La
guerra relámpago o “Blitzkrieg” fue una táctica militar de la
Alemania nazi, utilizada en la Segunda Guerra Mundial por las tropas de Adolf
Hitler, para invadir rápidamente territorios enemigos al concentrar un
fuerte poderío ofensivo de tanques, aviones y artillería en lugares específicos
para romper las líneas de defensa. A través de intensos ataques localizados
rompía brechas que permitían que las divisiones de panzers se abrieran paso
rápidamente en territorio enemigo, sembrando el caos, el desconcierto y la
desorganización de las fuerzas de defensa. La contundencia del
ataque no le permitía al enemigo reabastecerse o reorganizar sus tropas,
logrando que en un abrir y cerrar de ojos estuvieran rodeadas y obligadas a
rendirse. De esta manera cayó prácticamente toda Europa continental bajo el
dominio nazi.
Video explicativo en que consiste la estrategia del "BLITZKRIEG" en una guerra
Esta última semana la prensa española viene moviendo el ventilador del ruido mediático con el fin de dar carta de naturaleza a una cuestión que el gobierno de Pedro Sánchez dejó finiquitada el 15 de septiembre del año 2023, diez días después de la entrada de Saudi Telecom Company (STC) en el capital de Telefónica. Ese día se publicaba en la prensa las siguientes declaraciones del Presidente del Gobierno, “Les garantizo que el Gobierno está analizando detenidamente la operación de la inversión, que contamos con los mecanismos adecuados para ejercer los controles necesarios y que garantizaremos en todo momento que esté a salvo la defensa y la seguridad nacional, entendida en un sentido amplio” https://tinyurl.com/3temxd43
Arranca el ventilador del ruido mediático con una noticia publicada en el diario ABC el día 19 de septiembre, “STC da por hecho su 9,9% total en Telefónica y planea comprar más hasta un techo del 15%” https://tinyurl.com/27yb26xz El gobierno español no deseaba la entrada de STC con un 10% en el capital de Telefónica y ahora la prensa nos anuncia que llegaría a un 15% (no quieres taza yo te doy taza y media). Posteriormente a dicha noticia se produjo un hecho que alimentó todavía más ese ruido mediático, fue la visita del CEO de STC, Olayan Alwetaid, a los ministros de Economía, Carlos Cuerpo y el de Transformación Digital Óscar López. Esta visita de cortesía por lo publicado en la red X por el ministro de Economía, no propició ninguna nota de prensa de miembros del gobierno, más allá de los temas que se trataran sobre el sector de las telecomunicaciones, lo único que se publicó tras dicha visita fueron sendos post en Internet.
De todo lo publicado en la prensa estos últimos días llama la atención dos cuestiones sobre dicha entrada en Telefónica de STC. La primera es la que hoy mismo se recoge en un diario económico. En la misma se informa que Telefónica dispone de margen para acoger en su consejo de administración a STC en el supuesto de que el operador saudí alcance el 10% del capital de la teleco española y reclame la representación que le correspondería en dicho órgano de gobierno. De acuerdo con los estatutos de la multinacional, Telefónica puede acoger a un máximo de 20 consejeros, cinco más que los 15 actuales. Sin embargo, la incorporación de un nuevo consejero, hasta sumar 16 puestos, acarrearía el incumplimiento de las recomendaciones de gobernanza de la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV). Las pocas dudas que existían hasta la fecha quedaron despejadas el pasado martes, tras el encuentro de Olayan Alwetaid, CEO de STC, con Óscar López, ministro de Transformación Digital Función Pública, para conversar sobre el futuro de las telecomunicaciones https://tinyurl.com/4u6hdd7m Todo ello después de que el pasado miércoles el presidente de la operadora, Álvarez-Pallete asegurase durante un almuerzo público en Madrid en el club Siglo XXI, desconocer las intenciones de STC de ejecutar sus opciones y de solicitar el representante en el Consejo de Administración de Telefónica al que tendrá derecho tras ejecutar la operación. El viernes pasado, Telefónica rehusó confirmar si, como debía ser, ha sido informada con antelación de las intenciones de STC https://tinyurl.com/mu8b5j45
El 17 de septiembre se publicaba en la prensa que Moncloa había aprobado la adquisición del 20% del capital de Naturgy por el fondo BlackRock al fondo de inversión GIP, esta adquisición se produce con las garantías que se establece con empresas estratégicas como Naturgy. El Gobierno español defiende con esta 'luz verde' que su regulación guarda un equilibrio que permite realizar este tipo de operaciones, atrayendo con ello inversiones y salvaguardando los intereses estratégicos de nuestro país. BlackRock deberá asumir las mismas condiciones que afrontó el fondo australiano IFM cuando lanzó una oferta pública de adquisición (OPA) parcial por el 20,6% de Naturgy. La firma que dirige Larry Fink había solicitado en estas conversaciones con Moncloa la posibilidad de poder valorar una futura exclusión de bolsa de Naturgy o poder analizar una venta de activos de la compañía, como había respaldado el propio fondo GIP en 2022 en el conocido como proyecto Géminis. Una posibilidad que se ha negado el Gobierno de forma rotunda. BlackRock debe apoyar la inversión de Naturgy en proyectos vinculados a la transición energética en España. Moncloa también exige que mantenga el domicilio social en España, así como la sede efectiva de gestión y dirección de los negocios. Otra de las medidas que se solicitó a IFM y que se pide a BlackRock es que una parte significativa de la plantilla del grupo esté en España https://tinyurl.com/upmu9589 Todos los planes de la entrada de STC en el consejo de Telefónica descritas en el párrafo anteriorf quedan en un brindis al sol tras lo sucedido en Naturgy, donde si hubo un pronunciamiento expreso del gobierno sobre un activo estratégico, cuestión que no se ha producido en la operadora.
