viernes, 26 de junio de 2020

LA BATALLA DE PRISA...CON TELEFÓNICA EN EL CENTRO DE ESTA


Cuenta Platón en el Teeteto la célebre anécdota de Tales que ha servido a lo largo de la historia para ilustrar la imagen del filósofo como un personaje raro, abstraído y despistado.

Se cuenta de Tales que mientras se ocupaba de observar la cúpula celeste y miraba hacia arriba cayó en un pozo. De lo cual se río una graciosa y bella esclava tracia a la vez que decía:

“Quieres saber con verdadera pasión qué es lo que hay en el cielo, pero no ves lo que hay a tus pies, delante de tus narices”.


Decía Sun Tzu en su libro “El arte de la guerra”, que; “Un líder lidera con el ejemplo, no por la fuerza”, el ejemplo será siempre la mayor y mejor bandera que uno puede portar, para que otros le puedan seguir hacia la batalla. Hoy se publica la siguiente noticia en la prensa, “Amber se encomienda a Telefónica para derribar a Monzón de la presidencia de Prisa” https://bit.ly/382rRZ7  De la misma se desprende una guerra soterrada entre diversos accionistas de PRISA por el control del diario “El País” ante la Junta de Accionistas que se celebra el día 29 de Junio. En un lado de la contienda se encuentra el actual presidente de PRISA, Javier Monzón de Cáceres, expresidente de Indra durante 22 años, el cual cuenta con él apoyo de los accionistas: el Banco de Santander (4,1%), Roberto Alcántara (10%) este paquete se encuentra pignorado en el Banco de Santander por prestamos realizados por dicha entidad y el 4,3% de Carlos Slim. En el lado contrario se encuentra el accionista Amber, el fondo de Joseph Oughourlian el cual posee un 29,7%. En el lado del presidente de PRISA se encuentran apoyando a dicho presidente Juan Luís Cebrián y Felipe González, los cuales pretenden el control de dicha cabecera periodística así como la cadena de radio más escuchada del país, la cadena SER. El fin último es utilizarla como ariete contra el actual presidente del Gobierno (Pedro Sánchez Castejón). Y en medio de dicha confrontación, se encuentra Telefónica con una participación del 9,4%  del grupo PRISA,  esta se convierte en el arbitro de la misma.

El motivo que ha desencadenado dicha confrontación ha sido la destitución de la anterior directora del diario Soledad Gallego Díaz, siendo sustituida por Javier Moreno Barber, un hombre del equipo de Juan Luís Cebrián. El movimiento significa un giro en el diario hacia una línea editorial de confrontación con el actual gobierno de coalición, en un momento que alguno de los miembros del equipo de Javier Monzón puede tener serios problemas con la justicia después de lo que se ha publicado con la desclasificación por parte de la CIA de los papeles de los GAL  https://bit.ly/2VjTEPs  A todo esto, el fondo Amber se encuentra con la incomodidad que le supone buscar un enfrentamiento con el Gobierno de turno, debido a que su inversión en la sociedad puede verse seriamente comprometida si el diario pierde el papel estelar que tiene dentro del ámbito de la izquierda y queda relegado. Por otro lado, los antiguos dirigentes del PSOE se encuentran en la trinchera de la “guerra de guerrillas”, contra todo lo que haga el Gobierno actual. Todo esto sucede, después de la derrota sufrida en primarias con su candidata Susana Diaz, la cual no ha sido digerida todavía. En aquellas primarias se impuso la militancia contra el “caciquismo” imperante durante muchos años que condujo al hartazgo y la vendetta de los afiliados de dicho partido contra el establishment de este.

