Hay un pequeño cuento atribuido a un sufí persa del siglo XIII conocido como Rumi, tiene un complejo trasfondo acerca de la naturaleza de las cosas. Nos permite reflexionar acerca de la incapacidad de los seres humanos para comprender todos los planos de la realidad.
Además, también contiene una enseñanza acerca de la riqueza que supone tener diferentes perspectivas sobre un mismo asunto. Valorar la diversidad de opiniones nos permite solucionar problemas.
Había una vez seis hindúes ciegos de saber que quisieron conocer qué era un elefante. Como no podían ver, quisieron averiguarlo a través del tacto.
El primero en indagar, llegó junto al elefante y se chocó con su duro lomo y dijo: “es duro y liso como una pared”. El segundo, tocó el colmillo, y gritó: “ya veo, el elefante es tan agudo como una lanza”.
El tercer hombre tocó la trompa y dijo: “Ya sé, el elefante es como una serpiente”. El cuarto tocó su rodilla y dijo: “Veo que el elefante es como un árbol”. El quinto sabio se acercó a la oreja y dijo: “el elefante es como un abanico”. Finalmente, el sexto tocó la cola del animal y dijo: “está claro que el elefante es como una soga”.
Así es como los sabios comenzaron a discutir y pelearse por ver quién estaba en lo cierto. Cada uno con su propia opinión, y todos tenían parte de razón, pero solo conocían un fragmento de la realidad.
Se acaba de publicar el informe anual del Semestre Europeo de la Comisión Europea, su principal herramienta para coordinar políticas económicas y sociales en todo el bloque. En el mismo se refleja que los gobiernos de la UE deben tomar medidas para cerrar la brecha de innovación con sus competidores globales. El objetivo principal del Semestre Europeo es garantizar la sostenibilidad fiscal, pero el informe de este año, publicado el 4 de junio, también establece recomendaciones políticas para cada país a la luz de la nueva agenda de competitividad de la UE. En dicho informe se destaca la insuficiente inversión en I+D, las barreras estructurales para traducir la investigación en éxito comercial y la lenta adopción de tecnologías digitales como desafíos clave que requieren acciones a nivel nacional para impulsar el desempeño económico de Europa.
“Las recomendaciones de este año son la continuidad de nuestra agenda de reformas y tienen como objetivo envalentonar a los Estados miembros en su esfuerzo por lograr más innovación, más industrias descarbonizadas y más autonomía estratégica”, dijo Stéphane Séjourné, vicepresidente ejecutivo de la Comisión para la prosperidad y la estrategia industrial. Hace más de dos décadas, los países de la UE se fijaron el objetivo de aumentar el gasto público y privado en I+D al 3% del PIB, pero hoy el promedio de la UE ronda el 2,2%, muy por debajo de países como Estados Unidos y Corea del Sur.
El informe insta a los Estados miembros a aumentar las inversiones públicas y privadas en I+D, fortaleciendo al mismo tiempo la colaboración entre las instituciones científicas y las empresas y promoviendo la comercialización de los resultados de la investigación. También se incluyen recomendaciones para mejorar el acceso a la financiación para empresas emergentes y empresas innovadoras. “Debe ser más fácil, económico y rápido que los descubrimientos científicos y las nuevas tecnologías salgan de los laboratorios y lleguen al mercado, y que las empresas emergentes escalen, aprovechando al máximo el potencial del Mercado Único”, afirma el informe. “Es alentador ver el énfasis en la I+D y el reconocimiento de que se necesitan inversiones tanto públicas como privadas para alcanzar el objetivo del 3% del PIB”, dijo Mattias Björnmalm, secretario general de la asociación universitaria CESAER, que ha estado pidiendo que el gasto en I+D se incluya en el Semestre Europeo. El año pasado, los ministros de investigación reafirmaron su compromiso de alcanzar el objetivo no vinculante del 3% para 2030, pero esto no es suficiente, afirmó Björnmalm. Alcanzar este objetivo requiere la acción de los ministros de finanzas. “Aquí, el semestre europeo puede desempeñar un papel clave al vincular los compromisos políticos con la implementación financiera y al ayudar a centrar la atención y garantizar el seguimiento de estas cuestiones a través del Consejo de Asuntos Económicos y Financieros”, afirmó. Otras recomendaciones específicas por país que figuran en el informe incluyen promover una mayor coordinación entre las organizaciones públicas de investigación, mejorar el atractivo y la movilidad de las carreras de investigación y ampliar los instrumentos públicos de apoyo a la innovación, como los incentivos fiscales y las subvenciones, en particular para las PYME.
