martes, 17 de diciembre de 2019

LA ARENGA... EN SITUACIONES DE DERROTA



Las palabras de Aníbal Barca en la Batalla del Tesino (218 a.C.), a través de las crónicas de Tito Livio, en el primer enfrentamiento bélico entre Roma y Cartago en la península itálica, son una arenga de alguien que cree firmemente en el destino que le había encargado la historia. En el caso de Aníbal, su alocución comenzaba de forma directa y sin ambages señalando que la victoria “es cosa hecha”, pero también reconociendo que era su única alternativa: “Por la derecha y por la izquierda nos cierran mares, sin que tengamos ni una nave siquiera para escapar; por delante, el Po, más caudaloso e impetuoso que el Ródano; por la espalda nos cierran los Alpes, que costó trabajo cruzar cuando estabais en plenitud de fuerzas”, por lo que “es preciso vencer o morir”. Para ello Antes de la batalla de Tesino (noviembre de 218), Aníbal hizo luchar entre sí, y hasta el extremo, a algunos prisioneros. El objetivo era mostrar a sus tropas que quien venciera obtendría la libertad, y quien perdiera, la muerte. Era un modo de simbolizar lo que les esperaba en aquel apasionante enfrentamiento con Roma. Cuando en la primavera del año 217 comenzaba la nueva campaña, Aníbal se tomó tiempo para decidir. No actuó sin reflexión. Por el contrario, había dedicado semanas a analizar la orografía. Al cabo, con todos los datos en la mano, optó por descender en paralelo a los Apeninos para dificultar a los romanos los ataques que sin duda preparaban. La derrota del ejercito romano puso de manifiesto no solo la falta de valor de las tropas, sino la falta de conocimiento de quien dirigía las mismas, Sempronio Longo. Lo mejor que sabía hacer Longo era comunicar, venderse, en vez de transmitir a sus superiores el desastre al que había conducido a sus tropas al haberse dejado arrastrar por su vanidad, ya que él optó por disimular.


La arenga, en su definición tiene dos significados: la militarizada y la barroca. La primera es la más sabida: discurso breve, brillante, animado, fuerte y enérgico que se pronuncia frente a un personaje importante o aun cuerpo de individuos. La brevedad y brillantez de este, busca extraer de las personas que lo escuchan el entusiasmo frente al reto al que se enfrentan. Son piezas de comunicación emocionantes, donde el individuo que las pronuncia goza de un respaldo fundamentado en su liderazgo contrastado con hechos. En todo caso, la exhortación a lo que se apela en los mismos es el leitmotiv que se pretende que sirva para de forma optimista adelantarse a los acontecimientos en los que se verán inmersas las personas que lo reciben. Esta arenga a veces hiere más que persuade, este hecho se produce porque a veces el que la recibe se atolondra de forma irreflexiva y acude a la acción que se le indica de forma inconsciente. Hasta aquí la arenga militarizada, pero también existe lo que se conoce como a arenga barroca. Esta se caracteriza por ser un discurso mucho más estructurado en las afirmaciones y optimismo que en las manifestaciones gloriosas a las que alude la arenga militar. Antiguamente se decía que la arenga barroca era más amplia, ya que servía para loar las virtudes de un rey, sus victorias, su fama y sus guerras. Es también un instrumento que se utilizó ante la ausencia de opinión pública en los siglos del antiguo régimen. Se utilizó este protocolo para transmitir a través de una brillante alocución, la esperanza que todo pacto monárquico debía revitalizar. Esta arenga era más elaborada, la leía algún académico de renombre en alguno de los actos o celebraciones donde se juraba fidelidad en los principales reinos y virreinatos americanos.   
Ya sea en el siglo III a.C., o en el XIII o en el XXI, la arenga busca fortalecer la confianza de los seguidores para lograr una victoria ante sus rivales como elemento motivador y con un estilo argumentativo muy similar. Es un testimonio histórico de carácter exhortativo que, por su naturaleza claramente universal, ha atravesado todo tipo de barreras temporales y culturales. En la arenga se dan por sentado dos conceptos fundamentales como son el valor de los soldados (animus) y una victoria segura (vicistis) para un enfrentamiento inminente como “algo necessarium, utile, possibile, facile y iustum4”, además de repetir elementos de forma recurrente, como son la recompensa de un gran botín, la memoria de los antepasados, la “guerra justa” o el enfrentamiento como única salida: “Vencer o morir”. Recursos todos que se incluyen en las palabras que pronunciaron distintas personas que buscaron sacar el valor en distintas épocas de la historia como fueron; Aníbal en la batalla de Cartago, Patton en la segunda guerra mundial o Norman Schwarzkopf en la guerra contra Irak, todos en contextos históricos diferentes pero que perseguían un objetivo común, LA VICTORIA. La trascendencia del momento: vencer o morir. Es el mensaje clave. Para acudir a un enfrentamiento hay que estar convencido de que se va a producir la victoria y de que las tropas están motivadas.


