miércoles, 10 de noviembre de 2021

TELEFÓNICA, EL DRAMA QUE VIVE CON EL FÚTBOL... LOS NÚMEROS MANDAN

Siendo Mozart aun un adolescente, aunque ya virtuoso, se le acercó un joven de su edad y le preguntó cómo se componía una sinfonía.

Mozart le contestó que tenía que aprender durante muchos años para siquiera intentarlo.

El muchacho, enfadado con la respuesta le dijo:

- Pero tú ya componías a los diez años.

Mozart, sin torcer el gesto contestó:

- Sí, pero no tenía que preguntar cómo.

El jueves 7 de noviembre se publicaba en la prensa una noticia que revelaba quizás, el principal motivo por el que la división española de Telefónica es en este momento el principal problema que los analistas ven ahora mismo en el grupo Telefónica https://bit.ly/30aSHy5 La noticia, “La burbuja del fútbol: 10.000 millones de factura en juego” https://bit.ly/3F4ycm9, nos cuenta que las subastas han permitido recaudar para las arcas de la LaLiga casi 10.000 millones de euros, pagados en su gran mayoría por las telecos y operadores privados de televisión como Mediapro, tanto en España como fuera. La cifra alcanzada por LaLiga arranca en el verano de 2015, en la temporada 2013-2014, apenas supusieron 800 millones de euros. En el ejercicio de la Covid (2020-2021) se rozaron los 1.800 millones, incluidos los paquetes distribuidos a nivel internacional. Miguel Cardenal, secretario de Estado para el Deporte y uno de los grandes artífices y de los que más presionaron dentro del Ejecutivo para su aprobación, calificaba el decreto como una “medida histórica, necesaria para el fútbol español”. Tres años después, recaló como directivo en Mediapro, uno de los grandes compradores de estos activos. Esto ha llevado a una situación compleja a Telefónica, que ofrece este contenido en su plataforma de televisión y ha ejercido de líder tras la compra de Digital+. Desde aquella temporada 2015-2016, los gastos en este contenido premium han pasado de los 1.050 millones de la primera parte del lustro hasta los 1.200 millones desde 2018. A esto hay que descontarle lo que cobra por la reventa del producto a compañías como Orange en el mercado mayorista regulado -que se ha mantenido más o menos estable en el entorno de los 300 millones. Según la noticia, para Telefónica los gastos de los derechos de TV son junto con el de personal, uno de los gastos operativos más importantes que tiene que afrontar todos los años. Se trata de un desembolso que estresa sus cuentas en un momento en el que la guerra por el ‘low cost’ está dañando sus márgenes y los inversores le exigen más racionalidad. Eso es lo que ha llevado al grupo a defender en público su intención de ejecutar un recorte en los precios -con la ayuda de Orange, que ha decidido no acudir formalmente a la subasta para no contribuir a una mayor inflación. Los números detrás de la importante inflación de los derechos del fútbol ya han sido expuestos por varios analistas. El banco de inversión británico New Street Research ha sido uno de los que más claro lo han reflejado. Ellos atribuían el pasado año un total de 25 euros de la factura de la operadora de telecomunicaciones a este contenido premium de sus paquetes Movistar Fusión. Hay otros que lo elevan a unos 30 euros. En caso de colocarlo en el lado más bajo de ese rango, supone ‘pérdidas’ millonarias a Telefónica. Si realmente, como aseguraba la firma, Telefónica cuenta con unos 1,5 millones de clientes con la oferta de LaLiga y Champions en sus tarifas -estaría, según explican fuentes del sector, más cerca de los 2 millones-, acarrearía unos ingresos de algo más de 450 millones de euros. Es decir, menos de la mitad de lo que abona a la patronal de clubes al año. Incluso contando con intangibles como mantener a raya el ‘churn’ (tasa de bajas de sus clientes) y elevar el ingreso medio total por paquete, el esfuerzo es muy importante. Y así se lo han hecho saber en los últimos años otros analistas durante la presentación de los resultados”.

