Érase una vez un hombre que, cada mañana, se despertaba con la misma idea en su cabeza, la de cambiar el mundo.
Se levantaba de la cama, se miraba al espejo y le decía a su reflejo: "tú puedes cambiar el mundo".
Luego, se arregla, desayunaba y se preparaba para ir a su trabajo, donde pasaba la jornada inmersa en una actividad frenética, atendiendo sus tareas de manera organizada y disciplinada. Al cabo de unas horas, regresaba a su casa, se preparaba la cena, se distraía un rato viendo la televisión, leyendo un libro o preparaba la cena, se distraía un rato viendo la televisión, leyendo un libro o escuchando música y, antes de marcharse de nuevo a la cama, se miraba en el espejo y le decía a su reflejo: "dame fuerzas para poder cambiar el mundo mañana".
Al día siguiente repetía la misma rutina. Al levantarse, se recordaba que podía cambiar el mundo, y antes de acostarse, pedía tener fuerzas para intentarlo nuevamente al despertar. Y volvía a hacerlo un día tras otro, mientras el tiempo iba pasando y veía que el mundo no cambia, lo que hacía que cada vez se sintiera más triste y desesperanzado.
Por ello, al cabo de unos años, pensó que quizás, intentar cambiar el mundo era una tarea demasiado ambiciosa, por lo que probó a modificar un poco los mensajes que se decía diariamente. Y aquella mañana, cuando se levantó de la cama y se miró al espejo, le dijo a su reflejo: "tu puedes cambiar el entorno que te rodea". Y de igual forma, modificó el mensaje que se decía antes de acostarse.
Pero los años seguían pasando, y tampoco veía ningún cambio en su entorno, ni mucho menos en el mundo, por lo que empezó a perder la esperanza. Pero, al cabo de mucho tiempo, una noche tuvo un sueño revelador y, al despertar, en su mente solo se repetía una frase que había estado escuchando en su sueño: "sé el cambio que quieres ver en el mundo".
Esas fueron las palabras que se dijo esa mañana a su propio reflejo del espejo. Y eso fue lo que empezó a hacer desde ese mismo día; ser el cambio que quería ver en el mundo. Y es cuando todo empezó a ser distinto, tal y como él quería. Porque cambiar el mundo empieza en ti, en definir tu propósito.
Telefónica corre el riesgo de sufrir un deterioro de su perfil crediticio según advierten los analistas de Bloomberg Intelligence en un comentario publicado el 7 de octubre. En concreto, estos expertos avisan de que “cualquier error” por parte de la operadora española podría suponer un recorte del rating desde “perspectiva estable” a “negativa”. Actualmente, Telefónica tiene calificación BBB- con perspectiva estable por parte de la agencia de calificación de riesgos Standard & Poor’s; Baa3 con perspectiva estable por parte de Moody’s; y BBB con perspectiva estable por parte de Fitch, el tercer gran actor global dentro de las grandes agencias de calificación de riesgos. Según los últimos resultados publicados por Telefónica, la deuda financiera neta de la cotizada aumentó en 1.891 millones de euros en el primer semestre del año hasta situarse en los 29.240 millones de euros a 30 de junio de 2024. El motivo de este incremento del endeudamiento fue el pago de dividendos (que supuso el desembolso de 819 millones en junio de 2024) y las inversiones financieras netas de 1.057 millones, principalmente dedicadas al incremento de la participación de la teleco en su filial alemana, Telefónica Deutschland, con el objetivo de su exclusión de la bolsa https://tinyurl.com/yc6knxvh
Todas estas acciones han permitido concluir a los analistas de Bloomberg que "la determinación de la compañía de telecomunicaciones española por reducir su elevado nivel de apalancamiento se ha relajado a lo largo de los últimos años”, por mucho que su presidente, Álvarez-Pallete, haga promesas en sentido contrario. “Los últimos movimientos corporativos, incluyendo la opa de exclusión de Telefónica Deutschland y la consolidación vivida en Brasil han subrayado el escaso margen de maniobra que tiene Telefónica con respecto a la calificación de su deuda”, dice el comentario publicado por Bloomberg Intelligence. Por todo ello, desde la plataforma consideran que “el recorte de la calificación crediticia de Telefónica a perspectiva negativa está a solo un paso en falso de distancia y podría tener un impacto desproporcionado en los diferenciales de crédito senior (es un tipo de deuda emitida por un agente económico de la mejor calidad crediticia posible. Esta deuda sitúa a su poseedor por delante del resto (orden de preferencia) a la hora de cobrar si ese emisor quiebra., dado el gran volumen de bonos en circulación”. De hecho, “la operadora es uno de los mayores usuarios del mercado de bonos corporativos híbridos como medio para reducir el apalancamiento ajustado”, según explican los analistas de Bloomberg Intelligence. Por eso, una rebaja de la calificación crediticia de Telefónica dificultaría el acceso de la compañía a los mercados de deuda, donde efectúa una refinanciación anual de 4.000 millones de euros.
