viernes, 31 de marzo de 2023

JUNTA DE ACCIONISTAS DE TELEFÓNICA… LA OPERADORA ANTE LA LEY DE WEBER-FECHNER

 

Una persona puede distinguir perfectamente la diferencia de una pesa de 100 gramos de una de 120 pero no tan fácilmente la de una de 200 gramos de una de 220. Son 20 gramos de diferencia en los dos casos, sí, pero nuestra percepción se ve alterada por la Ley de Weber. Y es que fue Ernst Heinrich Weber, un aclamado médico alemán de finales del siglo XIX que desarrolló una importante labor en los campos de la fisiología y la psicología, el primero en darse cuenta de esto y traducir este fenómeno en una ecuación o algoritmo. La fórmula la mejoró un psicólogo coetáneo, también alemán, llamado Gustav Theodor Fechner, así que la ley realmente podría llamarse Weber-Fechner, pero es más conocida por el nombre del primero. Consiste en que cuando se comparan dos estímulos pequeños, basta una diferencia mínima para distinguirlos perfectamente. Ahora, si son grandes, deben ser muy distintos entre uno y otro para poder darnos cuenta. Por eso con las pesas, aunque se trate de 20 gramos de diferencia en ambos casos, cuesta mucho menos distinguir la diferencia de tamaño en las pesas de menor tamaño. Ocurre lo mismo con el tiempo, con el tamaño, con la altura de las cosas o con prácticamente cualquier cosa. Nuestra percepción cambia y nos resulta más difícil hallar diferencias en masas o unidades mayores.

Hoy se ha celebrado la junta de accionistas de Telefónica en un ambiente enrarecido como el que terminó el año pasado después de la contestación que obtuvo el punto de la retribución  El año pasado, en la junta de accionistas de Telefónica celebrada el 8 de abril fue un serio aviso a navegantes del malestar que anidaba en los principales accionistas de la operadora, así como en los proxy. Obtener un respaldo de tan solo el 53% de los accionistas en la votación de la junta general sobre la retribución de sus principales directivos, es un motivo de peso para concluir que algo no se está haciendo bien. Especialmente si ese rechazo importante no fue algo repentino, sino que se venía avisando con mucha antelación. Así lo hizo a comienzos de abril BlackRock, la mayor gestora de activos del mundo y uno de los principales accionistas de Telefónica (4,68%), y anteriormente los principales asesores de votos extranjeros, ISS y Glass Lewis, y nacionales, Corporance Asesores de Voto. En el año 2011 en esta misma revista, denunciamos la omisión, por parte de Telefónica, del cumplimiento de la recomendación del Código Conthe que, siguiendo las orientaciones de la Comisión Europea de 14 de diciembre de 2004, invitaba a las empresas a que “el consejo sometiese a votación a la junta general de accionistas, como punto separado del orden del día, y con carácter consultivo, un informe sobre la política de retribuciones de los consejeros. Y que dicho informe se ponga a disposición de los accionistas, ya sea de forma separada o de cualquier otra forma que la sociedad considere conveniente”. Telefónica resolvió pasar por alto la recomendación eludiendo, como punto separado del orden del día, la votación consultiva en su junta general de accionistas del 18 de mayo de 2011. La compañía no lo consideró oportuno por entender que “no era una materia propia de la junta general, y porque, además, al tratarse de un tema sumamente estratégico, su votación podría haber derivado en un debate abierto, generando, por tanto, inestabilidad e incertidumbre” https://cutt.ly/Z498l9l El año pasado, en el Junta General de Accionistas, el informe anual sobre las remuneraciones de los consejeros obtuvo el respaldo de un porcentaje históricamente bajo en la votación consultiva. A favor se mostraron el 53,27% de los accionistas y casi un 43% lo hicieron en contra, entre ellos los de los fondos; Blackrock, Calpers o Norges.

