martes, 17 de octubre de 2017

TV POR CABLE, FIBRA U OTRO SOPORTE FÍSICO...UN FRACASO ANUNCIADO




Un anciano que tenía un grave problema de miopía se consideraba un experto en evaluación de arte. Un día visitó un museo con algunos amigos. Se le olvidaron las gafas en su casa y no podía ver los cuadros con claridad, pero eso no le frenó en manifestar sus fuertes opiniones. Tan pronto entraron a la galería, comenzó a criticar las diferentes pinturas. Al detenerse ante lo que pensaba era un retrato de cuerpo entero, empezó a criticarlo. Con aire de superioridad dijo: "El marco es completamente inadecuado para el cuadro. El hombre esta vestido en una forma muy ordinaria y andrajosa. En realidad, el artista cometió un error imperdonable al seleccionar un sujeto tan vulgar y sucio para su retrato. Es una falta de respeto". El anciano siguió su parloteo sin parar hasta que su esposa logró llegar hasta él entre la multitud y lo apartó discretamente para decirle en voz baja: "Querido, estás mirando un espejo".



El modelo de negocio de la televisión por cable, fibra u otro soporte físico comienza a enseñar cual será el recorrido futuro, EL FRACASO. Lo que comenzó como un modelo de negocio prometedor ha empezado a colapsar en Estados Unidos debido a plataformas de streaming cómo: Netflix, Hulu, Amazon, etc. Los últimos datos conocidos de un mercado con una penetración elevada de dicha tecnología como es Estados Unidos, así lo indican. La fuga de usuarios este año alcanzará los 22 millones de clientes frente a los 16,7 millones de clientes del año 2016, el descenso será un 33% mayor, según la consultora eMarketer. El principal motivo de dicha fuga es claramente el precio. La alternativa a dichas plataformas por cable es mucho más barata, mejor y sin publicidad. A parte de este hecho, se está imponiendo el consumo de contenido propio a través de soportes como por ejemplo las redes sociales. Este fenómeno ha impactado también de lleno en el negocio de las salas de cine, donde ya se empiezan a poner ofertas abiertas como por ejemplo, Ir al cine diariamente por 10 dólares al mes: la loca idea del cofundador de Netflix para rescatar las salas de cine” http://bit.ly/2zfUdN0 . Un ejemplo de esto último le ha sucedido al conglomerado de Disney, donde en la presentación de sus resultados en el último trimetre su división del cable tuvo una caída del resultado operativo de un 23 %, hasta los 1.500 millones de dólares.

Esta tendencia de trasvase de la televisión por cable a las plataformas de streaming comenzó a ser un serio problema hace un par de años en Estados Unidos. Durante años en dicho país reinaron los paquetes televisivos a razón de 50 o 60 dólares al mes, captando clientes bajo el reclamo de tener acceso a 150 canales o más. Por un incremento de unos 40 dólares en esa factura, se incluían HBO y Showtime, con lo mejor de la parrilla televisiva, y un paquete extra con otros 300 canales más. Este relato es un poco lo que está sucediendo ahora en Europa, donde dichos paquetes han comenzado a despegar principalmente en modelos de negocio que están poniendo en práctica los diferentes operadores de telecomunicaciones. Sin embargo, sin llegar a la madurez de negocio que tuvieron en Estados Unidos, se estan viendo sorprendidos por los nuevos entrantes (plataformas de streaming), los cuales están capturando abonados a unas tasas espectaculares. En el segundo trimestre del año fiscal presente, Netflilx ha capturado 4,68 millones de nuevos suscriptores. Por primera vez en su historia, Netflix tiene más usuarios, fuera de Estados Unidos que dentro de su país de origen. Así, los 4,14 millones de usuarios que ha sumado han elevado la cuenta a 52,03 millones de ellos, frente a los 51,92 millones que hay en Estados Unidos tras un avance de 1,07 millones. Este sorpasso era cuestión de tiempo, principalmente por la fuerte expansión que ha llevado esta plataforma a más de 130 países. La idea de disfrutar de un catálogo tan amplio como el que ofrecen dichas plataformas (Netfilx, HBO, Hulu, Amazon, Sky etc.) a un precio tan competitivo, ha provocado una desbandada de clientes hacia dichos proveedores. Por ejemplo, en España el precio de Netflix con la oferta más amplia es de 14 euros al mes con la última subida anunciada, frente a paquetes de televisión que tienen unos precios que son sustancialmente mayores como se puede ver en el siguiente cuadro. A esto hay que añadir que dichas plataformas como Netflix permite ver dicho catálogo desde cuatro dispositivos distintos en cualquier lugar y momento, un hándicap que los operadores tradicionales de momento no pueden replicar, además de la compartición en el visionado por distintas personas.


