miércoles, 6 de mayo de 2020

"EL ESCARNIO"...EJEMPLO PARA POLÍTICOS Y DIRECTIVOS



La Batalla de Midway fue una confrontación naval que tuvo lugar en 1942 en el Océano Pacífico entre las fuerzas de Estados Unidos y de Japón, durante la Segunda Guerra Mundial, seis meses después del ataque japonés sobre Pearl Harbor, que había marcado el inicio de la guerra en el Pacífico. El resultado de la batalla fue una victoria decisiva para los norteamericanos, que pasaría a la historia como el enfrentamiento naval más importante de la Segunda Guerra Mundial, marcando un punto de inflexión en el conflicto y provocando que los japoneses perdieran 4 portaaviones y un crucero de su flota, sin contar a los casi 200 pilotos navales, en la frustrada tentativa de ocupar el atolón de Midway. De esta forma, la capacidad de combate japonesa en el mar y en el aire quedó permanentemente mermada: el Imperio del Sol naciente perdería la iniciativa militar para lo que quedaba de Segunda Guerra Mundial. El plan japonés era atraer a los portaaviones de Estados Unidos para hundirlos todos juntos y ocupar Midway en seguida con el objetivo de ampliar el perímetro defensivo de Japón en el Pacífico, alejándolo de las islas metropolitanas japonesas. Esta operación era considerada como un preparativo para invadir las islas Fiyi y Samoa, así como para una posible invasión de Hawái. La ocupación del atolón de Midway, al igual que había sucedido con el ataque sobre Pearl Harbor, no era parte de una campaña para conquistar Estados Unidos, sino que estaba orientada a eliminar el poder estratégico de los norteamericanos en el Océano Pacífico, dejándole a Japón las manos libres para establecer una gran esfera de influencia política y económica en el sudeste asiático. Los japoneses también esperaban que, con una nueva derrota, a Estados Unidos no le quedaría más remedio que negociar la paz en unas condiciones favorables para Japón, sin embargo, la humillación sufrida por los japoneses en dicha batalla marcaría el comienzo del fin de dicha confrontación.

                 Portaaviones norteamericano Hornet en la batalla de Midway

El término “escarnio” o humillación puede tener su origen en el gótico germánico “skerjan” que significa “burlarse” o del latín “excarmin” que indica “tormento, acción y efecto de arrancar carne”. A pesar de tener una etimología incierta, ambas corrientes se refieren a una forma de maltrato. Actualmente, los escarnios públicos son considerados delitos de injuria y calumnia, ya que, atentan contra el honor y la integridad moral. En general, se definen en derecho penal como la acusación de delitos hacia una persona con conocimiento de falsedad, o sea, sabiendo que son mentiras. El “escarnio social” era un mecanismo de control social común en la Edad Media. Se daban lecciones de escarmiento, o sea, se castigaba al culpado en público para humillarlo. De esta manera, el escarnio social impedía a las personas actuar fuera de las normas establecidas. En este sentido, a pesar de que actualmente el escarnio esté prohibido por ley en algunos aspectos como, por ejemplo, para proteger a deudores y los que profesan alguna religión, el escarnio social aún es común, especialmente para minorías. El escarnio es asociado generalmente al abuso de poder, ya que, se usa el poder de la normalización para atormentar a quien actúa de forma diferente o es un verso suelto. Un desorden, es una alteración en un organismo o sistema que afecta y modifica su funcionamiento y sus resultados. Una anomalía moral es el desorden de los conceptos que son aceptados como buenos y que pueden provocar efectos contrarios a los deseados. Fue Gandhi el que con su ejemplo trato de hacer ver a la sociedad que aceptarlas como valor absoluto se puede convertir en “lo que nos puede destruir”.
1. Riqueza sin trabajo.
2. Placer sin conciencia.
3. Conocimiento sin interiorizar.
4. Comercio sin moral.
5. Ciencia sin humanidad.
6. Adoración sin sacrificio.
7. Trabajo sin sentido.
Un exceso de sinceridad a veces es honestidad con mala educación. La versión parcial de los hechos es populismo y una opinión puede ser, simplemente, una mentira. No se puede confundir la crítica con el escarnio, ni el humor con el insulto, ni la vehemencia con violencia. La visión incompleta y tendenciosa de la realidad es propaganda, y la defensa de las mismas opiniones puede resultar intolerancia. Limitar la transparencia es esconder y ocultar la realidad de aquello que por el motivo que sea, no deseamos que los demás conozcan. Algunas veces esta situación puede dar lugar a aquel que detenta el poder, actúe y proceda a realizar un escarnio, con el fin de que el resto de la sociedad, empresa, políticos, etc., aprenda del ejemplo.

