jueves, 20 de agosto de 2020

BBVA Y LA CAIXA... EL CALVARIO QUE VIVEN SUS ACCIONISTAS POR SU PARTICIPACIÓN EN TELEFÓNICA

 

En el siglo V antes de Cristo, el teatro estaba unido íntimamente al culto de Dionisio, en cuyo teatro -en la cuesta sur de la Acrópolis- se representaban dramas y comedias en un festival anual. Pero el origen del teatro es un tema muy discutido. Una tradición habla del actor Tespis parado en un carro e interpretando un drama por primera vez allá por el año 532 antes de Cristo; otra dice que el drama comenzó con coros rituales que gradualmente introdujeron partes para actores. Aristóteles (384-322 ac) pensaba que los coros en las tragedias eran originalmente canciones rituales entonadas y danzadas Estrepsíades en honor a Dionisio, y que las comedias habían nacido de actuaciones procaces que involucraban modelos de falos. Como una divinidad asociada con cambios de roles y apariciones, Diniosio parece ser la elección ideal de un dios para haber dado origen al teatro. Pero desde la primera tragedia, "persas" de Esquilo (472 ac), pocas obras tienen alguna relación con este dios. La comedia estuvo básicamente dedicada a burlarse de los contemporáneos, incluyendo Sócrates (la sátira más famosa contra este filósofo fue "Nubes" de Aristófanes). Estrepsíades, un rico agricultor de Atenas, está siendo atormentado por las deudas que ha contraído con el propósito de complacer los caros gustos de su hijo, Fidípedes, quien ha desarrollado una obsesiva afición por los caballos y todo lo relacionado a la hípica. En su búsqueda de una solución que le permita evadir a sus acreedores, se  le ocurre la idea de enviar a su hijo al recientemente establecido Tanque de Pensamiento o Escuela de Sócrates, donde se enseña el nuevo arte de argumentación griega conocido como “sofismo”; pero Fidípedes se niega a obedecer a su padre, por lo cual éste lo expulsa de la casa y decide él mismo convertirse en alumno del famosísimo maestro. Desde un inicio la intención de Estrepsíades es obtener la instrucción necesaria para desarrollar la verborrea que le permita litigar a su favor con sus acreedores para no pagarles lo adeudado. A fin de ser admitido en la Academia de Sócrates, debe pasar exitosamente algunas lecciones iniciales relacionadas con la gramática y otras ciencias; pero a pesar de su determinación, es declarado demasiado viejo y  torpe como para aprender las enseñanzas. Es entonces que logra convencer a su hijo Fidípedes para que lo sustituya como alumno de los sofistas, quien al aceptar ingresar la escuela le advierte que se arrepentirá por tal decisión. A su ingreso, Fidípedes debe escoger una línea de enseñanza entre el Argumento Justo y el Argumento Injusto, decidiéndose el joven por éste último, resultando ser un alumno muy destacado en el aprendizaje y asimilación de los conocimientos, habiendo llegado a desarrollar una gran capacidad argumentativa y de litigación. Entretanto, Estrepsíades es confrontado por dos prestamistas a quienes adeuda dinero, pero logra hacerlos desistir de cobrarle usando algunos de los argumentos que retuvo en su memoria durante su corta estadía en la Academia de Sócrates. Emocionado ante este inusitado éxito, se ilusiona al imaginar que su hijo le ayudará a resolver todos sus problemas crediticios con las enseñanzas que ha asimilado. Sin embargo, Fidípedes al regresar a casa golpea despiadadamente a su padre después de una discusión entre ambos. Al ser cuestionado sobre los motivos de esa golpiza tan severa, Fidípedes argumenta que hacer eso es correcto porque si los niños tienen que aguantar las golpizas propinadas por sus progenitores, con mucha más razón las deben soportar los adultos puesto que tienen menos excusa en sus faltas por ser mayores y tener más experiencia. Encolerizado por lo sucedido, Estrepsíades reniega de Las Nubes y responsabiliza a los sofistas por el cambio tan brusco en la conducta de su hijo, y con la ayuda de uno de sus sirvientes, le prende fuego a la Escuela de Sócrates, implicándose en la obra que todos sus ocupantes perecen sofocados por las llamas.

