orange como únicos operadores con ofertas de fútbol, mientras que en los servicios de medio y bajo coste se han incrementado las promociones al unirse Vodafone tras abandonar el fútbol. En el caso del mercado de bajo coste del sector, la pelea se ha encarnizado al existir una guerra sin cuartel. Según el consejero delegado de Telefónica, existe una "intensa competencia" que incluye a operadores móviles virtuales (OMV), marcas “low cost” de actores comerciales y la lucha entre Masmóvil y Vodafone. En este contexto, ha indicado que obviamente Telefónica no es "inmune" a la competencia, pero está "bastante más protegida que otros" gracias su posicionamiento a sus activos diferenciales en una estructura de mercado que está muy bien segmentada, como demuestran sus resultados del tercer trimestre. http://bit.ly/2VgNr66 Estas declaraciones que fueron efectuadas el 5 de noviembre del año 2019, han quedado en agua de borrajas si uno escucha lo que se dijo en la presentación de resultados del año 2020. El 3 de marzo del año 2021, la prensa recogía las declaraciones del presidente de la división española, Emilio Gayo, donde decía lo siguiente; “Según el directivo, se debe mantener la tensión comercial sin desatender las eficiencias, además de pelear el “low cost” manteniendo la relación entre valor y precio. “Nuestra marca tiene unos valores que hay que atender y cuidar”, afirmó el ejecutivo, quien señaló que la empresa seguirá poniendo el foco en la mejora de la experiencia del cliente”. https://bit.ly/3kUiukp Desgraciadamente, este reposicionamiento comercial llega con años de retraso con respecto a los operadores que avanzan hacia una posible fusión. Las cifras de portabilidad del año 2020 así lo revelan, Telefónica y Orange lideran pérdida de líneas en un año 2020 marcado por la Covid-19, en el que Masmóvil fue el receptor de la mayoría de los cambios, con Digi pisándole los talones. En 2020, un año en el que las portabilidades estuvieron suspendidas por decreto durante dos meses, primero de forma total y luego parcial como medida de prevención por el coronavirus, Telefónica perdió 617.200 líneas fijas y móviles, seguida por Orange, con 445.400, y ya de lejos por Vodafone, que también registró un saldo negativo, aunque menor, de 17.900 líneas. https://bit.ly/35nzUzw Si a lo anterior dicho unimos el hecho que O2 roba hasta un 15% de sus nuevos clientes a Telefónica, todavía hay gente dentro del equipo directivo que prevén un “impacto diluido” de las promociones y también de las ofertas convergentes de la propia O2. En este contexto, la compañía cree que hay posibilidades para subidas selectivas de tarifas por más servicios “Más por más” en los paquetes de gama más alta. "Estamos más confiados en que la evolución positiva del ingreso medio por cliente estará aquí para quedarse", concluyó Ángel Vilá, consejero delegado de Telefónica http://bit.ly/3bHunas El que no se consuela es porque no quiere, sin embargo, la unión de ambos operadores dará lugar a un competidor con una fortaleza a tener muy en cuenta. Una de las cuestiones que conviene reseñar de dicha fusión, es que ambos operadores han adaptado su estrategia, en mayor medida Masmóvil, al mercado de “low cost”, donde las cifras de portabilidad mes a mes le han ido dando la razón con su estrategia comercial frente a sus competidores. Si hiciésemos una matriz DAFO, del inglés SWOT (Strengths, Weaknesses, Opportunities y Threats) que analiza sus fortalezas, nos encontraríamos con las siguientes; bajos costes, fidelidad de los clientes, productos bien posicionados en el mercado, publicidad eficaz, capacidad de respuesta ante una crisis, entrada en nuevos mercados, elaboración de productos novedosos para satisfacer nuevas necesidades del mercado o posicionamiento fuerte en el mercado “low cost” en crecimiento. Dentro de las debilidades a las que está expuesto este operador se encuentran; cambios en la legislación o políticas comerciales, cambios demográficos o sociales, cambio en las necesidades de los clientes, falta de financiación o baja rentabilidad de la actividad.

