jueves, 23 de septiembre de 2021

TELEFÓNICA Y LAS RECOMENDACIONES DE LAS FIRMAS DE ANÁLISIS CON SABOR AMARGO PARA QUIEN LAS COMPRA

 

El análisis técnico de una compañía tiene sus orígenes en David Dodd y Benjamin Graham, que fueron los primeros en describir las reglas de este modo de previsión en su libro Security Analysis, publicado en 1934, son considerados los creadores del análisis fundamental. Son las dos personas que más influyeron e influyen con sus teorías en el mundo de la inversión de todos los tiempos, cambiaron para siempre la teoría y la práctica de esta actividad con su publicación considerada como una especie de "biblia de la inversión". Con sus teorías se busca analizar la evolución del precio, en este caso se busca estimar el valor intrínseco de un activo y analizar los factores que podrían afectar su precio en el futuro. Esta forma de análisis se basa en eventos e influencias externas, así como en los estados financieros y las tendencias de un sector. El objetivo de este análisis es comprender a fondo una empresa y crear una estimación de su valor puede conducir a oportunidades de "comprar bajo, vender más alto". El valor intrínseco se calcula sobre la forma de estimar el valor actual de los flujos de caja esperados de los activos. Cada activo tiene un valor que viene determinado por los flujos de caja. Fue Warren Buffett, conocido por su éxito en la inversión de estilo “value” mediante el análisis fundamental, ha dicho: "El precio es lo que pagas, el valor es lo que obtienes". La idea es si estimamos que el valor intrínseco supera el valor de mercado de las acciones, entonces las acciones están infravaloradas y son una buena oportunidad para su adquisición. Cuando se analiza una compañía, se valorará un negocio en comparación con todo el sector empresarial, determinando el nivel de rentabilidad, su posición competitiva, y la cuota de mercado de la empresa y las perspectivas de su posible aumento o disminución en el futuro. Por último, los entresijos de la propia empresa. A partir de aquí, existen dos tipos de análisis fundamental para la compañía:

  • Cualitativo: estudio que involucra el valor de la marca, las decisiones de gestión, el desempeño financiero de la empresa durante un período determinado y otros factores similares. 
  • Cuantitativo: un análisis que se basa puramente en números y considera los estados financieros de la empresa. La importancia del análisis cuantitativo es que los sesgos personales quedan absolutamente neutralizados por los datos que marcan la evolución de la empresa en sus cuentas.

Como se indica en el análisis cualitativo, los números a nuestra disposición limitan el espacio para los prejuicios personales, esenciales para la creación de riqueza a largo plazo. En lugar de establecer puntos de entrada y salida, este análisis le ayuda a tener una visión a largo plazo de los mercados. Realizando una investigación profunda de la realidad de una compañía, se puede detectar fácilmente señales de alerta sobre los estados financieros de una empresa que sirven como advertencia sobre posibles problemas potenciales con la empresa y sus acciones en el futuro. A largo plazo, esto evita que se destruya nuestra riqueza personal.

