miércoles, 4 de diciembre de 2019

LA VANIDAD EN LA DIRECCIÓN...UN "CÁNCER" PARA LOS STAKEHOLDERS



Cuando Elon Musk y Peter Thiel disfrutaban de las mieles del éxito con Paypal, tuvo lugar un suceso que muy bien podría resumir su trayectoria hasta ahora. Ambos se montaron en un McClaren de F1 para acudir a una reunión. Lo pusieron a toda velocidad y, como era previsible, se estrellaron. El coche quedó destrozado, pero ambos salieron ilesos. Tuvieron que llegar al encuentro haciendo auto-stop. Fue un milagro que siguieran vivos, Thiel iba sin cinturón de seguridad.
La filosofía de vida de Thiel, como ha escrito y dicho en numerosas ocasiones, es pensar constantemente en lo contrario de lo que en teoría debería hacerse y explorar si se puede ir por ahí ante un dilema, como estrategia empresarial o como solución a un conflicto. Fiel a esta idea, él, gay y libertario, está embarcado en el gabinete de Donald Trump, el presidente más conservador y proteccionista que ha tenido Estados Unidos en las últimas décadas. No se conoce si ahora lleva puesto el cinturón de seguridad, solo él lo sabe.
Es uno de los cerebros de Silicon Valley más escrutados por los inversores: estuvo tras la creación de Paypal, fue uno de los primeros inversores del citado Facebook, de Linkedin, Spotify, Airbnb o de una de las compañías que más polémica genera en este momento, Palantir Technologies. Dicha compañía, tiene el mismo nombre que la bola mágica de Saruman, personaje de “El Señor de los Anillos”. Palantir dispone de un software especializado y de firma propia, que pone en conjunto una gran cantidad de fuentes de información totalmente independientes y que establece así relaciones entre personas de todo el mundo gracias a documentos financieros, el contenido de las redes sociales, o registros telefónicos. De este modo, tal y como podéis ver en la imagen inferior, así sería el gráfico de Peter Thiel, el CEO y fundador de Palantir, si su vida fuera cotejada con el software.

La vanidad se define como orgullo de la persona que tiene en un alto concepto sus propios méritos y un afán excesivo de ser admirado y considerado por ellos. Vanidad es un término que proviene del latín “vanĭtas”, que es la cualidad de vano (vacío, hueco o falto de realidad, sustancia o solidez). Este adjetivo está vinculado a lo insustancial, la arrogancia, la presunción y el envanecimiento. En otro orden de cosas, la vanidad encubre un sentimiento de inferioridad y el deseo de ser aceptado por el otro. Al hacer gala de sus virtudes la persona vanidosa, intenta demostrar que no es menos que nadie (lo que en realidad siente) y espera el aplauso y la admiración de quienes le rodean. Quienes viven demasiado pendientes de dejar claro el propio mérito en todo lo que hacen, suelen entrar en una dinámica que con facilidad les trae notables perjuicios. Son personas que no descansan en poner su firma en todo lo que hacen o sucede a su alrededor. No pierden oportunidad de realzar sus acciones, aunque no sean reales y las personas que le rodean perciban que dicho éxito no existe, sin embargo, dichas personas saben que quien diga o ponga alguna pega no sale en la foto más. Se preocupan de reafirmar que han sido ellas quienes han hecho posibles tales o cuales logros, pese a que no quieren ponerse medallas según afirman, no paran de hacerlo.


La vanidad también se identifica con el “Mal de Hubris” o "la enfermedad del poder”.  La “hibris o hybris” es un concepto griego que puede traducirse como "desmesura" y que en la actualidad alude a un orgullo o confianza en sí mismo muy exagerada, especialmente cuando se ostenta poder. Es además un proceso de extrañamiento social, que consiste en el exceso de autoconfianza, la minusvaloración del equipo que te rodea y el desinterés en los asuntos de los demás. Esta arrogancia se manifiesta en la adquisición de competidores sin criterio (“crecer por crecer”), en la contratación de un equipo de incompetentes fieles, pero no fiables (“quiero que me den la razón”) y en la falta de participación en foros con terceros (“no me aportan nada”). Lo expresó el historiador y geógrafo Heródoto en un significativo pasaje: "Puedes observar cómo la divinidad fulmina con sus rayos a los seres que sobresalen demasiado, sin permitir que se jacten de su condición...puedes observar también cómo siempre lanza sus dardos desde el cielo contra los mayores edificios y los árboles más altos, pues la divinidad tiende a abatir todo lo que descuella en demasía".
Quien padece esta dolencia, se observa un excesivo narcisismo, imagina que lo que piensa es correcto y lo que opinan los demás no, cree que todos los que lo critican son enemigos, etc. Estas actitudes pueden llevar a quien las padece a tomar decisiones erróneas porque la persona pierde la perspectiva de la realidad total y ve sólo lo que quiere ver.