Este no es el primer aviso que lanzan los analistas de Bloomberg Intelligence respecto al elevado apalancamiento de Telefónica. En una nota anterior, avisaron de que no se ha desvanecido del todo el riesgo de que su rating caiga a “bono basura”. Entonces, ya criticaron que las intenciones de los directivos de la compañía no se corresponden con sus hechos. “El discurso de los directivos de Telefónica sobre el desapalancamiento no coincide con sus acciones, al haber financiado los últimos movimientos corporativos con efectivo y haber aumentado la remuneración al accionista (...) Las agencias de calificación le están dando tiempo para reducir el apalancamiento, pero los objetivos de reducir el endeudamiento de la empresa se han retrasado hasta el año 2026”, apuntaron en junio. https://tinyurl.com/3z4zxadz
El 2 de octubre publicaba un post en el blog donde hacía referencia a la situación económica de la operadora según un informe de la compañía norteamericana de análisis de datos SNOWFLAKE https://tinyurl.com/4jx3ffkz En uno de los párrafos del post se refleja el pasivo que arrastra la compañía, “Podemos ver en el balance más reciente que Telefónica tenía pasivos por valor de 24.200 millones de euros con vencimiento dentro de un año, y pasivos por valor de 52.900 millones de euros con vencimiento posterior. Por otra parte, disponía de 5.270 millones de euros de tesorería y 9.940 millones de euros de créditos con vencimiento a menos de un año. Así pues, sus pasivos ascienden a 61.900 millones de euros más que su tesorería y sus créditos a corto plazo juntos. Este déficit proyecta una sombra sobre la empresa de 24.800 millones de euros. Así que, sin duda, vigilaríamos de cerca su balance, a fin de cuentas, Telefónica probablemente necesitaría una importante recapitalización si sus acreedores exigieran el reembolso. Para medir la deuda de una compañía en relación con sus beneficios, calculamos su deuda neta dividida por sus beneficios antes de intereses, impuestos, depreciaciones y amortizaciones (EBITDA) y sus beneficios antes de intereses e impuestos (EBIT) divididos por sus gastos por intereses (su cobertura de intereses). Así pues, consideramos la deuda en relación con los beneficios tanto con gastos de depreciación y amortización como sin ellos. Aunque no nos preocuparía la ratio de deuda neta sobre EBITDA de Telefónica de 4,2 veces, pensamos que su cobertura de intereses superbaja de 1,5 veces es señal de un elevado apalancamiento. Parece que la compañía incurre en grandes gastos de depreciación y amortización, por lo que tal vez su carga de deuda sea mayor de lo que parece a primera vista, ya que el EBITDA es posiblemente una medida generosa de los beneficios. Por tanto, los accionistas deberían ser conscientes de que los gastos por intereses parecen haber afectado mucho al negocio últimamente. Otra preocupación para los inversores podría ser que el EBIT de Telefónica cayó un 16% en el último año. Si las cosas siguen así, manejar la carga de la deuda será extremadamente difícil.