Hoy la prensa se hace eco de la siguiente noticia, “BBVA afronta un roto patrimonial de 600 M por la caída en bolsa de Telefónica” https://bit.ly/2YjOFjf  Dentro de la noticia, se recoge sin ambages una situación curiosa que relata lo que está sucediendo, la crisis del Covid-19 ha impactado de lleno a Telefónica, pese al aumento de la demanda de servicios de telecomunicaciones. Dicha situación refleja que la operadora no está captando las posibilidades que se ha abierto por el confinamiento de la sociedad, como así reflejan las métricas de la presentación de los resultados del segundo trimestre de este año https://bit.ly/3grKx7P “La guerra de “low cost” en las que están inmersas las operadoras, la exposición a Latinoamérica o el elevado endeudamiento son factores que han llevado a la empresa a mínimos históricos, dañando gravemente a BBVA y CaixaBank. Los dos bancos, accionistas dominicales de Telefónica, son los principales inversores de la teleco junto a BlackRock, la gestora más grande del mundo. Y los tres sufren por la evolución en bolsa de la compañía que va perdiendo peso en el Ibex 35 con un desplome del 45% en 2020, que ha reducido su valor de mercado desde cerca de 33.000 millones en diciembre hasta los 19.000 millones actuales”. Si bien los registros de participaciones significativas de la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) reflejan que BBVA posee una participación 6,961% del capital de Telefónica, dicha situación no es así. La entidad alcanzó esta cota, pero como a partir del 5% no los dominicales no están obligados a notificar los cambios, y el porcentaje está desactualizado desde 2006.

“El último registro público aparece en la presentación trimestral de renta fija para inversores de BBVA en diciembre, en la que figura una participación del 5,13% —igual que en informes trimestrales anteriores—, que ha desaparecido en los informes del primer y segundo trimestre de 2020”. Desde él  se señala que su participación se ha mantenido estable, “lo que implica que este paquete de acciones de BBVA ha pasado de valer 1.680 millones en diciembre a 980 millones actualmente”. En los seis primeros meses de este año la participación del BBVA se ha depreciado unos 600 millones de euros. Se trata de pérdidas latentes que van contra patrimonio, ya que es una participación contabilizada como “disponible para la venta”, aunque no hay mención a la misma en el informe semestral del grupo. Ya en el año 2017 dicha entidad tuvo unas pérdidas en sus cuentas de 1.123 millones de euros, que afloro en sus cuentas a cuenta de dicha participación https://bit.ly/323stuU Si bien la norma contable IFRS 9, permite que estas minusvalías vayan contra patrimonio en vez de contra resultados, haciendo que dichos ajustes sean menos llamativos, pero no por ello dejan de afectar gravemente al banco. De hecho, en una presentación a analistas BBVA reconoce que cada 10% que cae la acción de Telefónica le cuesta al banco 2,6 puntos básicos en su ratio de capital de máxima calidad (CET1), que se situó en junio en el 11,22%. En poco más de tres años, la entidad vasca, se ha dejado 2.000 millones de euros de valor por su participación en Telefónica. La  ratio CET1 del banco vasco se redujo en el primer semestre desde el 11,74% hasta el 11,22%. En seis meses  hubo un descenso de 52 puntos básicos, de los que 33 puntos básicos se produjeron por el efecto divisa y por las inversiones del banco a valor razonable (renta fija o Telefónica, por ejemplo).

En el otro dominical, CaixaBank, la situación no es mejor. Su participación en la operadora se ha reducido al 4,89%, tras cobrar el dividendo hace unas semanas y no acudir al cobro de dichos dividendos en acciones. Esto ha tenido como consecuencia que ha perdido la condición de dominical que establece la ley en un 5%. La entidad catalana tenía un 1% protegido contra la volatilidad por la  cobertura de un derivado que construyó en julio del año pasado, y que canceló en los albores de la crisis del coronavirus, allá por marzo de este año. La entidad catalana ha tenido que realizar un ajuste sobre reservas de 514 millones de euros por su participación en Telefónica, compensada en parte por el beneficio de 177 millones del citado derivado. Así, los números rojos por un paquete accionarial similar al de BBVA, pero con una cobertura de la que carece el banco rival, ha sido de 337 millones https://bit.ly/3fyHyt9

