lunes, 21 de septiembre de 2015

LA COMUNICACIÓN; EL OBJETO DEL DESEO DIRECTIVO



Año 1355, en Oxford un grupo de estudiantes puso en duda la calidad de la cerveza que estaban tomando. El tabernero les citó en la calle, una jarra voló hasta su cabeza y la discusión se convirtió en pelea, la pelea en reyerta y la reyerta en revuelta. Durante los dos días que duró la contienda los estudiantes solían refugiarse tras los muros de la Universidad que como institución eclesiástica era inviolable, hasta que fue asaltada. La contienda entre ciudadanos y estudiantes se saldó con 93 muertos y con una curiosa concesión. Cada año una comisión universitaria probaría y daría el plácet a la cerveza que se consumirá a lo largo del próximo año. Esta tradición llega hasta nuestros días, todo este problema se hubiese arreglado si la comunicación hubiese sido más efectiva entre estudiantes y taberneros. 

La comunicación en las compañías hoy en día crea vínculos, que cuando están arraigados en las personas que conforman la misma constituyen una fuerza que se traduce en compromiso y lealtad hacia la misma, generando reputación y confianza en las personas que la reciben, pero  sobre todo una actitud favorable de los grupos de interés sobre la empresa y sus productos. Sin comunicación, la creación de estos vínculos es imposible.

Un estudio realizado en el 2010 por IDC demostró que las empresas del Reino Unido y Estados Unidos perdieron dicho año aproximadamente 37.000 millones de $ debido a malentendidos entre empleados. Una mala comunicación en el trabajo provoca mayores costos operativos y menor rentabilidad. Así mismo podemos nombrar a modo general los siguientes problemas más graves que se producen por dicha comunicación defectuosa:
– Baja de producción
– Insatisfacción y rotación de personal
– Falta de comprensión de la estrategia comercial.
– Falta de una dirección común.

Derivadas de esa mala comunicación surgen toda una serie de carencias que afectan al buen funcionamiento de las compañías, las mismas deben ser consideradas oportunidades para los directivos, con ello, situaran a las personas en el centro de las organizaciones, haciendo organizaciones más horizontales, dándoles el protagonismo que requieren para conseguir las metas que se fijen. Factores como el dialogo permanente, la veracidad de lo que se trasmite, el conocimiento de los hechos que suceden,  harán que surjan oportunidades de mejora cuyo abordaje nos acercará a un nuevo modelo de empresa. Si el poder para tomar decisiones en la empresa suele está distribuido, no es menos cierto que dicho hecho está fundamentado en razones de eficacia, pero la participación en el proceso de toma de decisiones debe ser también un proceso donde la ética de las personas sea un activo a tener en cuenta, decía el Papa Juan XXIII, “a los trabajadores hay que darles una participación activa en los asuntos de la empresa donde trabajan, tanto en las privadas como en las públicas; participación que, en todo caso, debe tender a que la empresa sea una auténtica comunidad humana, cuya influencia bienhechora se deje sentir en las relaciones de todos sus miembros y en la variada gama de sus funciones y obligaciones”.

Los cuatro intangibles de mayor valor son: la marca (quizás el más tangible de los intangibles), la reputación corporativa, la RSC (Responsabilidad Social Corporativa) y la comunicación interna. En la siguiente tabla se pueden ver los resultados del estudio sobre la comunicación de los intangibles en España  realizado en el año 2007 por el Instituto de Análisis de Intangibles. Los resultados muestran el nivel de desarrollo de las áreas de intangibles en las medianas y grandes empresas.



Los datos demuestran que todavía la gestión de intangibles no ha alcanzado un nivel de desarrollo adecuado, consecuencia de que las empresas todavía centran más su atención en los valores tangibles. A pesar de este factor, las tendencias desde entonces hasta la fecha actual empiezan a mostrar cómo cada vez las empresas son más conscientes de la importancia de tener una comunicación bien definida y gestionada que contribuya a generar una buena imagen de empresa que sirva para la consecución de las metas fijadas.