La situación de insatisfacción de los accionistas viene tras siete años de gestión del actual presidente y su equipo directivo, del que se cumplirá el 8 de abril siete años de gestión. Entonces el precio de la acción tenía un valor en bolsa de 9,31 euros por acción, hoy el precio está en unos 3,98 euros (-57,25%) sin contar dividendos. Esta situación de inestabilidad tuvo ayer un botón de muestra con el recorte de la valoración de la casa de análisis, Berenberg, la cual recortó la valoración de Telefónica a 3,70 euros desde 4,70 euros. Estos analistas comentan que "la estabilización en España es clave", ya que "la última vez que Telefónica aumentó el OIBDA en su mercado principal fue en el cuarto trimestre de 2019". Para Berenberg la presión del OIBDA se ha debido a la competencia, al deterioro del mix de ingresos y a las presiones inflacionistas de los costes. Según Bloomberg Intelligence, Telefónica seguirá notando la presión sobre su deuda que ejercen factores como el riesgo divisa y la volatilidad, y continuará viendo peligrosamente de cerca las opciones de caer a una calificación de bono basura en sus instrumentos de renta fija. "La consolidación en España y Brasil podría ser positiva para Telefónica, pero la incertidumbre económica, la volatilidad de los tipos de cambio y unas métricas crediticias muy ajustadas siguen representando una amenaza para las calificaciones bajas de triple B (de la empresa)", señaló el experto de Bloomberg Intelligence, Aidan Cheslin, en su último informe sobre la compañía. Telefónica, cabe recordar, cuenta con notas Baa3 de parte de Moody's, BBB de parte de Fitch, y BBB- de parte de Standard & Poor's (S&P). 

Uno de los graves problemas que tiene el grupo Telefónica hoy se encuentra en la división española, la cual representó el 27% de los ingresos del grupo en el año 2022. El mercado español se encuentra imbuido en una competencia encarnizada con un disruptor, Digi, que está dejando al resto de operadores en paños menores. Para el presidente de Telefónica, una de las medidas que puede aliviar dicha presión competitiva es, “voy a ser muy directo. Yo personalmente creo que la fusión tiene que ser aprobada con mínimos remedios o sin remedios, porque uno analiza el impacto de las redes con quien compite, y lo que se pone de manifiesto es que el mercado español ya es distinto”, afirmó https://cutt.ly/i498mHP  Con los datos oficiales de la CNMC en la mano, ya podemos ir dando por cerrado otro año en la vida de los operadores de telecomunicaciones y tener una visión más global de cómo han evolucionado los principales grupos, agrupando los datos anuales y comparando los resultados de los últimos cuatro años. De los operadores que ganan líneas, Digi ha arrebatado el liderazgo a MásMóvil tanto en fibra como en móvil. Del total de números móviles que cambiaron de operador durante 2022, el 62% acabó decantándose por Digi, el 30% por otros OMVs independientes, y el 8% restante optaron por el Grupo MásMóvil. Quienes perdieron esas líneas pertenecían un 45% a Movistar, el 32% a Orange y el 23% de Vodafone. En 2022, Digi ha sumado más de 819.000 líneas móviles y 353.000 líneas de banda ancha fija, lo que supone el 92% y 97% respectivamente del volumen total de operadores independientes. El conjunto que engloba a todas las marcas independientes ha sumado a lo largo de 2022 un total de 886.117 líneas móviles, y 363.207 líneas de banda ancha. Su mejor cifra histórica, y que les posiciona por delante del Grupo MásMóvil. Concretamente, los OMVs han ganado un 62% más líneas móviles y un 60% más de líneas de banda ancha que su rival. https://cutt.ly/A498Rjj 


 

 En el año 2022, Movistar, siguió perdiendo accesos como en años anteriores, tanto en banda ancha y como en accesos móviles. El hecho que Bruselas estudie y dictamine los “remedies” a la fusión MásMóvil y Orange, no anticipa que los mismos no sean conceder a Digi la posición de cuarto operador que supondría volver a la posición de origen cuando MásMóvil era el disruptor del mercado español. Reuters ha publicado que Bruselas iniciará a partir del 3 de abril una investigación para dar el ‘ok’ a la fusión Este anuncio se produjo un día después del anuncio hecho por el Ministerio de Asuntos Económicos. De la sorpresa causada por el mismo y la certeza de que Bruselas obligará a ejecutar unas ‘remedies’ para dar luz verde a la fusión, disparó las preocupaciones dentro del resto de operadores del mercado español. https://cutt.ly/9498YEb  

 

