lunes, 21 de mayo de 2018

RANKING MERCO 2018, COMPAÑÍAS CON MEJOR REPUTACION CORPORATIVA DE ESPAÑA



Nancy Jo Sales es una redactora de la revista Vanity Fair, en cuya revista publicó un artículo en el año 2015 cuyo título era, Tinder y el comienzo del apocalipsis de las citas”, en el mismo se cuestionaba los usos y consecuencias que se hacía de dicha app con respecto a las citas que proporcionaba a los jóvenes norteamericanos. El texto se componía fundamentalmente de historias recopiladas por la autora tras entrevistar a docenas de veinteañeros acerca del uso que le dan a Tinder y cómo esto afecta a su forma de relacionarse. En el fondo el artículo vinculaba este tipo de relaciones al sexo fácil y promiscuo. Pero la polémica de dicho artículo se desató al afirmar en el mismo que un 30% de las personas que utilizaban dicha aplicación lo hacía estando casado, dando a entender a la opinión pública que era una aplicación que servía para destrozar matrimonios. La publicación de dicho artículo motivó que el community manager de Tinder escribiese unas docenas de tuits rechazando las conclusiones del artículo de Vanity Fair. En ellos, lamentaba que la revista no hubiese comprobado dicha información con los responsables de dicha compañía, ya que los mismos poseían datos que acreditaban que existían numerosas relaciones que se habían consolidado a través de Tinder. Claro, que quizá la mejor manera de comunicar eso no era comenzar su conversación con la periodista con un “Hey, @nancyjosales — esa encuesta es incorrecta. Si estás interesada en tener una conversación en torno a datos, aquí estamos”, ni tampoco hacer “gracietas” como “Un pequeño dato bien sabido: el sexo se inventó cuando Tinder se lanzó en 2012”.

Aunque quizá el peor tuit de la lista sea en el que piden a Sales que hable con “los numerosos usuarios de China y Corea del Norte que han encontrado una forma de conocer gente incluso allí donde Facebook está prohibido”. Este tipo de afirmaciones agravaron si cabe más todavía dicha polémica, pese a que en un primer momento Wired informó de que Tinder respaldaba la reacción de su responsable de redes sociales, sin embargo poco tiempo después publicó un comunicado en el que se afirmaba lo siguiente:
“Contamos con un equipo apasionado que realmente cree en Tinder. Cuando leímos el artículo en Vanity Fair sobre la actual cultura en torno a las citas, nos entristeció comprobar que el artículo no refleja las experiencias positivas que nuestros usuarios experimentan a diario. Nuestra única intención era poner de relieve las verdaderas estadísticas e historias apasionantes que a veces quedan sin publicar y, al hacerlo, nos pasamos y reaccionamos de manera exagerada”.
Muchos usuarios de Tinder posteriormente se dirigieron a Sales con afirmaciones como “nunca antes había visto colapsar a una marca en tiempo real” u “Hola, Nancy, voy a leer tu artículo sobre Tinder porque gracias a Tinder me he enterado de su existencia”

El Monitor Empresarial de Reputación Corporativa (Merco) ha publicado el ranking 2018 de compañías con mejor reputación en España, y según el estudio son pocos los cambios que se aprecian, al menos en los tres primeros puestos. De esta forma, Inditex, Mercadona y Santander ocupan los tres primeros puestos. Como única novedad en el top5, BBVA avanza un puesto con respecto a 2017 y pasa del quinto al sexto puesto, quitándoselo a Repsol que se alza con la quinta plaza. Este año el ranking presenta nueve incorporaciones: Central Lechera Asturiana, Reale Seguros, Barceló Hotel Group, Casa Tarradellas, Facebook, Grupo Puig, McCann Erickson, Grupo Quirón Salud y Roche.













