miércoles, 8 de junio de 2016

FELICACIA, MITO CORPORATIVO POR FALTA DE PERSEVERANCIA



Se cuenta que una persona cansada de luchar decidió darse por vencida. Renunció a su trabajo, a sus relaciones, incluso a su espiritualidad. Quería renunciar a su vida. Se fue al bosque para tener una última charla con su Dios.
Cuando llegó le preguntó: “¿Podrías darme una buena razón, para no darme por vencido?”
La respuesta le sorprendió: “Mira a tu alrededor: ¿Ves el helecho y el bambú?” Respondió que sí.
“Cuando sembré las semillas del helecho y el bambú, las cuidé muy bien. Les di luz, les di agua. El helecho rápidamente creció. Su verde brillante cubría el suelo. Pero nada salió de la semilla del bambú. Sin embargo no renuncié al bambú. En el segundo año, el helecho creció más brillante y abundante. Y nuevamente, nada creció de la semilla de bambú. Pero no renuncié al bambú. En el tercer y cuarto año, aún nada brotó de la semilla de bambú. Pero no renuncié. En el quinto año, nuevamente, nada salió de la semilla de bambú. No renuncié. Luego en el sexto nada, hasta el séptimo año, un pequeño brote salió de la tierra. En comparación con el helecho, era aparentemente muy pequeño e insignificante. Pero sólo seis meses después, el bambú creció, más de 33 metros de altura.
¿Tardó seis meses en crecer? No. La verdad es que se tomó siete años y seis meses en desarrollarse. Durante los primeros siete años de aparente inactividad, este bambú estaba generando un complejo sistema de raíces que le permitirían sostener el crecimiento que iba a tener después. Aquellas raíces lo hicieron fuerte y le dieron lo que necesitaba para sobrevivir.


La felicacia es un vocablo nuevo que parte de dos palabras, felicidad y eficacia, FELICIDAD + EFICACIA= FELICACIA (Happicacy en inglés), se postula como una nueva forma de gestionar, es un estilo directivo que utilizan los líderes felicaces y pretende crear climas propicios donde los trabajadores se sientan mejor a la vez que se consiguen resultados óptimos en la compañía, el término es de Juan Carlos Maestro Arcos. En la actualidad las compañías salen lentamente de una profunda crisis, esto hace que ahora más que nunca se necesite apoyar y potenciar a las personas para sacar todas las fortalezas que atesoran buscando con ello maximizar dicho crecimiento que está experimentando la economía. Para ello la eficacia es importante pero esta va irremediablemente acompañada de ambientes laborales propicios donde la felicidad de las personas es un factor clave para ganar su compromiso. Los directivos y mandos juegan un papel clave en la creación de estos ambientes, no es obligación del mando crear a la fuerza la felicidad de las personas que trabajan con él, si es una obligación del mando no generar infelicidad al trabajador más allá de la que pueda traer él mismo. Es por ello que esa infelicidad surgirá de; decisiones, formas de relacionarse, tipos de liderazgo, motivaciones oscuras, etc., que el mando tiene que obviar si no quiere perder ese gap que da el tener a la personas comprometidas con el objetivo fijado. No es necesario decir que existe una relación clara entre;
Empleados felices=Mejor desempeño= Mejores resultados económicos.



El compromiso de los mandos y directivos con este nuevo escenario que trae la felicacia tiene que ser total. Es de justicia decir que nadie puede hacer feliz a otra persona que no pone nada de su parte, pero si no podemos convertirnos en una fuerza favorable para el mismo, por lo menos el mando o directivo no puede ni debe ser un factor agravante de dicha infelicidad. Una de las labores primordiales que tienen encomendada el directivo es la generación de escenarios favorables donde los empleados disfruten de ambientes de libertad, iniciativa, creatividad, etc. Uno de los problemas  más comunes que tienen las compañías es la mala relación con el mando que tiene el empleado, esto genera altos niveles de estrés en el personal y deteriora el Clima Laboral. La mayoría de los trabajadores por norma general quieren sentirse identificados con su trabajo, quieren aportar y saber que su esfuerzo contribuye a construir una empresa mejor, ya que esto le da sentido al trabajo que realiza. Pero cuando percibe que no lo puede conseguir, les frustra, abandonando dicha lucha y pasando al lado oscuro de la compañía, el DESPIDO INTERIOR. Es decir, hacer lo mínimo para que no le llamen la atención, sin aportar ese plus que posee y puede hacer que la compañía sea diferencial de su competencia.