El análisis de Bloomberg pone de manifiesto diversas cuestiones, la primera y esencial que vengo diciendo desde hace tiempo, es que el pago del dividendo (1.638 millones de euros que se paga al año) es un hecho que hoy no se puede permitir ante el enorme pasivo que arrastra la operadora. Siempre cuando se habla de deuda la operadora se circunscribe a la deuda financiera, obviando el pasivo total que arrastra. El pasivo se deduce del valor total de la empresa, ya que representa las deudas que tendrá que pagar en algún momento del futuro. La forma de la deuda puede variar, pero puede incluir gastos, préstamos, ingresos no obtenidos u obligaciones legales de la empresa. En un balance financiero pueden figurar dos tipos de pasivo:
- El pasivo actual, que se tiene que pagar en el plazo de un año
- El pasivo a largo plazo, que se puede pagar durante más de un año
El pasivo representa una pérdida futura de patrimonio y, por tanto, es un factor clave al analizar la liquidez de una sociedad.
Mientras las casas de análisis y las agencias de rating avisan de los riesgos en los que está hoy inmersa Telefónica por su endeudamiento, los ciudadanos seguimos leyendo noticias “señuelo” en la prensa con un único fin, desviar la atención de lo importante. La noticia que hoy se publica nos habla de cambios en la presidencia de la división española, con el relevo del actual presidente por el consejero delegado actual, o sea más de lo mismo https://tinyurl.com/2yu95pwp "El presidente del Grupo Telefónica, José María Álvarez-Pallete, prepara cambios en el equipo directivo para antes de que termine el año del centenario, 2024. Cambios que ya tenía preparados, como adelantara Hispanidad, pero que ha estado repensando desde que el gobierno de Sánchez hiciera añicos el consejo de administración... Y no ha hecho más que empezar".
El cambio más importante, dejando al lado algunas jubilaciones previstas, es la
salida de Emilio Gayo como presidente de Telefónica de España y su
sustitución por el CEO de esta importante unidad del Grupo, Sergio Osle,
quién además, lidera Movistar+.
¿Puede ser el único cambio no forzado por la jubilaciones previstas? No debería, pero lo cierto es que con un consejo aún por cerrar, más abierto que nunca, con una SEPI que posee el 10%, Criteria con otro 10%, los árabes de STC que también poseen un 10%, si no más, y con un BBVA que no sabe que hacer con su 5%... En tiempos de tribulación, no hacer mudanzas. Ahora bien, Telefónica no podía estar por más tiempo sin cambios. En circunstancias normales, el proceso no habría hecho más que empezar. En resumen, ¿Se han acabado los cambios en la dirección? No, y la remodelación profunda no podrá ejecutarse hasta que no se hayan terminado los cambios en el consejo de administración.
Lo primero que quiero manifestar es que los cambios en Telefónica son inminentes para revertir una situación actual que no puede prolongarse mucho tiempo más. Lo que sucede es que los cambios que ayer se anunciaban en la prensa, no son los cambios que de verdad se avecinan y se necesitan. Coincido con la noticia publicada ayer que el pistoletazo de salida vendrá de los cambios que se produzcan en el consejo de administración, donde dos consejeros dominicales, la SEPI y Criteria, pedirán un segundo consejero en dicho consejo por el 10% del capital que ostentan. Ellos y solo ellos serán quienes autoricen dichos cambios en la operadora, no el presidente. Propiciando que por primera vez en la historia de Telefónica, que una mujer alcance la presidencia. Coincidirá dicha presidencia femenina con la que hoy ostentan dos mujeres en sendas operadoras, Christel Heydemann en Orange y Margherita Della Valle en Vodafone. A partir de la llegada de dicha presidenta comenzaran los cambios de verdad en Telefónica, de personas, pero sobre todo de estrategia para sacarla del impasse en el que se encuentra hoy en día. Unas operadoras que han perdido el músculo al estar sometidas a una competencia feroz propiciada desde Europa por la excomisaria, Margrethe Vestager, agravando su estado por el pago de un dividendo en lugar de buscar en la digitalización con hacen los OTTs con sus inversiones en I+D, ante la caída de márgenes que vienen sufriendo las operadoras en su negocio principal de la conectividad. Todo ello propiciado por unos cambios de hábitos de la sociedad para comunicarse, en la que actores como, Facebook, Twitter o Instagram entre otros muchos, generaron una nueva forma de comunicarse, mas real y conectada https://tinyurl.com/mv8j7n3w