                                                    David Dodd y Benjamin Graham
 

El día 16 de septiembre se publicaba la siguiente noticia, “Telefónica: avalancha de recomendaciones tras vender 2.000 millones en activos”. En la misma se informa que Telefónica recibió en los últimos días una avalancha de recomendaciones tras su último movimiento en Reino Unido. La operadora contrató al banco de inversión Goldman Sachs para deshacerse de su participación del 50% en el operador de torres de telecomunicaciones Cornerstone Telecommunications Infrastructure Limited. Una operación que dejaría en las arcas de Telefónica unos 2.000 millones de euros, suficiente para convencer al consenso de analistas. Hasta siete firmas de análisis apostaron por la compra de acciones en los últimos días. Las revisiones sobre la operadora también incluyeron nuevas perspectivas en torno al precio objetivo de las acciones. La más alta fue la de Alphavalue, que arrojó un precio objetivo de 6,34 euros frente a los 4,14 euros en los que cerró este jueves. Firmas como Morningstar, GVC Gaesco o JB Capital situaron su precio en un rango de entre 5,8 y 5,9 euros, lo que supone un potencial de revalorización cercano al 30%. Mismas perspectivas que las de los analistas del Banco Sabadell, que también concedieron un precio objetivo de 5,9 euros en su última revisión. Bestinver, por su parte, la última en modificar su posición sobre la compañía, ve a Telefónica en un nivel algo inferior, 4,60 euros por título, aunque supone un potencial del 10%. Solo BNP Paribas revisó negativamente las acciones de Telefónica, que ganan un 25% en el acumulado de 2021, más del triple del 8% que se revaloriza el IBEX 35. Los analistas del banco suizo situaron su precio objetivo sobre las acciones en los 3,30 euros, precisamente, el mismo precio en el que la operadora comenzó el año. Por otro lado, Bloomberg Intelligence afirma que “La posible venta de la empresa conjunta de Telefónica y Liberty Global puede lograr una valoración sólida”. Así, la empresa conjunta “podría utilizar los fondos para financiar sus ambiciones de fibra”, detallan los analistas de BI. “La monetización del negocio de torres en Reino Unido está alineada con la estrategia de Telefónica en todos los mercados más relevantes para la compañía”, explican en Renta 4, que argumentan que estos activos “están actualmente muy bien valorados en el mercado”. https://bit.ly/3zlRTlU 

Sin embargo, la realidad de lo que esta sucediendo dentro de la operadora lo ha puesto una vez más de manifiesto el banco de negocios JP Morgan el 26 de agosto, con esta son ya unas cinco veces que lanza aviso sobre la operadora y que he recogido en el blog en diferentes posts. Según JP Morgan, “la intensa presión competitiva en el mercado doméstico” será el gran golpe que Telefónica sufrirá en lo que resta de 2021. Aunque los resultados fueron buenos en el último trimestre para el bróker norteamericano, la firma de análisis la coloca en el vagón de cola del sector con Telecom Italia y British Telecom. “Las operaciones acometidas y la política del dividendo en acciones son bienvenidas, pero nos preocupa el entorno competitivo existente en España”, lamentó. El mercado nacional representa el 46% de la valoración de Telefónica. Para el bróker estadounidense son varios los factores que amenazan su liderazgo e ingresos, para empezar, la “low-cost” Digi, que ha arrancado con sus servicios de banda ancha. En segundo lugar, está Orange con su rediseño de la oferta de gama alta, por último, es la cuestión de la fusión de Euskaltel y Masmóvil cerrada este verano y que prepara su asalto al mercado de TV. Para dichos analistas, Telefónica deberá adaptarse al nuevo escenario con una más que posible rebaja de precios para no ver como la competencia le come la tostada https://bit.ly/3u0K6ZK  El 21 de septiembre la prensa recogía la situación, el departamento de análisis de JP Morgan mantiene la recomendación en infraponderar y establece como precio objetivo los 3,7 euros por título, una valoración que se sitúa por debajo de los precios a los que cotiza (4 euros) y es inferior también a los 4,69 euros que establece el consenso de los analistas consultados por Bloomberg. En JP Morgan se muestran cautos y señalan que les sigue costando ser más positivos con la cotizada dada la elevada competencia que existe en el mercado español y el elevado apalancamiento que sigue teniendo la compañía, Telefónica continúa siendo una de las más apalancadas. Sin contar arrendamientos la deuda de Telefónica se situaba a cierre del primer semestre en los 23.152 millones, cifra que se dispara a los 41.697 millones con el cambio contable de NIIF 16 https://bit.ly/3zrZsYs   

