miércoles, 19 de febrero de 2014

DIRECTIVOS CON MADERA O DIRECTIVOS DE PAPEL

El directivo que abandona la implementación de un programa con consecuencias positivas para una compañía llámese de transformación, clima laboral u otros, está haciendo un flaco favor a las personas que están dentro de su compañía, más en tiempos de grandes cambios como los que estamos viviendo. 

Nadie ha dicho que dichos programas sean fáciles de implementar pero tienen el aval de éxito y retornos de capital que otras compañías ya han acometido y que nos sirven de ejemplo y acicate para implementarlos, si bien estos programas tienen cierta dificultad debido a las resistencias de cambio que surgen  dentro de la organización debido a que se saca de la zona de confort a las personas que trabajan en ella. 
El fracaso es algo natural cuando se adentra uno en terrenos desconocidos pero se juega con la baza de la tenacidad y coraje del directivo para superar dichos problemas. El rehuir los desafíos no es una opción en un directivo, es una situación que lo único que provoca es una huida hacia delante con el único fin a veces de ganar tiempo tratando de perpetuarse dentro de su status, pero que a la larga provoca consecuencias catastróficas como por ejemplo; ajustes de plantilla, recortes de actividad en los mercados donde compite, recortes  en inversiones, etc. 



Haruka Nishimatsu es un nombre que posiblemente pase desapercibido para cualquiera, presidente de una de las 10 aerolíneas con más pasajeros del mundo, ha recortado su sueldo en varias ocasiones con el fin saldar varias deudas de la compañía, mejorar los ingresos de ésta, y contratar a gente desempleada, medidas todas ellas que  resultan sorprendentes para lo que estamos acostumbrados a ver.

El señor Nishimatsu se convirtió en el CEO más austero del mundo, como primer ejecutivo de una gran compañía aérea todos podemos imaginar lo que en términos de remuneración y relevancia social ese cargo significa. Sin embargo, cuando afrontó el puesto de primer ejecutivo de la Compañía la situación de ésta era muy desfavorable y se vio en la necesidad de tomar medidas duras para todo el colectivo de empleados.
Pero predicó con el ejemplo, su sueldo quedó rebajado incluso por debajo de lo que ganaba cualquier piloto, alrededor de 90.000$. Acudía a trabajar en autobús, nada de coches magníficos conducidos por chófer uniformado, hizo retirar las paredes de su despacho y se integró en un espacio abierto compartido con el resto de trabajadores, los almuerzos los realizaba en el comedor de su empresa compartiendo mesa y charla con cualquier empleado y mantenía una intensa actividad tocando directamente el terreno que el resto de trabajadores de Japan Airlines tocaban.




 Nishimatsu nos comunicó que le otorga una importancia absoluta al grupo por encima de las individualidades, se ve  a sí mismo como un elemento más de un grupo que busca un objetivo común, establece  relaciones personales con sus trabajadores buscando proyectar hacia ellos con el ejemplo aquello que les reclama, entiende que en esa proyección esta su ejemplo que le legitima para reclamar a los demás lo que él hace. En definitiva, nos está trasmitiendo una visión de directivo con madera de líder en la cual prima su equipo para la consecución de los objetivos.

Hace unos días se publicó un estudio del capital humano en España visto por los directivos españoles;




Para recoger estas opiniones, se han realizado encuestas a un total de 372 directores generales y directores de estrategia y planificación o estatus similares, de empresas ubicadas en todo el territorio nacional, y de diferentes sectores (21,5% industria y Construcción, 20,2% Comercio, 25,8% Educación y Administraciones Públicas y un 32,5% resto de servicios).
Los principales resultados y conclusiones extraídas de este trabajo, dejan constancia que los temas de actualidad que preocupan mayoritariamente al empresariado son, principalmente, las reformas, el talento del capital humano, la internacionalización de la actividad, la ética y la pérdida de valores en el entorno empresarial, así como cuestiones relacionadas con la gestión e implementación empresarial de medidas que ayuden a las empresas a afrontar esta situación.
Otra de las preocupaciones que podemos destacar de este estudio es la relacionada con la ética y los valores sociales.  Sólo el 26,9% de las empresas tienen implantada o están desarrollando alguna medida para reforzar los valores éticos, ya sea impulsando un código ético empresarial u otras actuaciones.
En referencia al talento o capital humano español, el 65,5% de las empresas lo considera igual o mejor en comparación al de otros países europeos con crecimiento económico. Se valora mejor que en otros países la actitud emprendedora del capital humano español (21,0%) y, por el contrario, obtienen valoraciones inferiores la motivación, esfuerzo y compromiso en el trabajo (45,2%).

De este estudio se podría sacar como conclusión que el directivo tiene que salir de su despacho, comunicarse con las personas que trabajan en la compañía mirándoles a la cara, preguntando si necesitan algo, si están a gusto en su lugar de trabajo, pedirles opinión en cuestiones en las que trabajan buscando la mejora, etc. Hay que pasar de una jerarquía vertical a una horizontal.

Es evidente que nuestras compañías cuentan con talento, un ingrediente básico en estos momentos, pero falta audacia y capacidad de liderazgo. El entorno actual en el que estamos inmersos hará que surjan empresarios con liderazgos audaces, donde pongan a las personas de su compañía en el centro de su estrategia para competir, buscando con ello que deleiten a sus clientes, sorprendiéndoles con productos innovadores de gran valor, ver ejemplo de Steve Jobs en Apple con el iphone, ipad, ipod, etc. 
Con  ello sus empresas alcanzaran el nivel de excelencia y competitividad que les dará un futuro muy prometedor, ya lo decía Confucio, "Nuestra mayor gloria no se basa en no haber fracasado nunca, sino en habernos levantado cada vez que caímos”.

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