martes, 7 de noviembre de 2017

CUMBRES DIRECTIVAS...Y LA "DISOCIACIÓN" QUE GENERAN




Charles Darwin hizo de los seres vivos el objeto de su obra científica y, como aquéllos, llegó a conclusiones que lo enfrentaron a poderes como por ejemplo la Iglesia. Sus ideas se desarrollaron como en la mayoría de los grandes descubrimientos científicos, de forma lenta y muy elaborada. Darwin empezó sus investigaciones cuando era muy joven, empezó a estudiar historia natural en Cambridge y en el año 1831, cuando contaba 22 años, le surgió una gran oportunidad al ser invitado a participar como científico en la expedición naval del Beagle, que tenía como principal objetivo cartografiar las costas de Sudamérica. El viaje, que iba a durar dos años, se prolongó hasta cinco; y fue clave para su posterior obra científica, ya que le permitió recoger todo tipo de materiales y realizar numerosas observaciones que servirían de base a su teoría de la evolución de las especies.
 
En 1859 sistematizó sus descubrimientos en una de las obras cumbres de la literatura científica de todos los tiempos, “El origen de las especies”, en la que defendió la tesis de que todas las especies tienen un origen común y se han ido desarrollando y diferenciando mediante un proceso de selección natural. La teoría, que le permitía dar explicación a muchos de los fenómenos que había observado en sus viajes y sus experimentos, se había visto reforzada años antes por la lectura del libro de Malthus “Ensayo sobre el principio de la población” que, en sus propias palabras, "le permitió apreciar la lucha por la existencia que se da en todas partes, en la que las variaciones favorables tenderían a ser preservadas, mientras las desfavorables serían destruidas". Como no cabía esperar en esta época, estas ideas, y sobre todo su aplicación a la especie humana, no fueron bien recibidas por quienes interpretaban en términos literales la historia de la creación narrada en la Biblia. Muchos consideraron su obra como un ataque directo a la Iglesia. Es conocida la anécdota, probablemente falsa, de la esposa de un obispo anglicano, quien, cuando su marido le explicó la teoría de la evolución de las especies y la tesis de que el hombre no había sido creado por Dios a su imagen y semejanza, sino que descendía de otros animales y había alcanzado su actual situación de dominio del mundo a través de un complejo proceso evolutivo, comentó: "¡Oh, querido! Espero que esto no sea cierto; pero si lo fuera, deberíamos procurar que la gente no se enterará"
El ser humano en su ámbito social busca en el acto de la agrupación o reunión un proposito fundamental, el de unir esfuerzos y conseguir logros que de manera individual no podría lograr. El homo sapiens parte del reconocimiento propio de sus fortalezas y debilidades, asi como de las mismas características de sus semejantes. A partir de esta premisa, el objetivo individual o reto se convierte en objetivo común. Cuando sucede este hecho, se puede decir sin lugar a dudas que se está enfrente de la más alta expresión del ser humano. El hombre actua por sus instintos, en una primera fase, pero cuando estos se controlan y orientan en su beneficio propio y el de sus semejantes se convierte en un ente social. El bien común se sobrepone al bien individual para justificar la unión social, sus necesidades le obligan a trenzar una malla de vínculos y relaciones sociales con el ambiente y personas que le rodean, estableciéndose una continua e intensa atadura entre necesidad y satisfacción.  

Las cumbres directivas son la expresión máxima de esa atadura entre necesidad y satisfacción que se puede producir en una organización empresarial. En ellas el CEO y sus directivos proyectan sobre la organización los logros, las necesidades y metas que colectivamente tiene la compañía. En estos eventos o reuniones corporativas de directivos sirven para presentar o potenciar aspectos de la compañía como: productos, servicios, la marca, el desarrollo del programa de empresa que está instaurado en ese momento (Visión, Misión, Valores) u otro aspecto relevante de la compañía. El evento permite realizar un acercamiento con los diferentes stakeholderes de la compañía a través de lo que es un acto con enorme proyección mediática, con el fin de integrar y consolidar la unión de dichos grupos de interés con el proyecto de empresa. Estos eventos corporativos pueden ayudar a mejorar también otros aspectos fundamentales de la compañía como; la motivación del personal, mejorar el rendimiento laboral, incentivar la fuerza de ventas, conmemorar aniversarios, etc. Actualmente con la digitalización y las nuevas tecnologías se están rompiendo algunos “techos de cristal” que presentaban dichos eventos como por ejemplo la no participación de las plantillas en los mismos. Actualmente se están integrando interacciones, (todavía pequeñas), como pueden ser preguntas o sugerencias de dichos empleados que enriquecen mucho dicho evento, cuando existe en los empleados un compromiso y ambiente laboral óptimo con el proyecto que la compañía está llevando a cabo 