                                                                                        http://bit.ly/2xKK1L6

El  término streaming proviene de  la palabra “stream” significa “canal de agua que fluye” y la analogía es correcta, ya que la tecnología streaming permite que un servidor se conecte con una computadora y se establezca una comunicación en la que los datos fluyen de forma continua, sin interrupciones. El streaming es un concepto utilizado para definir una forma de consumir contenido a través de la red sin la necesidad de tener que descargarlo. Se trata de utilizar la tecnología y las redes para emitir contenido almacenado en la nube en dispositivos como ordenadores, smartphones y tablets a la vez que se visualiza. Si bien en sus orígenes había que descargar el contenido y almacenarlo para poder visionarlo, lo cual hacia que dicho fenómeno fuese lento. En la actualidad el desarrollo de redes de alta velocidad con dispositivos de almacenaje virtual (la nube) han agilizado dicho fenómeno, volviéndolo muy atractivo al consumidor. Fue en 1995, cuando la aparición de You Tube provocó una revolución en el visionado de contenido audiovisual. El modelo de negocio audiovisual cada vez está más definido por la relación entre los creadores de contenido y los consumidores. Los players tradicionales (operadores de telecomunicaciones) y los operadores virtuales de streaming tratan de forjar esas conexiones con el fin de ganar una flexibilidad que les permita adaptarse rápidamente a los cambios de un mercado que está en continua evolución. Sin embargo las capacidades de inversión de unos y otros palidecen en cuanto a magnitudes. En una carta a los inversores, el CEO de Netflix explicaba que ha subestimado la popularidad de su creciente catálogo de producciones propias. Este año, tiene previsto producir más de 70 series con una inversión superior a los 6.000 millones de dólares. Sin embargo los operadores tradicionales se manejan en escalas diferentes, Telefónica ha anunciado que invertirá 100 millones de euros cada año en financiar producciones televisivas propias http://bit.ly/2yw8MyH
Ese concepto de streaming se ajusta principalmente a las generaciones más jóvenes, acostumbradas a navegar por internet y a recurrir a sus teléfonos para consumir contenido. Las audiencias de público más joven  están cambiando a ver contenido por internet (gratis) según eMarketer. En Estados Unidos, eventos de especial relevancia como fueron los Juegos Olímpicos o las elecciones presidenciales del año pasado, no fueron capaces de amortiguar el abandono que se produjo de las audiencias más jóvenes de la televisión de pago.  Esto ha afectado también a la televisión tradicional en abierto, ya que por vez primera este año cerrará con un consumo por debajo de cuatro horas diarias. Gigantes como la CNN ya han empezado a cambiar su modelo de negocio pasando a convertirse en canales de suscripción usando sistemas de distribución como Apple o Amazon o Sky. La gran damnificada de esta situación en Estados Unidos  por el consumo de plataformas en streaming está siendo, la publicidad. El año 2017 se prevé una tasa de crecimiento de los ingresos publicitarios a través de la televisión  de tan solo el 0,5% hasta cerca de 72.000 millones de dólares. Este hecho viene acompañado de un continuo descenso de los ingresos publicitarios que la televisión está sufriendo con respecto a otros medios publicitarios como es por ejemplo, internet. El año pasado la televisión en Estados Unidos capturó el 36,6% de esos ingresos, sin embargo este año se estima que descienda hasta el 34,9% y que esté por debajo del 30% para 2021.
El cambio y declive del sector audiovisual, tanto en el modelo en abierto como en el de pago a través del cable o fibra parece incuestionable por las métricas que se están reportando en Estados Unidos, la televisión a través de las plataformas en streaming tienen más ventajas de tipo, práctico, rápido, económico, multiuso en dispositivos y ubicuidad, lo cual se ha vuelto tendencia en el mercado. El soporte físico en una ubicación fija difícilmente encaja con la situación que actualmente estamos viviendo. En Europa y en España en concreto la situación va más lenta que en mercados maduros como Estados Unidos, sin embargo las previsiones ya empiezan a apuntar la misma realidad que al otro lado del Atlántico. Según un estudio de Ericsson, en 2020 sólo habrá un 9% de espectadores de sillón en los hogares de este país viendo televisón tradicional (en abierto). El informe también contempla que para entonces, la mitad del contenido televisivo y de vídeo estará presente en pantallas móviles, ordenadores portátiles, tabletas y, por supuesto, teléfonos. El 46% del visionado se realizará bajo demanda, con el smartphone al alza -20% del tiempo total-.
 

