domingo, 2 de junio de 2019

MAPA DEL TALENTO EN ESPAÑA 2019 SEGÚN LA FUNDACIÓN COTEC



Según Klaus Schwab, el fundador y director ejecutivo del Foro Económico Mundial de Davos, “El talento, y no el capital, será el factor fundamental en el siglo XXI para conectar la innovación, la competitividad y el crecimiento”. Se acaba de publicar un informe del talento en España por la Fundación Cotec http://bit.ly/2XsOn7v, por Comunidades Autonomas. El talento sigue siendo objeto de deseo de la mayoría de las organizaciones, todo ello viene motivado porque dicho intangible impacta y permite a las compañías destacar en los resultados de las mismas.  En las competencias del talento se encuentran; la inteligencia, el conocimiento, las habilidades o destrezas, la capacidad de conseguir objetivos y desarrollar nuevas competencias, el criterio, la experiencia, la actitud, la capacidad cognitiva y el potencial comprobado con los que contribuir a un proyecto u organización. El talento puede residir en los individuos o en las organizaciones. En el primer caso suele ser innato, aunque susceptible de ser acrecentado mediante la formación y la experiencia. En el dilema entre innato/adquirido (nature-nurture) sería una combinación entre las características heredadas y las adquiridas que configuran el perfil de una persona. Dicho de otra forma, el aprendizaje a través del conocimiento y la experiencia puede mejorar y contribuir a desarrollar el talento que despliega una persona. Su rendimiento en el puesto de trabajo dependerá tanto de la competencia que posea como de su actitud de compromiso y motivación del empleado con su compañía. En el caso de las organizaciones, el talento se asimila a una cultura compartida que procura desarrollar las actitudes y capacidades de trabajadores y directivos para alinearlos con el objetivo común. En este caso, resulta evidente que el desarrollo del talento es un objetivo para la compañía, que se aplica a la gestión de los recursos humanos desde el proceso de selección y contratación, la formación en el puesto de trabajo, la medición y valoración de resultados, las formas de retener y promover a los mejores y de separar a los que no reúnen las características necesarias. Por este motivo, tanto el talento individual como en el de las compañías su nivel relativo constituye un elemento crecientemente importante en las sociedades modernas que encaran las consecuencias de la implantación progresiva de la inteligencia artificial y del aprendizaje de las máquinas. La sustitución de los trabajos rutinarios o codificables por decisiones automáticas realizadas mediante protocolos programados hace más necesaria la presencia de talento individual y organizativo como elemento diferenciador de la competitividad de un territorio. El valor añadido crecerá más y mejor si se cuenta con mayores recursos de talento individual o colectivo, y de si se utilizan de forma eficiente. La disponibilidad del talento dependerá tanto del flujo de nuevas aportaciones realizadas por las sucesivas generaciones como de la gestión que se realice de los mismos acumulada a lo largo de los años. Difícilmente se puede medir o impulsar el talento innato. Sí se puede, sin embargo, identificar las características que refuerzan en un territorio la presencia del talento individual y colectivo, así como su impacto. 

El índice se construye a partir de 68 indicadores con información proporcionada por diversas fuentes. Por un lado, integra variables individuales procedentes de bases de datos estadísticas de organismos supranacionales como la OCDE (Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos) y UNESCO (Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura), entre otras. Asimismo, comprende índices compuestos creados por terceros como, por ejemplo, el informe Doing Business elaborado por el Banco Mundial. Finalmente, otro grupo de variables se obtiene de manera directa, a partir de encuestas de opinión, cuya base fundamental es el Foro Económico Mundial, Executive Opinion Survey, encuesta realizada a ejecutivos en el marco del encuentro que se celebra anualmente en la localidad suiza de Davos. Las variables relacionadas con la atracción de talento se agrupan en torno a seis pilares fundamentales, correspondientes a las seis dimensiones que condicionan de una manera directa la capacidad de atraer y retener talento de un país o una región: Facilitar, Atraer, Crecer, Retener, Capacidades y vocaciones técnicas y Conocimiento. A su vez, cada uno de estos pilares se subdivide en ámbitos más concretos.

