viernes, 28 de septiembre de 2018

CLIMA LABORAL...ENCUESTA A LA VUELTA DE LA ESQUINA



Una de las primeras anécdotas que se conocen sobre el Cuerpo de la Guardia Civil fue relatada por el propio Duque de Ahumada en sus memorias, hace referencia a su disciplina en el servicio y en el cumplimiento exacto de las órdenes recibidas. Fue el propio fundador el que relata como en uno de los primeros servicios encomendados al recién creado Cuerpo, la vigilancia del Teatro Real de Madrid y el mantenimiento del orden público, al cual iba a acudir la reina Isabel II para su inauguración, así como una nutrida representación de su gobierno, para ello se encomendó el citado servicio a una sección de caballería de la Guardia Civil, con la orden tajante de que por determinadas calles, no podría pasar ningún tipo de carruajes para mayor seguridad, en un momento dado por una de esas calles cerradas al tránsito de carruajes, se acercó uno de estos carruajes a toda velocidad, un cabo de servicio en esa calle le dio el alto haciéndole saber que por allí no se podía circular, a lo que el cochero le responde que ese coche en concreto si podía pasar, ni este ni ninguno, volvió a reiterar el cabo. Como no se ponían de acuerdo ni el cabo ni el cochero, el ocupante del vehículo, que era el propio general Narváez, Presidente del gobierno, quiso poner fin a aquella discusión, manteniendo su derecho al paso por la calle, dada su condición, contestando el cabo que las órdenes eran claras y que si insistía en pasar por allí, sería atropellando el honor del Cuerpo, al cual se le habían dado unas órdenes concretas. Al convencerse Narváez que el cabo no le dejaría pasar, contrariado hizo dar la vuelta al carruaje y entró por donde lo estaban haciendo los demás invitados: Pero una vez dentro del Teatro, hizo llamar al Duque de Ahumada y le comentó que uno de sus cabos le había puesto en evidencia, al haber tenido el atrevimiento de parar su carruaje y hacerle dar la vuelta para que entrase por otro camino, por lo que había que castigar de forma severa al mismo. El Duque de Ahumada se informó sobre el altercado y acto seguido nuevamente se presentó ante el Presidente del Gobierno, para indicarle que el cabo lo único que había hecho era cumplir las órdenes que le habían dado, sin excepción ninguna, por lo que no veía la necesidad de castigo, Narváez más tranquilo ordenó que se castigara al cabo con algo menos severo, como trasladarlo fuera de Madrid.

Al día siguiente en el despacho de Narváez se presentó el Duque de Ahumada, con dos escritos, el primero era su propia dimisión y el segundo era el traslado del cabo, firmado por el jefe accidental encargado del mando de la Guardia Civil, tras su dimisión. Naturalmente Narváez no aceptó la dimisión de Ahumada y por supuesto el cabo no fue trasladado, ya que nuestro fundador argumentó que no se había creado la Guardia Civil, destinada a altos fines, para que su prestigio y su honor fuesen pisoteados a la primera ocasión que se presentase. Esta primera anécdota conocida de la Guardia Civil demuestra el verdadero espíritu del Cuerpo y de su fundador, que en ningún caso se dejasen pisotear, demostrando lo que siempre ha sido una de sus virtudes, la disciplina. 

Existen algunas compañías que se encuentran a poco más de un mes de realizar la encuesta de Clima Laboral del año 2018. Para empezar, diré que dicha situación es la culminación de un año de trabajo (programa de Clima Laboral) donde hay que valorar las medidas puestas en marcha durante el año en curso, después de lo manifestado por los empleados en el año 2017. 