Evolución de los accesos de TV desde que Telefónica empezó a comprar los derechos a LaLiga, Fuente: Telefónica

Ante este escenario, LaLiga defiende que existe un problema en la distribución. Que la entrada en la ecuación de las telecos ha convertido al fútbol en un producto de lujo con precios altos, al incluirlo en sus productos convergentes de fibra, móvil y televisión para tratar de rentabilizarlo. Insiste en que esa tarifa debería ser inferior al mes, para aumentar la base de clientes. Da unos números: se ha pasado de 4 millones a 2,5 millones de clientes que pagan por él. Éstas, en cambio, han repetido una y otra vez en los últimos años que existe un techo de clientes que quieren este producto audiovisual en España y es imposible elevarlo, incluso con una guerra de precios como la que se vivió en el verano de 2018. Sobre las tarifas, valga una comparativa en 2014. En aquel año, con un precio por los derechos muy inferior al actual, Canal+ (hoy Movistar+ tras la compra por parte de Telefónica) y GolTV (Mediapro) tenían los derechos repartidos. El primero, que incluía también otros contenidos audiovisuales y canales específicos, tenía un coste de 30 euros al mes sin impuestos en promoción, con todos los partidos de LaLiga y la Champions. El segundo, superaba los 16 euros.

Para la nueva subasta que arranca con la temporada 2022-2023, Tebas ha introducido un sudoku de posibilidades, con hasta siete escenarios y un troceo de partidos, para tratar de llamar la atención de plataformas digitales que no estarían dispuestas a quedarse con todo el paquete, pero sí con una parte. Eso es lo que ha hecho que se plantee una licitación que la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) ha criticado duramente tanto por la ampliación de los plazos para pujar hasta los cinco años -algo que deja fuera a Telefónica por su calidad de operador regulado- como por otros aspectos que incrementan la discrecionalidad de Tebas y su equipo para elegir adjudicatario. Como ya sucediera en el año 2018, buscan poner alfombra roja a Amazon o Dazn, designados como ‘caballeros blancos’ para sostener esta inflación y mantener estables los ingresos de los clubes. En otras ligas europeas los resultados de la subasta no han sido buenos. En el caso de Francia, tras el fiasco de Mediapro y su salida ante los impagos, Amazon sacó el talonario y compró a precio de derribo, ante la indignación de Canal+: adquirió los derechos de ocho partidos semanales de la Ligue 1 por 302 millones de dólares por temporada hasta 2024, una rebaja de un 50%. En Reino Unido, la Premier League, la competición más pujante de todo el continente y con mayor proyección deportiva, ha decidido renovar hasta 2025 por las mismas condiciones y con los mismos actores (Sky, BT y Amazon) para así evitar una deflación. En Italia, ha habido una rebaja de 973 a 927 millones en la subasta que hubo en el primer semestre del año para los próximos tres, con Dazn como principal comprador. Tebas se la juega en las próximas semanas con la subasta próxima. Queda por ver si su estrategia de facilitar la entrada de las plataformas tecnológicas, tensando la cuerda hasta el límite con Telefónica, obtiene resultados. La marca está en los 1.100 millones de euros que se abonaron por la teleco y Mediapro por los grandes paquetes. “Nos conformaremos con que haya un 2% más de ingresos”, aseguraba el presidente de la patronal. La alargada sombra de la Superliga, y los argumentos de Florentino Pérez respecto a la capacidad de generar negocio, está de telón de fondo.


Si el 30 de septiembre Telefónica de España tenía 3.583.400 abonados de TV, a 30 de septiembre del año 2021 tenía 3.755.500 abonados de TV, todo ello después de haberse gastado miles de millones de euros en algo que no ha reportado nada más que 172.100 accesos de TV

La filial española de Telefónica supone cerca del 45% del flujo de caja libre del grupo, para los expertos de Barclays los resultados presentados de los nueve primeros meses del 2021 fueron decepcionantes. Para el banco inglés, él escenario que enfrenta Telefónica viene marcado por una fuerte competencia y unos precios por los servicios superiores al que ofrecen sus competidores.  Telefónica explicó hace unos días en la presentación de resultados, que los ingresos hasta septiembre en España se mantuvieron estables en 9.209 millones de euros, pero el OIBDA (resultado operativo antes de amortizaciones) bajó un 5,4%, hasta 3.535 millones de euros, lo que ha provocado una bajada del margen OIBDA hasta el 38,4% desde el 40,6%.