En su última edición de 2018, España ocupa la posición 31.ª del ranking1, en el entorno de países como Portugal, la República de Corea, Lituania o Chile. La posición apenas supone una leve variación respecto de la edición de 2014, cuando ocupaba el puesto 30, (sobre un total de 93 países), si bien supone una mejora respecto de los rankings de 2016 y 2017, cuando España bajó a las posiciones 36 y 35 respectivamente. La posición de España respecto de los países de su entorno también se ha mantenido. En 2018 ocupaba el puesto 17 lugar del ranking entre los países europeos (UE-28), apenas un puesto por debajo del de 2014 (16.ª del ranking), derivado de rebasar a Letonia, pero viéndose superada por Malta y Portugal. Los países europeos inmediatamente anterior esa España en la clasificación son Eslovenia, República Checa, Estonia y Francia. A mayor distancia se encuentran otros como Alemania, Holanda, Reino Unido, el grupo de países nórdicos. Al margen se encuentra Suiza, que se ha mostrado como el país líder en la atracción y retención de talento durante todo el periodo analizado, no solo a nivel europeo, sino también mundial. De hecho, los países europeos se consolidan en las primeras posiciones del Global Talent Competitiveness Index. Concretamente, si se incluyen Suiza y Noruega, además de los miembros de la UE-28, ocho de las diez primeras posiciones del ranking en la edición de 2018 corresponden a países europeos (y 13 entre los 20 primeros). La representatividad de otros continentes en el top 20 se limita a dos representantes de América del Norte (Estados Unidos, que ocupa la 3.ª posición, y Canadá, que ocupa la 15.ª), dos de Oceanía (Australia y Nueva Zelanda, que ocupan las posiciones 11.ª y 12.ª, respectivamente), dos de Asia (Singapur, 2.ª y Japón, 20.ª) y uno de Oriente Medio (Emiratos Árabes Unidos, 17.ª). Para localizar al primer representante de América del Sur habría que descender hasta la posición 33ª del ranking, donde se ubica Chile, y, para el caso de África, hasta la 46.ª, donde figura Mauricio.


La construcción del Índice de Talento parte de trasladar las variables utilizadas en el informe de INSEAD al nivel de las CC. AA. españolas. El hecho de que las variables utilizadas en el GTCI procedan de organismos supranacionales, o deriven de encuestas, exige buscar fuentes estadísticas alternativas con el fin de disponer de variables homólogas en el ámbito regional. Para tal fin, se adopta una doble estrategia, en función del origen de las variables recogidas en el índice de INSEAD:

  • Para aquellas variables individuales que se derivan de fuentes estadísticas, se utilizan sus homólogas disponibles para las CC. AA. españolas.
  • Para la información que procede de encuestas, u otros indicadores producidos por instituciones para los que no se dispone de datos para las CC. AA. españolas, se utilizan variables objetivas equivalentes («proxy»), que reflejen los aspectos de atracción y retención de talento que se desean medir.

Las diferencias se aprecian mejor en el mapa por regiones (ver gráfico 2.3). El sombreado intenso corresponde a las cinco CC. AA. que figuran en la parte alta del ranking global, mientras que el sombreado más claro identifica a las cinco más rezagadas. El mapa pone de manifiesto que los mayores valores del índice de talento se concentran en las CC.AA del norte de España, además de en la Comunidad de Madrid, donde se ubica la capital. Las CC. AA. del sur y Canarias, con el sombreado más claro, apuntan a la existencia de relación entre talento y el grado de desarrollo de las regiones.
La relación directa positiva entre el talento y la renta per cápita queda puesta de manifiesto en el gráfico 2.4. En el panel a, el eje horizontal representa la renta per cápita de las CC. AA. en el año 2017, expresada en euros corrientes, mientras que en el eje vertical se representa la puntuación global del indicador de atracción y retención de talento en el mismo año. En ambos casos, la pendiente muestra una correlación positiva que bien podría entenderse en ambos sentidos: las regiones de mayor renta poseen cierto atractivo para importar y retener talento, tanto de España como del extranjero y, simultáneamente, las comunidades autónomas que consiguen atraer más talento poseen mayores capacidades y generan mayor renta.