La
segunda de las cuestiones que se publica en la prensa española se produjo hoy, tiene
un componente más profundo con respecto al control de la operadora. En la
misma se informa para añadir más morbo a la jugada de la entrada de STC en
Telefónica de forma hostil, “STC estaría dispuesta a subir su
participación a entre el 12 % y el 15 %, algo que parece
dudoso que el Gobierno vaya a aceptar. En STC ni confirman ni
desmienten que sea cierto. Puede ser verdad o mentira, como lo fue cuando se
dijo que STC iba a renunciar a la autorización del 10 % y se quedaría en el 5
%, o que iba a renunciar a su participación. El hecho de que los saudíes se hayan
reunido estos días con los ministros de Economía, Carlos Cuerpo, y de
Transformación Digital, Óscar López, podría llevar a pensar que seguramente
Moncloa ha autorizado que se hagan con el 5 % en derivados y alcancen el 9,9 %,
pero de momento Cuerpo solo ha dicho que han pedido la autorización. No
existe una confirmación oficial de que la hayan obtenido. Sea verdad o mentira, el hecho es que
está siendo la excusa perfecta para que el Gobierno siga avanzando en su toma
de poder de la compañía. En
la noticia se informa también que hay una serie de miembros dentro de la compañía
que están cogiendo peso en esa toma de control, sin embargo, de los tres que
nombra solo uno tiene el respaldo oficial del gobierno español, Carlos
Ocaña Orbis. Dentro de la noticia se informa también de una
supuesta “conspiración”, en tiempo de incertidumbres y cambios los
rumores se desatan, pero lo que nos dice la realidad hasta ahora sobre
dicha cuestión de la entrada de STC en Telefónica, es que el gobierno los
pasos que ha dado hasta el momento en toda esta cuestión no han sido improvisados,
sino pensados con una determinada dirección y finalidad, garantizar
el control de dicho activo alejando intereses no solicitados que no aportan nada a
Telefónica, más bien todo lo contrario.
Para terminar el post, quiero manifestar que ante el panorama que hoy vive la principal empresa de nuestro país, Telefónica, donde la prensa siembra la confusión y se validan hechos que todavía el gobierno no ha realizado, vale la pena recordar que quien desplegó la estrategia de “Blitzkrieg” perdió la II Guerra Mundial. La utilización de la guerra relámpago como modelo para forzar cambios radicales y súbitos en Telefónica, vía entrada hostil en su capital, tiene que caer derrotada por el interés general de nuestro país. Esto sería lo que harían nuestros socios de la Unión Europea, franceses y alemanes o mismamente gobiernos más liberales como el norteamericano, si fuesen atacados en sus intereses económicos como sucede con la entrada de STC en el capital de Telefónica https://tinyurl.com/4u46k5hs Tienen un 4;9% del capital y con ese porcentaje deben de quedar, sin posibilidad de entrar en un consejo de administración que maneja cuestiones estratégicas de nuestro país, al prestar los servicios de comunicaciones de nuestra defensa y fuerzas de seguridad del Estado… Cuesta creer, que el gobierno español tomase la decisión de invertir 2.284 millones de euros en el capital de Telefónica, para ahora dejar entrar a los saudís de STC en el consejo tras superar el 4,9% que atesoran en él capital. Deseo y confío, que él gobierno español no cometa el mismo error que cometió el gobierno de Zapatero con la venta de Endesa a los italianos, el resultado final de aquella operación es revelador para aprender de nuestros errores.
Ya lo dijo Carl von Clausewitz: “Cuanto más importante y de mayor entidad sean los motivos de la guerra, cuanto más afectan a los intereses vitales de los pueblos, con mayor empeño se tratará de derribar al adversario, entonces tienden a confundirse objetivo guerrero y fin político y la guerra aparece menos política y más puramente guerrera.”.
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