jueves, 25 de junio de 2020

TELEFÓNICA POSCOVID, CON BLINDAJE... DIFERENTE A LO QUE AFIRMAN ALGUNOS

La relación de las personas con la mentira y la verdad es realmente ambivalente. Por norma general, todos decimos (o creemos) preferir la verdad, pero cuando la que recibimos o compartimos es dolorosa o complicada, se genera un gran conflicto psicológico.

Optar por la mentira es, por norma general, un síntoma de desconfianza en la capacidad propia o ajena para lidiar con los problemas que pueda generar. En otros momentos, elegir la falsedad significa comportarse como una persona sin escrúpulos (o con mucha necesidad) que quiere obtener una ganancia de una situación determinada.

En cualquier caso, aprender a lidiar con la verdad sigue siendo una asignatura pendiente en nuestra sociedad, la cual equilibra una balanza que debería tener como vencedoras a la verdad y a la honestidad. En la vida, muchas personas se ven expuestas a dicho dilema de verdad o mentira como en la siguiente anécdota;

“Cuenta la leyenda, que un día la verdad y la mentira se cruzaron.

-Buen día- dijo la mentira.

-Buenos días- contestó la verdad.

-Hermoso día- dijo la mentira.

Entonces la verdad se asomó para ver si era cierto. Lo era.

-Hermoso día – dijo entonces la verdad.

-Aún más hermoso está el lago- dijo la mentira.

Entonces la verdad miró hacia el lago y vio que la mentira decía la verdad y asintió. Corrió la mentira hacia el agua y dijo:

-El agua está aún más hermosa. Nademos.

La verdad tocó el agua con sus dedos y realmente estaba hermosa y confió en la mentira. Ambas se quitaron la ropa y nadaron tranquilas. Un rato después salió la mentira, se vistió con las ropas de la verdad y se fue”.

El 21 de junio se publica en un diario económico una entrevista con el presidente del operador de telecomunicaciones incumbente de España, “Álvarez-Pallete: "El blindaje de Telefónica está en la ejecución de su plan estratégico" https://bit.ly/3fMqLTN Con respecto a dicha afirmación creo que debemos hacer un análisis riguroso de la situación en la que se encuentra actualmente la operadora y ver de dónde viene y que se ha hecho para encontrarse actualmente en la situación en la que está.  

Que el sector de las telecomunicaciones está en grave crisis no es ninguna novedad basta solo con observar las capitalizaciones de las principales compañías  europeas. En el año 2005 Vodafone era la primera operadora del mundo con una valoración superior a los 154.000 millones de dólares. La segunda era Verizon con 95.000 millones y la tercera teleco del mundo era Telefónica con 80.000 millones de capitalización bursátil. La operadora española superaba a France Telecom, Deutsche Telecom o gigantes como China Mobile. Eran los años más dorados del sector donde la banda ancha fija explotaba, apenas había competencia y el precio de las llamadas móviles y los SMS eran el motor de crecimiento de todas las telecos. La compra de la operadora británica O2 disparó la cartera de clientes de Telefónica hasta los 170 millones de abonados, de los cuales 116 millones eran solo de telefonía móvil. En el año 2005 las acciones de la operadora se situaban entre 13 y 14 euros. Dos años después la operadora batió su récord superando los 100.000 millones de capitalización y disparando el valor de las acciones un 70% hasta alcanzar los 22,9 euros el 2 de noviembre de 2007.


Uno de los principales problemas en los que han fracasado estrepitosamente las operadoras, es que no han sabido capturar los beneficios que ofrecía la digitalización. Para ello, la I+D fue vital a fin de capturar dichas oportunidades, como si lo han hecho los  GAFA (Google, Apple, Facebook, Amazon) y Microsoft. En el año 2007, con la salvedad de Microsoft (la única puntocom que se mantiene el top five en esos trece años y que en 2007 era también tercera), el rey era entonces el sector petrolero, con ExxonMobil, General Electric, PetroChina y Royal Dutch Shell en el quinteto de mayor capitalización del mundo. Lejos de la situación actual, había que descender entonces hasta el puesto 70 para encontrar a Apple, que lanzaba su primer iPhone, con una capitalización de 174.000 millones de dólares. Google, con 219.000 millones, era vigésimo novena. Hoy Apple vale 1,57 billones de dólares, ha multiplicado su capitalización bursátil (x 9), mientras Alphabet (Google) su valor bursátil hoy es de 975.370 millones de dólares, ha multiplicado su cotización (x 4,45). Frente a la situación descrita, las telecos incumbentes como son (Telefónica, Vodafone, Deutsche Telekom u Orange) se han limitado solamente a desarrollar las redes, que por cierto, las han servido gratuitamente a las OTTs para desarrollar sus nuevos servicios que prestaban a través de la digitalización. A la vez que sucedía esto, entraban en el mercado en la que se movían las telecos, como son las comunicaciones. Hoy en día hay multitud de aplicaciones que permiten llamar o hacer videollamadas  sin pasar por las operadoras de telecomunicaciones. Por lo tanto, los OTTs capturaron las oportunidades que brindaba la digitalización y a la vez descremaban los servicios que prestaban las telecos incumbentes, si a eso unimos un tratamiento fiscal y regulatorio asimétrico del que se han beneficiado, se les alinearon todas las estrellas para seguir creciendo bursátilmente mientras él cielo se les encapotaba a las compañías de telecomunicaciones.

