miércoles, 9 de septiembre de 2015

BIG DATA CONECTADO AL CLIMA LABORAL



En 2003, Oren Etzioni tenía que volar desde Seattle a Los Ángeles. Meses antes compró por Internet un billete de avión. Como curiosidad preguntó a un pasajero que iba a su lado cuánto le había costado el billete y se enfadó al ver que le había costado mucho menos. Le preguntó a otro y otro… y todos habían pagado menos que él. Así que se dedicó a estudiar cómo variaban los precios de los billetes de avión a lo largo del tiempo y fundó una compañía que se dedicaba precisamente a dar a conocer a un usuario cuándo los precios de los billetes tendían a ser más baratos tomando muestras de 12.000 precios de diferentes vuelos. No importaba la causa, sino el resultado. El sistema se lo compró Microsoft y para 2012 el sistema acertaba el 75% de las veces ahorrando una media de 50 dólares por billete.


Estamos en la era de los datos, un estudio de la empresa de Recursos Humanos y trabajo Adecco realizado este año apuntaba que para el 40% de los trabajadores españoles el nivel de satisfacción en el trabajo está directamente relacionado con el grado de disfrute y capacidad de divertirse que alcanzan en él. Para las compañías es cada vez más importante medir o evaluar los niveles de felicidad de sus plantillas de cara a aumentar su productividad.


La utilización de los datos como palanca  para influenciar la toma de decisiones en el campo de los Recursos Humanos es algo que las compañías más punteras ya emplean. El resultado es algo que los estudiosos han denominado "analítica de personas", que trata a las personas en una organización como se haría con cualquier otro activo en la cadena productiva dentro de la compañía: algo que se puede utilizar para monitorizar, analizar y reconfigurar el modelo productivo en su variable factor humano.
Para llegar a esta situación es necesario disponer de un software que mida una serie de variables  como todos los correos electrónicos y entradas en el calendario de cada empleado, y usa esa información para construir un cuadro de mando  de quién está haciendo qué y con quién.
La propia tecnología reduce la subjetividad al contar con tanta información y elimina las asunciones erróneas que se puedan predecir. Un ejemplo de dato falso que se ha descubierto por empresas del sector que se dedican a este mercado es que muchos gerentes creen por ejemplo, que los representantes de ventas con más contactos fuera de la compañía son los más eficaces. Pero los datos que reflejan los programas de Big Data que manejan empresas del sector, es que su éxito es altamente dependiente del tamaño de sus redes dentro de la propia empresa. Además, el tamaño de esas redes es fácil de determinar analizando con quién se comunican los empleados vía email y con quién se reúnen. Por si fuera poco, dichos programas pueden realizar automáticamente lo que haría un gerente, como escribir a vendedores individuales para inducir a incrementar el tamaño de sus redes. Y pueden hacerlo, además, antes de que se produzca un problema estadísticamente probable. 

Una de las leyes sobre la que el análisis del big data vuelca su fuerza a la hora de estudiar la información es que “los trabajadores contentos son trabajadores más productivos”. Para lo cual los programas de este tipo realizan pequeños encuestas entre sus trabajadores con el fin de ver y pulsar el ambiente de sus empleados, el objetivo de los mismos es "cuantificar el confuso concepto de cultura corporativa". Para recabar la información que se captura con dichos programas y se estudia con un fin determinado anteriormente se requería todo un equipo interno de analistas en una compañía por ejemplo como Google, que en cierto sentido ha sido el gran pionero de este campo. El último fin de dichos programas es sacar el máximo provecho al capital humano con herramientas abiertas, transparentes y participativas, todo ello con un fin determinado: aportar conocimiento y predictibilidad a la labor de las personas. 
Las primeras aplicaciones de Big Data para lograr gestionar esta información ya están surgiendo, la empresa de electrónica y de comunicaciones Hitachi acaba de desarrollar un dispositivo portátil denominado Human Big Data, parecido a una tarjeta de acceso o una acreditación, diseñado para registrar las diferentes acciones del usuario y determinar, a partir de ellas, los niveles de felicidad y satisfacción de sus empleados. Desde el número de veces que una persona se levanta de su sitio, a las personas de la oficina con las que más se interacciona o el tiempo que se invierte en departir con los compañeros. A partir de este dispositivo se hace posible determinar las diferentes acciones que un profesional lleva a cabo y que, desde el servicio de estudios de Hitachi, están íntimamente relacionadas con su grado de satisfacción o felicidad.

