viernes, 2 de noviembre de 2018

RANKING DE APERTURA ECONÓMICA... ESPAÑA EN UN DISCRETO PUESTO


Se acaba de publicar el informe Doing Business 2019: Training for Reform, del Banco Mundial. Este año es la 16º edición que se edita, en el mismo se miden las economías de 190 países que tienen regulaciones que mejoran la actividad empresarial y aquellas que la restringen. Doing Business 2019 presenta indicadores cuantitativos sobre las regulaciones comerciales y la protección de los derechos de propiedad. Este informe mide las regulaciones que afectan a 11 áreas de una compañía, de las cuales diez de estas áreas están incluidas en la clasificación de este año sobre la facilidad para hacer negocios. La facilidad para hacer negocios se obtiene a partir de los siguientes diez ítems:
  • Apertura de un negocio
  • Manejo de permisos de construcción
  • Obtención de electricidad
  • Registro de propiedades
  • Obtención de crédito
  • Protección de los inversores
  • Pago de impuestos
  • Comercio transfronterizo
  • Cumplimiento de contratos
  • Resolución de la insolvencia
Doing Business también mide la regulación del mercado laboral, que no se incluye en la clasificación de este año. Los datos del  informe están actualizados al 1 de mayo de 2018. Los indicadores se utilizan para analizar los resultados económicos e identificar qué reformas de la regulación empresarial han funcionado, dónde y por qué. El índice de Doing Business 2019 presenta un seguimiento de estas reformas, y a la vez que sirve de ejemplo a otras economías para llevarlas a la práctica y poder beneficiarse de las mismas.

                                                                https://bit.ly/2Psyj4P



En el último año, el informe Doing Business 2019 observa un incremento en la implantación de reformas en todo el mundo. Desde el 2 de junio de 2017 hasta el 1 de mayo de 2018, 128 economías implementaron un récord de 315 reformas reglamentarias que mejoraron el clima de negocios. Casi un tercio de todas las reformas registradas en este último año se implementaron en dos áreas: iniciar un negocio y hacer cumplir los contratos. Las economías de Europa, Asia central y África subsahariana fueron las más activas en la reforma de sus marcos regulatorios: cuatro de cada cinco economías mejoraron sustancialmente las regulaciones comerciales en ambas regiones. Con un total de 108 reformas, el África Subsahariana vuelve a tener un número récord este año. Desde Doing Business 2005, se han implementado más de 3.500 reformas regulatorias empresariales en las 190 economías medidas. La mayoría de estas reformas se han realizado en economías de ingresos bajos y medios bajos.


Los principales hechos que refleja el informe de este año son: 
  • Doing Business refleja un récord de 314 reformas regulatorias entre el 2 de junio de 2017 y el 1 de mayo de 2018. En todo el mundo, 128 economías introdujeron mejoras regulatorias sustanciales que facilitaron la realización de negocios en todas las áreas medidas por Doing Business. 
  • Las economías con la mejora más notable en Doing Business 2019 son; Afganistán, Djibouti, China, Azerbaiyán, India, Togo, Kenia, Costa de Marfil, Turquía y Ruanda. 
  • Un tercio de todas las reformas regulatorias empresariales registradas por Doing Business 2019 se realizó en las economías del África subsahariana. Con un total de 107 reformas, África subsahariana vuelve a tener un número récord este año. 
  • Las economías BRIC (Brasil, la Federación de Rusia, India y China) introdujeron un total de 21 reformas, como la obtención de electricidad y el comercio transfronterizo son las áreas más comunes de mejora.
  • Las 10 principales economías en cuanto a la facilidad para hacer negocios tienen características comunes de eficiencia y calidad regulatoria, incluidas inspecciones obligatorias durante la apertura, importantes garantías para los acreedores en procedimientos de insolvencia y servicios automatizados especializados en juzgados comerciales, etc.

Las oportunidades de formación para los proveedores de servicios y los usuarios se asocian positivamente a la hora de salir airoso en dicho ranking. Del mismo modo, el aumento de la comunicación público-privada sobre los cambios legislativos y los procesos que afectan a las PYME, se asocia con más reformas y un mejor desempeño en los indicadores en el informe de Doing Business 2019.