Este es el segundo año consecutivo en que el semestre europeo hace especial hincapié en la necesidad de invertir más en I+D. Sin embargo, en su análisis del progreso en la implementación de las recomendaciones del año pasado, el último informe destaca la I+D como una de las áreas donde se ha avanzado menos. Podrían necesitarse mecanismos adicionales para garantizar que los gobiernos nacionales aborden los desafíos para el rendimiento de la I+D señalados por la Comisión. Reformar el Semestre Europeo para considerar el gasto público y privado en I+D en los Estados miembros fue una de las recomendaciones del grupo de expertos dirigido por Manuel Heitor, creado para asesorar a la Comisión sobre el próximo Programa Marco. “El semestre europeo no es perfecto, pero ha demostrado su capacidad para impulsar el progreso en otras áreas. Por lo tanto, aplicar sus mecanismos de forma más sistemática a las inversiones en I+D supone un avance importante”, afirmó Björnmalm. “A medida que sigamos desarrollando mejores marcos en el futuro, deberíamos aprovechar al máximo hoy las herramientas que ya tenemos a nuestra disposición”.
En su estrategia para empresas emergentes y en expansión, publicada recientemente , la Comisión se compromete a aplicar las recomendaciones específicas por país del semestre económico para mejorar la política de innovación. También quiere implementar una herramienta de coordinación de la competitividad para armonizar las políticas e inversiones industriales y de investigación a nivel de la UE y nacional. Además de los programas de I+D gestionados a nivel de la UE, los Estados miembros tienen la opción de utilizar fondos europeos como los Fondos de Cohesión y el Mecanismo de Recuperación y Resiliencia para apoyar proyectos innovadores y reformar sus sistemas de I+D. Hasta el momento, los estados de la UE han asignado 55.000 millones de euros para apoyar la I+D con cargo a este mecanismo, un fondo de 650.000 millones de euros compuesto por subvenciones y préstamos para ayudar a los países a recuperarse del impacto económico de la pandemia de COVID-19 https://tinyurl.com/3ce64usk
El informe que se acaba de publicar por parte de la Comisión Europea entronca con lo dicho por el expresidente del Banco Central Europeo (BCE), Mario Draghi, el 9 de septiembre del año 2024 cuando presentó su informe sobre competitividad para la Unión Europea. Entonces Draghi advirtió que la UE se enfrenta a lo que él llama un desafío "existencial": aumentar la productividad y el crecimiento económico o verse obligada a reducir sus ambiciones más emblemáticas. Entre ellas figuran la lucha contra el cambio climático, la protección del modelo social europeo y la financiación del Estado del bienestar. Según el informe, este dilema es más urgente que nunca, ya que la brecha entre el PIB europeo y el estadounidense se ha ampliado del 15% al 30% en las últimas dos décadas. Mientras tanto, China sigue obteniendo rápidos beneficios. En su análisis, Draghi señaló que los factores que alguna vez apoyaron el crecimiento económico de Europa, como el aumento del comercio internacional, el acceso a la energía barata de Rusia y el crecimiento demográfico relativamente estable, se están desvaneciendo. Esto deja a Europa en una posición vulnerable, especialmente si se compara con potencias emergentes y establecidas que se han adaptado más rápidamente a nuevas dinámicas globales.