 

Desde Hitachi se destaca que existe una íntima y directa relación entre los niveles de felicidad colectiva que mide el dispositivo portátil y la productividad global de la empresa. La firma realizó en su momento una prueba estudiando la actividad de 219 empleados de dos call centers durante 29 días. La compañía destaca que los días en los que los niveles colectivos de felicidad eran superiores a la media, el nivel de recepción de pedidos en el call center en cuestión se llegaba a incrementar hasta en un 34%. Otro ejemplo es Humanyze, una startup fundada por ex-alumnos del MIT. Uno de los resultados obtenidos por esta empresa a partir de la información recogida sobre las interacciones de los empleados de varios de sus clientes es que las compañías podrían mejorar hasta en un 25% su productividad. A esta conclusión han llegado tras el despliegue de unos sensores en forma de tarjeta de identificación que el empleado lleva colgada al cuello, dotada con micrófono y tecnología de infrarrojos y bluetooth, y que es capaz de recoger todas las relaciones que mantiene el empleado en el transcurso de su jornada laboral: identifica con cuántas personas habla y quiénes son, cómo se comunica, su tono de voz, las zonas de la oficina que frecuenta más, etc. Toda esa información, que está a disposición de los trabajadores, tras ser procesada y comparada con la del resto de compañeros, permite llegar a conclusiones como que aquellos empleados que en sus horas de descanso interaccionan más con otros son más productivos, conclusión que, por ejemplo, ha permitido a la empresa que encargó el estudio modificar la distribución de los espacios comunes para facilitar la comunicación entre los trabajadores. Aunque previamente ya existían bastantes estudios que relacionaban de forma cualitativa las relaciones sociales y la productividad, Humanyze se apoya en las nuevas tecnologías para obtener conclusiones a partir de datos cuantitativos de situaciones reales. La proliferación de información recogida a través de múltiples dispositivos conectados a Internet, lo que denominamos el internet de las cosas (Internet of things), y que ya hemos visto en otras facetas de nuestra vida, como por ejemplo los wearables, disparará dicha captura y conocimiento de información dentro de las compañías.



Si medir y actuar frente a situaciones que antes no eran consideradas importantes como  por ejemplo si los empleados se sentían reconocidos por su trabajo, ha tenido un impacto en el valor de retener y aumentar la productividad, esta es una de las razones por las  que las compañías pronto crearán divisiones enteras de analítica de personas, que desempeñarán sus funciones en la confluencia entre los departamentos de ventas, tecnología de la información y recursos humanos.
La idea es que una organización puede hacerse más efectiva a través del incremento del ánimo y las acciones de las personas que las constituyen, esto que se hace de una forma mecánica en el resto de los procesos productivos como por ejemplo con los  “Value Stream Mapping” en los procesos productivos, pronto será bien recibida por Gerentes y Directores como una tecnología de gran apoyo a la hora de gestionar la variable del factor humano. 
                                   VALUE STREAM MAPPING


Así mismo conseguir que los empleados sean más eficientes e, incluso, más felices, no es lo mismo que hacerlos más creativos o innovadores. Los experimentos que llevan a cabo algunas empresas para alentar a las personas a expandir sus redes internas son reproducibles y sus resultados verificables, sin embargo la creatividad e innovación requiere de un microclima de necesidad, inquietud, facilidad, tiempo, pasión, iniciativa, recursos económicos, etc., que muchas compañías ni emplean ni estimulan dentro de sí mismas para conseguir dicho propósito.
Programas de Big Data como los descritos anteriormente que se están implementando en grandes compañías, permitirán responder potencialmente a preguntas como cuál es el impacto en la organización de un cambio organizativo, el nivel de engagement de un miembro del equipo, la identificación de agentes de cambio o la medición del grado de colaboración entre equipos de trabajo. Hasta ahora todas estas fuentes de información trataban de cuantificar interacciones pero no eran capaces de recoger las no electrónicas, las que se producían durante los descansos, en conversaciones de pasillo, etc. y es ahí donde dispositivos como los descritos anteriormente son clave para lo dicho anteriormente, eso sí, debe ser recogida con el consentimiento del empleado y que sin duda será objeto de debate al poner sobre la mesa cuestiones como la intimidad del empleado y la seguridad de la información.
Algunas de las oportunidades que el Big Data ofrece a la gestión de personas son las siguientes:
  • Identificar y desarrollar el liderazgo.
  • Gestionar el talento, promocionarlo y crear engagement.
  • Analizar el sentimiento y clima laboral.
  • Identificar el talento y mejorar el reclutamiento.
  • Analizar el desempeño y su retribución.
  • Analizar con una visión predictiva posibles cambios de comportamiento.
  • Identificar problemas de productividad.
  • Predecir cuándo va a haber problemas en la facturación.
  • Ayudar a aumentar la innovación.


Las compañías tienen grandes retos por delante con respecto a sus Recursos Humanos si se busca maximizar su nivel de eficacia y eficiencia, el Clima Laboral es estratégico para que se consiga dicho objetivo, los prgramas de Big Data pueden ser una gran ayuda. Vivir solo de la inercia, inanición y publicidad con el cambio tecnológico que se avecina no parece una buena idea para aquellos directivos que no buscan intensamente la mejora de dicho Clima Laboral, es hora de que los mismos y sus empleados sean conscientes de dicha situación y pongan cada uno su granito de arena, todos nos beneficiaremos de ello. 

Ya lo dijo Joe Rospars: “Big Data trata de entender las relaciones que te unen a las personas que te interesan y el conocimiento del potencial de esa relación”.
 




 

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