miércoles, 30 de abril de 2014

LIDERAR CONTRA LA REALIDAD

Es frecuente observar a líderes empresariales evitar los problemas de la gestión cuando las cosas se ponen feas con respecto a los objetivos fijados. Una variable que se suele ver afectada es el tiempo, en este caso se utiliza para dejar morir o pudrirse los problemas. Existe la famosa regla de los dos montones para solventar los problemas que emplean aquellos que son incapaces de abordar la realidad, uno es el montón en el cual los problemas se solventan solos y otro es el montón en el cual los problemas no se pueden solucionar.    Decía Jim Rohn célebre empresario norteamericano, "encuentro fascinante que la mayoría de las personas planifican sus vacaciones con mucho más cuidado que sus vidas.  Quizás eso se debe a que escapar es más fácil que cambiar".


Los líderes de hoy que no han aprendido todavía a identificar la importancia del tiempo tienen un gravísimo problema, ya que la anticipación es quizás la baza principal que hace evolucionar una compañía hacia el éxito, ya que el que pega primero pega dos veces. El resto de competidores tiene que ir a remolque de quien guía el mercado, ejemplos hay muchos como; Apple, Google, etc.

Una de las cosas que más llama la atención de este liderazgo trasnochado es la tenacidad con que combaten la realidad demostrada de los llamados nuevos liderazgos de personas. Las razones que podemos encontrar a dicha resistencia están en; el desconocimiento hacia lo nuevo, el miedo a perder su "status quo" dentro de la compañía, la poca disposición a adaptarse a las nuevas realidades en las que viven las compañías hoy en día, la falta de compromiso con la compañía en un momento que tanto se necesita el cambio para situarse en el mercado, etc.  

 Estos nuevos liderazgos basan su esencia en; la delegación, la comunicación, el apoyo y servicio del líder hacia los demás, haciendo de las personas el  centro de todo lo que sucede en la compañía. Esto ocasiona nuevas formas de gestión e interacción maximizando las capacidades de la compañía, todo lo contrario de lo que hacen los liderazgos trasnochados, que es no dar valor a las personas que componen las organizaciones.

Ya lo dijo el presidente italiano Sandro Pertini: "A veces en la vida hay que saber luchar  no sólo sin miedo,  sino también sin esperanza".

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