El consenso del mercado en Europa apuesta con más firmeza en telecos como Vodafone y Deutsche Telekom antes que por Telefónica. El operador español recibe las recomendaciones de “mantener” las posiciones en cartera siguen siendo mayoría dentro del panel de expertos que recoge Bloomberg. El 47,2 por ciento de los analistas apuesta por esta opción, por un 44,4 por ciento que insta a “comprar” y un 8,3 por ciento que prefiere “vender”. Con estos datos, se trata de la teleco con menores recomendaciones de compra entre las principales compañías del sector del Viejo Continente. La mejor valorada a la hora de tomar posiciones es Deutsche Telekom, con un 89,3 por ciento de consejos de “comprar” y, además, no registra ninguna recomendación de “vender”. Le sigue de cerca Vodafone, con un 88,9 por cuento de los expertos apostando por “comprar”. En el caso de la británica, los adeptos a “vender” superan a los de “mantener”, un 7,4 por ciento y un 3,7 por ciento respectivamente. Por detrás aparece Orange, con un 66,1 por ciento de recomendaciones de “comprar”, un 35,5 por ciento de “mantener” y un 3,2 por ciento de “vender”. Cierra la lista por encima de Telefónica Telecom Italia con 55,6 por ciento del panel de expertos que recopila Bloomberg aconsejando “comprar”, un 37 por ciento instando a “mantener” y el 7,4 por ciento recomendando “vender”. https://bit.ly/3hVCl2u

Desde el 8 de abril del 2016 que llegó el actual presidente del Telefónica, el devenir bursátil del valor ha sido un continuo declive. El problema de la deuda ha condicionado totalmente la estrategia adoptada, para ello se ha emprendido una carrera frenética con el fin de vender activos con el que reducir la deuda. Algunos de ellos se vendieron con la condición de tener un leasing-back, el fin último era seguir explotando los mismos para poder seguir operativamente. Dicha situación motivó que se consiguiera liquidez, pero a la vez, se lastraba la explotación al tener que pagar por utilizar los mismos. A la vez que dicho hecho se producía, se pagaba un dividendo que no se podía pagar, ya que si se hubiese destinado el mismo a amortizar deuda y a lanzar un programa de compra de autocartera y liquidación de papel, probablemente el resultado hubiese sido mucho mas productivo a la hora de generar valor para los accionistas de la operadora. El problema de Telefónica es común a la mayoría de las operadoras en Europa y Estados Unidos, el mismo se circunscribe al hecho de que no existe ninguna cartera de productos y servicios propios en la digitalización a la que aferrarse con el fin de compensar la caída de ingresos que sufre en su “core”. Años de inversión ínfima en I+D, han desembocado en que lo que tienen para ofrecer a sus clientes son servicios digitales de actores puros en la digitalización como son los OTTs, todo ello los ha llevado a que hagan de revendedores, pero eso no compensa la presión y caída de ingresos que vienen sufriendo en su “core” como son las llamadas y los servicios que utilizan datos. Una prueba de lo que digo es que los OTTs siguen creciendo a doble digito en la digitalización mientras las telecos cada vez se ven más presionadas en sus ingresos. Para compensar dicha situación se han lanzado a acaparar cuota de mercado en sectores donde la presión de la competencia es altísima como la banca, las alarmas, los seguros, etc. Todo esto que afirmo se puede ver en los resultados del año 2020 presentados por la Comisión Nacional del Mercado y la Competencia (CNMC). La inversión total de las telecos españolas bajó un 12,8% en 2020, hasta 5.025 millones de euros, la ratio de inversión frente a ingresos se ha ralentizado hasta el 15%. Por empresas, bajaron las partidas de Telefónica y Masmóvil, y subieron las de Vodafone y Orange. Los ingresos totales del sector bajaron un 4,8%, hasta 32.617 millones de euros, con un descenso de los ingresos minoristas del 6,3%, hasta 23.347 millones. Los ingresos mayoristas bajaron un 0,9%. En el ámbito audiovisual, los ingresos se desplomaron un 7,8%, hasta 5,745 millones de euros, como consecuencia del retroceso que sufrió dicho mercado. El banco JP Morgan estima que la compañía de telecomunicaciones perdería 30 euros de margen por cliente, una cuarta parte de los cuales podría dejar de contratar Movistar. Según un informe enviado por JP Morgan a sus clientes institucionales el pasado lunes, Telefónica tiene un ARPU —o ingreso medio por usuario, por las siglas en inglés— de 91 euros, frente a los 60 euros de sus principales rivales, como Vodafone (61 euros), Orange (57 euros) y, sobre todo, Masmóvil, el competidor que más clientes le quita mes a mes. El grupo acapara el 49% de todos los ingresos del sector, el 56% del beneficio operativo o ebitda y el 69% de los flujos de caja operativos. “Tal dominio se ha mantenido gracias a una ejecución impresionante y al aprovechamiento de su liderazgo en contenido para diferenciarse en los productos”, en referencia a que es el operador que tiene en exclusiva el gancho del fútbol. Una ventaja que le lleva a poder tener un ARPU entre un 50 y un 60% superior al de sus rivales. JP Morgan, basándose en un estudio de PwC realizado en 2018, estima que el 58% de los usuarios de televisión de pago contrata un paquete vinculado al fútbol. “De estos, el 40% no se suscribirían (cancelarían la contratación) si la oferta no incluyese el fútbol”, señala el informe. Tomando como referencia que Telefónica tiene 3,8 millones de clientes, se deduce que la operadora podría perder hasta 800.000 usuarios de su servicio de TV, un 23% de su 'porfolio', en el caso de que no tuviese la exclusividad de su principal atractivo comercial. https://bit.ly/3CAWwe7 La no exclusividad de emisión de dicho contenido parece que está asegurada para Telefónica, si tenemos en cuenta que para la LaLiga dicho modelo de comercialización pasado le ha resultado letal al llevar aparejado unos servicios que dispararon el coste de la suscripción de dichos derechos audiovisuales. El modelo de Amazon o Danz llevaría exclusivamente los costes de dichos derechos, siendo mucho mas reducido el coste de suscripción y posibilitando llegar a una mayor cantidad de ciudadanos, lo que haría que para LaLiga fuera más interesante al activar nuevos ingresos por otros negocios como merchandising, publicidad, etc.


