viernes, 21 de abril de 2023

LARRY FINK Y SU ERROR DE CÁLCULO A LA HORA DE MEDIR A SU INTERLOCUTOR… PEDRO SÁNCHEZ CASTEJÓN

 

El martes 18 de abril el presidente del mayor fondo de inversión del mundo BlackRock, Larry Fink, tenía cita para una reunión con el presidente del gobierno español, Pedro Sánchez Castejón. La reunión fue cancelada por Sánchez en el último momento con la excusa de un imprevisto del presidente de Gobierno. La cita con el mayor fondo del mundo buscaba transmitir tranquilidad a los inversores extranjeros, pero fue cancelada en extrañas circunstancias. Un plantón que coincidió con la polémica con Ferrovial -empresa de la que el fondo internacional tiene el 3%- y con el anuncio de sacar 50.000 viviendas para alquiler social, muchas de ellas en poder de esta compañía. Dos temas en los que BlackRock se enfrenta directamente a los planes del Gobierno. Por otro lado, y a modo de anécdota, muchos de los asistentes al almuerzo le preguntaron a Fink cómo había transcurrido su cita con Sánchez, a lo que el CEO del fondo respondió mostrando cierto disgusto por la situación y por una reunión que le obligó a viajar a Madrid y que finalmente no se produjo https://tinyurl.com/mvwydwk7

Unas horas después de dicho fracaso por parte de Larry Fink, se reunió con un ramillete de lo más granado del IBEX-35, la lista de asistentes a este almuerzo estuvo integrada por buena parte de las empresas españolas participadas por BlackRock. En el encuentro coincidieron primeros directivos como José Manuel Entrecanales (Acciona), José Bogas (Endesa) y José María Álvarez-Pallete (Telefónica), con otros reconocidamente díscolos con el Gobierno como Ignacio Sánchez Galán (Iberdrola), Josu Jon Imaz (Repsol), Francisco Reynés (Naturgy) o el presidente de Ferrovial, Rafael del Pino. El objetivo de dicha reunión era debatir sobre el clima empresarial en España y por la acción del Gobierno de Pedro Sánchez. No es casual que a la reunión haya asistido la plana mayor de las energéticas liderada por Ignacio Sánchez Galán, probablemente el único presente del Ibex que ha cargado públicamente contra Sánchez. La situación del sector es complicada tras la imposición del impuesto a sus beneficios extraordinarios y de llevar más de un año soportando los ataques del Ejecutivo. En el caso de Ferrovial, el mensaje es claro. BlackRock (con un 3% del capital) fue uno de los fondos de inversión que se sumó al apoyo de la Junta General de Accionistas al proyecto de fusión inversa que incluía el traslado de Ferrovial a Países Bajos. De hecho, las fuentes consultadas por este diario indican que el voto favorable del fondo fue decisivo para arrastrar al resto de inversores internacionales para apoyar el proyecto del equipo de Rafael del Pino y aprobarlo por más de un 93% de los votos


                 Foto: Pedro Sánchez y Larry Fink

En el viaje relámpago de Fink a Madrid también se desarrolló un encuentro entre la plana mayor de BlackRock, una suerte de colofón a la no reunión con Sánchez y el encuentro con el Ibex. En ella participaron el CEO mundial, Stephen Cohen, el responsable de la región EMEA (Europa), Aitor Jauregui, responsable de Latinoamérica y España, Wei Li, directora global de estrategia de inversión, Alister Hibbert, jefe de Strategic Equity Team y Willie Alford, jefe del equipo del consejero delegado. BlackRock es uno de los actores principales de la bolsa española. En nuestro país tiene participaciones significativas (por encima del 3% del capital) en 19 de las 35 mayores cotizadas. Es el primer o el segundo accionista de empresas españolas como Santander, BBVA, Repsol, Telefónica e Iberdrola. La eléctrica es su mayor inversión en España, con 3.600 millones acumulados. Controla activos por valor de 42.000 millones de euros en el Ibex-35 y nueve billones de euros en todo el mundo.

El encuentro de BlackRock con la cúpula del Ibex35 es una muestra más del descontento de los empresarios con las decisiones tomadas por el Ejecutivo que, en el último año y medio, han sido señalados repetidamente como culpables de la subida del precio de los carburantes, de la energía y de los alimentos. Además del impuesto a las energéticas y a la banca, desde las grandes empresas también se critica el escudo antiopas prorrogado hasta finales de 2024 y que impide la libre entrada de empresas europeas a compañías españolas.