Sin embargo, en dichas cumbres directivas se desprenden otros aspectos o hechos que pueden esombrecer las mismas, por cuanto que amenazan el impacto que se pretenden con las mismas. La principal amenaza de dichos eventos  es, el factor disociación, este se produce cuando el empleado no conecta con el mensaje que percibe y le llega de dicha cumbre, debido a que la realidad que le toca vivir en el día a día en su compañía, para nada se parece a lo que se dice en dicho evento. Si el mensaje que se traslada desde la tribuna es principalmente generico y motivador para la consecución de los objetivos, sin resaltar ningún aspecto crítico que impacte sobre los stakeholders de la compañía de forma grave, esto presenta el inconveniente de que aleja al empleado del mismo si existen motivos para estar descontento con lo que sucede dentro de la misma. Un ejemplo grave de esto último es el que se produce por ejemplo con el Clima Laboral. En estos eventos siempre se recalca el valor de los recursos humanos como factor crítico para la consecución de objetivos y metas fijados, para ello se lanzan proclamas y frases que resaltan dicho activo, sin embargo, el empleado que escucha dicho mensaje percibe todo lo contrario, ya que si él mismo es el activo más importante que tiene la compañía, se pregunta ¿Por qué se abandonan los programas de Clima Laboral a su suerte en dichas compañías? ¿Por qué no se establecen programas serios en cuanto metas y jalones con acciones que permitan alcanzar objetivos serios?
Existe un libro que se titula “The Myth of Sanity” (El Mito de la Cordura), que  fue escrito por la escritora Martha Stout, psicóloga y experta en psicopatía graduada en la Universidad de Harvard. En dicho libro se trata el tema de, la disociación. Para dicha autora este fenómeno se produce cuando las personas se ven enfrentados al miedo y al dolor extremo. En situaciones traumáticas, la disociación nos permite separar el contenido emocional –aquella parte de “nosotros mismos” que siente- de nuestra consciencia presente. Al desconectarnos así de nuestros sentimientos, tenemos mayores posibilidades de sobrevivir a la situación traumática, de hacer lo que debemos y de sobrellevar un momento crítico en el cual, de lo contrario, nuestras emociones obstaculizarían el camino. Algunas veces, la disociación puede manifestarse cuando estamos simplemente confundidos, frustrados o nerviosos, ya sea que reconozcamos nuestra ausencia o no. En las compañías que tienen empleados con el factor de disociación, estos cuando reciben el mensaje de dichas cumbres optan por el silencio y el alejamiento del mensaje que reciben, la indiferencia es su coraza.

Ante esta situación, las compañías que se lanzan a estos eventos corporativos tienen que tomar medidas que sirvan para extender la credibilidad del mensaje que sale de dicho evento sobre los empleados de la compañía. Para ello es esencial que el mismo no pierda la esencia y guarde una coherencia con lo que sucede en todos los niveles jerárquicos de la compañía. Tiene que existir una coherencia total, entre lo que se comunica y lo que sucede en la organización, de tal forma que los empleados perciban en primera persona que esto se ajusta a la realidad que vive. Lo que rompe el compromiso del empleado son las mentiras y falsas promesas. Cada empleado viene de su casa con su nivel de engagement (compromiso) y las empresas tienen que mantenerlo y como mínimo no disminuirlo. El secreto casi siempre está en la transparencia, en decir las cosas como son para que el empleado tome sus decisiones y critique, sin temor a las represalias. Cuando esto se realiza de forma coherente y correcta existen una serie de beneficios que la compañía puede extraer en dichos eventos, como son por ejemplo: 

  • Posibilitan y fomentan las relaciones interpersonales de los empleados. Estos eventos de empresa son una gran oportunidad para ampliar la red de contactos o el networking, conociendo a otros empleados, clientes, partners, colegas, etc. 
  • Mejoran la motivación y el Clima Laboral, pocos eventos pueden trasladar y proyectar una fuente de motivación como esta. La oportunidad de estrechar lazos, fomentando una comunicación abierta, horizontal y directa de dicho evento, proyecta sobre la organización una imagen de compañía abierta y atenta a todos los empleados.
  • Sirven para reconocer logros y objetivos alcanzados tanto a nivel conjunto como individual, así como para dar a conocer metas y logros alcanzados en el proyecto de compañía.
  • La comunicación adquiere un protagonismo estratégico para comprometer a los empleados con los objetivos de la compañía.
  • Una mayor concienciación del empleado con respecto a las dificultades y retos a los que se enfrenta la compañía.
  • Etc.
Para terminar este post, quiero acordarme de Darwin por las dificultades que tuvo que pasar para poder abordar y enseñar sus estudios sobre la evolución de las especies.
Al contrario de lo que pedía la mujer del abad al comienzo de este post, en las organizaciones empresariales actualmente lo principal… Es que los empleados sepan lo que sucede y porque sucede, con ello conseguiremos que anclen su destino a la compañía, garantizando la supervivencia de la misma.
 
Ya lo dijo Charles Darwin: "Los hechos falsos son muy perjudiciales para el progreso de la ciencia, porque a menudo duran mucho; pero las visiones equivocadas, si están basadas en alguna realidad, hacen poco daño, pues todo el mundo obtiene un saludable placer en probar su falsedad".

 
 

 


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