El talento no se puede capturar si no se proporciona un ambiente laboral óptimo. Los equipos son la piedra angular sobre los que deben descansar la felicacia. Es fundamental saber que todas las partes deben de estar implicadas en busca de la misma, ya que no es posible alcanzar una meta de forma individual, el esfuerzo debe de ser colectivo. Ese es el mejor escenario para que surja el talento, para ello hay que perder los miedos al cambio, el cambio tanto de personas como de métodos es fundamental para aprovechar las oportunidades que se presentan fuera, esto estimula al ser humano y le permite explorar otras vías que permiten avanzar tanto a las compañías como lo ha hecho anteriormente con el ser humano en otros escenarios complejos, ahí radica la felicidad del trabajador.

Un ejemplo de lo que digo sobre la felicidad tuvo lugar en Iberdrola en el año 2008 cuando implanto la jornada intensiva de 7.15 a 14.50 con 45 minutos de flexibilidad a la hora de entrar o salir todos los días del año, a una plantilla de 9.000 trabajadores. “La medida podía beneficiar a los trabajadores y era buena para la compañía”, dice Ramón Castresana, director de recursos humanos de la compañía. Seis años después, Castresana en una entrevista que concedió al diario el País, resalto los siguientes hitos o kpis de dicha medida; “Hemos mejorado la productividad y ganado más de medio millón de horas de trabajo anuales. Hemos reducido en un 20% el absentismo y un 15% los accidentes laborales.
El año pasado Adecco realizó un estudio sobre la felicidad en el trabajo de los españoles http://bit.ly/1Ye0l0G y sus resultados más significativos fueron los siguientes:
  • 6 de cada 10 trabajadores prefieren un menor salario a cambio de una mayor felicidad laboral. Así lo afirma el 62,7% de los españoles con empleo encuestados, una cuota de 3 puntos porcentuales superior a lo que respondieron un año atrás, cuando era el 59,7%. 
  • 8 de cada 10 trabajadores españoles (81,5%) se declaran felices en su profesión, dos puntos porcentuales más que un año atrás, y el porcentaje más elevado de la serie histórica de la encuesta.
  • El 97,7% de los encuestados por Adecco cree que la felicidad laboral influye en el rendimiento y afirma que un empleado feliz, es un empleado más productivo.
  • Disfrutar de un buen ambiente laboral y el compañerismo así como el desarrollo de las habilidades son los dos aspectos mejor valorados por los trabajadores españoles para ser felices, con 8,46 puntos cada uno de ellos, en una escala de 10.
  • Un 39,9% cree que tener su propio negocio sí reporta mayor felicidad porque se tiene más libertad para organizar el tiempo y además dedicarse a lo que uno le gusta. Sin embargo, un 37,3% opina que no se obtiene mayor felicidad puesto que el emprendimiento acarrea demasiadas obligaciones y responsabilidades.
  • El 84,4% de los trabajadores cree que, siguiendo el modelo europeo, una mayor racionalización de horarios y/o la opción de teletrabajar, les haría más felices. Porcentaje que aumenta casi 3 puntos en el último año.
  • El 86% de los encuestados considera que es más feliz trabajando en España, por encima de cualquier otro país del mundo.
  • Los españoles que ahora mismo no están trabajando pero quieren hacerlo valoran su índice de felicidad en una media de 5,56 puntos. Sin embargo, opinan que si consiguieran un empleo su índice de felicidad se dispararía hasta un 8,03 de una escala sobre 10. 




Trabajar por la felicacia en una empresa no significa bajo ningún concepto que al mando o directivo le tomen por un lunático, pero sí hay que escuchar y observar lo que sucede alrededor de cada uno, esto servirá por ejemplo para disponer de criterios objetivos ante cualquier demanda o petición de los empleados.  Los directivos y mandos tienen el poder y los medios para muchas veces lograr aquello que anhelan sus colaboradores,  lo único que a veces hace falta es la actitud frente a dicha cuestión. La falta de perseverancia en dicho tema es clamoroso en algunas compañías, se malgastan demasiadas energías y recursos en contar realidades que para nada se corresponden con lo que está sucediendo dentro de las compañías, y lo peor es que el empleado lo sabe.  El directivo felicaz es aquel que desarrolla el talento de su gente y que cree en su potencial, es aquel que hace sentir la importancia que cada uno tiene en la organización y, aunque nadie es imprescindible, les hace sentir a todos que sin ellos la empresa perdería un gran valor.

Ya lo dijo Miguel de Unamuno: "El modo de dar una vez en el clavo es dar cien veces en la herradura".
 



1 comentario:

  1. Hola Sergio:
    Soy Juan Carlos Maestro Arcos, creador del concepto de la Felicacia.
    Gracias por divulgar el concepto.
    He puesto un enlace en mi pagina web. https://cms04.website-start.de/app/669429866/923933286/#hm:cc-sa-window-close
    Un cordial saludos

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