Si el año 2016, con la llegada del actual presidente de la operadora, Telefónica facturó 52.036 millones de euros, en el año 2022 ingresó 45.978 millones de euros, 6.058 millones de euros menos (-11,64%). Las enajenaciones y ventas de patrimonio, no solo redujeron el perímetro de la compañía, sino que los ingresos se han visto afectados por dicha estrategia.  Dos de las cuestiones que hoy han sido comunes en los pequeños accionistas que han intervenido en la Junta han sido para criticar que los títulos de la compañía hayan perdido un 61% de su valor y que el dividendo se haya reducido en un 60% desde 2016, cuando Álvarez-Pallete llegó a la presidencia de Telefónica. A estas realidades el presidente y su equipo directivo no han manifestado nada, simplemente su silencio es la respuesta. Un ejemplo de este deterioro se publicaba hace unos días en la prensa, “Telefónica, cerca de salir del 'Top 10' de bolsa con Aena apretando y sin lograr soltar a su bajista” https://cutt.ly/n498OyB En la misma se informa que Telefónica está cada vez más cerca de salir del 'Top 10' del Ibex 35 por capitalización, algo que ni los más viejos del lugar recuerdan. La operadora española ve como Aena, que fue duramente castigada por las restricciones durante la pandemia, se acerca y apenas les separan 691 millones de euros tomando el cierre del lunes pasado. Otro factor que refleja los problemas que tiene la compañía viene de la revalorización bursátil que ha cosechado este año con respecto a sus principales competidores europeos, Telefónica sube un (+12,91%), Telecom Italia (+33,29%), Britisth Telecom (+24,05%), la francesa Orange (+17,46%) y Deutsche Telekom (+17,13%). Cierto es que la española se impone frente a la holandesa KPN (+11,70%) y la británica Vodafone (+5,71%). También mejora el avance del Stoxx Europe 600 Telecommunications -índice de referencia del sector de las 'telecos' del Viejo Continente-, cuya revalorización anual es de prácticamente un 12%. Por otro lado, Telefónica sigue teniendo a, BlackRock Investment Management (UK) Limited, como su bajista de cabecera. El mismo que a 30 de enero de 2023 mantenía una posición corta del 0,50%, tal y como lo ha constatado Valencia Plaza de la base de datos pública de la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV). El mismo bajista cuya penúltima notificación al organismo supervisor se remonta al 6 de mayo pasado, cuando contaba con un corto del 0,42%. Precisamente BlackRock, la matriz, es su mayor accionista con el 4,983% desde el 31 de marzo de 2020 por encima de CaixaBank (4,879%) y BBVA (4,839%). Para terminar, hay que resaltar que en la Junta celebrada hoy hubo un hecho sorprendente como fue el hecho de que se votara la petición de un pequeño accionista, que solicitó el cese del presidente de Telefónica. La consulta fue elevada fuera del orden del día, se trató de, Carlos Antonio Gutiérrez Pérez, quien en su intervención comparó las principales magnitudes de la teleco de hace siete años con los actuales para concluir que el primer ejecutivo "es el causante" de la situación. Si bien la misma no salió aprobada, el hecho de que se votara es un claro síntoma de la situación de desasosiego que se vive en la operadora.

Una persona puede distinguir perfectamente la diferencia de una pesa de 100 gramos de una de 120 pero no tan fácilmente la de una de 200 gramos de una de 220. Son 20 gramos de diferencia en los dos casos, sí, pero nuestra percepción se ve alterada por la Ley de Weber. Y es que fue Ernst Heinrich Weber, un aclamado médico alemán de finales del siglo XIX que desarrolló una importante labor en los campos de la fisiología y la psicología, el primero en darse cuenta de esto y traducir este fenómeno en una ecuación o algoritmo. La fórmula la mejoró un psicólogo coetáneo, también alemán, llamado Gustav Theodor Fechner, así que la ley realmente podría llamarse Weber-Fechner, pero es más conocida por el nombre del primero. Consiste en que cuando se comparan dos estímulos pequeños, basta una diferencia mínima para distinguirlos perfectamente. Ahora, si son grandes, deben ser muy distintos entre uno y otro para poder darnos cuenta. Por eso con las pesas, aunque se trate de 20 gramos de diferencia en ambos casos, cuesta mucho menos distinguir la diferencia de tamaño en las pesas de menor tamaño.

Para terminar el post, se puede decir que la ley de Weber-Fechner ha irrumpido dentro del sentir de la percepción en los directivos de la operadora… Lo que nos falta por saber es si los diferentes grupos de interés (stakeholders) de la operadora como; accionistas, inversores, proveedores, clientes, trabajadores, inversores, etc., también piensan así.

Ya lo dijo William Faulkner: “El pasado nunca se muere, ni siquiera es pasado”.


 

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