                                                             Fuente: Telefónica

Mientras se deciden ambas compañías a dar el paso y fusionar o vender su negocio en nuestro país, Vodafone ha contratacado en su país de origen a Telefónica. Según se publicó el 21 de febrero en Blomberg http://bit.ly/3qHc5uf , la unión de Liberty Global Plc y Telefónica en el Reino Unido corre el riesgo de dañar el mercado de telecomunicaciones de Gran Bretaña, dijeron Vodafone Group Plc y Sky de Comcast Corp. en presentaciones ante el regulador británico. Actualmente, Sky Mobile revende servicios móviles utilizando la red O2 de Telefónica. Si el operador de cable Virgin Media, propiedad de Liberty, se fusiona con éxito con O2, esa relación podría deteriorarse, afirmó Sky. "La compañía fusionada tendría la capacidad de degradar el servicio móvil de Sky", dijo dicha compañía en una respuesta redactada a la Autoridad de Competencia y Mercados de Gran Bretaña. La motivación de Virgin-O2 para el acceso inalámbrico mayorista a Sky en términos favorables se "reducirá materialmente" a medida que la empresa fusionada impulse las ventas a sus propios negocios integrados, dijo. El regulador británico (CMA) está investigando el acuerdo entre ambas compañías de 31.400 millones de libras (44.400 millones de dólares), que cambiará el mercado de telecomunicaciones de Gran Bretaña, y se espera que emita su veredicto en el verano de este año. La investigación se está centrando en cómo afectará al mercado la fusión en el segmento de banda ancha mayorista. Vodafone competirá con Virgin-O2 en la venta de banda ancha fija y móvil, por lo que para Vodafone dicha unión produciría una "disminución sustancial de la competencia" según manifestó en un comunicado, afirmando que Liberty y Telefónica tendrían menos incentivos para compartir infraestructura de red para competir en el mercado mayorista. La empresa resultante sería responsable del suministro del 80% del mercado de "operadores de redes virtuales móviles" mediante ingresos mayoristas, dijo Vodafone, refiriéndose al negocio de reventa de servicios de telefonía móvil a través de redes de otras empresas. Liberty y Telefónica dijeron que el acuerdo es "pro competitivo" en su respuesta a la investigación de (CMA), y que "los efectos potenciales de una estrategia hipotética de ejecución conjunta serían demasiado pequeños para afectar materialmente la competencia en el mercado minorista móvil". Un portavoz de Sky se negó a comentar más allá del documento de (CMA), mientras que los representantes de Liberty Global, Telefónica SA y Vodafone UK no pudieron hacer comentarios de inmediato más allá de las declaraciones de las empresas. Bien es cierto que Sky también presentó alegaciones ante la (CMA) Competition and Markets Authority, el regulador británico, pero que posteriormente llegó a un acuerdo con Telefónica. Vodafone considera que si la transacción O2+Virgin prosigue en Reino Unido el mercado estará dominado por dos operadores que prestan servicios a más del doble de clientes fijos y móviles, en comparación con su competidor más cercano. Las alegaciones de Vodafone llegan en medio de la fase 2 en la que se encuentra el estudio de la fusión por parte de la (CMA). La previsión es que la operación esté finiquitada durante la segunda mitad de este 2021. La respuesta del operador británico llama la atención tras las primeras palabras de su primer ejecutivo, Nick Read, el pasado mes de mayo, el consejero delegado de Vodafone felicitó a Telefónica por la operación y afirmó que, en ningún caso, este movimiento cambiaba la situación en (CTIL), la sociedad conjunta de torres que tienen ambos en Reino Unido. La integración de los dos negocios se traduciría en un grupo valorado en 27.400 millones de euros y contaría con una facturación de más de 12.000 millones.

Para terminar el post, decir que el Genesis parece que ha llegado al mercado de las telecomunicaciones español, como bien es sabido el nombre griego de Genesis proviene del contenido del libro: el origen del mundo, el género humano y el pueblo judío, la genealogía de toda la humanidad desde el comienzo de los tiempos. Con la fusión o compra de Vodafone-Masmóvil dará comienzo a un proceso de concentración donde la competencia disminuirá, pero no nos engañemos…Los operadores que surjan será si cabe más duros de batir por el incumbente, Telefónica, mientras no sufra una profunda renovación de personas y estrategia.

Ya lo dijo Sun Tzu: “Un ejército no tiene formación constante, lo mismo que el agua no tiene forma constante: se llama genio a la capacidad de obtener la victoria cambiando y adaptándose según el enemigo.”

 

 

 

 


                                                               












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