Hoy recoge la prensa la reunión del equipo directivo de Telefónica de España (19 directivos) con los dos principales ejecutivos del corporativo de dicha multinacional, el Ceo y su consejero delegado, en una reunión que tuvo lugar el lunes 16 de diciembre en la central de Buitrago en Madrid http://bit.ly/38MC3F9 En dicha reunión, se analizaron las estrategias, escenarios y prioridades con el fin de continuar con el ligero crecimiento de los ingresos que ha protagonizado dicha filial dentro del grupo. Sin embargo, si estudiamos las métricas desde la llegada de dicho Ceo (8 de abril del 2016) y el equipo directivo que ha nombrado, no son muy alentadoras de cara a ser optimistas. Algunos datos que son ilustrativos de dicha gestión son los siguientes, la filial española desde el 30 de marzo del 2016 hasta el 30 de septiembre del 2019 ha perdido 5.552 empleados (-17,84%), los ingresos de 30 de septiembre del 2018 hasta el 30 de septiembre del 2019 han crecido en 48M€, el número de accesos ha crecido en dicho periodo en 128.100 accesos. El crecimiento de accesos que registro la filial Telefónica de España, si se compara por ejemplo con el del cuarto operador es irrelevante. Masmóvil en el año 2018 creció en accesos móviles un 23% hasta 4,79 millones de usuarios, mientras que el de prepago se elevó un 79% pasando de 1,10 millones a 1,97 millones. Por su parte, la banda ancha fija, casi duplicó sus accesos, creciendo un 98% y pasando de 500.000 a 990.000 líneas http://bit.ly/2PQFYbf

Cabe entonces preguntarse en esa tranquilidad que facilita Buitrago si, ¿La arenga lanzada por los dos principales directivos del corporativo está fundada en hechos que llevarían hacia algún cambio con respecto a la deriva que lleva actualmente la compañía, o bien obedece más a un deseo? En un entorno global de crisis como es el que sacude actualmente el sector de las telecomunicaciones, los deseos sin hechos derivan en resultados nada reconfortantes, como bien publique el día 15 de este mes en este blog  http://bit.ly/2PoyEVq con datos del regulador (CNMC). La compañía navega estos últimos años como alma en pena, sin salir del océano rojo en la que está instalada. Factores que contribuyeron a dicha situación fueron: la falta de dirección estratégica fundada en una ausencia de servicios basados en I+D, que hagan crecer los ingresos y sirva de colchón a la crisis que azota al sector como hacen actualmente los OTTs, la participación de los agentes sociales en el crecimiento y desarrollo de los recursos humanos de forma interesada, no atendiendo a los criterios de capacidad y conocimiento de los mismos, la cada día peor y escasa calidad de la formación que se imparte dentro de la compañía, la falta de participación y comunicación que reciben los empleados de la cadena de mando, la oferta al cliente ignorando sus necesidades, basada en criterios ajenos al consumidor como por ejemplo (la regla del más por más), etc.


Para terminar, hay que decir que no hay que ser muy perspicaz para entender por el laberinto que atraviesa algún directivo actualmente, sin embargo, conviene recordar como al comienzo de este post, que Anibal no improvisó, planificó su victoria con esmero atendiendo a las necesidades y disponibilidades de sus tropas. Cuando uno lleva cerca de cuatro años gestionando una compañía y no hay resultados, lo que menos esperan las tropas (empleados) son las promesas y arengas que en tiempos pasados no han servido para nada…Esperan cambios en el liderazgo de la nave, que saquen a la misma de la irrelevancia a donde la han conducido las personas que arengan.   

Ya lo dijo Tony D`Amato (Al Pacino en Any Given Sunday): “Yo no puedo convencerlos de que lo hagan, tienen que mirar al que está a su lado, mírenle a sus ojos, creo que van a ver a alguien dispuesto a ganar con ustedes”.


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