El 9 de septiembre se presentó el informe sobre competitividad de Mario Draghi. El informe de 400 páginas, que exploró las fusiones en varias industrias, Draghi afirma que la competencia de Europa se ha centrado demasiado en los precios al consumidor y ha perdido de vista la economía digital global, donde las empresas necesitan escala para competir e innovar. "Es necesario facilitar la consolidación en el sector de las telecomunicaciones para lograr mayores tasas de inversión en conectividad", se afirma en el informe publicado. "La iniciativa fundamental es modificar la postura de la UE respecto a la escala y la consolidación de los operadores de telecomunicaciones para lograr un verdadero único, sin sacrificar el bienestar del consumidor ni la calidad de servicio". Según informó el diario Financial Times, Draghi dijo a los periodistas que "la competencia debería ser mas prospectiva que prudencial". Un ejemplo, desde el año 2008 las empresas más innovadoras como son los "unicornios" (valor de 1.000 millones de $), el 30% eran europeas, lo cual acredita que Europa tiene "Know How" (conocimiento), pero muchas terminaron en Estados Unidos por las barreras que existen en Europa para comercializar las ideas. Draghi afirmó que los reguladores deberían centrarse menos en bloquear la consolidación a nivel de país antes de que haya problemas de competencia. Las compañías del ámbito digital necesitan músculo, puede ser a nivel nacional o europeo, pero necesitan escala con el fin de reducir el gap diferencial que hoy tienen con sus homólogos norteamericanos o chinos en el ámbito de la I+D. El proyecto de un campeón nacional como se auspicia desde el gobierno español, Telefónica+Indra+Hispasat, tiene todo el sentido, ya que en esa "joint venture", alinea capacidades con posibilidades que nos ofrecen los programas europeos de desarrollo tecnológico. Un buen espejo en el que mirarse nuestro país lo tenemos con Airbus, una compañía europea integrada por cuatro países, (España, Alemania, Francia y Gran Bretaña), que ha puesto de manifiesto que la unión de capacidades y posibilidades ha dado lugar, al mayor y mejor, fabricante de aviones a mucha distancia de la compañía norteamericana BOEING. La brecha que hoy tiene la UE en digitalización con los Estados Unidos necesita precisamente este escenario, campeones nacionales con el foco puesto en la I+D como palanca para garantizar no perder el tren de los desarrollos tecnológicos.
Este escenario no es el que hoy
está con el actual equipo directivo de Telefónica, empezando por su
presidente, Álvarez-Pallete. Desde el 8 de abril del año 2016 que
llego a la presidencia, la evolución bursátil de la compañía ha sufrido
un serio revés como refleja su cotización. Cuando llegó el valor de la
acción era de 9,31 euros, hoy cotiza a 4,43% (-52%). Una
prueba de que hay que girar en la dirección contraria a la que hoy
transita la tenemos en el último ranking publicado por la Comisión
Europea de las 2500 empresas que más invierten en I+D en el mundo. La
inversión de las tecnológicas americanas (OTTs) en innovación son
reveladoras, Facebook invierte en I+D un 28,8% de sus ventas, Apple
un 6,7%, Alphabet (Google) un 14% y Microsoft un 12,8%. Por el
contrario, las operadoras de telecomunicaciones como Telefónica invierte
un 1,8% de sus ventas... Sobran las palabras.
Para terminar el post quiero decir que Telefónica no necesita directivos que vean la Telefónica de los próximos 100 años, sino directivos que vean por donde camina hoy en el mercado. Para lograr esto se necesita para empezar un cambio integral, con personas y estrategias nuevas, que vengan como el comienzo de este post, con el propósito bien aprendido... Lo contrario es seguir aplicando la máxima lampedusiana, "Si queremos que todo siga como está, es necesario que todo cambie".
Ya lo dijo Haruki Murakami: "Cuando salgas de esa tormenta, no serás la misma persona que entro en ella. De eso se trata la tormenta".
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