El sistema económico mundial que se ha desarrollado durante estos últimos 40 años es actualmente más frágil que por ejemplo el de había en el año 1918, pese a que Europa estaba devastada tras sufrir la I Guerra Mundial. Entonces, la potencia mundial ascendente, Estados Unidos, estaba en una situación económica relativamente buena. Su deuda privada estaba justo por encima del 50% de la renta nacional. A partir de entonces empezó a aumentar, hasta alcanzar el 140% durante la Gran Depresión en el año 1929. Hoy, por el contrario, cuando empieza una recesión económica por el fenómeno COVID-19, con rápidas caídas de valores en las bolsas de todo el mundo, se produce un impacto en la economía norteamericana enorme como dicen sus kpis, por ejemplo, existen actualmente 30,3 millones de desempleados, su deuda privada se encuentra por encima del 150% de su renta nacional, solo un poco por debajo de su pico en la crisis financiera del año 2008. En Europa la situación no es menos grave, los datos preliminares publicados mostraron que el PIB de la UE se redujo un 3,5% en el primer trimestre de 2020 en comparación con el último trimestre del año pasado, cuando la economía de la región todavía se estaba expandiendo. En comparación con el primer trimestre de 2019, la caída fue del 2,7%. La producción económica en los 19 países de la UE que utilizan el euro se redujo un 3,8% en el período de enero a marzo. "Estas fueron las caídas más pronunciadas observadas desde que (la) serie temporal comenzó en el año 1995", dijo la oficina de estadísticas de la UE en un comunicado. El colapso de la actividad económica fue más agudo en los países más afectados por la pandemia, como son España e Italia. El Fondo Monetario Internacional (FMI) espera que el PIB de la UE caiga un 7% este año, y los datos recientes sugieren que la actividad económica en marzo y abril podría haberse colapsado entre un 20% y un 30%. En España la situación de la economía es la siguiente, la economía española se contrajo un 5,2% en el primer trimestre de 2020, la tasa es 5,6 puntos inferior a la registrada en el cuarto trimestre, según explica el Instituto Nacional de Estadística (INE) en los datos de Contabilidad Nacional Trimestral. La caída, la mayor de la serie histórica, se produce a pesar de que el estado de alarma entró en vigor el 16 de marzo. Tras el batacazo del primer trimestre y teniendo en cuenta la mayor incidencia del confinamiento en el segundo, la recesión es inevitable.  Esta crisis impacta directamente sobre la economía española con especial virulencia, ya que uno de sus principales pilares de la economía en el sector servicios, el turismo, sufre un parón al congelarse los desplazamientos por dicha pandemia. Este sector que representa el 14% del PIB de la economía española, es un espejo donde mirar para ver la gravedad de la situación. Y ante este escenario de devastación económica, surge la necesidad y el sentimiento en la sociedad española de un cierto consenso que permita aparcar las discrepancias políticas con respecto a un problema que no admite ideologias, como es la salud de sus ciudadanos. Si algo ha puesto de manifiesto la pandemia, son las graves deficiencias que existen actualmente en la sociedad española después de muchos años recortando los servicios públicos en las diferentes Comunidades Autonomas. Se llevan la palma, la Comunidad de Madrid y Cataluña, que son los dos principales focos de fallecidos en España.
Sin embargo, existen diversos actores de la sociedad española, como son algunos partidos políticos u organizaciones empresariales como son CEOE o CEPYME, que están poniendo palos en las ruedas con respecto a cuestiones, donde la política no tienen cabida, como es la salud de las personas, más allá del rédito electoral o de influencia de algún político o directivo del IBEX, que no quieren perder los privilegios o la posición que detentan actualmente. Cuando uno ve por ejemplo, la reacción de los políticos portugueses, siente envidia sana frente a la reacción tenida por los mismos y como se han alineado todos en defensa de la salud de sus ciudadanos https://bit.ly/3fjTRuB Hoy la prensa, recoge una noticia que va en la dirección opuesta a lo dicho anteriormente https://bit.ly/3dkx6Vg, con respecto al partidismo y los intereses económicos. Lo que parece claro, es que cuando dicha pandemia remita a unos parámetros de control, el gobierno de turno deberá hacer un análisis exhaustivo de todas las cuestiones que han tenido una clara incidencia con la pandemia, desde compañías del IBEX, sectores como la sanidad, servicios sociales (residencias de mayores), aprovisionamientos de material de primera necesidad como han sido los EPIs, etc.  En algunos sectores que serán auditados, hay y habrá, una fuerte oposición para que no se produzca el cambio y se corrijan aquellas deficiencias detectadas. Un ejemplo de ello lo encontramos en el IBEX-35, donde algunas de dichas compañías sufren una pérdida de valor bursátil, que hace que necesiten una profunda reorientación y reforma de años de gestión baldía y que inexorablemente pasará por el cambio del actual equipo directivo. Un ejemplo muy ilustrativo de lo anterior es por ejemplo el del BBVA, Banco de Santander o Telefónica.   


Frente a esa oposición de la plutocracia empresarial, puede surgir la tentación del “escarnio” o la humillación como ejemplo para el resto. Con dicha acción, se allanaría el camino a las reformas que aúpen al estado a recuperar el control sobre bienes y servicios que el mercado ha arrebatado en los últimos años, buscando únicamente el beneficio económico, empeorando la calidad de los mismos con un coste superior. Como se ha visto en la pandemia del COVID-19, los funcionarios del servicio de salud de las diferentes comunidades autónomas han tenido que luchar con escasez de medios, lo cual ha propiciado que 40.000 de ellos se hayan contagiado.  Sea como fuere, lo que parece claro es que nada será igual en la sociedad con el fin de dicho problema, sin embargo, siempre habrá que perseguir y luchar… Porque el sentido común impere en una sociedad que se ha dejado por el camino a 25.613 ciudadanos de este país.


Ya lo dijo Bertrand Rusell: “La historia del mundo es la suma de aquello que hubiera sido evitable”.


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