Hay quien intenta hacernos creer en cosas que
nadie puede ver, que no existen ni existirán nunca.
Vivimos un tiempo en el que muchos que por
intereses personales, políticos o empresariales, tratan de cambiar el
significado de las palabras. Algunas
empresas anuncian un proceso de “consolidación” cuando en realidad se trata de reducciones
de personal. La palabra “reforma” se usa
para camuflar recortes de cualquier tipo. Podríamos poner muchos ejemplos de diferentes
grados, hasta llegar al sumun del “diferido simulado” del que tanto se ha
hablado últimamente.
La cosa no es nueva, viene de lejos aunque últimamente
este tan de moda. Todos conocéis el
cuento del traje del emperador. Aquí podéis
leerlo entero: http://bit.ly/LMGEuV Os hare un pequeño resumen; unos sinvergüenzas
se presentan en la corte del emperador con intención de timarlo, y para ello le
dicen que le confeccionarán el traje más maravilloso del mundo, y que además
tiene la cualidad de que solo lo pueden ver las personas realmente
inteligentes. A pesar del elevado
precio de la prenda, en ingenuo emperador, decide encargarles el trabajo. Terminado
el imaginario traje lo llevan al emperador para que se lo pruebe.
Le
sienta perfectamente, según ellos, claro. El emperador no puede ver
la prenda, pero como no quiere aparecer ante sus súbditos como un tonto, llena
de alabanzas a sus nuevos sastres y a su maravillosa
creación. Toda la corte imita al emperador y aunque nadie puede ver
el traje, todos se deshacen en elogios hacia la prenda y lo bien que le sienta
a su soberano.
La
situación es realmente ridícula: una cabeza coronada pero en
calzoncillos rodeada de todos sus nobles fingiendo ver algo que no
existe. Y los timadores tan felices al haber sacado un buen botín engañando a
unos ingenuos que se creen los más listos del mundo.
Desgraciadamente
hay gestores que sienten la tentación y fían el destino de sus organizaciones a
sastres que no conocen en nada su cultura, idiosincrasia y peculiaridades,
huyendo de los medios y conocimientos que existen dentro de la misma. Parece
que no han aprendido muy bien el timo del traje del emperador y no sienten el
menor reparo en querer hacer ver como buenos unos resultados que no lo son en absoluto.
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