Según ese último informe, España sufre importantes obstáculos a la hora de realizar negocios, en el último año el país ha descendido dos puestos hasta el puesto (30), en el ranking que mide la facilidad que dan las economías del mundo para facilitar los negocios en el mundo empresarial. La puntuación global de España experimenta una ligera mejoría, del 0,07%, hasta los 77,68 puntos, aunque se sitúa por debajo de la media de la OCDE (77,8). Respecto a los países europeos, España figura por detrás de Dinamarca (3), Noruega (7), Estonia (16) y Alemania (24), entre otros, y por delante de Francia (32), Polonia (33) y Portugal (34). La caída de España está impulsada por un deterioro de ciertos indicadores, en concreto, empeora seis posiciones en obtención de electricidad, debido a la variación en el coste de la misma. Otro aspecto que perjudica a la facilidad para los negocios en España es la dificultad de acceso al crédito. La mayor dificultad que están teniendo las pequeñas y medianas empresas para obtener el mismo es la falta de garantías solicitadas. Otro indicador que ha salido peor con respecto al año pasado es la protección a los inversores minoritarios. Nuestro país se sitúa en el puesto (30), seis posiciones peor que el año pasado. La protección a los inversores minoritarios también ha disminuido en el último año. Esto se debe a la debilidad existente en las garantías del gobierno a la hora de proteger a los accionistas minoritarios de un excesivo control y atrincheramiento. Por último, España también registra una caída de cinco posiciones, hasta el puesto (58), en registro de propiedades, un indicador que evalúa el número de días que tarda el procedimiento de registro, el coste y la calidad del índice de la administración territorial. España tampoco mejora por el estancamiento de otros tres indicadores: la apertura de negocios, el pago de impuestos y la resolución de insolvencias. En el primer caso, el país ha empeorado porque se tarda más (12,5 días) y cuesta más (4% de los ingresos per cápita) abrir un negocio, frente a los (3,5 días) que se tarda en Azerbaiyán, por ejemplo, y el coste el (1,4%) de los ingresos. En el caso del pago de impuestos, ha aumentado la tasa de contribución impositiva al (47%) de los beneficios. El único indicador donde nuestro país sale brillante corresponde al comercio transfronterizo. En un escenario actual marcado por el proteccionismo aduanero, España se mantiene por cuarto año consecutivo en primera posición en comercio transfronterizo, un indicador que mide el tiempo y coste que implica el procedimiento logístico de exportar e importar. España pasó en 2015 del puesto (30) a ser líder en este indicador en 2016.




España sigue teniendo graves cuellos de botella para la creación, apertura y desarrollo de los negocios como recoge dicho informe. Sin embargo, este problema se agravará si el escenario exterior sigue empeorando empeora por hechos como; la guerra arancelaria iniciada por Estados Unidos y China,  la situación propiciada en la Unión Europea  por el “brexit” y la situación de Italia, el precio del petróleo, el endurecimiento de la política monetaria de la Reserva Federal y su impacto en los bonos de los países emergentes, el alto endeudamiento de los estados y compañías.

                                                                       https://bit.ly/2EYLhTE



La imagen para la economía española que refleja dicho informe, Doing Business 2019, es manifiestamente mejorable. Tanto empresarios como Administración necesitan hacer sus deberes para recuperar un lugar en el ranking que sea honroso. Los empresarios necesitan romper un modelo empresarial  fundado en la crisis, de la que la principal variable que enarbolan, es ser baratos. Se necesita un modelo empresarial donde la competitividad vaya acompañada de valor añadido, productividad, innovación, talento, etc. España no puede tener el gasto en I+D de los más bajos de la Unión Europea, poco más del 1,19% del PIB en 2017, y querer ser competitivos en economía abierta. Existen sectores económicos importantes del país protegidos por la influencia política, las eléctricas es un claro ejemplo. La consecuencia de dicha situación es que España tiene la energía más cara de Europa sin impuestos https://bit.ly/2oM69mx. Es tiempo de menos palabras y más hechos por parte de los diferentes actores económicos… Lo malo de esta situación, es que mientras llega dicha apertura y los beneficios que genera, los paganos son siempre los mismos… Los clientes.



Ya lo dijo Alejandro Dumas: “En los negocios no existen los amigos: no hay más que clientes”.





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