Durante todos estos años que decadencia para las operadoras, la única medida que atisbaron a proponer sus directivos ha sido ajustar los costes de operación con el fin de mantener la rentabilidad para pagar un dividendo que quizás hubiese que analizar si era lo más ideal a fin de no llegar a la situación en la que se encuentra actualmente. Para ello el gran sacrificado en estos años han sido los costes laborales (reducciones de plantilla), un ejemplo, en España el principal mercado del Grupo Telefónica en el año 2007 tenía en plantilla un total de 53.300 empleados según la memoria del operador de aquel año. El año 2019 cerró con una plantilla de 22.869 empleados, es decir un 57,09% menor que en el año 2007, todo ello con el beneplácito de la representación social. A la vez que sucedía esto, su cifra de negocios refleja de forma nítida la decadencia de estos últimos trece años, en el año 2007 la división de Telefónica de España ingresó un total de 20.683 millones de euros. En el año 2019 la facturación de la compañía fue de 12.767 millones de euros, es decir un (-38,27%) https://bit.ly/2VgOfIW  Otro dato que refleja esa decadencia es la capitalización bursátil, en el año 2007 la misma cerró dicho año en 106.067 millones de euros, hoy por ejemplo, la capitalización es de 22.320 millones de euros (-4,75 veces).

Hoy la situación económica del país es tremendamente difícil, la crisis que según varios organismos nacionales e internacionales avanzan datos macro muy pesimistas como por ejemplo el FMI, el cual anuncia una caída del PIB del 12,8% para el 2020, unos 140.000 millones de euros de déficit fiscal. Si durante el Estado de Alarma el Gobierno español  promulgo el 17 de marzo http://bit.ly/2w5tUNz , en el cual se blindaba la entrada de capital foráneo en los sectores estratégicos del país. Este blindaje se ha convertido en permanente por el Gobierno español según se recoge en la siguiente noticia https://bit.ly/2NrevvW ,  en la misma se afirma lo siguiente, “La medida se extenderá más allá del estado de alarma. Se quedará para siempre. La primera redacción de esta norma establecía, de forma genérica, que cualquier inversor de fuera de la UE que quisiese tomar el control o comprar más de un 10% de una sociedad española debía obtener un salvoconducto del Gobierno. "La suspensión prevista en este artículo regirá hasta que se dicte acuerdo del Consejo de Ministros por el que se determine su levantamiento", dictaba el texto. Una coletilla que ha desaparecido del real decreto aprobado el martes. El efecto del blindaje "pasa a ser permanente", confirma un portavoz del Ministerio de Economía”. Las compañías del IBEX 35 que se encontrarían en esta situación con escudo anti fondos o inversores hostiles serían: Repsol, Aena, Cellnex, Enagás, Ence, Endesa, Grifols, Iberdrola, IAG, Indra, Naturgy, Red Eléctrica, Siemens Gamesa, Telefónica y Viscofan.

Volviendo al principio del post, con respecto a la afirmación de que el blindaje de Telefónica estaba en la ejecución de su plan estratégico…Parece una broma después de lo descrito anteriormente. Telefónica está llamada a ser un actor fundamental en la digitalización pos-Covid19, de eso no hay ninguna duda, lo que tiene que suceder es que el Gobierno actual actúe con el mismo celo y decisión con el que ha actuado el gobierno alemán y francés. En sus respectivas operadoras incumbentes tienen el siguiente porcentaje, el estado francés posee el 20% de Orange y el estado alemán tiene el 30% de Deutsche Telekom. El plan estratégico lanzado el 27 de noviembre del 2019 por Telefónica es un calco de lo que haría el fondo Elliot si hubiese entrado en el consejo de la operadora española, afortunadamente no entro y permitió que la situación se pueda reconducir desde una óptica completamente diferente a la llevada en estos últimos 13 años. Las métricas hablan por si solas no hace falta decir nada más.

Para terminar el post, hay que decir que la diferencia entre la verdad y la mentira, muchas veces corre de forma difusa, ya que no se muestran los datos que evidencien dicha situación a las personas con el fin último de que las mismas puedan formar su opinión. Desgraciadamente, al igual que la fábula del principio…Muchas veces existen muchos pretendientes para enfundarse el traje de la verdad, siendo completamente falso lo que afirman.

Ya lo dijo Charles Caleb Colton: “El mayor amigo de la verdad es el tiempo; su más encarnizado enemigo, el prejuicio; y su constante compañero, la humildad.”






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