Ayer se produjo la entrega del premio “Business Leader of the Year” (Líder Empresarial del Año) que concede la Cámara de Comercio España-EEUU. Este año se otorgó al presidente ejecutivo de Telefónica, en reconocimiento a "su visión y liderazgo al frente de la compañía". En concreto, el consejo de administración de la institución ha reconocido a dicho directivo "por su habilidad para afrontar los retos derivados de la evolución tecnológica constante y por liderar la transformación digital de la compañía, que ha pasado de ser una firma de telecomunicaciones a convertirse en un grupo tecnológico". Además, el presidente del Consejo de Administración de la Cámara y antiguo embajador de Estados Unidos en España, Alan Solomont, ha destacado que, bajo la gestión de dicho CEO, "Telefónica ha logrado acuerdos estratégicos de gran valor y ha demostrado la excelencia empresarial, la innovación y el compromiso con el cliente necesarios para transformar un gigante de las telecomunicaciones en una era de continuos cambios tecnológicos y digitales". http://bit.ly/2DIP58c



                                            FUENTE: NASDAQ Y BOLSA DE MADRID 
Hasta aquí lo que recoge la prensa con respecto al acto celebrado en Nueva York, sin embargo, una persona con sentido objetivo no debe de quedarse en los oropeles del premiado y debe de bajar a las métricas que atesora al frente de la compañía, para entender si dicho premio obedece a razones fundadas de buena gestión o es otra cosa que para nada tiene que ver con la gestión. Y en este caso hay métricas suficientes para poder valorar si dicho premio es justo o no, la primera el precio de la acción después de tres años y ocho meses al frente de la compañía, cuando el 8 de abril del 2016 llego el actual CEO a la compañía la acción cotizaba a 9,31 euros, hoy ha cerrado a 6,84 euros, un 26,53% menos. 

Pero existen más métricas para tener una visión objetiva de la gestión que se ha llevado a cabo en dicho intervalo de tiempo:


* Deuda financiera neta incluyendo arrendamientos según la NIIF 16, 45.594 M€
 
Así pues, cabe preguntarse lo siguiente, ¿Si con las métricas anteriores se concede dicho premio, que pasaría si se tuviesen por ejemplo las que obtienen los OTTs?
Probablemente sean las “Vanity Metrics” (traducidas como métricas de vanidad, son todas aquellas que se miden con la misma facilidad con la que se monitorizan, pero que no arrojan datos reales de crecimiento. Son datos que aportan una falsa sensación de evolucionar, pero que distraen de aquellas métricas que realmente señalan el rendimiento que se está obteniendo en el terreno que se analiza), las que han conducido a dicho jurado a conceder dicho premio. Lo grave de esta situación ampliada por la prensa, es que dicha información puede parecer algo útil a ojos del público, o incluso a aquellos que la manejan; sin embargo, la realidad es que no aportan nada que refleje una mejora real para los stakeholders (grupos de interés) de una compañía. Centrarse en estos falsos indicadores es perder un tiempo indispensable para reforzar aquellos pilares que realmente sirvan para demostrar una mejora de rendimiento o de crecimiento de cualquier compañía…Y el tiempo por desgracia cuando una compañía está en problemas es escaso. Quizás el consejo de administración de dicho organismo quiso ver a un Peter Thiel como el del principio de este post, sin embargo, nada más lejos de la realidad. El primero ha demostrado su sapiencia y valía participando en la creación de compañías que hoy son un referente a nivel mundial…Sin embargo el segundo no se conoce que hay creado ninguna

Ya lo dijo Oscar Wilde: “No voy a dejar de hablarle sólo porque no me esté escuchando. Me gusta escucharme a mí mismo. Es uno de mis mayores placeres. A menudo mantengo largas conversaciones conmigo mismo, y soy tan inteligente que a veces no entiendo ni una palabra de lo que digo.”
 


1 comentario:

  1. Y se puede añadir que es una injusticia que Aznar se quedara sin la medalla del Congreso de los EEUU ;)

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