                     CAIDA DE SUSCRIPTORES DE LA TV POR CABLE EN USA
 
La incógnita que falta por resolver en estos operadores en streaming es si serán capaces de aguantar el ritmo de inversión actual con las suscripciones que atraen y harán sostenible dicho negocio. De momento dichas compañías gozan del favor de los inversores,  Netflix vale unos 85.000 millones de dólares, esto es 1,5 veces lo que vale por ejemplo Telefónica en bolsa. Sin embargo según declaro su propio CEO, Reed Hastings, a un diario de Los Ángeles, la compañía iba a tener un flujo de caja negativo durante años porque necesitan gastar para producir y así atraer suscriptores. “La ironía es que crecemos más rápido cuando tenemos más contenidos originales propios”, afirmó. La compañía tiene un pasivo de 20.000 millones de dólares, deuda financiera de 4.000 millones de dólares, más otros 14.479 millones en obligaciones de pago por derechos de distribución de contenido como series y películas en streaming, tal como reflejan los datos que ha presentado la empresa en la SEC, regulador del mercado estadounidense. Standard and Poor’s la agencia de calificación otorgó un rating a la deuda de la compañía a largo plazo como altamente especulativa, B+. Si bien el modelo de negocio de Netflix está fundamentado en la escala, requiere tasas de crecimiento muy elevadas para soportar los gastos de explotación que tiene una oferta atractiva fundamentada en contenidos premium y con fuerte competencia. Así pues, el reto de los directivos de dicha compañía consiste en crecer más rápido con el fin de aumentar ingresos y flujo de caja para pagar derechos, producción propia y reducir la deuda.
Por otro lado los players tradicionales (operadores de telecomunicaciones) tienen un difícil escenario para competir si se apalancan excesivamente con contenidos premium, deportes u otros. De momento lo que nos dicen los datos de portabilidad de estos últimos meses de la CNMV (Comisión Nacional del Mercado y la Competencia) es que el modelo de negocio televisivo en España no está siendo tan esplendido como cabía esperar, factores como; 
  • La crisis económica, no favorece la suscripción a modelos de televisión de pago 
  • La gran oferta televisiva en abierto que existe, además de internet
Todo ello, como relato en este post sin evaluar las tasas de suscripción que están teniendo las plataformas de streaming, está castigando el modelo de la televisión por cable o fibra. Existe un nicho de mercado que está explotando el cuarto operador MasMóvil y sus marcas (Yoigo y Pepephone) que de momento le está dando un gran resultado, por lo menos en cuanto a captura de suscriptores, es el de telefonía fija y móvil sin televisión a un precio muy competitivo. Esto está favoreciendo que los consumidores contraten dicho servicio y luego agreguen una plataforma de streaming como las descritas anteriormente, teniendo con ello una oferta televisiva amplia y más económica que las ofertadas por los players tradicionales.

La moraleja que nos enseña la anécdota del principio de este post trasladada al mercado televisivo actual, es que hay que fijarse muy seriamente en lo que está sucediendo en mercados maduros como el norteamericano, donde van los modelos de negocio más avanzados, ya que como mínimo permitirá corregir y adaptar aquellas prácticas propias (estrategias comerciales) que pueden condenar al ostracismo y desaparición a aquellas compañías que…Vayan a contracorriente de las tendencias del mercado



Ya lo dijo Lionel Suggs: “Cada paso en la vida no es más que parte de un juego. Cada pieza es necesaria, pero si usted no sabe controlar el juego, entonces usted se convierte en una de las piezas que han de ser sacrificadas”.



 


 



 

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