La comunicación hoy en día es una herramienta que potencia el corazón del negocio de la compañía, con una buena comunicación se consiguen las siguientes cuestiones:
•Su función está íntimamente ligada a la estrategia del negocio de las organizaciones, con ella se consigue dar un impulso a las personas que componen las misma de tal forma que impulsa la consecución de los objetivos.
•La comunicación tiene relación directa con el desarrollo sostenible y con la Responsabilidad Social Corporativa, proyectando una imagen hacia la sociedad de partner responsable y colaborador con los problemas y dificultades que la propia sociedad tiene. Por ejemplo, hace 20 años cualquier organización de cualquier sector tenía un sentimiento hacia la ecología muy pobre, hoy en día cualquier compañía cuida mucho el impacto que proyecta con su huella ecológica en el medio donde opera, la comunicación es fundamental para proteger dicha imagen.
•La comunicación actualmente dispone de nuevos formatos fuera de los medios tradicionales, llámense periódicos, prensa, radio, etc., la evolución digital ha impulsado la misma a través de las redes sociales a unos niveles de inmediatez e impacto que hacen que la misma condicione cualquier estrategia que se quiera establecer.
 • La comunicación juega un papel creciente en la gestión del valor de los intangibles como por ejemplo: la marca y el personal, haciendo de ellos dos palancas formidables para impulsar los objetivos que se fijen dentro de la misma.


Algunos problemas que genera la mala comunicación son los siguientes:

1. Dificultades de alineamiento del personal con la estrategia corporativa. Cuando tu empresa no comunica bien (lo que se dice no guarda relación con lo que percibe), el trabajador rechaza dicha comunicación, esto origina que las líneas estratégicas dejan de estar claras. Si no hay una buena comunicación con los colaboradores, cada cual entenderá las cosas a su forma, esto generará un discurso que desorientará al personal más de lo que pueda intentar comunicar. Para revertir dicha situación es necesario guardar coherencia en la comunicación, formalizar los diálogos que se dan entre los colaboradores, estimular conversaciones saludables, compartir información y conocimiento con mayor velocidad, aumentar la consideración positiva del personal respecto de la empresa y responder a las necesidades del personal.
2. La comunicación pobre origina falta de colaboración y compromiso. Si el trabajador no se siente parte de la organización, su grado de compromiso será muy pobre. Muchas veces la dirección invierte mucho tiempo en definir los objetivos estratégicos, la misión y la visión pero luego, al no comunicarlos o no hacerlo de la manera adecuada, no logra el alineamiento del personal con la estrategia corporativa, tan necesario para el buen clima laboral y los resultados.
3. Dificultad en la circulación de la información a través de la estructura corporativa. La información operativa carece de circuitos para circular en tiempo y forma, generando dificultades en las operaciones y pérdida de productividad. A veces se tienen dichos circuitos pero están alejados de las necesidades de respuesta que reclaman los trabajadores. Se les da información pero no respuestas. 
4. Generación  del rumor y de una cultura basada en la “confidencialidad” y la desconfianza. Si los flujos de comunicación (ascendentes, descendentes, horizontales o transversales) no corren por canales formales con la transparencia y velocidad adecuadas, se producen vacíos de información que son llenados por el rumor, esto hace que se desvíe la atención de la gestión profesional.
5. Ausencia del talento. Para poder desarrollar el talento y retener a las personas claves en la organización es fundamental el conocimiento del desempeño de las mismas; y sin profundas bases de información dinámicas resulta muy difícil la gestión de esta importante variable para el crecimiento organizacional. Para que el  talento brille en la organización hay que crear un lugar extraordinario para trabajar: un lugar donde no solo se pague lo debido, sino donde, además, se les permita a las personas iniciar y ejecutar grandes cosas. Las empresas y las personas han de transformarse en marcas llenas de significado y de pasión, que sean capaces de comunicar por sí mismas cuál es su misión en la vida, qué tienen para ofrecer y cómo pueden estar seguras de que se trata de algo realmente único.
6. Desmotivación y pérdida de productividad. Si tus trabajadores sienten que no están informados de lo que pasa y que sus opiniones o ideas no importan, dejarán de poner interés y pasión en lo que hacen; y eso los convertirá en colaboradores pocos productivos.
7. Deterioro del Clima Laboral. Si no dejas hablar y escuchas a tu personal, cualquier acción puede acabar en negatividad, rumores, temores, etc. La desidia ante ciertos mensajes dados por la organización (recibidos con expresiones como, ¿para qué me dicen esto? o frases del tipo “otra vez lo mismo”) demuestra la apatía de los receptores del mensaje de la comunicación interna, con lo que la atención al mensaje es nula y de ahí se derivarían muchos otros problemas en la coordinación de acciones.
8. Saturación de emails. De acuerdo con la consultora McKinsey, actualmente el personal destina 28% de su tiempo en leer, escribir y responder e-mails, equivalente a unas 13 horas por semana. Otras actividades en las que los miembros de la compañía invierten más tiempo son búsqueda de información, comunicación y colaboración interna. Con la existencia de canales más eficaces para la comunicación de equipos, el número de e-mails que cada colaborador recibe se reduciría y aumentaría su eficacia en aquellos momentos en los que su uso es importante.
9. La mala comunicación o ausencia de la misma dificulta la gestión del conocimiento. La gestión del conocimiento, requisito fundamental para conservar y multiplicar el “saber hacer” de las organizaciones, necesita un cambio cultural en las compañías. Este cambio pasa por incorporar nuevos hábitos y fomentar  organizaciones más abiertas y horizontales donde la comunicación favorezca el debate, la transmisión del conocimiento y el intercambio de ideas. Para ello es necesario el acceso a plataformas y redes donde está dicho conocimiento. Un grave problema que tienen hoy en día las organizaciones es que disponen de plataformas y redes, pero las personas no participan ni se implican en las mismas. Muchas veces obedece a cuestiones que están relacionadas con el Clima Laboral y la comunicación que efectúan los directivos de las organizaciones, ambas variables dejan mucho que desear, esto hace que las personas se alejen de la participación e implicación dentro de las compañías.
10. Comunicación defectuosa para medir y monitorizar las opiniones del personal. Lo que no se mide, no se puede mejorar decía Peter Drucker el padre del management. Si no se monitorean las opiniones de los colaboradores y se hace una medición real del Clima Laboral por parte de la dirección, esto castigará y será un lastre para el intangible de la comunicación, ya que se pierde el feedback del personal. Esto impedirá saber sus opiniones, ideas, sugerencias, etc., que pueden ser vitales para el futuro de la compañía.



La mayoría de los problemas que surgen en las organizaciones están relacionados con una mala gestión de la comunicación. Esto  genera conflictos y situaciones que dañan la eficiencia, la productividad y el Clima Laboral. No resolver a tiempo estos problemas provoca consecuencias que terminan por afectar los objetivos del negocio y beneficios de la compañía, así como a su comunicación, reputación e imagen. Es competencia de los líderes, reconocer estas dificultades, intervenir y mejorar la salud de dicha comunicación, con conciencia y actuando en la realidad que perciben las personas que están dentro de la misma, por ello es necesario encaminar los esfuerzos en lograr un mejor lugar para trabajar, y esto no es posible sin una buena comunicación. Los resultados vendrán por añadidura. Todo el proceso requiere altas dosis de energía, paciencia, tolerancia e influencia. Encontrar aliados, estrechar vínculos y lograr el apoyo de la dirección son esenciales para triunfar en el empeño. Como todos los trabajos que impulsan un cambio y en la comunicación no es pequeño, se requiere modificar el statu quo existente, para lograr lo que nos proponemos es fundamental lo que dicta una de las máximas en gastronomía: “Para hacer una tortilla, hay que romper varios huevos”.

Ya lo dijo Peter Drucker: "Lo más importante de la comunicación es escuchar lo que no se dice".
















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