En consonancia con los resultados del primer ranking, los líderes con mejor reputación en España son Pablo Isla, de Inditex, quien sube una posición con respecto a 2017; Juan Roig, de Mercadona, quien desciende una posición; y Ana Patricia Botín, de Santander, quien asciende de la cuarta plaza a la tercera. El dueño de Inditex, Amancio Ortega, tiene que conformarse con la cuarta posición después de haber perdido el tercer puesto. Por su parte, el presidente del BBVA, Francisco González mantiene su posición cerrando así el ranking de las cinco primeras posiciones con los líderes más reputados de España. Por otro lado, también aparecen un total de 21 mujeres en el top 100 de líderes empresariales, clasificación que encabeza, Ana Patricia Botín, seguida de María Dolores Dancausa, Rosa María García, Fuencisla Clemares, Belén Frau , Koro Castellano, María Garaña, Ana María LLopis, Pilar López Alvarez y María Fanjul.



Esta XVIII edición del ranking Merco Empresas y Líderes, está realizado sobre un exhaustivo y pormenorizado análisis de más de 38.000 encuestas, 22 stakeholders y en torno a 200 indicadores objetivos; a los que se une la revisión independiente de sus resultados por parte de KPMG, de acuerdo con la norma ISAE 3000. Este año Merco ha incorporado una nueva evaluación: Merco Digital, que mide la manera más objetiva posible tanto la actividad impulsada por las empresas  Merco. La puntuación de una empresa dependerá de su actividad y seguidores, así como de las valoraciones realizadas en medios digitales y en redes sociales por “influencers” y usuarios.


 

Este año, el ranking Merco de Reputación Corporativa ha situado a algunas compañías en la realidad "deficiente" en la que están, ya que la misma no está construida sobre pilares sólidos. El término reputación siempre ha estado unido tradicionalmente; al desempeño, al comportamiento íntegro y al cumplimiento sistemático de la palabra dada hacia los diferentes stakeholders que integran las mismas, como clientes, empleados, accionistas, etc. Las compañías no son organizaciones abstractas o un mero conjunto de ladrillos y razón social. Son grupos de personas que toman decisiones que inciden en la vida de la comunidad en la que actúan, configurando su reputación y buen nombre en esas interacciones. Y esos grupos precisamente son los que hay que cuidar y promover un ambiente de trabajo que facilite su desarrollo diario. Por ejemplo, los accionistas que han invertido su dinero en ellas, sus legítimos propietarios, los clientes, los empleados, los proveedores, etc., en general tienen su derecho a exigir cuentas de las actuaciones que se llevan a cabo dentro de la misma. La principal obligación de la compañía mercantil será siempre generar riqueza y cumplir con las expectativas de rentabilidad de sus accionistas. Sin esa premisa, no hay continuidad posible para ninguna compañía, pero esa condición no puede ser disculpa y razón para que las compañías lleguen a sus objetivos por atajos poco éticos. Las compañías necesitan generar confianza, ya que ese intangible genera un enorme valor para todos los grupos de interés que conviven dentro de las mismas.

La confianza es valor y el comportamiento integro tiene premio, y ese intangible solo lo pueden proporcionar personas comprometidas e integras con su compañía. El comportamiento de la alta dirección y gobierno de una compañía son el espejo sobre el que se miran muchos stakeholders, entre ellos los empleados, es por este motivo que la relación entre ambos no puede ser de divorcio, ya que al final serán otros grupos de interés los que paguen la factura de dicho entuerto. Ninguna política activa de construcción de reputación corporativa tiene sentido si solo se construye hacia fuera de la compañía, ya que los que los constructores de la misma son los empleados que están dentro con su comportamiento y acciones. Una compañía solamente conseguirá alinear la cultura empresarial con el proyecto empresarial si sus empleados están comprometidos e implicados... Y esto en algunas compañías se está convirtiendo en su verdadero talón de Aquiles.


Ya lo dijo Jeroen van der Veer; “En mi opinión las empresas exitosas del futuro serán aquellas que decidan alinear los valores de la empresa con los valores personales de sus empleados. Los mejores talentos quieren hacer un trabajo que contribuya a la sociedad, con una empresa cuyos valores compartan, donde sus acciones cuenten y sus opiniones importen”.



 

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