Para la compañía dicha reducción en el OIBDA, "refleja el impacto del mayor coste de la energía, el mayor peso de ingresos con menor margen (TI y terminales) y la erosión del valor derivada de la pandemia". Para los expertos de Barclays consideran que "la ratio riesgo/recompensa sigue siendo poco atractivo", pese a alguna señal positiva en otros mercados como el alemán, donde destacan "un fuerte resultado". No obstante, les mayor preocupación sigue viniendo de la elevada competencia en la mayoría de los mercados y la menor intensidad de capital de Telefónica puede convertirse en un arma de doble filo, en la medida que sus competidores siguen invirtiendo. La intensidad de la competencia que existen en el mercado español está impactando en el ingreso medio por usuario (ARPU). Todo ello está relacionado también con la escasa inversión efectuada en I+D en estos últimos años, lo que ha contribuido a que no exista ningún servicio digital que permita compensar la caída o congelación de ingresos que se viene produciendo trimestre tras trimestre. Así mismo, no se atisban otros catalizadores positivos que mitiguen las presiones competitivas a las que está expuesta en España Telefónica, por lo que el margen a futuro es escaso para que exista una mejora que permita elevar el precio de la acción en base a un aumento en los ingresos de dicha división.

En este escenario de debilidad, Telefónica asegura que cuenta con el arma del “más por más” ante la subida del IPC, después de más de seis años de incrementos de precios con la estrategia de ofrecer más datos, contenido o un móvil 'obligatorio'. Con unos ingresos estancados y la fuerte presión de los márgenes, después de años de guerra por el 'low cost', la compañía mira ahora de reojo a la inflación de precios que en octubre se disparó un 5,5% por el 'rally energético'. Ante esta situación, esgrime la estrategia de un incremento de tarifas a cambio de servicios no solicitados por el cliente como potencial arma para tratar de frenar su exposición. Todo un despropósito si nos atenemos a la realidad que impera en el mercado español, no obstante, hace unos días el consejero delegado de Telefónica aseguró que están tratando de dar pasos para pelear en este escenario. Defendió que el mayor impacto que hoy perciben es el de los precios de la energía. Para intentar manejar esta situación, buscan crecer en los negocios digitales tanto para empresas como para particulares, cuando truena nos acordamos de “Santa Barbara Bendita”.

                                                           Fuente: Telefónica

Pese a todo, el consejero delegado nos informa que cuentan con la estrategia mantenida en los últimos años de lo que ya se considera su doctrina 'MásXMás'. El último movimiento en este sentido tuvo lugar el pasado mes de abril, cuando anunció el incremento de un mínimo de 3 euros a cambio de la financiación de la compra de un teléfono móvil 5G. Desde el año 2015 se han firmado casi una decena de subidas de precio con esa estrategia. Esto ha tenido reflejo en el ingreso medio por cliente convergente, es decir, el de los paquetes de al menos fibra y móvil. Este llegó a alcanzar los 91,8 euros en el primer trimestre de 2020, justo el del estallido de la pandemia del coronavirus. A partir de ahí no ha dejado de caer de manera significativa. El pasado mes de septiembre se cerró con 88,5 euros, supone una caída de más del 3% respecto al de ese mes de marzo de 2020. El motivo de dicha situación hay que buscarla en la guerra de descuentos para captar nuevos clientes siguen pesando de manera importante en el mercado español.  

Para capear dicha situación, el consejero delegado afirma en trabajar en tres frentes principales en un escenario de inflación alta. El primero es el de los costes del fútbol. Ante la próxima subasta del fútbol, la operadora defiende que es imprescindible lograr una rebaja importante del precio final (esto representa una factura de hasta 1.000 millones de euros al año). El segundo frente es, precisamente, el de los costes de la energía. Están trabajando y tomando medidas en cuanto a rebajar el consumo. Y el tercero y último, se encuentran los costes laborales. "Estamos trabajando en ser más eficientes", aseguró. Pero no se refirió a ninguna medida 'extra' o ningún plan de prejubilaciones (PSI en el argot de la compañía) ante el enorme interés entre la plantilla. Desgraciadamente, la I+D+i no figura entre sus prioridades, con ello sé que cierra cualquier posibilidad de encontrar nichos de servicios dentro de la digitalización con el fin de capturar ingresos, más allá de medidas de eficiencia económica que lo único que propician es que la operadora sea cada vez más pequeña en el perímetro como estamos observando.

Para terminar el post, debo decir que al igual que al principio con Mozart, en la operadora se necesita un virtuoso que estudie más lo que sucede a su alrededor y no recurra a la ocurrencia, puesto que los resultados de estas se llevan sintiendo ya muchos años… Demasiados.

Ya lo dijo Mozart: “Es un error pensar que la práctica de mi arte se ha vuelto fácil para mí. Le aseguro, querido amigo, nadie estudia tanto como yo”.

 


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