El 25 de julio del 2020 publiqué un post en el blog en el que decía lo siguiente: El 4 de abril de este año se publicó una noticia https://bit.ly/2WTFJAm , donde se afirmaba que los abonados al futbol de Telefónica según la consultora New Street Research, serían en torno a 1,5 millones de abonados.  Con lo cual, si se hiciese los cálculos sobre dicha cantidad, las pérdidas por abonado serían mayores a las estipuladas en la noticia de ayer, unos 4 euros más aproximadamente, siendo la pérdida total de 19 euros por mes/abonado con dicho contenido, 228 euros por abonado al año y 342 millones de euros al año.” https://bit.ly/2BysuOi  Con estos números, es obvio que el futbol no es ningún reclamo para la compañía, salvo en un escenario donde uno no tenga nada que ofrecer y se esté a gusto perdiendo cientos de millones de euros por la compra de dichos derechos audiovisuales.

Para terminar el post, hay que decir que David Dodd y Benjamin Graham quizás se pensarían muy mucho antes de entrar en valores y sectores que sufren el desgaste de una competencia que asfixia cualquier atisbo de rentabilidad como es el negocio de la TV. La norma que guiaría su decisión sería sin duda el análisis cuantitativo… Evitando con ello los sesgos personales como sucede hoy en día, de quien no tiene nada que ofrecer a sus clientes salvo unos derechos que están cargados de veneno.

Ya lo dijo Benjamin Graham: "El principal problema del inversor, e incluso su peor enemigo, es probablemente él mismo".

 



 

 

 

 

 

 

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