La falta de innovación en nuestro país es un factor que impacta de lleno en problemas como el desempleo y las finananzas públicas. La Comisión Europea apunta a este ámbito como uno de los deberes pendientes de las autoridades españolas a todos los niveles y también del tejido empresarial en su reciente informe en el que desgrana el estado de la Economía Española, a pesar de las mejoras observadas en los últimos años, según consta en el informe publicado hace escasos días. “España tiene una buena base científica, pero está excelencia científica todavía no ha conseguido mejorar la innovación”, resalta el Ejecutivo comunitario en un apartado en el que describe que el país está por detrás de la media de la mayoría de indicadores. La inversión en I+D, por ejemplo, es menor en España que en el resto de socios europeos tanto a nivel privado como público. En el primer caso equivale al 1,49% del PIB en 2023, frente al promedio del 2,24% de Europa; mientras que en el segundo alcanza el 0,65% por debajo del 0,72% del bloque. Tambien es muy “débil” la tasa Española de solicitud de patentes ante el Tratado de Cooperación de Patentes, del 1,1% frente al 2,8% de la UE, alejada del dato de los socios major colocados como Suecia (7,6%) y Finlandia (6,1%). A esto se suma un “deficit claro en talento innovador”: el número de graduados universitarios en ciencias, tecnología, ingeniería y matemáticas (las disciplinas STEM) ha caído seis puntos en la última década y la tasa de investigadores contratados en empresas es la mitad del promedio comunitario.
Además, la cifra de empresas que invierte en I+D ha bajado en los últimos años y cada vez se concentra más en un pequeño grupo de firmas de sectores “tradicionales” como la banca, las telecomunicaciones o el “software”. Esta situación tiene su refleja en el ultimo ranking elaborado por la Comisión Europea de las 2000 compañías que más invierten del mundo en I+D, España solo tiene 11 compañías den dicho ranking, en el año 2024 que se publicó refleja una inversión de 5.666 millones de euros https://tinyurl.com/yc2fmak9
Frente a estos datos que reflejan el atraso de nuestro país, la Comisión apunta en su informe una serie de datos esperanzadores como son, un ecosistema científico “atractivo” para los investigadores que cuenta con “buenas tasas” de colaboración internacional. Otro aspecto positivo que se destaca en el informe es el porcentaje de publicaciones científicas españolas dentro del 10% más citado en el mundo se ha estabilizado en un 9%, cercano al de la UE. Otro aspecto positivo es el “importante avance” registrado en la adopción de tecnologías digitales por parte de las pymes españolas, un indicador en el que las pequeñas y medianas empresas del país se comportan incluso mejor que sus pares de la UE. España avanza en la utilización empresarial de tecnologías digitales avanzadas y supera con creces la media europea en análisis de datos, aunque se encuentra todavía por detrás en el uso de servicios en la nube e inteligencia artificial (AI). Todo esto se ve apoyado por el “gran impulso” a la I+D previsto a través de las inversiones del plan de recuperación (17.600 millones de euros) y de los fondos estructurales de la UE (4.700 millones de euros).