La experiencia de los últimos años nos ha confirmado la existencia de convergencia en las productividades del trabajo de las distintas regiones. La disponibilidad de los datos que aquí se presentan debería ayudar a cuantificar la contribución del talento tanto al crecimiento como a la convergencia regional, permitiendo valorar si existe competencia en la atracción de talento por las distintas regiones o, por el contrario, los efectos externos son positivos reforzando la convergencia entre regiones. La realización de este ejercicio se vería favorecida, sin duda, por la ampliación de la cobertura temporal, que hasta el momento se limita a 2017, último año disponible. Las CC. AA. se parecen más en los indicadores de inputs de talento que en los de impacto del talento, dando a entender que las condiciones necesarias para introducir el talento, siendo necesarias, no son suficientes para obtener los resultados deseables de su utilización. La mayor dispersión regional encontrada en los resultados del uso del talento invita a pensar que  hay elementos, como la capacidad de emprender negocios, que no figura entre los inputs de talento y que explicaría el éxito de algunas comunidades y el fracaso de otras en convertir talento en nivel de vida.

El afloramiento del talento se ha convertido en una tarea titánica para los directivos de las compañías, en parte debido  a la falta de  presupuesto en las compañías y funciona gracias a la labor y ayuda de otros departamentos, organismos y funcionarios del Estado en diversos ministerios. Las soft skills o competencias transversales se han convertido en claves para el buen funcionamiento de los equipos de trabajo. Junto con los conocimientos puros y duros necesarios para cada puesto de trabajo, este tipo de habilidades se han convertido en un elemento clave del proceso de selección. Son competencias como la resolución de problemas complejos, el pensamiento crítico, la creatividad, el liderazgo, la capacidad de coordinación, la inteligencia emocional, el juicio y la toma de decisiones, el sentido de servicio, la capacidad de negociación y la flexibilidad cognitiva. Competencias que, por otro lado, no aparecen en los currículos y que tampoco se facilita en muchas compañías su aparición debido a la implantación del ordeno y mando y un pésimo Clima Laboral. Los nuevos perfiles laborales que aparecen por las nuevas necesidades de la nueva economía, muchas veces no se encuentra personal para ser ocupados. Un informe de Manpower Group en Estados Unidos concluía que el 52% de los empleadores revelan graves dificultades para llenar ciertas posiciones por lo que denominan "escasez de talento". Un 35% de las compañías se refería asimismo a la "falta de experiencia" de los candidatos, mientras que un 25% se quejaba del conocimiento del negocio de los candidatos y también de su cualificación formal. El Estudio Manpower Group sobre Escasez de Talento 2016-2017 -con entrevistas a 42.000 directivos de recursos humanos de 43 países, y que incluye respuestas de un millar de responsables de gestión de personas en España- señala ahora cuáles son las principales dificultades para identificar el talento más adecuado y los perfiles profesionales que más cuesta encontrar. Según esta investigación, el nivel de preocupación acerca de la escasez de talento en España crece, y se sitúa en un 26% de directivos que asegura encontrar dificultades para identificar a los candidatos idóneos. Los directivos españoles destacan además la falta de experiencia (29%) como la causa principal de las dificultades para encontrar a los profesionales adecuados para una organización. Si las compañías quieren ser imanes de talento deben prestar atención a cómo definen sus proyectos, cómo los ponen en valor y de qué manera transforman las expectativas en verdaderas oportunidades de desarrollo. Sin olvidar que todo eso se ha de dar a conocer para que se sepa que es interesante trabajar en esa organización: los directivos son transmisores de ese imán, ya que puede ser que alguien quiera trabajar con una persona concreta con la que sabe que va a crecer y a aprender. En España son muchas las compañías que carecen de programas implantados para solucionar los déficit en la atracción de talento. Y esto resulta clave para funcionar con eficacia en los nuevos modelos de mercado que surgen.

Todavía existen compañías que no están realmente concienciadas  acerca de qué va a ser necesario para el nuevo modelo económico, y ni tienen y carecen de previsión sobre la posibilidad de cambiar el perfil profesional de sus empleados para conseguir los objetivos estratégicos. Esto conllevará irremediablemente que esa necesidad cuando sea detectada sea demasiado tarde para cubrir, provocando que muchas de ellas terminen ahogadas por dichas necesidades. Estos nuevos perfiles implican irremediablemente competencias diferentes para una realidad laboral cambiante. Esta situación no es sólo tarea de las compañías, directivos u organizaciones sindicales. Los empleados deberían pensar también en los planes que tiene su compañía, y cuál es su estrategia para la supervivencia de la misma…Más que en los EREs que posibilitan su salida de la misma y el languidecimiento que atesoran algunas, después de años de nula gestión y salidas masivas de personal.


Ya lo dijo Daniel Goleman: “Es la combinación entre el talento razonable y la capacidad de perseverar ante el fracaso lo que nos conduce al éxito.”


 

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