La lectura a dicha noticia, es sencilla y clara en cuanto a la gestión llevada dentro de la operadora por parte de los diferentes equipos directivos que han gestionado la misma. Otra cuestión es, la solución a dicho problema. Hoy una compañía emblemática con casi 100 años de historia como es Telefónica, está en un momento enormemente complejo en medio de una crisis económica enorme, donde la salida del problema que atenaza a la misma, requerirá medidas dolorosas para los diferentes stakeholders (accionistas, empleados, proveedores, Gobierno, etc.) que la integran. Factores que tendrán que cambiar inexorablemente de forma radical, serán por ejemplo;

1º. Una gestión más profesional, que excluya a los sindicatos mayoritarios de la gestión como sucede actualmente, como es por ejemplo su participación en el nombramiento de mandos intermedios. Hay que dejar su ámbito de actuación a la defensa de los derechos de los empleados así como asegurar las condiciones dignas de seguridad e higiene laboral del trabajo.

2º. Una estructura de mando donde la obediencia deje de ser un factor preponderante frente al conocimiento y discrepancia de los empleados que ven y saben que las cosas se pueden hacer mejor o de otra forma.

3º. Unas empresas colaboradoras con una relación de tú a tú con su contratista, eliminando las puertas giratorias de los directivos jubilados hacia las mismas.  La relación entre matriz y contratista tiene que ser de igualdad, con intereses comunes, como es por ejemplo en el modelo de comakership.  

4º. Una gestión enfocada al “core” de la misma, donde los 6.000.000 de accesos de banda ancha por fibra (FTTH) que faltan por desplegar así  como el desarrollo del 4 y 5G sean prioridades para la compañía.

5º. Un abandono de los negocios ruinosos como es por ejemplo el negocio de la TV, siendo únicamente la actividad en dicho negocio de agregador de plataformas que operan en el mismo. Estos agregadores carecen de una parte fundamental en dicho negocio como es la red, por lo que la necesidad de esta es una baza que tienen que jugar las operadoras. Un ejemplo de esto último lo estamos viendo con Vodafone.

6º. Una política comercial donde la última palabra la tenga el cliente, la regla “del más por más” (más servicios por más dinero sin ser requerido por él cliente) se ha convertido en un grave problema.

7º. Un programa real de Clima Laboral, donde los empleados sean protagonistas del cambio que necesita la compañía, de nada vale hacer encuestas si no existe compromiso con dicha variable, los sucedáneos en programas de Clima lo único que generan es alejamiento y falta de compromiso con el destino de la compañía.

8º. Un programa de formación donde el conocimiento que atesoran los empleados se ponga al servicio de los empleados, esta tiene que dejar de ser un negocio más como es actualmente. La formación es una palanca crítica para que la compañía fortalezca el principal activo que tiene: sus empleados.   

9º. Una inversión mayor en la I+D+i que permita capturar las oportunidades que brinda la digitalización, un ejemplo, según la Unión Europea, Alphabet (Google) invirtió en I+D en el año 2019 un total de 18.270 millones de euros frente a los 947 millones de euros de Telefónica. Esta distancia es un obstáculo insalvable para que las operadoras puedan reducir la brecha con los gigantes de Internet.

10º. Por último, una cuestión fundamental como es la transparencia y la asunción de responsabilidades del gestor en la gestión que efectúa. Hay que abandonar la propaganda que oculta la realidad, no hay mejor propaganda para una compañía que su gestión, si es correcta y recibe el respaldo de los inversores. Un ejemplo de esto último lo hemos visto estos días con Apple, en seis meses ha duplicado su capitalización hasta 2 billones de dólares https://bit.ly/2YkXWaK         

Para terminar el post, hay que decir que se acaba el verano y quizás el tiempo de ocio para muchas personas que se encuentran de vacaciones. Esta situación, debería dar paso a nuevas medidas en la sociedad en un momento en el que la desazón y miedo recorre amplias capas sociales. Esperemos que dichos cambios logren evitar la frustración y desencanto que recorre actualmente la sociedad en sus diversos ámbitos como son los sociales, económicos, sanitarios, políticos, etc. En una sociedad moderna como es la española, la reacción de Estrepsíades del comienzo del post cuando quemó la Escuela de Sócrates, no tiene cabida… Sin embargo, las sociedades cuando no ven salida, lo emocional se apodera de lo racional, si no… No tenemos más que fijarnos que sucedió en el mayo de 68 en Francia.

Ya lo dijo Alvin Toffler: “El cambio no solamente es necesario en la vida, es la vida misma”.

 

 

 

 



No hay comentarios:

Publicar un comentario