El presidente actual de PRISA, Javier Monzón, arrastra tras de si una serie de hechos que pueden ser muy ilustrativos con respecto a lo que ha sido su vida empresarial. Si hay un hombre clave en el pasado empresarial de Monzón este es Felipe González. El expresidente le nombró presidente de Indra y, muchos años más tarde, la multinacional compró Oyauri Investments, la empresa de su hijo Pablo González Romero, que recaló en Indra. El hijo del expresidente del Gobierno era conocido en la empresa por su comportamiento en ocasiones poco apropiado. Tras la salida de Monzón, Felipe reclamó más de 7 millones a Indra por la compra de Oyauri Investments. Las peligrosas relaciones de Monzón con el poder tienen más ejemplos sonados. Uno de los hijos de Jordi Pujol, Josep, estuvo varios años en la compañía después de que Indra comprara su consultora, Europraxis. Incluso facilitó su huida a Estados Unidos, con cargo a sueldo de la empresa incluido, cuando las cosas para la familia del expresidente catalán empezaron a ponerse feas en España. Josep Pujol salió de Indra tras el despido de Monzón. Los 22 años que estuvo en la presidencia de Indra también estuvieron salpicados por hechos cuando menos llamativos. Su relevo al frente se saldó con su ausencia del consejo de administración antes de que se votara su cese. Lo que no quiso escuchar el ahora presidente de PRISA fue el repaso a una gestión que desembocó en una compañía debilitada, sospechosa de haber servido a intereses oscuros de distintos gobiernos —desde su creación en 1993 el Estado tiene mayoría accionarial estatal a través del SEPI—   y de la que se llevó 12 millones disfrazados como plan de pensiones. Tras una auditoría interna solicitada por Fernando Abril-Martorell, su sucesor, Monzón se vio obligado a pagar un millón de euros por el uso indebido del avión privado que la compañía de defensa tenía alquilado para viajes corporativos. Los destinos no eran precisamente mercados importantes para Indra. Sí que coincidían, en cambio, con regímenes fiscales laxos. A su salida como primer ejecutivo de la compañía le sustituye el título de presidente de honor de la compañía, sin embargo, fue destituido por el consejo que le nombro al descubrir la compra de un avión a espaldas del consejo de administración de la empresa de tecnología. Su nombramiento como presidente de honor se había producido el mismo día en que fue sustituido por Abril-Martorell en la presidencia ejecutiva de Indra. En aquella ocasión, el consejo de administración de la empresa decidió dar la presidencia de honor a Monzón por unanimidad, aunque con reservas de los consejeros nombrados por la SEPI, Adolfo Menéndez y Juan Carlos Aparicio, porque en aquel momento no tenían certeza de cómo había sido la gestión de la compañía por parte de éste. El relevo en la presidencia de Indra se produjo en enero del año 2015, después de los malos resultados que registró la compañía en el año 2014. Javier Monzón, que había sido el único presidente que ha tenido la empresa desde su creación en 1992 -lo fue con Felipe González, con José María Aznar y con Zapatero como presidentes del Gobierno. A lo largo del año 2015 fueron aflorando algunas operaciones que han causado pérdidas a Indra, entre las que se encuentran la aventura empresarial brasileña, que se ha saldado con unos 600 millones de euros de provisiones, que, añadidas a otras, han elevado la necesidad de provisionar cerca de 1.000 millones de euros. https://bit.ly/2ViHAhh

Por otro lado, Telefónica se encuentra en el centro de la batalla mediática con la capacidad de decidir si el grupo de Javier Monzón pone a PRISA al servicio de los intereses particulares que tienen en este momento González y Cebrián o Amber sustituye al mismo y pone por delante los intereses de los accionistas. El 23 del junio se publico en prensa la siguiente noticia, “Telefónica. Pallete no quiere influir ni en política ni en prensa. Aun así, aceptó ir de telonero a la CEOE” https://bit.ly/31mcgCq En la misma, se recoge lo siguiente, “el presidente de Telefónica no sólo no tiene intención de influir en el diario El País, donde la operadora es el segundo accionista, tampoco quiere hacerlo en el nuevo CEC”. Si la noticia recoge la posición que mantendrá la operadora, todo parece indicar que el señor Monzón seguirá en su puesto pese al problema que pueden sufrir sus  accionistas si los ingresos se resienten al no tener la participación en sus ingresos que facilita el gobierno a través del plan aprobado recientemente de publicidad institucional. El Gobierno español ha puesto en marcha el Plan de Publicidad y Comunicación Institucional del año 2020 que prevé una inversión de 66,05 millones de euros. https://bit.ly/2YAm6yt  Si a eso se une los 140.000 millones de euros que el Gobierno español recibirá de la Unión Europea para reconstruir la economía española después del COVID-19, el daño potencial que pueden sufrir algunos accionistas (Telefónica o Banco de Santander) que participan en el capital de PRISA, puede ser importante.

Por otro lado, hay que entender que para algunos directivos puede ser muy tentador contar con una cabecera como El País o una emisora de radio como la Cadena SER, con el fin de resaltar y poner en valor su gestión. Sin embargo, lo que nos dicen las métricas bursátiles desde que la presidenta del Banco de Santander está dirigiendo la compañía, es que el valor de la acción ha perdido un 72,46% sin contar los dividendos. En el caso de Telefónica la acción desde la llegada de su actual presidente ha perdido un 54,77% sin contar los dividendos.

Para terminar el post, decir que probablemente el lunes cuando se decida dicha batalla, algunos accionistas les pasarán como a Tales, sueñan con cambiar la sociedad con sus visiones y sin embargo lo que tienen más próximo como es el dilema sobre el actual presidente de PRISA… Se vaya al hoyo como el célebre Tales.

Ya lo dijo Karl von Clausewitz: “Para que el oponente se someta a nuestra voluntad, debemos colocarlo en una tesitura más desventajosa que la que supone el sacrificio que le exigimos. Las desventajas de tal posición no tendrán que ser naturalmente transitorias, o al menos no tendrán que parecerlo, pues de lo contrario el oponente tendería a esperar momentos más favorables y se mostraría remiso a rendirse.”





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