La Comisión Europea considera que España “todavía necesita una estrategia a largo plazo que movilice, coordine y oriente” la inversión pública en I+D, especialmente una vez expire el fondo de recuperación en el año 2027, y también facilite las inversiones privadas en este ámbito. La Comisión sugiere al gobierno de nuestro país poner en marcha medidas que reduzcan y simplifiquen la “pesada burocracia” a la que se enfrentan actualmente las compañías y les impide beneficiarse de las medidas puestas en marcha por las autoridades para incentivar las inversiones. En la misma línea, se recomienda seguir apoyando la digitalización de las compañías, con foco especial en las tecnologías avanzadas, desarrollando un “conjunto de medidas más amplio” a fin de facilitar la colaboración entre el sector privado y la comunidad científica. Para realizar dicha estrategia se recomienda a nuestro país una estrategia de innovación fundamentada en el concepto de país y no de territories involucrando a todas las administraciones públicas https://tinyurl.com/bp8adpcm
Fuente: Comisión Europea
Telefónica no es una compañía ajena a dicha situación de escasa inversión en I+D, según el ultimo ranking de la Comisión Europea, su inversión en el año 2024 fue de 785 millones de euros. Con unos ingresos por operaciones de 41.315 millones de euros, el porcentaje de inversión de I+D sobre ingresos fue del 1,9%. Si nos fijamos en las tecnológicas que hoy dominan la digitalización vemos porcentajes que nos hacen ver el verdadero diferencial que hoy presentan con los europeos con las compañías de telecomunicaciones. Las cuatro primeras compañías tecnológicas de dicho ranking, en su conjunto invirtieron en I+D un total de 127.149,6 millones de euros, las mismas han facturado en su conjunto un total de 975.050,7 millones de euros, con un porcentaje medio de inversión en I+D sobre ventas del 7,66%. Si miramos la intensidad sobre ventas individualmente de las cuatro compañías vemos casos muy ilustrativos, por ejemplo: Meta (Facebook) invirtió un 27% sobre ventas, o Alphabet (Google) un 14,2%, en menor medida está Microsoft con un 12% y Apple con un 7,8%. Apple es la que menos invierte de las cuatro grandes tecnológicas sobre ventas, sin embargo, dicho dato es engañoso, ya que hay que tener en cuenta que es la que más factura de todas ellas, por lo que su cantidad de inversión es muy ilustrativa con 27.242,5 millones de euros.
Telefónica es una compañía troncal para la economía española, vertebrando esa digitalización que necesita nuestro país. Para ello es fundamental que elimine esa norma no escrita que imperaba hasta la fecha por los anteriores equipos directivos, ver la I+D como un gasto y no como una inversión. Se invertían miles de millones de euros en contenidos de TV como es el fútbol, sin embargo, la I+D languidecía con presupuestos muy inferiores frente a dichas partidas. Un ejemplo de dicha rentabilidad de la I+D lo podemos encontrar en una tecnológica de primer nivel en este primer trimestre del año 2025, Samsung. A pesar de los problemas que hoy tenemos en el mundo con la geopolítica errática con los aranceles de Donald Trump, la compañía surcoreana sigue comprometida con su estrategia de inteligencia artificial y en el primer trimestre del año 2025, la compañía aumentó el gasto en I+D en un 16% en comparación con el mismo período del año pasado, alcanzando los 6.300 millones de dólares. Esta acción le permitió registrar unos ingresos trimestrales récord de 55.400 millones de dólares, lo que representa un aumento interanual del 10 % https://tinyurl.com/2e3sbpn3 Telefónica, ni puede ni debe, seguir ausente de esta necesidad que ha surgido a Europa con la independencia estratégica de chinos y norteamericanos, la I+D es quizás una de las llaves más importantes que hoy tiene Europa para ser independiente.
Afirmaba Draghi en la presentación de su informe sobre competitividad que Europa necesita priorizar tres áreas en dicha estrategia. La primera es la urgente necesidad de acelerar la innovación, especialmente en el sector tecnológico. El ex primer ministro italiano destacó que la UE sufre un retraso significativo en comparación con otras potencias mundiales en este ámbito, que repercute gravemente en su competitividad. Sugirió eliminar barreras que obstaculizan la rápida traducción de las innovaciones al mercado, atrayendo mayores flujos de inversión y mejorando la formación del capital humano en Europa… El diagnóstico esta hecho, lo único que nos falta a los ciudadanos son las acciones.
Para terminar el post vuelvo al comienzo del mismo con las visiones parciales de un problema. Esperemos que en nuestro país aquellas compañías que son vertebradoras del desarrollo del tejido productivo como Telefónica, pongan sobre el tapete una nueva forma de gestionar el desarrollo y estrategia fundamentada en la I+D… Si así lo hacen las métricas serán pronto testigos de dicho acierto, si no lo hacen no saldrán de la irrelevancia.
Ya lo dijo Sir Francis Bacon: “El que no aplique nuevos remedios debe esperar nuevos males, porque el tiempo es el máximo innovador”.
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