Para los empleados, es el momento de valorar de forma responsable, independiente y en conciencia sin dejarse presionar por los mandos en la cumplimentación de dicha encuesta, y valorar lo sucedido en su compañía en base al impacto que dichas medidas han tenido en la mejora de su puesto de trabajo.  Por desgracia, algunas compañías siguen ignorando a sus empleados, sin ejecutar ningún plan de Clima Laboral, más allá de una verborrea estéril que busca que los mismos hagan la encuesta de Clima Laboral cuando llega la fecha de la misma, para justificar ante sus inversores el alineamiento del capaital humano con las metas  que tiene fijadas la compañía. Además, algunas de estas compañías tienen graves problemas económicos, y se ignora el valor del factor humano para salir de las dificultades en el que se encuentran imbuidas.


El Clima Laboral es el medio humano y físico en el que él trabajador desarrolla su actividad diaria. Son las percepciones del lugar de trabajo las que influyen en las personas de forma individual y colectivamente. Algunos factores o variables que influyen en dicho Clima son; las condiciones ambientales, las condiciones temporales, exigencias físicas de la tarea, exigencias mentales de la tarea, exigencias emocionales, procesos de trabajo, relaciones interpersonales, estructura organizativa, el liderazgo, la cultura de la empresa, el equipamiento, el reconocimiento, las compensaciones salariales y criterios de equidad, etc. La variable del  Clima influye en la satisfacción del individuo y por ende en la productividad del mismo con respecto a la compañía. Un buen clima se orienta hacia la consecución de los objetivos fijados en la compañía, un mal Clima destruye el ambiente de trabajo, ocasionando situaciones de conflicto y de bajo rendimiento. Es la alta dirección con su cultura y con sus sistemas de gestión, los que propician los factores adecuados para un buen Clima Laboral, integrándolos con las políticas de recursos humanos que se llevan a cabo dentro de la compañía. En la cultura de una compañía se reflejan los supuestos principios y valores que guían a la misma, son intangibles, pero influyen profundamente en el comportamiento de los empleados. 

Los miembros de una organización aprenden y asimilan la cultura de ella a través del proceso de socialización, e influyen a su vez en dicha cultura por medio de la individualización. La concepción de la cultura implica entender a la persona como el centro del desarrollo de una compañía, ya que cada individuo tiende a desarrollar ciertos impulsos motivacionales que afectan a la forma en que los individuos ven sus trabajos y manejan sus vidas. Los directivos deben construir significados y metas comunes para lograr pensamientos y concepciones nuevas que abarquen a todos los miembros de una compañía, ya que los mismos son los que generan los cambios en la cultura organizacional, y por ende permite que se logren cambios significativos en los valores de las personas, en la interacción de sus conceptos, en su comportamiento y en sus hábitos. Las encuestas de Clima solo pueden generar cambios en una compañía si se realiza el trabajo previo que conlleva cualquier programa de Clima Laboral de forma adecuada, en general producirán muchos beneficios a todos los niveles dentro de las compañías, pero sobre todo permitirá mejorar las actitudes de las personas, que son a fin de cuenta las que determinan las acciones que permiten perpetuarse en el tiempo a las compañías.  


Es por todo ello que al igual que el año pasado afirme en algún post que escribí al respecto, en las compañías en las que los directivos no han hecho sus deberes en algo tan crítico para el devenir de las mismas, los empleados no deben legitimar dicha situación de fraude, por lo que NO DEBEN HACER DICHA ENCUESTA DE CLIMA LABORAL.  Para terminar este post, decir que la Guardia Civil atesora una historia de 174 años, donde la disciplina ha sido un referente en su conducta y forma de actuar. En las compañías donde el fracaso en los programas de Clima Laboral es algo que se reitera año tras año… Sus directivos ni tienen disciplina, ni vergüenza, ni conciencia de lo que sucede dentro las mismas, más allá de lo que son “boutades” directivas para adornar una galería de inconsistencias en la gestión que conducen inexorablemente al fracaso.
 

Ya lo dijo Anaxágoras: “Si me engañas una vez, tuya es la culpa; si me engañas dos, es mía”.
 


No hay comentarios:

Publicar un comentario