Hasta aquí lo que la prensa informa sobre un hecho, que tiene un profundo trasfondo político y económico que permanece oculto, pero que puede ser determinante para algún presidente de alguna compañía que pertenece al selectivo IBEX-35. Lo primero que hay que decir es que el presidente de BlackRock no coge un avión desde Nueva York para visitar al presidente del gobierno español si sabe que no va haber reunión alguna. El cofundador y CEO de BlackRock dirige con mano de hierro la mayor firma de inversión del mundo, capaz de hacer temblar a los consejos de administración. Un claro ejemplo de quien es Larry Fink se produjo en  septiembre del año 2008, entonces paso de ser un importante banquero de Wall Street a convertirse casi en un hombre de Estado. Fink, se subió a un avión comercial hace quince años y puso rumbo a Singapur. Mientras sobrevolaba el océano, Lehman Brothers se declaraba en quiebra y, cuando el banquero se enteró de la noticia a su llegada al país asiático, decidió volverse al día siguiente. "Me sentí como Charlton Heston en El Planeta de los Simios. Regresé y el mundo entero había cambiado", confesó Fink a la revista Vanity Fair en el año 2010. Nada más volver a los Estados Unidos, su teléfono no paró de sonar. Recurrieron a él los secretarios del Tesoro estadounidense, Henry Paulson y Timothy Geithner, pero también los dirigentes de los principales bancos del país. La Casa Blanca asignó a BlackRock contratos a dedo para asesorar y asistir en la financiación de la venta de Bear Stearns a J. P. Morgan y los rescates multimillonarios de A.I.G., Citigroup, Fannie Mae y Freddie Mac. "De hecho, es difícil argumentar que alguien, o cualquier empresa de Wall Street, haya ganado tanta estatura con la crisis económica como lo hicieron Fink y BlackRock", escribió Suzanna Andrews en Vanity Fair. Con ese curriculum, hay que decir que el señor Fink no pierde el tiempo viajando para no hacer nada con respecto a sus intereses. 

Lo que cabe presumir ante el fracaso de la reunión con su interlocutor, Pedro Sánchez, es que la reunión no estaba cerrada, sino que el señor Fink vino a nuestro país con información engañosa con respecto al encuentro del presidente Sánchez, quizás información interesada por algunos de sus asesores y miembros del IBEX. Es por ello que no es nada descartable que él enfado del señor Fink fuese de órdago, ya que si por algo se caracteriza es por no perder el tiempo con cuestiones donde sabe que no hay recorrido, aparte de no quedar en precario delante de la opinión pública. El problema de Ferrovial no tiene la entidad suficiente para precipitar el viaje de Fink a España. El motivo de la urgencia del viaje de Fink a nuestro país para ver a Sánchez, es una cuestión de mayor calado que ha hecho que dicha relación en este momento se encuentra en “stand by”, en la nevera. Las quejas y guerra soterrada que mantienen algunos responsables del compañías del IBEX con el gobierno español, es quizás uno de los principales motivos que suscita dicho enfriamiento. Es sabido que la derecha económica del IBEX-35 son un poder en la sombra que ha colisionado con los intereses de la Comisión Europea y el gobierno español en cuestiones acordadas dentro de los órganos representativos de la sociedad europea y española. En ese ámbito, el señor Fink es alguien determinante para que dicha estrategia de la derecha del IBEX se reoriente y alineen con los intereses del España y la Comisión Europea.


Otra cuestión importante para no perder de vista es el hecho de que Pedro Sánchez no es un político que lance órdagos con sus planteamientos políticos. Si por algo se caracteriza es por ser un político de corte renacentista donde el ser humano ocupa el centro de reflexión e interés lo que motiva el ejercicio del poder. Por lo tanto, Larry Fink se ha encontrado con una situación no deseada, quizás engañado, si tenemos en cuenta qué si por algo se caracteriza su posición al frente de BlackRock, es por no confrontar con aquellas personas que representan el poder ejecutivo. Fink hace temblar a los consejos de administración, pero no necesita decirlo para que los mismos sientan su aliento en la nuca y se cuadren ante él, por lo tanto, con los gobiernos y políticos que representan al poder político, solo desde el dialogo y acuerdo se puede establecer un “win to win”, cuestión esta que Larry Fink entiende perfectamente. Un escenario que resultará de esta situación de desacuerdo  será un acuerdo entre Sánchez y Fink, donde Fink hará concesiones que colmen las necesidades de Sánchez, pudiendo desbloquear el problema que existe actualmente, máxime si tenemos en cuenta qué del 1 de julio al 31 de diciembre, Pedro Sánchez ejercerá la presidencia del Consejo de la Unión Europea. Dentro de esas contraprestaciones que puede hacer Fink no es descartable que algún presidente de compañía del IBEX sea descabalgado y se de paso a nuevos directivos que no pongan palos en las ruedas de la estrategia europea y española.

Para terminar el post, quiero decir que parece que la visita de Fink paso sin pena ni gloria en los medios de comunicación. Pero no nos engañemos con dicha situación, por debajo subyace un problema grave que más pronto que tarde veremos como se resuelve y las contraprestaciones que en este caso se llevarán ambos interlocutores, Sánchez y Fink. Llegarán a un acuerdo “win to win” … Que será satisfactorio para ambos, pero quizás poco para los que hoy en la sombra luchan por derribar a uno de los interlocutores de dicho desacuerdo.

Ya lo dijo Nicolás Maquiavelo: “No puede haber grandes dificultades cuando abunda la buena voluntad”.

 

 
 

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